Me dirijo hacia la casa del cerrajero, el hombre que creó todas las cerraduras y la llave maestra de nuestra manada. Es el único que sabe cómo cambiarlas y repararlas. Me siento un poco ansioso, esperando que pueda ayudarme a encontrar una solución para recuperar la llave maestra perdida.Al llegar a la casa del cerrajero, me doy cuenta de que algo no está bien. La puerta está abierta y no hay señales de vida. Me acerco con cautela, llamando al cerrajero, pero no obtengo respuesta.Entro en la casa y me encuentro con una escena horrorosa. El cerrajero y su familia están muertos, asesinados de manera brutal. Me siento un golpe en el estómago, no puedo creer lo que estoy viendo.De repente, me doy cuenta del por qué de esta trampa. Morax, mi peor enemigo, ha estado detrás de todo esto. Dejó que descubriera el campamento cerca de la manada del río negro, sabiendo que yo iría a investigar y dejaría la manada sin defensas.Y ahora, ha matado al único hombre que puede cambiar las cerraduras
Me quedo sentado en la oscuridad, sumido en mis pensamientos. La verdad es un peso que me oprime, un secreto que he mantenido oculto durante tanto tiempo. Me duele admitirlo, me duele reconocer que mi peor enemigo es alguien muy cercano. Es alguien que tiene acceso a información que nadie más tiene, alguien que conoce mis debilidades y mis fortalezas. Es alguien que ha estado cerca de mí todo el tiempo, alguien que ha estado esperando el momento perfecto para atacar.Me duele pensar en ello, me duele admitir que alguien tan cercano a mí puede ser tan peligroso. Me siento traicionado, me siento engañado. Pero es hora de enfrentar la verdad, es hora de admitir que mi peor enemigo es alguien que está muy cerca de mí. Es hora de tomar medidas para proteger a mi manada y a las personas que amo. Me levanto de la silla, decidido a enfrentar la verdad y a tomar medidas para proteger a mi manada. Me dirijo hacia la puerta, listo para salir y para enfrentar lo que venga. Estoy listo para admiti
Me quedo parada, esperando que Venco comience a hablar, que me diga la verdad sobre lo que está pasando. Pero en lugar de palabras, siento sus labios sobre los míos, su boca atacando la mía con un beso apasionado. Me sorprendo, no esperaba esto. Pensaba que íbamos a hablar, que íbamos a resolver los problemas que nos están separando. Pero Venco no parece interesado en hablar, solo en besarme, en tocarme. Sus manos recorren mi cuerpo, acariciando mi piel, enviando escalofríos por mi espalda. Me siento débil, mi resistencia se desvanece ante su contacto. Me dejo llevar, me dejo besar, me dejo acariciar.Pero en algún lugar de mi mente, una voz me recuerda que esto no es lo que quería. Quería la verdad, quería saber qué está pasando. Pero Venco no me da palabras, solo besos y caricias. Y yo, débilmente, me rindo a su pasión.Me tira a la cama sorprendiéndome, y Venco no espera, viniéndose sobre mí, su cuerpo restregándose contra el mío. Me siento abrumada por la pasión que emana de él, p
Suspiro interiormente, sé que esto suena mal, muy mal. Estoy dando alas a Venco, dejando que se acerque a mí, que me toque, que me haga sentir cosas que no debería sentir. Y todo esto mientras mi objetivo es vengarme de él, de hacerle pagar por lo que me hizo.Pero no puedo evitarlo. No puedo resistirme a la atracción que siento hacia él. Es como si mi cuerpo tuviera una vida propia, como si estuviera traicionando a mi mente. Me digo a mí misma que estoy siendo débil, que debería mantener la distancia, que debería odiarlo. Pero no puedo. No puedo odiarlo cuando me mira con esos ojos, cuando me toca con esas manos, cuando me hace sentir como si estuviera flotando en el aire. Me siento viva cuando estoy con él, me siento como si nada pudiera tocarme.Y así que dejo que las cosas fluyan. Dejo que Venco se acerque a mí, que me hable, que me toque. Me dejo llevar por la corriente, sin resistirme, sin luchar. Y mientras tanto, estoy esperando, estoy esperando el momento perfecto para golpea
