—¡Basta! ¡Eres un desagradecido! —acusó Carla—. ¡A pesar de que por tu culpa perdí a mi hija, nunca te ha faltado nada y siempre he velado por ti! Y, aun así, ¡te pones en mi contra, tratándome como si fuera una villana!—No pretendo restarle valor a todo lo que has hecho por mí, pero quitándonos la máscara y aquí entre nos, sabemos perfectamente que si no hubiese suplantado a Lenya, jamás habría recibido nada de esto.—Llegamos a un acuerdo y yo he cumplido con mi parte —replicó Carla.—No llegamos a ningún acuerdo, mamá. Solo tenía ocho años cuando empecé a usar los vestidos de mi hermana —señaló—. Pero, ya no quiero seguir así.—Si renuncias, no pienso mover un solo dedo por ti —advirtió.—No estoy perdiendo nada en realidad. De todos modos, nunca me amaste. De todos modos, nada de esto era para mí. A partir de ahora, no tienes que "preocuparte" ni seguir "cuidándome". Te libero de esa responsabilidad.—¿Qué estás tratando de decir? —la miró con recelo.—Que me voy. Me iré de esta
Landon fue dado de alta al día siguiente y regresó a la casa junto con su madre. Ninguno de los dos volvió a la empresa por unos días. A Landon aún le dolía la cadera y Carla no quiso dejarlo solo pues temía que intentara huir de nuevo.No hablaron mucho durante ese tiempo y no tocaron el tema del que habían platicado en el hospital, pero la mujer se mantuvo observándolo con insistencia. Sabía que Landon tendía a ser depresivo, pero éste siempre procuraba esconderlo. Sin embargo, ahora ni siquiera lo ocultaba. Permanecía melancólico y apático, sin ganas de realizar su rutina habitual.Carla no estaba preparada para superar la muerte de Lenya y dejarla ir, pero era consciente de que ya había llegado demasiado lejos. Pasó doce años viviendo estancada en el pasado y arrastrando a Landon con ella, sin ser capaz de avanzar hacia adelante.Que el chico le insinuara que quería acabar con su vida, era alarmante. Después de haberlo oído, no pudo evitar preguntarse: ¿En verdad estaba dispuesta
Arantza se encontraba sentada en el suelo del gimnasio, con la espalda apoyada contra la pared. El cielo ya se había oscurecido y estaba esperando a que Dimas terminara de entrenar a un nuevo alumno suyo que quería aprender kick boxing. En cuanto éste acabó, se aproximó a su amiga. —¿No deberías estar en la universidad? —le preguntó. —Mi clase se canceló —expuso. —Es raro verte por aquí, hace mucho que no vienes —se sentó a su lado. —He estado muy ocupada, lamento haberme alejado tanto. Por cierto, hay algo que debo comentarte —pasó la mano por su cabeza—. Rompí con Lenya. —¿Qué? —la escrutó con los ojos abiertos de par en par—. ¿Porqué? —¿Recuerdas que te había mencionado que consiguió una beca para que pudiera estudiar en la universidad? Fue una mentira —arguyó—. Ella lo estaba pagando todo y le pidió al director que no me dijera nada. —¿En serio? —levantó ambas cejas—. ¿Y cómo lo descubriste? —Fue gracias a las especulaciones de un amigo mío que conocí en la universidad. In
—Reúnanse un momento, por favor. Tengo algo que decirles a todos —enunció la jefa del departamento de logística, convocando a los empleados que se hallaban a su cargo—. He recibido una información importante y debo compartirla con ustedes. La presidenta y la señorita Parodi han emprendido un viaje al extranjero. Resulta que su hija ha sido diagnosticada con una enfermedad grave y necesita recibir tratamiento. Por lo tanto, a partir de ahora, la presidenta estará al pendiente desde la distancia, pero quedaremos en manos del director ejecutivo.Los presentes empezaron a murmurar debido a la fuerte impresión, pero la noticia fue un doloroso impacto para Arantza. Permaneció paralizada hasta que el anuncio finalizó y los demás se dispersaron. En ese momento, la muchacha se aproximó a su jefa con el semblante pálido.—Disculpe, ¿c-cómo que la señorita Parodi está enferma? ¿Q-Qué es lo que tiene? ¿Qué le pasa? —cuestionó con desesperación y el temor nublando sus facciones.—No conozco los de
