Bajo la escaleras detenidamente para apreciar la bella decoración que ha hecho Toño. Hermosos girasoles por doquier y flores amarillas pequeñas. Es muy elegante y alegre.
—No sé si poner las velas aquí— coloca una enorme vela que parece más un pilar—. O aquí.
—Toño esto es… hermoso— él sonríe de oreja a oreja, cuando llega Gina.
—Mi niña —me abraza con delicadeza—. Muchas felicidades, espero que vengan muchos años llenos de cosas buenas para ti.
Agradezco y pronto llega Hernández, estira su mano
—Señorita Vanessa, muchas felicidades— le sonrío y respondo su apretón de manos.
—Gracias—Después de unos cuantos minutos todo el personal ya me había felicitado—. Gracias a todos de verdad.
Bruno baja las escaleras y poco a poco el per
Estoy casi lista solo faltaba ponerme el vestido. Mi maquillaje es sencillo pero adecuado para la noche, mis ojos se ven grandes y he recogido mi cabello en chongo con pequeños rulos cayendo. —¿Qué te parece?— pregunta Bruno dando una vuelta frente a mí, luce espectacularmente guapo. Lleva un traje azul marino y camisola blanca sin corbata, dos botones sin abrochar y zapatos negros. —Te ves muy bien— le digo giñando el ojo y él se acerca desafiante. —Y esto, ¿es por mi?— dice señalando la lencería que llevo puesta, encaje azul y un sostén del mismo material pero que terminaré deshaciéndome de él al colocarme el vestido. —Claro —le digo inclinándome a su oído—. Cuando la noche termine… Y lo beso seductoramente, sus manos se aferran a mi cintura. —No juegues así Vanessa o no saldrás de este cuarto. —Vale, me iré a cambiar. Busco en mi armario el hermoso vestido azul que compre ayer y me dispongo a colocármelo.
Sandra está hincada a los pies de Bruno. La furia me consume y camino lentamente hacia donde está.—¿Qué no escuchaste?— me pongo a un lado de Bruno y ella se pone de pie riendo frente a mí.—¿No le has dicho a esta, lo que hiciste conmigo aquella noche?— respiro hondo—Vanessa…— Bruno me toma la cintura pero yo alzo la mano—Mira, no es nuestra culpa que tengas delirios de pertinencia y hayas venido aquí a hacer el ridículo— ella ríe a carcajadas.—Para Bruno aquella noche no fue ridícula— vuelvo a respirar—Mira, ten un poco de inteligencia y claro dignidad y deja de decir esas cosas frente a los padres de Bruno —me acerco y susurro—. Ni a ellos ni a mí nos importa lo que haya hecho bajo los efectos de la droga que tu le pusiste en la bebida, a penas así soporta tenerte cer
—Bien alumnos, debido a remodelaciones en nuestro edificio las clases terminarán en este mismo mes —nos explica el maestro—. Siento decirles que solamente nos queda esta semana, lo sé, yo tampoco estoy de acuerdo con terminar las cosas así, pero son órdenes de direcciónToma una bocanada de aire. Golpeo mi pincel en el banco—Por mi parte es todo, mañana tienen mi examen con el material hasta el cual hemos llegado, por último necesito hablar con Vanessa Carballo —el profesor Fernández me mira y asiento—. Pueden retirarse.Comienzo a guardar mis cosas para acudir al llamado del maestro.—Dígame profesor— me dirijo hacía un hombre alto, bien parecido, de cabello y ojos negros, con la edad de Bruno aproximadamente y complexión delgada. Utiliza gafas de aumento que le dan un look muy intelectual.—Vanessa, quería not
Siento un fuerte cólico, mierda el periodo, saco mi móvil y miro el calendario. Tengo dos días de retraso, debe ser eso.—Para aquí por favor— le indico al chofer y me bajo rápidamente por unas toallas femeninas. Hernández casi salta del auto y lo miro extrañada.—Tranquilo, te necesitamos con vida— le digo entre risas—No la tendré después de que Bruno se enteré que no te llevamos a casa— bufo—Tengo mi casa— le digo, tomo las toallas sanitarias y una barra enorme de chocolate. Voy a la caja y mientras hago fila mi móvil suena, es Nora—¿Si?—¡Vane!, ¿estás ocupada?, ¿no quieres ir de compras?— acepto su invitación y quedamos en un mall en media hora. Tiempo suficiente para ir a mi apartamento, asearme un poco y asegurarme si mi periodo ha venido o no.
