Mi piel anhela el contacto con la suya, y me muevo instintivamente para rodear su cuello con mis manos. Debo estirarme para alcanzar su boca, y cuando lo hago, siento un estremecimiento en todo mi cuerpo.—Espera amor, debemos ser precavidos—le digo mi corazón latiendo con fuerza.—No te preocupes, estoy aquí para ti —responde, su voz baja y suave.Me da un beso apasionado, y luego me empuja suavemente hacia la cama. El borde de mi vestido se sube, y su mirada se desvía hacia mi cuerpo. Me siento vulnerable y expuesta, y quiero escapar de esta sensación.—Contigo yo me siento muy segura—digo, mi voz apenas audible. —sinceramente sentir que estoy en casa, que aqui pertenezco y estar a tu lado es mi destino.Me mira con una intensidad que me hace sentir incómoda, y luego me toma en sus brazos y me besa con fuerza, como si quisiera protegerme de todo.—Te protegeré —me dice, su voz llena de emoción. —Te haré sentir segura. Me siento abrumada por la pasión que me rodea, y mi cuerpo respon
Abro los ojos sorprendiéndome al verlo como Eros, el Dios del olimpo. La atracción es inevitable, me sobrepasa y de rodillas entre mis piernas se quita la camisa. Mi pie se alza palpando su abdomen de acero. «Que barbaro» sus cuadros son duros como roca maldita sea. Me divierto acariciando con mis pies las líneas definidas de su abdomen mientras sus expresiones son una mezcla de seriedad y placer. Venco Sigue siento todo un misterio para mí, pero al parecer eso es lo que más me gusta de él, me cautiva como loca y quiero apartar los pensamientos confusos queriendo solo disfrutar del momento.Me encanta la sensación de su piel y sus músculos endurecidos mientras nos miramos con ganas de comernos, es que me siento arder, morir, calcinar, no sé, estamos que nos quémanos. confirmando así, que lo nuestro no es pecado, es licencia directo al infierno. se quita el pantalón dejando a mi vista el miembro duro, la punta húmeda y me remalo los labios con ganas de tenerlo en mi boca.Hunde la cam
Estoy acostada en la cama junto a Venco, disfrutando del silencio y la tranquilidad que ha seguido a la tormenta. La lluvia ha cesado, y el aire fresco que entra por la ventana es un bálsamo para mi cuerpo cansado. Puedo sentir la humedad que ha dejado la lluvia en el aire, y el piso parece fresco y limpio.—¿Cómo te fue con las manadas? —le pregunto, mi voz suave y curiosa. Venco se vuelve hacia mí, su mirada relajada y su sonrisa suave.—Tuve que hacer algunos ajustes —responde, su voz baja y reflexiva—. Pero creo que a partir de ahora, las cosas van a mejorar.Me inclino hacia él, mi ceño fruncido por la preocupación.—¿Crees que habrá más enfrentamientos? —le pregunto. Venco me mira a los ojos, su expresión confiada.—No lo creo —dice—. Han aprendido la lección, y con los nuevos términos que establecí, no creo que se atrevan a cometer el mismo error de nuevo.Asiento con la cabeza, sintiendo un poco de alivio.—Pero siempre hay que estar atento —digo, mi voz llena de prudencia—. N
—Estoy un poco nerviosa —digo—. No sé si estoy lista para esto.Mientras la cinta métrica se envuelve alrededor de mi cintura, me siento un poco incómoda. En verdad estoy muy nerviosa y mas porque Venco me pidió ir adelantando todo sin decirle nada a su madre.—¿Qué pasa, Ocaso? —pregunta Xylara, mi amiga y confidente—. ¿No estás segura de tu amor por Venco?—No es eso —respondo, sacudiendo la cabeza—. Es solo que... no sé, creo que es un momento muy rápido para realizar una boda. Después de todo lo que ha pasado, no sé si estoy lista para esto.Las medidas de mis hombros son las siguientes, con la cinta métrica colocada sobre mis hombros y ajustada con cuidado.—¿Crees que es demasiado pronto? —pregunta Xylara, su voz llena de curiosidad—. ¿O es que tienes dudas sobre Venco?—Ya te dije que no, amo a Venco con todas las fuerzas de mi corazón—insisto—. Es solo que... su madre perdió a su otro hijo hace poco, y no sé si es el momento adecuado para celebrar una boda.La cinta métrica se