Era de noche cuando Arantza recuperó la percepción. Miró a su alrededor y se percató de que se hallaba en su cuarto. No recordaba cómo había llegado hasta allí pues la noticia de la muerte de Lenya la conmocionó tanto que experimentó un estado de shock emocional y no fue capaz de reaccionar durante varias horas.Noah la llevó a su casa y le explicó a Indira que su hija no se encontraba bien, pero no entró en detalles. La mujer la ayudó a recostarse y permaneció en la cama hasta que oscureció.Arantza, con el alma rota, sintió cómo todo su mundo se derrumbó en un instante. Cualquier esperanza se desvaneció y el sentimiento de culpa se instaló en su pecho. Jamás tendría la oportunidad de volver a ver a Lenya, nunca podría pedirle perdón por haberse alejado de la forma en que lo hizo, no podría darle las gracias por todas las cosas que había hecho por ella ni expresarle cuánto la amaba. No había modo de retroceder el tiempo, solo le quedaba el doloroso presente y la cruda realidad.Se le
—De ninguna manera —respondió Arantza—. No recurriré al nepotismo, conseguiré un empleo por mis propios méritos.—No será nepotismo porque no pienso intervenir. Dijiste que te darán una carta de recomendación, ¿no? Tienes eso a tu favor. Entregarás tu currículo a recursos humanos junto con la carta y ellos se encargarán de entrevistarte. Pasarás por todas las etapas como cualquier postulante.—¿Lo dices en serio? —preguntó con interés.—¡Claro! Yo jamás te mentiría como lo hizo la señori… —por una cuestión de impulso, realizó un comentario inoportuno y se detuvo al instante, pero ya era tarde pues Arantza lo había comprendido. La muchacha hizo una mueca de disgusto y Noah tragó saliva—. D-Digo, no hay ninguna trampa en esto. Te lo juro.—No estoy segura de querer hacer el intento después de lo que acabas de insinuar —expuso su incomodidad.—Sé que estás muy herida por tu pérdida, pero solo estoy diciendo la verdad. La señorita Parodi te mintió y ese hecho no se puede borrar. Por esa r
—¿Un hijo adoptivo? —resaltó Arantza—. ¿De dónde sacaste eso?—Toda la información se lanzó hace un par de días, me sorprende que no tuvieras idea de ello, ya que está en boca de todo el mundo. Mis estudiantes solo hablaban de lo mismo —indicó—. Como sabes, la señora Parodi perdió a sus dos hijos y no se volvió a casar, pero, casualmente, descubrió que su difunto esposo tuvo un hijo ilegítimo.—¿Estás diciendo que… su marido la engañó? —asumió.—No ofrecieron muchos detalles al respecto, pero eso fue lo que dieron a entender. Liam Parodi tuvo un hijo fuera del matrimonio y, actualmente, tiene la misma edad que hubiera tenido Lenya de no ser por su enfermedad.—Pero, dijiste que se llama Landon, ¿no? ¿Cómo es eso posible? Digo, ¿ese no era el nombre del gemelo de Lenya?—Pues, en lugar de enfadarse y armar un alboroto, la señora Parodi decidió adoptar a ese hombre. Como ya no tiene hijos necesita un heredero, y quien mejor que el hijo del esposo que tanto amó. No le importó que haya si
El cambio de Landon fue logrado con éxito, pero el camino que recorrió fue bastante complejo. Dejó los tratamientos hormonales siguiendo las indicaciones de su nuevo endocrinólogo y fue sometido a sesiones de psicoterapias debido a que su manera de vivir lo había afectado significativamente.Empezó a practicar deportes como el fútbol y el baloncesto, y comenzó un entrenamiento rudo e intenso en el área deportiva que había aprendido con su amada: El kick boxing.Además, un nutricionista lo ayudó a formular una dieta apropiada y recibió un asesoramiento personalizado por parte de un instructor de gimnasio.Todas estas actividades fueron realizadas con el propósito de mejorar el estado físico de Landon pues estaba muy delgado y deseaban que aumentara su masa muscular y su resistencia.También se deshizo de los pequeños bustos que se habían formado debido a las hormonas femeninas que se le administraba. Poco a poco, Landon fue adquiriendo el cuerpo de un verdadero hombre, dejando a un lad