Estoy en la sala, enfrentando a Xylara, que me mira con una mezcla de curiosidad y desafío. La mamá de Venco se fue con Lyraea, dejándonos solas en un momento incómodo.Xylara se acerca a mí, su sonrisa juguetona y su mirada intensa. Me siento un poco incómoda, pero trato de mantener la calma.— ¿Cómo van las cosas? —me pregunta Xylara, su voz suave pero llena de ironía—. ¿Los preparativos para la competencia están yendo bien?Me encojo de hombros, tratando de parecer relajada.— De maravilla —le respondo—. Todo está saliendo según lo planeado.Xylara asiente, su sonrisa creciendo.— Me alegra saberlo —me dice—. ¿Y cómo te conociste a Venco?Me siento un poco incómoda con la pregunta, pero trato de responder de manera natural.— Cuando vine aquí —le digo—. Fue la primera vez que lo vi.Xylara me mira con una expresión pensativa, como si estuviera estudiando mi reacción.— Ah, sí —me dice—. Recuerdo que Venco me habló de ti. Me dijo que eras muy... interesante.Me siento un poco incómo
Me siento incómodo en mi silla, algo que no me había pasado en mucho tiempo. Mi amiga Xylara y mi prometida Ocaso me han puesto en una situación difícil, obligándome a escoger con quién voy a competir. Sin embargo, yo tengo muy claro quién es mi elección.Xylara se acerca a mí, su sonrisa radiante, pero también un poco presionante.— ¿A quién vas a escoger, Venco? —me pregunta, su voz llena de expectativa.Me tomo un momento para responder, sabiendo que mi elección puede afectar a ambas mujeres.— Lo siento, Xylara —le digo—. Somos amigos desde pequeños, pero si es de competir con mi prometida, competiré con ella.Miro a Ocaso, viendo cómo ella suelta una pequeña sonrisita de satisfacción. Me siento aliviado de haber tomado la decisión correcta. Luego, miro a Xylara, y veo cómo su sonrisa se desvanece. Su expresión se amarga, y puedo sentir la tensión en el aire.Me doy cuenta de que mi elección ha causado una gran incomodidad en Xylara, y me siento un poco culpable por haberla herido
— Señor, anoche, bajo la luz de la luna, la señora Ocaso salió del castillo y se dirigió al bosque este —dice, su voz baja y cautelosa.¿Qué estaba haciendo Ocaso en el bosque a esa hora?— ¿Qué crees que estaba haciendo allí? —le pregunto al guardia, intentando mantener la calma.El guardia me mira con una expresión incómoda.— No lo sé, señor. Pero parecía que estaba buscando algo... o alguien.Estas son las cosas que no me gustan de ella… ¿Qué podría estar buscando Ocaso en el bosque?— ¿La viste hablar con alguien? —le pregunto al guardia, intentando obtener más información.El guardia me mira con una expresión pensativa.— No, señor. Pero parecía que estaba esperando a alguien... o algo.Me siento un poco confundido. ¿Qué podría estar pasando?— ¿Cómo te pareció su comportamiento? —le pregunto al guardia, intentando obtener una impresión más clara de lo que sucedió.El guardia me mira con una expresión seria, tambien se siente la tension, esta nervioso porque no es facil confesar
Me quedo allí, perdida en mis pensamientos, hasta que Xylara aparece y me saca de mi ensimismamiento.—¿Problemas en el paraíso? —me dice con una sonrisa sarcástica.Me vuelvo hacia ella, sintiendo una mezcla de irritación y frustración. Me choca que este aquí y lo peor es que tengo que aguantarla.— No te metas en donde nadie te llama, Xylara —le digo, intentando mantener la calma.Ella se acerca a mí con su sonrisa cada vez más amplia, la cual quiero borrar de una patada.— Pensé que eras una élite —me dice, su voz llena de ironía.Le doy la espalda y comienzo a caminar hacia la puerta, pero ella me detiene.— Pensé que tú y Venco eran una pareja feliz —me dice, su voz llena de sarcasmo.Me vuelvo hacia ella, sintiendo una mezcla de irritación y frustración.— Como todas las parejas, tenemos problemas —le digo, intentando mantener la calma.— Problemas ahora, empezando —me dice—. No me imagino cuando estén casados.quiero romperle la cara por su comentario, pero trato de mantener la
