Camino sigilosamente por los pasillos del castillo, mi corazón late con fuerza en mi pecho. La noche es oscura y silenciosa, solo iluminada por la luz de las velas que se reflejan en las paredes de piedra. Me siento como si estuviera caminando sobre huevos, temiendo que cualquier sonido pueda delatar mi presencia. Sin embargo, sigo adelante, impulsado por una fuerza irresistible que me lleva a seguir explorando.Sé que lo que estoy haciendo es malo, que estoy violando las reglas y las normas que me han sido impuestas. Pero no puedo evitarlo, mi mente está llena de pensamientos y dudas que me hacen cuestionar mi decisión. A medida que avanzo, mi ansiedad crece y mi corazón late con más fuerza. Me detengo un momento en un rincón oscuro, escuchando atentamente cualquier sonido que pueda indicar que alguien se acerca. Pero solo oigo el silencio, y mi respiración agitada.Ingreso a la habitación con sigilo y precisión, tomando solo lo que requiero: oro, joyas y otros tesoros que guardo en
Me siento nerviosa, mi corazón late a mil por hora. No sé qué hacer, no sé cómo salir de esta situación. Siento que mi hora ha llegado, que no hay escapatoria. Le pido al hombre que está dentro de mi habitación que se esconda, que Venco no lo puede ver.— Por favor, escóndete—le digo, intentando mantener la calma.Venco vuelve a tocar y agradezco que no entre sin que se lo permita.— ¿Qué pasa? —me pregunta, su voz baja y sarcástica.— Venco está en la puerta —le respondo, intentando hablar en voz baja—. No puede verte.—Que no entre—lo dice asi no más, dándome un paro cardiaco.—Por favor—le pido.El hombre asiente y se esconde detrás de la cortina. Me toco abrir la puerta y salgo al pasillo, donde Venco me espera.— ¿Qué pasa? —me pregunta Venco, su voz llena de preocupación—Pareces asustada.Me esfuerzo por sonreír, por parecer normal, pero no puedo. Estoy demasiado asustada.— Nada, solo... solo estaba pensando en algo —le digo, intentando hablar con calma.Pero Venco no se cree.
Hoy es el día de la competencia, y me siento más ansioso que nunca. He entrenado durante meses para este momento, y estoy listo para demostrar mi habilidad y valentía. Me encuentro en el campo de competencia, rodeado de mis tres mejores hombres: Thane, Kaid y Orion. Cada uno de ellos está acompañado de su respectiva pareja, y no puedo evitar sentir un poco de envidia.Thane, el guerrero más fuerte de la manada, está con su pareja, Akira, que es una experta en artes marciales. Kaid, el más rápido y ágil de los cuatro, está con su pareja, Lila, que es una hábil arquera. Y Orion, el más inteligente y estratega de los cuatro, está con su pareja, Zara, que es una experta en tácticas de batalla.Estoy con Ocaso, mi pareja y la mujer que ha capturado mi corazón. Ocaso está vestida con un uniforme de guerrera que destaca su belleza y habilidad. Lleva un conjunto de cuero y metal que se ajusta a su cuerpo, y un casco que cubre su cabello y protege su rostro. En su mano lleva una espada larga y
Me encuentro atrapada en la red, junto a Venco, a apenas unos centímetros de distancia. Estoy temblando de miedo, mi corazón late con fuerza y mi respiración es agitada. De repente, escucho un sonido entre los árboles, un crujido de ramas y hojas que me hace girar la cabeza hacia la izquierda.Y entonces, lo veo. El hombre misterioso, con su capucha de cuero, emerge de la oscuridad. Su presencia es imponente, su figura alta y delgada se recorta contra la luz tenue del bosque. Me siento paralizada, incapaz de moverme o hablar.Venco, que está a mi lado, se tensa, su cuerpo se pone rígido y su mirada se fija en el hombre misterioso. Puedo sentir su miedo, su ansiedad, y sé que está listo para defenderme.El hombre misterioso se acerca, su paso lento y deliberado, y se detiene frente a nosotros. Su mirada se fija en Venco, y una sonrisa cruel se dibuja en su rostro.— Hola, hermanito — dice, su voz baja y peligrosa.¿Hermano?Venco se pone tenso, su cuerpo se prepara para la lucha, y yo