Camino sigilosamente por los pasillos del castillo, mi corazón late con fuerza en mi pecho. La noche es oscura y silenciosa, solo iluminada por la luz de las velas que se reflejan en las paredes de piedra. Me siento como si estuviera caminando sobre huevos, temiendo que cualquier sonido pueda delatar mi presencia. Sin embargo, sigo adelante, impulsado por una fuerza irresistible que me lleva a seguir explorando.Sé que lo que estoy haciendo es malo, que estoy violando las reglas y las normas que me han sido impuestas. Pero no puedo evitarlo, mi mente está llena de pensamientos y dudas que me hacen cuestionar mi decisión. A medida que avanzo, mi ansiedad crece y mi corazón late con más fuerza. Me detengo un momento en un rincón oscuro, escuchando atentamente cualquier sonido que pueda indicar que alguien se acerca. Pero solo oigo el silencio, y mi respiración agitada.Ingreso a la habitación con sigilo y precisión, tomando solo lo que requiero: oro, joyas y otros tesoros que guardo en
Me siento nerviosa, mi corazón late a mil por hora. No sé qué hacer, no sé cómo salir de esta situación. Siento que mi hora ha llegado, que no hay escapatoria. Le pido al hombre que está dentro de mi habitación que se esconda, que Venco no lo puede ver.— Por favor, escóndete—le digo, intentando mantener la calma.Venco vuelve a tocar y agradezco que no entre sin que se lo permita.— ¿Qué pasa? —me pregunta, su voz baja y sarcástica.— Venco está en la puerta —le respondo, intentando hablar en voz baja—. No puede verte.—Que no entre—lo dice asi no más, dándome un paro cardiaco.—Por favor—le pido.El hombre asiente y se esconde detrás de la cortina. Me toco abrir la puerta y salgo al pasillo, donde Venco me espera.— ¿Qué pasa? —me pregunta Venco, su voz llena de preocupación—Pareces asustada.Me esfuerzo por sonreír, por parecer normal, pero no puedo. Estoy demasiado asustada.— Nada, solo... solo estaba pensando en algo —le digo, intentando hablar con calma.Pero Venco no se cree.
Hoy es el día de la competencia, y me siento más ansioso que nunca. He entrenado durante meses para este momento, y estoy listo para demostrar mi habilidad y valentía. Me encuentro en el campo de competencia, rodeado de mis tres mejores hombres: Thane, Kaid y Orion. Cada uno de ellos está acompañado de su respectiva pareja, y no puedo evitar sentir un poco de envidia.Thane, el guerrero más fuerte de la manada, está con su pareja, Akira, que es una experta en artes marciales. Kaid, el más rápido y ágil de los cuatro, está con su pareja, Lila, que es una hábil arquera. Y Orion, el más inteligente y estratega de los cuatro, está con su pareja, Zara, que es una experta en tácticas de batalla.Estoy con Ocaso, mi pareja y la mujer que ha capturado mi corazón. Ocaso está vestida con un uniforme de guerrera que destaca su belleza y habilidad. Lleva un conjunto de cuero y metal que se ajusta a su cuerpo, y un casco que cubre su cabello y protege su rostro. En su mano lleva una espada larga y
Me encuentro atrapada en la red, junto a Venco, a apenas unos centímetros de distancia. Estoy temblando de miedo, mi corazón late con fuerza y mi respiración es agitada. De repente, escucho un sonido entre los árboles, un crujido de ramas y hojas que me hace girar la cabeza hacia la izquierda.Y entonces, lo veo. El hombre misterioso, con su capucha de cuero, emerge de la oscuridad. Su presencia es imponente, su figura alta y delgada se recorta contra la luz tenue del bosque. Me siento paralizada, incapaz de moverme o hablar.Venco, que está a mi lado, se tensa, su cuerpo se pone rígido y su mirada se fija en el hombre misterioso. Puedo sentir su miedo, su ansiedad, y sé que está listo para defenderme.El hombre misterioso se acerca, su paso lento y deliberado, y se detiene frente a nosotros. Su mirada se fija en Venco, y una sonrisa cruel se dibuja en su rostro.— Hola, hermanito — dice, su voz baja y peligrosa.¿Hermano?Venco se pone tenso, su cuerpo se prepara para la lucha, y yo