Gracias a todos los que le han brindado una oportunidad a mi obra, espero que la estén disfrutando al leerla tanto como yo al escribirla. No olviden agregarla a su librería, darle like y seguir mi perfil. 🥰
Así lo hicimos, fuimos avanzando por los pasillos siguiendo el camino de sangre y cuerpos mutilados, esto era demasiado, ¿Por qué motivo matarían con tanta saña al personal de servicio?, ¿Qué era lo que estaban buscando?...Al llegar a uno de los salones, encontramos a tres hombres parados de frente a la puerta, como si nos estuvieran esperando, uno de ellos sujetaba a una de las mucamas por el cabello, exponiendo su garganta hacia la filosa espada que sostenía frente a su cuello.Los otros dos apuntaban sus espadas hacia nosotros, pero al ingresar a la habitación nos dimos cuenta de que no eran los únicos, seis hombres más se encontraban a los costados apuntando sus armas a varios de los guardias y algunos miembros más del servicio, todos permanecían hincados a la espera de su sentencia, exceptuando algunos guardias que yacían tirados en el piso sin mostrar signos de vida
Empuñe mi espada dispuesto a atacar, cuando de entre los árboles, salió Likantor montado en un caballo corriendo hacia mí a todo galope.Arremetió contra uno de mis atacantes que aún permanecían de pie, inmovilizándolo de un solo corte directo en la garganta, uno más intento correr en otra dirección lo que obligo a Likantor a perseguirlo para darle alcance, mientras tanto, el otro que quedaba aprovecho la distracción para colocarse detrás de mi apuntando la espada contra mi columna, sabía que moriría, pero no estaba dispuesto a irse solo.Pero para su sorpresa, detrás de nosotros se alcanzó a escuchar un gruñido gutural amenazante… al girar la vista Krad estaba agazapado detrás de él, cual predador acechando a su presa, y antes de que se lograra girar completamente, Krad abrió el hocico para luego despedazarlo entre sus numerosos colmillos, dejándome todo salpicado de sangre… “Gracias cariño” solo atiné a decirle mientras me limpiaba el exceso de sangre de mi cara.Krad gruño gustoso
Con cada año que pasaba, conseguir aliados que nos pudiesen proveer víveres era cada vez más difícil, teníamos que recorrer distancias más largas y de alguna manera Hashim continuaba enterándose y atacando al pueblo que nos proveía alimentos. Con este conocimiento, muchos otros pueblos se negaban a hacer tratos directos con nosotros, la única manera era contratando mercaderes que nos consiguieran los víveres, y eso resultaba más difícil y costoso.Los enfrentamientos entre Krad y el dragón de fuego, cada vez se hacían más frecuentes, arriesgando a mi dragón a salir herido, si bien en fuerza eran equitativos, en tamaño tenía una mayor ventaja y al parecer cada vez se volvía aún más fuerte.Krad presentía que el verdadero alfa se estaba debilitando, cediendo de esa manera su dominio sobre la manada al dragón usurpador, lo que, eventualmente, lo convertiría en el verdadero alfa y sería mucho más fuerte de lo que ya era ahora, teniendo control sobre los demás dragones de fuego.Todo esto
Al regresar al pueblo, entregamos las cosas que logramos recuperar y les ofrecimos escoltarlos a un pueblo vecino con el que podían obtener asilo. A cambio nos ofrecieron algunos víveres, si bien, no era la cantidad pactada, pero entendía la situación y no podía más que agradecer el esfuerzo que hacían al proporcionarnos parte de sus alimentos. Bajo otras circunstancias me hubiese negado a recibir una parte de lo poco que les había quedado, sin embargo, mi pueblo lo necesitaba y no podía darme el lujo de rechazar su ofrecimiento.Una vez terminada la tarea regresamos a casa, había sido una jornada extenuante y los víveres obtenidos muy pocos, aunque la recompensa moral por haberlos ayudado era grande, no era suficiente para alimentar a mi pueblo, sabía que el invierno se acercaba y las reservas no estaban ni al 25% de lo que se necesitaba.Me sentía en verdad frustrado, al llegar al palacio me fui directo a mi habitación y me encerré azotando la puerta, estaba furioso… colmado de ira