La bofetada me toma por sorpresa y apenas soy consciente de lo que esta pasando y quien acaba de golpearme la cara.—Ocaso, ¿cómo puedes estar organizando una boda en este momento? —me pregunta, su tono de voz lleno de incredulidad—. Mi hijo, Morax, no lleva un mes de muerto. ¿Cómo puedes pensar en celebrar una unión cuando todavía estamos de luto por su pérdida?Me siento un poco defensiva, y mi voz se vuelve un poco más baja con los ojos llenos de lagrimas.—Anya, por favor, entiende —le digo—. No quiero ofenderte. Solo quiero seguir adelante y encontrar la felicidad de nuevo.Pero Anya no parece dispuesta a escuchar, me mira como nunca me había mirado desde que llegue a sus vidas.—¿Cómo puedes pedirme que te entienda cuando ustedes van a celebrar prácticamente la muerte de mi hijo? —me dice, su voz llena de amargura—. ¿No te importa que mi hijo haya muerto? ¿No te importa que su memoria aún esté fresca en nuestras mentes?Xylara intenta intervenir, poniendo una mano en el brazo de
Estoy sentada en mi habitación, mirando por la ventana con una expresión pensativa. Venco esta conmigo, sorprendido por lo que acabo de decirle, pero no dare mi brazo a torcer. De repente, escucho un suave golpe en la puerta y me levanto para abrir. Me encuentro con la madre de Venco, que luce un poco nerviosa y arrepentida.La madre de Venco, Anya se acerca a mí, sentándose en la cama donde estoy sentada, creando un espacio privado entre nosotros. Mientras tanto, me mira con ojos llenos de arrepentimiento, y comienzo a escuchar su explicación con atención.—Quiero que sepas que lo siento mucho —me explica, mirándome a los ojos—. No debí reaccionar de esa manera, sobre todo abofeteándote. Quiero que me perdones por mi reacción.Mi voz es suave y comprensiva, enfatizando la importancia de escuchar y entender su punto de vista. La madre de Venco me mira atentamente, asintiendo con la cabeza mientras absorbe cada palabra, comprendiendo la gravedad y la importancia de su disculpa.—No hay
Es mi tío, la persona que me cuidó, me protegió y me dio amor incondicionalmente durante todos estos años. Me quedo estática, sin poder creer lo que estoy viendo, mientras él se acerca a mí con una sonrisa en su rostro. Su presencia es como un rayo de sol en un día nublado, iluminando todo a su alrededor y llenando mi corazón de emoción. Me siento como si estuviera soñando, como si esto no fuera real, pero al mismo tiempo, mi corazón late con alegría y gratitud. Mientras él se acerca, puedo ver la elegancia y la distinción en su rostro, su ropa impecable y su porte confiado, y me siento orgullosa de ser su sobrina.Cuando finalmente llega a mi lado, me abraza con fuerza, y es en ese momento que me doy cuenta de que es real, de que él sí está ahí, en este momento, conmigo. Su abrazo es cálido y reconfortante, y me hace sentir como si estuviera en casa, como si estuviera exactamente donde debiera estar. Me siento envuelta en una sensación de paz y felicidad, como si todo estuviera bien
Mientras camino hacia el altar, siento que mi corazón late con una emoción mixta de nerviosismo y felicidad. El salón donde me hicieron la primera presentación frente a Venco, ahora está lleno de miembros de la manada y los altos bandos, todos reunidos para celebrar mi unión con el hombre que amo. Me siento como si estuviera flotando en un sueño, con la música suave y la luz cálida que baña el espacio, creando un ambiente mágico y romántico.A medida que avanzo hacia el altar, siento que mis piernas tiemblan ligeramente, y mi tío, que camina a mi lado, me susurra palabras de tranquilidad al oído.—Tío, estoy nerviosa— le digo.—Tranquila, Ocaso— me responde.—Las piernas me tiemblan— le digo.—Se fuerte, tú sabes que nunca te dejaré caer— me dice.Me siento un poco más segura al escuchar sus palabras, y sigo caminando hacia el altar, con la mano de mi tío en la mía.Mientras sigo caminando, siento que mi corazón se acelera, y mi respiración se vuelve más rápida. La emoción me invade,