Una vez que Krad capto la esencia de los carroñeros nos dispusimos a comenzar el vuelo, el aroma que quedaba en el pedazo de tela que nos habían proporcionado era tenue, habían pasado varios días y la esencia se estaba disipando, sin embargo, teníamos que intentarlo.Comenzamos a sobre volar la montaña, intentando ir tan bajo como los árboles nos lo permitieron. Tras un par de horas sobre volando toda la ladera, Krad alcanzo a sentir un aroma similar a lo que estábamos buscando.De inmediato se precipitó hacia el área, comenzó a olfatear y tratar de averiguar de dónde provenía el olor. Conforme más nos acercábamos, más claramente se podía sentir la esencia en el aire. Después de unos minutos logramos encontrar la fuente del olor, Krad decidió aterrizar no muy lejos y de esta manera yo me pudiera acercar a pie sin ponerlos alerta, porque al parecer, por la intensidad de los aromas, era un grupo bastante numeroso de salvajes.Al acercarme de manera sigilosa a ellos, logre confirmar que
Le hice señas a Likantor para que se hiciera cargo de la situación, a mi o me apetecía en lo más mínimo lidiar con lo que sea que habían agarrado de juguete mis soldados, sabía que su jefe inmediato tendría la suficiente mano dura para reprenderlos por exhibir una actitud tan inmadura en una tierra ajena, aun siendo provocados. Estaba a punto de girarme y dirigirme de nuevo a la casona, cuando escuche la voz firme y sin rasgo alguno de miedo en medio de la bulla.- ¡BASTA! ¡DEJENLA EN PAZ! –De pronto mis soldados guardaron silencio y la voz de sus carcajadas cambio por el sonido del metal de sus espadas deslizándose fuera de sus vainas… “Qué demonios pasa aquí? Vociferé en mi cabeza con fastidio, a lo que Krad de inmediato respondió “Tus valientes guardias, oh señor de los dragones, osaron burlarse de alguien, que al parecer es de estima para su pueblo, porque ahora mismo están dispuestos a perder su vida por defenderlo… soluciónalo o se va al carajo todo"De verdad solo esto me fa
El ambiente se sentía un poco tenso, y debo admitir que mi actitud de seguro no ayudaba en nada, pero por alguna razón, me sentía molesto, incómodo, y no lograba entender que era, me parecía irritante que el rey arrastrara a un concilio entre reyes a una chiquilla que ya había demostrado que era un imán de problemas. Mis pensamientos fueron interrumpidos al escucharla voz de Prágus junto a mi… - Estimado monarca, permítame presentarnos, mi nombre es Prágus, segundo al mando y consejero real, el hombre de la esquina es Likantor, jefe de la guardia real y guardaespaldas personal del rey, y el caballero a mi lado es el noble príncipe Soren Kalevi de las montañas del norte, hogar de los poderosos dragones de hielo, y estamos aquí debido a la carta que ustedes mandaron solicitando ayuda, la cual llego a nuestro poder traído por la misma mano de los dioses en respuesta a una necesidad que tenemos ahora mismo, así que espero que ambos pueblos puedan llegar a un acuerdo que resulte be
Para sorpresa de todos, aunque estoy seguro que no para su tío y menos para mí, la chica sentada frente a mí se levantó de un solo salto y profirió con énfasis:- ¡¿Un qué?! –A lo que su tío, con gran calma solo se limitó a sujetarla por la blusa y darle un tirón para obligarla a sentarse nuevamente y sin perder la compostura dijo:- Por favor disculpen la impulsividad de mi sobrina, entenderán que es joven y en estos últimos días han sido demasiadas cosas que ha tenido que procesar, me gustaría que se expliquen mejor para poder entender su petición y sobre todo saber cuáles son sus intenciones. –Era absolutamente innecesario que esta niña permaneciera en la mesa, era evidente que no haría más que interrumpir como hasta ahora lo estaba haciendo, en verdad algo de ella me irritaba demasiado y, aunque su actitud era más que suficiente para irritar a cualquiera, no entendía porque me causaba tanta molestia. “¿Que traes cachorro humano?, te siento muy extraño, tus emociones no están cl
