¡Registren la habitación de mi primo, de la misma manera, cada rincón, cada juguete, cada piedra… que nada quede de pie ni entero de ser necesario! –
Likantor se acercó a mí y me pregunto al oído
Majestad, ¿está usted seguro de lo que está pidiendo?, si encuentran algo, su primo podría quedar involucrar, y a pesar de ser tan solo un niño de 7 años, si el consejo y los nobles lo exigen, podría ser severamente castigado, incluso con la muerte junto a su padre –
- ¡Haz lo que te ordeno!, de las consecuencias me encargo yo, les guste o no, tenga 8 años o no, ¡ahora soy el rey y mi palabra es ley!, si yo considero que mi primo no estuvo involucrado o no tenía conocimiento deberá ser perdonado, pero si acaso me entero que tenía conocimiento de los sucios planes de su padre y no dijo nada, entonces merecerá un castigo, muerte o exilio, ya se decidirá dependiendo de su culpabilidad –
Me dolió el corazón tan solo de pensar que tenía que sostener mi palabra en caso de resultar cómplice, si bien tan solo tenía 7 años y temerle a su padre, él sabía distinguir lo bueno de lo malo, y callar un plan tan malévolo lo haría cómplice si más.
Y así se hizo, se registró la habitación de mi primo por un par de días más, ya había pasado casi una semana de haberse iniciado la investigación, cuando Likantor entro a mi habitación cerrando la puerta detrás de él… llevaba un pequeño dragón tallado en madera, lo puso en mi mano y pude darme cuenta de que era el obsequio que había recibido mi primo en su cumpleaños tan solo unos días antes a manos de su padre.
Al tenerlo en mi mano comencé a examinarlo sin saber que era lo que esperaba Likantor que yo descubriera. Al no ver nada, mi guardia real se acercó a mí y colocó el dragón de cabeza, había un pequeño orificio en el abdomen del dragón, Likantor tomo una aguja y la insertó en el orificio presionándolo con algo de fuerza, al hacer esto, el abdomen del dragón de madera cayó al suelo descubriendo un pequeño espacio vacío con un frasco en su interior.
Antes de que pudiese tomarlo, Likantor sujetó mi mano…
Majestad, no debe tocarlo, su contenido es bastante peligroso, ya fue examinado por el doctor y tras hacer unas pruebas descubrió que se trataba de un veneno paralizante, unas solas gotas en la comida o bebida puede producir una parálisis paulatina, no ocurre de inmediato, pero en el transcurso de un par de horas la parálisis se hace total, la víctima no podrá moverse ni hablar durante varias horas más. –
- Eso explicaría porque mis padres no se defendieron ni llamaron a los guardias para su auxilio, ¿crees que mi primo estuviese involucrado? –
- No majestad, el niño también fue paralizado, ya se le ha interrogado varias veces relatando su versión, de hecho, los guardias lo encontraron aún bajo los efectos del veneno cuando fueron a buscarlo a su habitación tras el ataque, de haber sabido lo que le pasaría o el peligro que había en su pequeño juguete, jamás hubiese aceptado tomarlo ni jugaría con su dragón con la confianza con la que lo hacía. –
- Eso me da tranquilidad, por un lado, pero por otro me hace revolver el estómago, poner en riesgo la vida de un niño para esconder sus fechorías, eso solo puede ser acto de una bestia sin moral, y cada vez estoy más seguro de quien se trata. –
- Así es majestad, desafortunadamente estoy ahora convencido que la versión del intruso es la más cercana a la verdad. Su tío es el único que tiene acceso a todo el castillo en cualquier momento sin ser vigilado, tiene acceso a los sellos reales y a la habitación de sus padres, pudo haber puesto las gotas en la bebida de los reyes sin que nadie lo notara, lo que aún no puedo explicarme es la razón por la que no lo paralizó a usted, siendo también su objetivo, la orden que recibieron los asesinos era eliminar a toda la familia real, incluyéndolo a usted, y si su primo despertaba antes de tiempo y era testigo, también deberían matarlo a él, han sido interrogados durante varios días y todos concuerdan una y otra vez en la misma versión, los tratos con el traídos los hizo directamente su rey, ellos no conocen a la persona y se presentó a ellos encapuchado, así que no pueden identificarlo –
- Supongo que, si yo era parte del objetivo, lo más lógico es que me hubiesen paralizado también, pero ¿Por qué no lo hicieron?, o quizás ¡lo intentaron y fracasaron!, ahora que recuerdo, esa noche me mandaron una taza de crema de avellana caliente, es mi favorita, la nana me dijo que mi tío había ordenado que nos enviaran una a mi primo y a mí, ya que no había podido acompañarnos en la cena, no se me hizo extraño, muchas veces antes lo había hecho, pero por estar jugando en mi habitación en vez de estar recostado, la tire sin querer, me apresuré a limpiar todo con una de mis ropas, no quería que mi mamá se enterara que estaba desobedeciendo y me regañara, así que decidí limpiar yo mismo y entregar la taza vacía diciendo que lo había bebido todo… -
- Por esa razón usted no estaba bajo los efectos del veneno cuando todo sucedió, supongo que no contaban con eso y con la llegada de su propio príncipe, si bien, sigue siendo parte del reino que por cientos de años nos han atacado, no puedo negar que fue enviado por los dioses para ayudarlo –
Asentí con la cabeza, odiaba el hecho de estar en deuda con mi enemigo, pero había que reconocer, artimaña o no, yo estaba vivo gracias a él…
Tras haber discutido mi veredicto con Likantor, ordené que fuera informado el intruso sobre cuál sería la decisión que se tomaría al respecto.