No puedo creer lo que estoy viendo. El rostro de Morax es idéntico al de Venco. Me siento como si estuviera en un sueño, un sueño que se está convirtiendo en una pesadilla.— No puede ser — digo, mi voz apenas un susurro.Venco grita desde la distancia, su voz llena de preocupación.— ¡Ocaso, vamos a hablar de eso más adelante! — dice.Pero Morax no permite que Venco me calme. Se acerca a nosotros, su sonrisa cruel y siniestra.— No creo que vayan a hablar — dice, su voz llena de veneno. — Ustedes de aquí no salen vivos.Venco se enfurece, su rostro lleno de ira y determinación.— ¿Qué estás hablando? — pregunta, su voz llena de desafío.Morax se ríe, su risa como un trueno que retumba en el valle.— Además, sabías, Venco, que tus mujeres estaban hablando conmigo para vengarse de ti — dice, su voz llena de ironía.Venco se queda impresionado, su rostro pálido y tembloroso. Me mira a mí, y yo puedo ver la sorpresa y la confusión en sus ojos.— ¿Es verdad? — pregunta, su voz llena de do
Me dirijo a mi habitación y tomo una maleta, la lleno con algunas de mis pertenencias más básicas: ropa para cambiarme, un par de objetos personales. No tengo mucho tiempo para elegir, así que me apresuro a meter todo lo que puedo en la maleta y la echo en un morral. Sé que debo irme, y rápido. Venco no me va a perdonar lo que hice, y sé que me matará si me encuentra.Le escribo una carta, explicándole mis razones y que espero algún día llegue a perdonarme. La dejo sobre la cama antes de salir de aquí.Con el morral a cuestas, me dirijo a la habitación secreta de Venco. Sé que allí guarda su tesoro, y necesito algo de oro para poder sobrevivir en el exterior. La habitación secreta es un lugar que pocos conocen, pero yo la descubrí por casualidad hace tiempo. Me apresuro a abrir la puerta y entro en la habitación, donde veo una gran cantidad de oro y joyas brillando en la oscuridad. Me apresuro a tomar suficiente oro para comprar alimentos y otras cosas que me sean necesarias. También
Entro al castillo con un sentimiento de desesperación y decepción. Acabo de perder la pista de mi hermano, Morax, después de perseguirlo durante horas. Me siento frustrado y enojado conmigo mismo por no haber podido atraparlo.Morax conoce bien el terreno, incluso mejor que yo. Ha pasado años estudiando cada rincón, cada sendero y cada escondite. Me doy cuenta de que he subestimado su habilidad para escapar.Me dirijo hacia el salón del trono, donde nuestro padre, el rey, me espera. Me siento culpable por no haber podido cumplir con mi misión. Me pregunto qué dirá nuestro padre cuando se entere de que Morax ha escapado de nuevo.Al entrar al salón, veo a nuestro padre sentado en el trono, con una expresión seria en su rostro. Me acerco a él y me inclino en una reverencia.— Padre, lo siento — digo, intentando explicar mi fracaso. — Morax conoce el terreno demasiado bien, se escapó nuevamente y...Nuestro padre me mira con desilusión, pero no dice nada. Se limita a asentir con la cabez
Querido Venco,Me duele escribir estas palabras, pero sé que es hora de que sepas la verdad. La verdad sobre por qué vine al castillo, por qué te utilicé y por qué te quiero muerto.Hace años, cuando era apenas una niña, presencié un horror que me cambió la vida para siempre. Vi cómo tú, o al menos eso creí, mataste a mi familia. A mi padre, a mi madre y a mis hermanos. Me quedé sola y con una sed de venganza que me consumió por completo.Juré que te encontraría y que te haría pagar por lo que habías hecho. Con ese pensamiento en mente, me uní a tu manada, esperando encontrar la oportunidad perfecta para matarte. Pero lo que no sabía era que tenías un hermano gemelo, y que él era el verdadero culpable de la muerte de mi familia.Al principio, no podía entender cómo un hombre como tú, que parecía tan amable y justo, podía ser capaz de cometer semejantes atrocidades. Me sentía confundida y llena de emociones contradictorias. Pero a medida que te conocí más, empecé a sentir cosas por ti.