Krad podía sentir mi molestia y mi necesidad de alejarme rápidamente de este lugar, así que aleteo con fuerza para volar a toda velocidad de regreso a nuestro hogar.Decidió no preguntarme nada, supongo que entendía que mi cabeza ahora mismo era una maraña que ni yo mismo podía desenredar.De pronto un sentimiento de ansiedad comenzó a invadir mi pecho, mi corazón empezó a latir con fuerza, cada fibra de mi cuerpo temblaba, como si un gran terror me estuviera consumiendo por dentro, ¿pero miedo de que?, ¿acaso era alguna clase de presentimiento?, ni siquiera cuando el dragón de Hashim nos atacaba, había percibido esa sensación en mi interior… ¿entonces que era?...Krad se detuvo en seco, suspendido en el aire en espera de entender lo que me estaba pasando:“¿Qué demonios pasa hoy contigo?”“no sé, dime ¿tú puedes sentirlo también?, ¿es alguna clase de presentimiento de que seremos atacados?”“¡Claro que no!, todas esas emociones revueltas vienen de ti completamente, me tienes loco, no
Mientras más nos acercábamos a las montañas heladas donde mi reino se resguardaba, el aire nocturno se hacía cada vez más frio. Era evidente que la chica no estaba acostumbrada a este tipo de clima, porque de inmediato comenzó a temblar, su cuerpo se sacudía frenéticamente, estuve muy tentado en dejarla así, si iba muerta de frio, no tendría que lidiar con su mal carácter… Pero Krad, con un resoplido, me dio a entender que no estaba de acuerdo con mi plan… ya sé, ya sé… tampoco la podía llevar congelada al reino, por muy tentador que eso sonara, debía llevarla viva… Tomé mi capa y la envolví con ella, y a pesar de que creí que renegaría, supongo que el frio pudo más que su orgullo, ya que se acurruco cómodamente debajo de ella. Tras unos minutos pude sentir como su peso caía sobre mi pecho, de esa manera me di cuenta de que se había quedado dormida. Supongo que habían sido demasiadas emociones por un día, estaba notablemente exhausta y yo no se la había puesto fácil tampoco, la rec
Pasé las últimas horas de la noche y la madrugada planeando la salida que teníamos programada, había un embarque de víveres que ya teníamos apalabrado con una aldea no muy lejos de aquí, solicitaron algunas pieles y armamentos a cambio de alimentos.Salí muy temprano del castillo para verificar que tuviésemos todo listo para hacer el intercambio, los habitantes de esta aldea pronto viajarían hacia las costas, así que era imperioso acudir cuanto antes a la cita.Una vez que el cargamento estuvo listo, di la orden de que los guardias se prepararan para partir, nos acompañarían algunos civiles quienes se encargarían de coordinar la contra entrega y varios guardias para proteger la valiosa carga. Quería ir y regresar rápidamente, no era muy lejos y con un par de carretas podríamos llevar las cosas y regresar nuestro cargamento.Llevaría a Krad para escotar el transporte, esta carga era importante, razón por la cual tampoco quería llevarla por el aire, si recibíamos el ataque de algún drag
Krad aterrizo frente al palacio, yo entre corriendo llamándola, con la esperanza de que todo fuera solo una mala jugada de mi mente, avance por los pasillos buscándola hasta toparme con Eyra quien me veía con los ojos completamente desorbitados, al ver su reacción supe de inmediato que algo estaba pasando.- ¿Dónde está ella? ¡responde! –- Es que señor, es que ella… -- Dime de una vez, ¿Dónde está Ailén? –- Salió con el joven Prágus a recorrer el reino, pero ya hace un tiempo que se fue y aun no regresan, no se quedaron aquí cerca como lo indico, Kaysa ya fue a pedir que los busquen –Sali y pedí que me llevaran un caballo de inmediato, le pedí a Krad que se fuera por aire a buscarla, justo antes de marcharme, Kaysa me encontró y me dijo que la última vez que los habían visto fue yendo hacia el fondo de la aldea, al parecer acompaño a su primo a ver armaduras o a visitar a alguien en el área de herrerías, un presentimiento vino a mi… “por favor que no esté donde creo que está” … Y