- Mi señor, admiro su temple y lealtad a sus instintos, a pesar de su corta edad ha sabido sobreponerse al dolor y ejercer con sabiduría el puesto que ahora le ha sido heredado. por mi parte mi señor, tendrá mi lealtad absoluta eternamente, jamás he de dudar de su palabra y seguiré sus órdenes al pie de la letra. –
- Por mi parte prometo gobernar con justicia y sabiduría, solo te pido que permanezcas a mi lado para asesorarme y guiarme en este duro camino. –
- Jamás me apartaré de su lado majestad, lo prometo –
- Gracias Likantor, ahora ve con el prisionero e infórmale sobre la decisión que he tomado, ya que a él le debo mi vida, pagaré mí deuda de la misma manera, su vida será perdonada solo por esta vez, permanecerá en el reino hasta que sus heridas se curen lo suficiente para poder emprender el viaje de regreso, pero una vez poniendo un pie afuera de mi territorio, será considerado de nuevo como un enemigo del reino y deberá atenerse a las consecuencias –
En ese momento Likantor hizo una reverencia y se retiró de mi habitación, yo permanecí en ella todo el día, no tenía ni el más mínimo deseo de ver a nadie, no quería toparme con mi pequeño primo, no sabía que decirle, acababa de dar la orden de que decapitaran a su padre por traición, como podría verlo a la cara después de ser yo quien le arrebate a su padre.
A la mañana siguiente se llevó a cabo la orden, la cual no solo fue tomada por mí, los nobles del consejo y la guardia real estuvieron de acuerdo en que ese era el castigo justo para la acción que tomaron.
La pena de muerte era lo menos que se merecían, y así fue decidido, decapitación al traidor y a los asesinos de mis padres, estaba satisfecho con el castigo elegido, pero en mi corazón no podía dejar de quejarse al aparecer mi primo en mis pensamientos. Él era un niño, igual que yo, su madre había fallecido hace un tiempo y ahora perdería a su padre, quedaría solo en este mundo de la misma manera que yo, y a pesar de que mi mente y Likantor insistían en que no era mi culpa y eso no era más que el castigo que él mismo se había buscado y al cometer traición estaba consiente de cuál sería el resultado, aun así, me sentía culpable, sentía que de alguna manera me estaba desquitando con Prágus, aunque esas no fueran mis intenciones.
El día de la decapitación no salí de mi recamara, a pesar que las leyes de mi reino exigen que este el monarca presente cuando se lleve a cabo la sentencia, yo no podía hacerlo y exigí que Prágus fuera encerrado en su habitación para evitar que pudiese ver tan atroz escena.
No era lo único que había hecho en contra de las leyes en los últimos días, a pesar de que mi guardia no estaba de acuerdo y los nobles tampoco, permití que mi tío traidor pasara un día encerrado en la habitación con su hijo, bajo estricta vigilancia. Esto no lo hice por él evidentemente, quería que mi primo pudiese despedirse de su padre, pasar un día junto a él antes de que nunca más pudiera verlo de nuevo, eso es lo que me hubiese gustado haber hecho a mí de haber sabido que mis padres se marcharían con los dioses, y sabiendo que Prágus pronto debería separarse de su padre por siempre a orden mía, era lo menos que podía hacer por él.
