La muchacha permaneció observándolo desde su posición, sin poder ocultar su asombro. Sus ojos recorrieron el cuerpo atlético del hombre y se fijó en la forma en que realizaba las técnicas a la perfección.Landon traía puesto una camiseta sin mangas, la cual estaba totalmente empapada de sudor, junto con unos shorts deportivos. Un par de guantes protegían sus manos y lucía sumamente concentrado en sus movimientos.—¿Qué está haciendo él aquí? —le preguntó Arantza a su amigo.—No lo sé —se encogió de hombros—. Ni siquiera sé cómo encontró este lugar, está muy lejos de la zona de los millonarios.—Pero ¿te dijo algo?—Solo mencionó que quería practicar un poco de kick boxing y, de ser posible, convertirse en un cliente de mi gimnasio. No podrá venir cada día, pero aseguró que trataría de hacerlo con frecuencia.Arantza hizo una mueca de extrañeza mientras continuaba escrutándolo. ¿Porqué había ido precisamente a ese gimnasio? ¿Acaso Lenya le comentó acerca de ese sitio?De pronto, Landon
A decir verdad, Landon estaba empezando a convencer a Arantza. Anteriormente, a ella le atraía la idea de trabajar con él debido a que siempre recordaba lo que Lenya le había propuesto. Sin embargo, ahora ya no quería hacerlo por ese motivo, sino que realmente le interesaba trabajar con Landon.Estaba tan confundida al respecto, que eligió hablarlo con Dimas.—¿Quieres volver a trabajar en Hidden Beauty? —preguntó, sujetando el celular cerca del oído. Era de noche cuando Arantza le hizo una llamada y empezaron a platicar sobre el asunto.—¿Crees que esté bien que lo haga? —cuestionó, mientras se hallaba recostada en su cama.—Pues, yo siempre he pensado que nunca debiste renunciar a esa empresa. Lo hiciste porque la muerte de Lenya te afectó mucho y no soportaste estar en ese lugar. Sin embargo, si te hubieras quedado todos estos años, estoy seguro de que te habrías ganado un ascenso, tal y como sucedió en Logotype.—En realidad, no puedo imaginarme cómo hubiera sido mi vida si me hub
Temprano en la mañana, Noah se dirigió a Hidden Beauty y solicitó ver a Landon en su oficina. Nadie podía subir a su piso sin autorización, así que comunicaron al presidente que Noah Valenzuela necesitaba hablar con él de un tema urgente.Landon tenía la sospecha de que aquel sujeto ya sabía que Arantza eligió regresar a la empresa de cosméticos y probablemente quería realizar algún reclamo. No le sorprendió, pues presintió que eso sucedería. Por lo tanto, lo recibió en su despacho.—Señor Valenzuela —pronunció Landon con educación luego de que Noah haya atravesado la entrada de la oficina. Luego, se levantó del asiento que se hallaba ubicado detrás de su escritorio y se abrochó el botón del saco—. Así que decidiste hacerme una visita.—Mentiría si dijera que me complace estar frente a ti, pero esto me resulta de lo más desagradable —manifestó sin filtros. No tenía ninguna intención de actuar cínicamente delante de Landon.—Creo saber por qué estás aquí —asumió el presidente—. Es por
Arantza hizo un gesto de fastidio y exhaló de manera ruidosa.—Está bien, tendré cuidado —alegó.—Si alguna vez te sientes en peligro, contáctame de inmediato. Debes estar atenta a cualquier señal extraña que notes en él —declaró.—Creo que estás exagerando, Noah…—No, Arantza. Preocuparse nunca está de más.—Pero fue la mismísima señora Parodi quien le entregó su prestigiosa empresa a Landon. ¿Porqué lo haría si se tratara de un hombre peligroso? —cuestionó.—¿Y si Landon amenazó a la señora Parodi de alguna manera? ¿Si la extorsionó hasta conseguir que ella lo dejara estar al mando de Hidden Beauty?—Lo que dices es ridículo. La señora Parodi no es una persona que permitiría que alguien la chantajeara. Es una mujer poderosa y muy influyente —refutó.—No hay que descartar esa posibilidad. Aunque te parezca difícil de creer, es probable que eso haya sucedido.Arantza cerró los párpados y soltó un largo suspiro.—Noah, en cuanto hallen para mi reemplazo, empezaré a trabajar con Landon