PROLOGOMe desperté sobresaltada por la algarabía que llenaba el aire. Gritos, murmullos, desespero..Olor a sangre, a muerto y desolacion.Mi corazón latía con fuerza mientras me acercaba a la ventana para ver qué estaba pasando. ¿Qué está sucediendo? Pensé con el corazón en la garganta.La imagen me devasto y era como si me atrevesaran una estaca en el centro de mi pecho.Mi manada, mi pueblo, estaba siendo atacado. La escena era caótica, con figuras oscuras corriendo y gritando por todas partes.Sangre, gritos, caos. mi cabeza iba a explotar mientras absorbía la imagen que me desgarraba por dentro.Mi mente se llenó de pánico mientras corría hacia la puerta, mi único pensamiento era llegar a mis hermanitos gemelos. Tengo que protegerlosLa mansión estaba siendo invadida, podía escuchar los gritos y el ruido de espadas chocando contra las paredes.Intenté correr más rápido, pero un consejero me atrapó por detrás, cubriendo mi boca con su mano. lo conocia, sabia quien era, pero aun a
Estoy en medio de la selva, rodeada de árboles altos y densos. El sol filtra a través de las hojas, iluminando el claro donde estoy entrenando. Mi corazón late con fuerza mientras me enfrento a mis oponentes, un grupo de lobos hombres que me superan en número.Soy una loba ahora, después de 5 años de entrenamiento y dolor. La tragedia que sufrió mi familia me hizo buscar refugio en mi lado salvaje, y ahora soy una guerrera poderosa.Mi instructor, un lobo hombre llamado Thorne, me observa desde la sombra. Me ha estado entrenando durante meses, enseñándome técnicas de combate y estrategia.—¡Vamos, Ocaso! —grita Thorne—. ¡Muestra lo que has aprendido!Me lanzo hacia adelante, mis garras extendidas. Los lobos hombres se dispersan, intentando rodearme. Pero estoy lista. Me muevo con rapidez, esquivando sus ataques y contraatacando con fuerza.Uno de ellos se acerca demasiado, y lo derribo con un golpe de mi zarpada. Otro intenta morderme el cuello, pero lo esquivo y le doy un golpe en el
Después de cinco días de viaje, el carruaje en el que voy se detiene en la cima de una colina. El conductor, un hombre experimentado y callado, se vuelve hacia mí y dice:—Princesa, hemos llegado.Miro hacia afuera y mi respiración se detiene. Ante mí se extiende un reino espectacular, como si saliera de un cuento de hadas. El sol brilla sobre las estructuras de mármol y oro, haciendo que resplandezcan como joyas.La manada se extiende en el valle debajo de nosotros, rodeado por un río cristalino que serpentea a través de la ciudad. Una cascada impresionante cae desde una altura impresionante, creando un velo de agua que se desvanece en la bruma.Las columnas de las estructuras se elevan hacia el cielo, adornadas con intrincados diseños persas. Los arcos y cúpulas de las estructuras brillan con azulejos de cerámica azul y verde, creando un efecto de mosaico impresionante.En el centro del reino, un palacio majestuoso se alza sobre una colina, rodeado por jardines y fuentes. La arquite
Estoy en mi habitación, preparándome para la ceremonia. Tengo 300 años de edad y he reinado sobre las tierras Kraelion-Valthorne durante la mayor parte de mi vida. Mi consejo de ancianos me ha estado presionando para que me case y tenga un heredero, ya que consideran que es hora de que asegure la continuidad de mi linaje.Pero yo no estoy interesado. Mi mente está concentrada en adquirir más poder, fama y riquezas. Quiero expandir nuestros dominios y consolidar mi posición como el rey más poderoso del reino. No tengo tiempo para pensar en matrimonios y hijos.Y sin embargo, aquí estoy, preparándome para recibir a la candidata número 16. Es agotador. Han pasado meses desde que comenzaron a llegar las candidatas, y ninguna de ellas ha logrado captar mi atención. No entiendo por qué el consejo insiste en que me case con alguna de ellas.Ocaso….Es el nombre de la candidata a ser mi esposa y madre de mi hijo.Me pregunté quién sería esta mujer que llevaba un nombre tan peculiar. ¿Sería un