Las clases se van rápido. Tengo que correr para llegar a tiempo a la cita con la doctora Herrejon. Rodríguez se dirige conmigo al auto. Abre la puerta y me encuentro con mi sexy y celoso futbolista—Hola hermosa— me dice y lo miro recelosa—Hola— él suelta una sonrisita derrite polos y miro a la ventana—¿Sigues molesta?—Puede ser— me limito a contestar y continuo viendo por la ventana. En breve llegamos a un gran edificio de unos 6 pisos, entramos a la recepción y nos atiende una amable señorita que no para de coquetearle a mi futuro marido—Notificare su llegada señor Dihmes— alzo la mano—Y Vanessa Dihmes querida, no lo olvides— le guiño el ojo y esta se queda helada.—Sí, disculpe señora— sonrío con esfuerzo y escucho la ronca risa de Bruno.—Señora de Dihme
El día en la escuela se va rápido ya estoy en mi última clase—Vane ¿qué tal crees que te haya ido en el examen?— me pregunta una compañera y me encojo de hombros.—Espero que bien— Justo en ese momento el profesor Fernández llega.—Buenas tardes señores y señoritas, he traído las calificaciones de sus pruebas y su calificación final— se escucha un siseo en el aula y el maestro sonríe.—Vaya, comencemos entonces…— un par de minutos le lleva entregar calificaciones y por fin dice mi nombre.—Vanessa Carballo— me pongo de pie y camino hacia el escritorio—. Felicitaciones señorita.Y me entrega mi prueba con calificación perfecta, sonrío para mí misma y camino hacia mi banco de nuevo. La clase termina y al pasar por enfrente del escritorio el profesor me habla
El tiempo sigue su curso y no sé nada de Bruno.—Vanessa, ¿quieres agua? —me pregunta Tomás pero me niego.—Querida tienes que tomar algo, las horas pasaran más lentas si no comes nada… —dice Nora con tono de preocupación.—O si no hablas— completa mi cuñado. Hace alrededor de 4 horas que Bruno esta en cirugía. Tomás y Nora me acompañan en la sala de espera y Marcelo va y viene sin ninguna noticia. Está comenzando a desesperarse al igual que yo. Necesito hablar con Lucia pero no responde mis llamadas, es extraño.—¿No saben nada aún?— me interrumpe la voz de Alondra y al mirarla siento unas ganas inmensas de abrazarla, me pongo de pie y la sorprendo con un abrazo que me corresponde al instante—. Tranquila hija, todo estará bien…El gesto me transmite tanta calma, es tan maternal, comie
Bruno se está quejando haciendo que me despierte asustada.—¿Qué pasa?— pregunto a penas despierta.—Me duele mucho esta mierda— miro la hora—Tenias que haberte tomado la pastilla hace 2 horas— brinco de la cama y voy por la enfermera. Regreso casi de inmediato y esta le entrega dos pastillas.—Volveré para el desayuno— asiento y se va. Bruno está muy afectado por el dolor y su rostro lo refleja todo, trato de relajarlo.—Vanessa ¿sabes lo que me preocupa?— lo animo a hablar—. Que esto dure demasiado que tengamos que retrasar la boda.—No me iré, además, no teníamos fecha estipulada— digo sonriendo y él asiente—Quería hacerlo antes de que volvieras a la escuela— lo miro sorprendida—Vaya, y ¿Cuándo pensabas decirle a la novia?—D