Al caer la noche, Landon y Arantza se dirigieron a un restaurante y se acomodaron en una de las mesas. Luego de realizar la orden, se dispusieron a disfrutar del agradable ambiente del sitio. —Gracias por haber aceptado mi invitación —expresó Landon. —Dijiste que es para celebrar mi primer día de trabajo —le sonrió Arantza. —Claro, pero debo admitir que tengo otros motivos ocultos —expuso—. Me gustaría que conversáramos y que me dejaras acercarme a ti de una manera más personal. Arantza levantó ambas cejas debido a la impresión que le causó aquella declaración, para después esbozar una sonrisa. —En ese caso, no te molestará que yo también tenga mis propias razones para haber aceptado esta cena —insinuó. —Mencionaste que querías hacerme algunas preguntas. ¿Es sobre Lenya? —asumió. —No, es sobre ti —alegó—. Ya que dices que quieres acercarte a mí, quisiera tomarme la libertad de preguntarte cosas acerca de tu vida. Landon se quedó callado por un rato, ligeramente aturdido. Le gus
Landon y Arantza continuaron platicando mientras cenaban.—Lo siento, terminé hablando de Lenya de nuevo —expresó la muchacha con nerviosismo.—Supongo que es difícil que no la menciones, ya que ella estuvo presente en una parte muy importante de tu vida e hizo cosas por ti que nunca olvidarás —asumió.—¿Tú nunca has tenido a alguien especial, Landon? —cuestionó de repente.Aquello fue un choque directo al corazón del hombre, pues ese alguien especial estaba justo frente a él e irónicamente le estaba haciendo esa pregunta.—Sí, lo tuve —afirmó—. A mis veinte años, conocí a una mujer espléndida y singular. La primera vez que la vi estaba fuera de una oficina y no traía puesto sus zapatos, lo cual llamó mucho mi atención —expuso por una cuestión de impulso, dejándose llevar por sus emociones y sonriendo con añoranza.—¿No tenía puesto sus zapatos? ¿Era una chica tan traviesa? —aquello le resultó gracioso a Arantza, así que soltó una risita. Jamás se le habría pasado por la mente que se
La semana transcurrió con normalidad y Landon no volvió a tocar el asunto con Arantza. Se dispusieron a trabajar y se enfocaron en sus labores, aunque, de vez en cuando, se dedicaban miradas fugaces que expresaban mucho más de lo que las palabras podían.Al llegar el sábado, Landon se dirigió al gimnasio de Dimas como de costumbre. La idea era ir con Arantza como llevaban haciéndolo desde hacía tiempo, pero la muchacha le comentó que no podría acompañarlo esa mañana debido a que prometió que ayudaría a su madre a mover unos muebles y hacer una limpieza completa en la casa. Landon se ofreció a ayudar, pero Arantza insistió en que no quería incomodarlo.Mientras el hombre golpeaba con fuerza la bolsa de arena, Dimas se aproximó a él para iniciar una plática.—¿Arantza no vino contigo? —soltó. Había aprendido a tutearlo, por lo que lo trataba con confianza.—Dijo que estaría ocupada, así que vine solo —Landon detuvo sus movimientos y se secó el sudor de la frente.—Es una pena, ya me hab
Siguiendo el consejo de su empleado, Noah se dirigió a casa de Arantza durante la noche. La había llamado al celular para pedirle que lo recibiera en cuanto llegara con la excusa de que extrañaba su amistad con ella.Concluyó que debía tratar de mantenerse cerca de Arantza tanto como fuera posible, pues ella podría decirle lo que necesitaba saber sobre Landon y obtener las piezas que faltaban para armar el rompecabezas.—Tiempo sin vernos —articuló Noah cuando Arantza le abrió la puerta.—Para ser honesta, me sorprendió tu llamada —alegó—. Después de nuestra última charla, creí que estarías molesto conmigo.—No negaré que me enfada que defiendas a Landon Parodi a capa y espada, pero trataré de no perder el control —expresó—. A decir verdad, no me agrada que discutamos, pero me inquieta que confíes tanto en ese hombre.—Sabía que las cosas no iban a ser igual entre tú y yo, pero, sinceramente, me duele que nos hayamos distanciado —declaró—. Sin embargo, no quisiera que mi comportamient