Al día siguiente me desperté sintiendo en cuerpo sensual y maravilloso de Aaron a mi lado, me levanté muy despacio para no despertarle, entre en el cuarto de baño, me quite toda la ropa metiendome en la ducha, enjabonando mi cuerpo, sentí unos dedos acariciando mi espalda desde mis nalgas hasta mi cuello, sonriendo me giré despacio viendo a Aaron detrás de mí.— ¿Te pensabas duchar sin mi? — preguntó— No quería despertarte, estabas guapísimo durmiendo — respondió rodeando su cuello con mis brazos— No lo vuelvas a hacer, gordita — me contestó tomando mis labios con los suyosNos duchamos los dos juntos, saliendo después de la ducha, cogiendo Aaron una de las toallas que había colgadas y poniéndome yo uno de los albornoces que también estaba colgado en la puerta. Volvimos al dormitorio tumbandonos mojados como estábamos en la cama boca arriba, Aaron apoyó su codo en el colchón mirándome con sus preciosos ojos azules, abrió la cinta de mi albornoz mirando mi cuerpo desnudo, acariciando
Mi padre no quiso sentarse junto a nosotros, se le veía un poco molesto por lo que Aaron le dijo, ya que era un hombre que cuando decía ahora, tenía que ser lo que él quisiera. Nos levantamos Aaron y yo de las toallas, me quite la blusa ancha que llevaba, entrando los dos al mar, el agua estaba muy transparente pero estaba algo fría, nadamos un poco, amándonos Aaron dentro del mar, yo donde el agua nos llegaba más allá de mi pecho, cuando quisimos salir del agua vimos sentado al lado de nuestras toallas a Kevin y a Dory — No te dejará nunca tranquila ese payaso ¿verdad? — me preguntó Aaron — Tranquilo, Kevin es como mi padre, cuando quieren algo no hay forma de que renuncien a ello, pero ahora estamos los dos juntos, y eso es lo que nos importa Aaron, te amo — respondí — Alice, tu sabes de ¿que quiere hablar tu padre conmigo? — me preguntó — Es un poco largo cariño, anoche di un paseo con él y parece ser que estan mis padres totalmente arruinados, creo que querrá hablarte sobre e
Cuando ya estábamos Aaron y yo vestidos, nos marchamos de mi dormitorio acercándonos hasta la terraza, donde estaban todos dandonos cuenta de, que estaban mis padres, mi nona, Kevin y Dory sentados en los sillones hablando entre ellos como si nada hubiera pasado. — Nosotros nos vamos a comer fuera, nona no nos esperes despierta porque seguramente llegaremos tarde o a lo mejor si la convenzo vendremos ya mañana — dijo Aaron— Aaron perdona, ¿te viene bien que hablemos ahora, hijo de lo que tenemos pendiente? — preguntó mi padre— No me viene muy bien, pero si de verdad necesitas que hablemos, adelante ¿donde podemos hablar? — contestó— Vamos al despacho, estaremos tu y yo más tranquilos — dijo mi padre— Michael, tu hija estará con nosotros en tu despacho ya que creo que tambien le interesara nuestra conversación, ademas que a ella tambien le importa el problema que tu puedas tener como su padre que eres — dijo Aaron muy serioA mi padre no le hizo mucha gracia, pero tampoco puso imp
Después de hablar con mi nona en su dormitoio, nos marchamos de mi casa Aaron y yo paseando hasta el centro de la ciudad de Miami, sentandonos de vez en cuando en algun banco de la calle por mi culpa, ya que las patadas que me daba mi hija y los pies que se me estaban hinchando un poco, me era casi imposible seguir andando por mucho tiempo sin descansar de vez en cuando. Llegamos hasta el puerto donde Aaron alquiló un yate pequeño con tripulación para dar un paseo por el mar, ya que le dije que me gustaría ser la reina del mar y olvidarme de las preocupaciones por un día. Subimos al barco, con la comida que Aaron había comprado en un lujoso restaurante del puerto. Estuvimos navegando casi todo el día haciéndome mi futuro marido la mujer más feliz del mundo, comimos en la proa del barco en una mesa con sillones esquineros que alli habian, recostandome en ellos poniendo mi cabeza en las piernas de Aaron, acariciandome él, las mejillas y mi pelo mientras nos mirabamos alos ojos. Estuvimo