Me quedé meditando el resto de la noche, tratando de armar un plan en mi cabeza, ¿Cómo obtener alimento, y no solo una vez, si no de manera permanente con ese pueblo y quizás más adelante con algún otro pueblo vecino? Si podía conseguir abastecer a mi gente permanentemente, podría fortalecer a mi pueblo, y quizás algún día, con la ayuda de aliados, derrotar a Hashim de una vez por todas…Claro, el panorama parecía alentador, pero se me estaba olvidando que intentaba tratar con campesinos,¿Qué fortaleza podrían tener ellos que nos sirvieran con aliado en una guerra entre dragones?... creo que deje que mis sueños y anhelos volaran muy alto, por lo pronto serian la solución a mi problema de comida, después ya vería como seguir lidiando con Hashim.Por la mañana mande a llamar a Likantor y Prágus a mi habitación, le pedí a mi jefe de la guardia que instalara a dos de sus hombres de mayor confianza en el pasillo para asegurarse que nadie pudiese escuchar nuestra conversación.- Creo haber
Una vez que Krad capto la esencia de los carroñeros nos dispusimos a comenzar el vuelo, el aroma que quedaba en el pedazo de tela que nos habían proporcionado era tenue, habían pasado varios días y la esencia se estaba disipando, sin embargo, teníamos que intentarlo.Comenzamos a sobre volar la montaña, intentando ir tan bajo como los árboles nos lo permitieron. Tras un par de horas sobre volando toda la ladera, Krad alcanzo a sentir un aroma similar a lo que estábamos buscando.De inmediato se precipitó hacia el área, comenzó a olfatear y tratar de averiguar de dónde provenía el olor. Conforme más nos acercábamos, más claramente se podía sentir la esencia en el aire. Después de unos minutos logramos encontrar la fuente del olor, Krad decidió aterrizar no muy lejos y de esta manera yo me pudiera acercar a pie sin ponerlos alerta, porque al parecer, por la intensidad de los aromas, era un grupo bastante numeroso de salvajes.Al acercarme de manera sigilosa a ellos, logre confirmar que
Le hice señas a Likantor para que se hiciera cargo de la situación, a mi o me apetecía en lo más mínimo lidiar con lo que sea que habían agarrado de juguete mis soldados, sabía que su jefe inmediato tendría la suficiente mano dura para reprenderlos por exhibir una actitud tan inmadura en una tierra ajena, aun siendo provocados. Estaba a punto de girarme y dirigirme de nuevo a la casona, cuando escuche la voz firme y sin rasgo alguno de miedo en medio de la bulla.- ¡BASTA! ¡DEJENLA EN PAZ! –De pronto mis soldados guardaron silencio y la voz de sus carcajadas cambio por el sonido del metal de sus espadas deslizándose fuera de sus vainas… “Qué demonios pasa aquí? Vociferé en mi cabeza con fastidio, a lo que Krad de inmediato respondió “Tus valientes guardias, oh señor de los dragones, osaron burlarse de alguien, que al parecer es de estima para su pueblo, porque ahora mismo están dispuestos a perder su vida por defenderlo… soluciónalo o se va al carajo todo"De verdad solo esto me fa
El ambiente se sentía un poco tenso, y debo admitir que mi actitud de seguro no ayudaba en nada, pero por alguna razón, me sentía molesto, incómodo, y no lograba entender que era, me parecía irritante que el rey arrastrara a un concilio entre reyes a una chiquilla que ya había demostrado que era un imán de problemas. Mis pensamientos fueron interrumpidos al escucharla voz de Prágus junto a mi… - Estimado monarca, permítame presentarnos, mi nombre es Prágus, segundo al mando y consejero real, el hombre de la esquina es Likantor, jefe de la guardia real y guardaespaldas personal del rey, y el caballero a mi lado es el noble príncipe Soren Kalevi de las montañas del norte, hogar de los poderosos dragones de hielo, y estamos aquí debido a la carta que ustedes mandaron solicitando ayuda, la cual llego a nuestro poder traído por la misma mano de los dioses en respuesta a una necesidad que tenemos ahora mismo, así que espero que ambos pueblos puedan llegar a un acuerdo que resulte be