Como ya lo mencioné, los nobles no estaban de acuerdo con las ordenes que había estado dando, alegando que no tenía la edad para tomar decisiones seria y que el reino no podía someterse a los caprichos de un niño, de inmediato comencé a escuchar protestas y reclamos, pensaron que por ser un niño podrían intimidarme y más de uno quiso aprovechar la situación para intentar manipularme, ya sea con miedo o con palabras melosas con intenciones ocultas, pero no contaban con que yo ya los conocía, había visto como mi padre los manejaba y los ponía en su sitio cuando intentaban sobrepasar la línea de mando.
Tendría 8 años, pero seguía siendo su rey… motivo por el cual un par de nobles que osaron gritarme, tuvieron que pasar 24 horas en el calabozo para entender su lugar en la jerarquía de este reino, bajo la advertencia que sería la última vez que sería tan indulgente con ellos, eso basto para que los demás nobles respetaran mi autoridad. Para mi fortuna tenia a Likantor de mi lado, haciendo cumplir mis órdenes y respetar mi autoridad, la guardia entera de igual manera me juro lealtad absoluta y obediencia, ellos confiaban ciegamente en el criterio de su líder, y si él confiaba en mí, ellos lo harían de la misma manera, así que pronto los reclamos y protestas de aquellos nobles que deseaban usurpar mi lugar cesaron de inmediato.
Después del día de la sentencia, pocas veces pude ver a mi primo, entendía su pesar y lo menos que deseaba era perturbarlo aún más, yo mismo hubiese deseado tener tiempo para pasar el duelo por la pérdida de mis padres, pero no podía hacerlo, mis obligaciones y responsabilidades para con mi gente ahora mismo eran más importantes, así que no tuve más que endurecer mi corazón y continuar mi día a día. Pasaron dos semanas desde que la verdad se encontró, y el intruso ya estaba un poco más estable, sus heridas no se habían curado por completo, pero estando en un ambiente tan frio, era imposible que así lo hicieran. Así pues, ordené que se le dieran algunas provisiones y fuera expulsado de mi reino, mi deuda estaba pagada, ya no le debía nada más a ese hijo del fuego, a partir de este momento, nos volveríamos a convertir en enemigos, sin importar si el recuperaba su trono o no. En medio de la noche un grupo de soldados escoltó al príncipe destronado, ordené que se le cubriera el rostro
Desafortunadamente ningún otro noble había podido hacer la conexión con ellos, por los constantes ataques a través de los años, la población de dragones de hielo había mermado drásticamente, en su mayoría, el clan estaba formado por hembras, las cuales eran más pequeñas, eran demasiado valiosas como para arriesgarlas a ser atacadas por los dragones de fuego, quienes las superaban en fuerza y poder. Por esta razón, por generaciones los hombres del reino de hielo habían preferido no hacer vínculo con ellas. Ahora, en el caso de los machos, en verdad eran muy pocos, siendo Krad el de mayor tamaño y el líder del clan, y en general el único que tiene la fuerza suficiente para enfrentar un dragón de fuego, era el único en ser montado por el monarca del reino y con el único con el que se había formado un vínculo, así que nadie más en el reino podría ayudarme en la difícil tarea que se me había presentado en mis manos. - Mi señor, no podemos arriesgarlo, si Krad no lo reconoce como hijo de
No tengo idea de donde salieron esas palabras, simplemente aparecieron en mi mente sin ninguna explicación, pero al parecer eso es lo que debía hacer, ya que Krad de inmediato se agacho frente a mí, haciendo una clase de reverencia con su cabeza para después poner su cara justo frente a la mía.Mi corazón parecía que explotaría de lo rápido que latía, pero esta vez no era movido por el miedo, era la emoción que resultaba de estar frente al alfa de los dragones, entendiéndonos el uno a otro sin necesidad de palabras, me puse de pie y extendí mi mano hacia su enorme rostro, en el momento justo que las yemas de mis dedos tocaron las escamas de su nariz, la sensación de una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo hasta golpear fuertemente contra mi pecho lanzándome algunos metros hacia atrás.Al golpear mi espalda contra el suelo, alcance a escuchar el fuerte rugido de Krad y pude sentir como la misma electricidad recorría cada uno de sus nervios de la misma manera como lo había sentido yo