Salimos del ascensor cogidos de la mano dirigiéndonos a recepción para que nos pidieran un taxi, cuando llegó Aaron le dio al conductor la dirección donde queríamos ir, arrancando el taxista inmediatamente. Cuando llegamos a mi casa, yo fui la primera en bajar del vehículo mientras Aaron pagaba al conductor del taxi. Entramos en mi casa acercándonos a la cocina donde escuchábamos hablar, entramos en ella viendo a mi madre y a nona preparando la comida.— Hola cariño, ¿qué tal lo pasasteis ayer? — preguntó mi madre— Muy bien, me gustaria que otro día volviéramos a hacer otra escapada romántica — respondí— Cuando tu desees mi amor — contestó Aaron, rodeando mi cuerpo con sus fuertes brazos— Buenos yo me voy al dormitorio, quiero cambiarme de ropa — les dije, en el momento que escuche sonar el móvil de Aaron— Ves tu mi amor al dormitorio, es una llamada desde Londres, ahora voy yo — me dijo besando mis labios como nadie sabía hacerlo— Voy a mi dormitorio a cambiarme de ropa, ahora o
Por orden de mi padre, el chofer apretó el acelerador todo lo que este daba para llegar pronto a la clínica donde estaba el doctor que me trato durante todo mi embarazo, mientras yo sentía como, que las fuerzas se me iban abrazando a Aaron cada vez más fuerte por el temor de que le pasara algo a mi bebe, cuando de pronto escuche una gran estruendo empezando el vehículo a dar unas grandes vueltas durante varios minutos, Aaron cubrió mi cuerpo él con el suyo en un intento de salvarme la vida, sintiendo como chocaban con nosotros los cuerpos de mis padres y mi amiga que estaban en la limusina con nosotros. Cuando todo se paró, sentí que como iba perdiendo el conocimiento mientras notaba como un líquido pegajoso que caía por mi cara, quise llamar a mis padres o a Aaron, pero lo primero que hice fue poner mis manos en mi vientre para que a mi bebe lo le pasara nada, mientras medio inconciente me preguntaba como estaria mi bebe preocupandome por si no estaba bien, mientras escuchaba sirenas
Estaba viendo a Aaron conectado a aquellas máquinas que le estaban dejando vivir y no podía creérmelo, él no podía dejarme sola, no podía ser y no se lo iba a consentir porque lo necesitaba para vivir yo. Mi nona me acercó con la silla de ruedas hasta la cabecera de su cama, apoyándome como pude me levanté de la silla y aunque tenía dolor por todo mi cuerpo, acerque mis labios a los labios del hombre que amaba, besándole y pensando que con aquel beso Aaron despertaria, pero la impotencia que yo sentía por no poder hacer nada por él y las lágrimas que caían por mis mejillas, me dejaron mucho más hundida de lo que ya estaba. — Alice, vamos a tu habitación, aquí ya no puedes hacer nada mi cielo — me dijo mi nona — No me dejes amor mío, lucha porfavor, por mi y por nosotros, note rindas amor mio, lucha Aaron por los dos, por favor — le hable con la voz ahogada esperando que me escuchase, volví a besar sus lindos labios, sentandome después en la silla de ruedas. Cuando ya nos marchabamo
Aunque desconocía porque mi nona le dio aquella dirección al conductor del taxi, preferí no decir nada aunque no sabía porque no íbamos a mi casa en Miami, cuando el vehículo paró enfrente de unos grandes adosados mi nona le pagó al conductor bajandonos después del vehículo. Mi nona sacó unas llaves de su bolso y abrió la puerta de la vivienda, fijandome cuando entramos que los muebles y adornos que había en esa casa no eran los mismos que teníamos en mi casa anterior, nona me hizo acompañarla por unas escaleras que conducían hasta el piso de arriba, donde pude apreciar que estaban los dormitorio, entramos en uno de ellos y abriendo el armario mi nona, me pude dar cuenta de que toda mi ropa estaba bien colgada dentro, Después de dejar lo que trajimos de la clínica en mi dormitorio, bajamos las escaleras acercándonos hacia lo que parecía una cocina estilo americano, sentandonos en las sillas de cocina que allí se encontraban.— ¿Por qué hemos venido aquí en vez de irnos a mi casa de la