Angelina se acercó a nosotros en el jardín para retirar de la mesa los platos y los vasos, saludando a Arturo con su preciosa sonrisa.— Por cierto Aaron, me he enterado que Karina te va a ayudar económicamente en el proyecto que tienes — le dijo Arturo— Si me ofrecio el dinero que necesito para ese proyecto, ya que va a ser muy grande y lo bueno es que los beneficios que se van a obtener, van a ser un superávit que nadie va a poder igualar — dijo Aaron— ¿Pero vas a acudir a la cita que esa te propuso? — le pregunté— Lo estoy pensando aún Alice cariño — me dijo Aaron— ¿Cómo, te lo estás pensando? Aaron mi amor, ¿crees que voy a consentir que te pases con ella dos días follando en Paris? — respondí— No pasa nada Alice, mira yo me quedo en tu casa esos dos días, sacamos a los niños de paseo y llevamos a la pequeña Cintia a una feria que me han dicho que van a poner — me dijo Arturo— Y de paso te metes conmigo en la cama dos días Arturo, ya que mi marido se lo va a pasar en grande
Dos semanas después de la recepción en la que Arturo me llevó, estaba con mis dos pequeños en el jardín ya que aunque fuera muy raro en Londres, hacía un día maravilloso. Yo estaba sentada en el césped con mi hija a un lado jugando con sus muñecas y sus cositas y mi hijo al lado de su hermana en su mantita jugando con sus dedos y con los míos, mientras yo le decía cositas, haciéndolos reír a los dos. De pronto mi hija se puso en pie marchando corriendo por el césped mientras decía papá gritando, me senté enseguida en el césped intrigada, pensando que era Kevin el que venía a por ella, aunque sabía perfectamente que mi hija no lo conocia casi, empece a llamar a mi hija Cintia, cuando de pronto vi que la tenía Aaron en sus brazos, besandose los dos en sus mejillas mientras se acercaban donde estábamos mi hijo y yo.— Hola Alice ¿cómo estás? — me preguntó Aaron— Bien, creo que mejor que tu por el aspecto que tienes — le dije, fijándome en las ojeras que tenía Aaron tan marcadas en sus o
Dos días después que Aaron se llevará a su casa a mis hijos acompañado de mi nona, Arturo llegó a la casa donde vivíamos muy eufórico, entró en la cocina donde yo me encontraba, cogió mi mano llevándome hasta el salón sentandonos en el sofá los dos juntos.— ¿Qué pasa Arturo? — le pregunté extrañada— Mañana viene Kevin a Londres con sus abogados, iremos al bufete de un conocido abogado de aqui, de Londres, pero Kevin quiere que te lleves a su hija, porque según él quiere verla para despedirse de ella ya que te va a dar la custodia total de la pequeña Cintia — me dijo Arturo alegrandome muchísimo— Si eso es verdad, habrá que celebrarlo — respondí— Y por todo lo alto Alice, hay que celebrarlo por todo lo alto, por eso he hecho una reserva en el mejor restaurante de aquí — me contestóAl día siguiente me desperté muy contenta pensando que iba a terminar con la historia de Kevin, me levanté de la cama, entre en el cuarto de baño, abri los grifos dejando caer un poco más fuerte el agua
Una vez que Aaron se separó de mí, subimos Arturo y yo al vehículo cerrando mi marido la puerta y sentándose Arturo en el asiento del conductor marchandonos enseguida. Cerca del edificio donde se encontraba el bufete del notario donde se iban a hacer los acuerdos con Kevin, Arturo aparcó el coche en un parking. Baje yo con mi hija en brazos cojiendomela Arturo ya que mi pequeña ya pesaba y yo estaba muy nerviosa por tener que volver al padre de mi hija. Llegamos a la puerta del edificio, entramos subiendo unos cuantos escalones ya que el despacho se encontraba en una de las plantas bajas. Nos acercamos a una señora que había sentada en una mesa enfrente de los despachos poniéndonos Arturo y yo que seria la secretaria del notario, dando Arturo nuestros nombres a la asistente del notario, levantándose ella de su silla haciéndonos acompañar por el pasillo hasta la segunda puerta que había en el pasillo, tocó a la puerta con sus nudillos y cuando nos dieron permiso entramos en el despacho