“Lo voy a pensar” …Fueron sus palabras en mi mente mientras desaparecía de enfrente de mi vista mientras seguía cayendo de espaldas, intente buscarlo con la mirada, obligando a mi cuerpo a girarse para quedar boca abajo. Mi corazón casi se detiene al ver lo cerca que estaba de terminar mi camino, cerré mis ojos con fuerza resignando a golpear de cara contra mi destino…“Abre los ojos cachorro insensato” Al obedecer la orden pude verlo justo a tiempo mientras se colocaba debajo de mi para que yo aterrizara sobre su lomo, intentando controlar mi miedo tanto como me fue posible, ajusté mi postura para aterrizar poco delicadamente sobre su espalda, agarrándome con fuerza de donde alcance.Sentí que, si no me abrazaba con firmeza de su cuerpo, la fuerza de mi impacto me haría rebotar hacia afuera de la seguridad de su espalda, permanecí adherido a él como una larva chupasangre se adhiere a su víctima mientras intentaba recuperar el aire que había sido expulsado de mi cuerpo al golpear co
El tiempo continuó transcurriendo sin detenerse, balancear todos los aspectos de mi vida era completamente agotador, debía ser rey, jinete de dragones, estudiante, asesor, aprendiz de espada y arco, estratega, primo… y humano, pues con frecuencia olvidaba comer o descansar algunas veces, por lo cual recibía fuertes reprimendas por parte de Kaysa, la jefa de servicio de mi palacio, pero, desde que mi madre partió al reino de los dioses, ella había sido como mi nana, casi como una segunda madre para mí y para Prágus, por lo cual era la única que tenía permitido llamarme la atención.Cada mañana tocaba a mi puerta para llevarme el desayuno, o en ocasiones lograba que Likantor modificara un poco mi agenda y pudiera tener al menos unos minutos libres para tomar mis alimentos en la misma mesa que Prágus, de no ser por ella, en verdad no hubiese podido llevar una relación con mi primo, ella era quien se encargaba siempre de ajustar mis múltiples actividades para coincidir con él, aunque sea
La guardia de Hashim cada vez nos tenía más sitiados, las salidas de los recolectores se fueron haciendo cada vez menos frecuentes, aun a pesar de mandar soldados y aldeanos vestidos con ropas de otras aldeas, de alguna manera Hashim lograba identificarlos o interceptarlos de regreso al reino.Varias pérdidas habían sufrido mi reino como para continuar arriesgando a mi gente, por este motivo las salidas de mi gente se habían prohibido en su totalidad, a pesar de las múltiples quejas de mis súbditos que aún querían poner su granito de arena para la supervivencia del reino. Ahora solo mis guardias y yo saldríamos a conseguir los víveres para mi reino. A veces a pie, a veces a caballo y algunas otras sobre Krad.El tiempo continuó su camino, y mientras Prágus se convertía en un reconocido miembro de la nobleza y un sabio consejero, por mi parte era conocido por ser frio y distante. Detestaba los eventos públicos y las tediosas celebraciones de los nobles, donde todos insistían en present
A partir de ese día, el tema se dejó de mencionar, al menos en mi presencia, supongo que había quedado claro lo mucho que me molestaba que insistieran con lo mismo. Cada vez era más difícil conseguir aliados, con los constantes ataques de Hashim, muchas aldeas nos estaban cerrando las puertas, cada vez teníamos que hacer viajes más largos para conseguir víveres para mi gente. En el pueblo podíamos fabricar alimentos como pan, mermeladas, carnes secas, etc. Podíamos conservar algunos otros alimentos en el hielo y de esa manera mantenerse viables durante más tiempo, sin embargo, conseguir la materia prima era el principal problema, ya que por las condiciones de la región en la que vivíamos, cultivarlas o criar animales nosotros mismos era prácticamente imposible. Desafortunadamente, mudarnos no era una opción, si salíamos de ese territorio, tanto los dragones como mi pueblo quedarían sin la protección que mutuamente nos brindamos, quedando a expensas de la avaricia del rey de fuego.
Así lo hicimos, fuimos avanzando por los pasillos siguiendo el camino de sangre y cuerpos mutilados, esto era demasiado, ¿Por qué motivo matarían con tanta saña al personal de servicio?, ¿Qué era lo que estaban buscando?...Al llegar a uno de los salones, encontramos a tres hombres parados de frente a la puerta, como si nos estuvieran esperando, uno de ellos sujetaba a una de las mucamas por el cabello, exponiendo su garganta hacia la filosa espada que sostenía frente a su cuello.Los otros dos apuntaban sus espadas hacia nosotros, pero al ingresar a la habitación nos dimos cuenta de que no eran los únicos, seis hombres más se encontraban a los costados apuntando sus armas a varios de los guardias y algunos miembros más del servicio, todos permanecían hincados a la espera de su sentencia, exceptuando algunos guardias que yacían tirados en el piso sin mostrar signos de vida