Cuando mi marido me dijo que habían secuestrado a mi pequeña, cuando todos en aquel despacho se estaban peleando por quitarme de encima a Kevin y discutiendo, creí morir en ese momento. — Aaron por favor encuentrala — le rogué, cayendo algunas lágrimas por mis mejillas— Lo haré amor mio, te prometo que aunque tenga que hacer lo que sea, te la traeré de vuelta Alice — me dijo Después de pasar unos días en la clínica, el doctor me dio de alta marchandome ese mismo día de vuelta a mi casa con Aaron. Nada más entrar en la casa, me dirigí al dormitorio de mis hijos, cogi a mi pequeño en brazos, apretando contra mi pecho su cuerpecito, mientras yo lloraba sin consuelo.— Venga mi niña animate, veras como pronto estaras tambien con la pequeña Cintia — me dijo mi nona— Eso espero nona, amo a mi hijo y tu lo sabes, pero mi niña es algo muy especial para mí — le respondíDeje a mi hijo en su moisés, cuando entró mi marido en el dormitorio de mis hijos, me acerque hasta la puerta, rodeando
Aaron no vino a casa en dos días ni a comer ni a dormir, no llamándome por teléfono tampoco para decirme que estaba fuera o que no quería verme más, ya estaba tan preocupada que no sabía ni que hacer ni a quien llamar porque no era propio de él desaparecer tantos días seguidos.— Baja a la cocina a comer algo Alice, no puedes estar asi cariño — me decía mi nona— No tengo hambre nona, no entiendo que le ha pasado a Aaron para que no venga a casa y ni siquiera me llame por telefono — le respondí Tan preocupada por mi marido estaba, que llamé a Arturo para que me ayudara a buscarlo. Viniendo mi abogado con mi hija en sus brazos, ya casi de madrugada del día siguiente. Yo me encontraba en el dormitorio de mis hijos sentada en la mecedora mirando a mi hijo como dormía cuando escuche un coche acercarse hasta la puerta de la casa, me marché del dormitorio de mis hijos sin hacer ruido por no despertar a mi pequeño, me acerque hasta la entrada de la casa, escuchando como tocaban a la puerta
Dos días después de marcharme con mis hijos de la casa de Aaron, empezó a sonar el móvil de mi nona, cuando vio que quien la llamaba era un número que no conocía me dio su teléfono para que yo contestara la llamada, — ¿Quién es? — pregunté— ¿Alice Duncan? Soy el abogado del señor Kevin Taylor, queremos llegar a un acuerdo con usted para que mi cliente no vaya a la cárcel, ¿podemos hablar en la oficina de un colega mio? — me preguntó— Mire no sé exactamente quién es usted, pero Kevin Taylor tiene que pagar por todo el daño que me ha hecho, lo siento mucho por su cliente — respondí— Alice, usted estaba muy enamorada de mi cliente y tienen una hija en común, por favor pienselo, mi cliente me ha dicho que le firmara un documento comprometiéndose a no molestarla ni a usted ni a su hija — me dijo— Mire no voy a seguir hablando con alguien que ni siquiera conozco ¿supongo que tendrá usted el número de teléfono de mi abogado? — le pregunté— Si lo tengo, entonces me pondré en contacto co
Como yo no conteste a la pregunta que me hizo el abogado de Aaron, ya que estaba muy nerviosa y tenía un nudo en mi garganta que me dejó sin poder hablar, contestando mi abogado por mi— Creo y sé que puedo hablar por mi clienta, que le parece justo el acuerdo, con tal de que el matrimonio se disuelva cuanto antes — dijo Arturo— No estoy de acuerdo, yo no quiero nada para mi, pero si deseo que rectifiquen la parte donde ponen dos hijos en común— Alice por favor, Cintia es tanto tuya como mía — me dijo Aaron— Es que no son dos hijos, señor abogado si no tres, estoy embarazada de su cliente — le dije sin mirar ni dirigir mi palabra a AaronAaron y sus abogados se quedaron mirándome sorprendido, mientras Arturo se le notaba que no sabia que decirme— Por favor, nos pueden dejar a solas a mi esposa y a mi, solo cinco minutos — dijo AaronNuestros abogados se levantaron de las sillas marchandose del despacho, cerrando la puerta— Alice cariño por favor, solo escúchame y luego si quieres