Pasé las últimas horas de la noche y la madrugada planeando la salida que teníamos programada, había un embarque de víveres que ya teníamos apalabrado con una aldea no muy lejos de aquí, solicitaron algunas pieles y armamentos a cambio de alimentos.Salí muy temprano del castillo para verificar que tuviésemos todo listo para hacer el intercambio, los habitantes de esta aldea pronto viajarían hacia las costas, así que era imperioso acudir cuanto antes a la cita.Una vez que el cargamento estuvo listo, di la orden de que los guardias se prepararan para partir, nos acompañarían algunos civiles quienes se encargarían de coordinar la contra entrega y varios guardias para proteger la valiosa carga. Quería ir y regresar rápidamente, no era muy lejos y con un par de carretas podríamos llevar las cosas y regresar nuestro cargamento.Llevaría a Krad para escotar el transporte, esta carga era importante, razón por la cual tampoco quería llevarla por el aire, si recibíamos el ataque de algún drag
Krad aterrizo frente al palacio, yo entre corriendo llamándola, con la esperanza de que todo fuera solo una mala jugada de mi mente, avance por los pasillos buscándola hasta toparme con Eyra quien me veía con los ojos completamente desorbitados, al ver su reacción supe de inmediato que algo estaba pasando.- ¿Dónde está ella? ¡responde! –- Es que señor, es que ella… -- Dime de una vez, ¿Dónde está Ailén? –- Salió con el joven Prágus a recorrer el reino, pero ya hace un tiempo que se fue y aun no regresan, no se quedaron aquí cerca como lo indico, Kaysa ya fue a pedir que los busquen –Sali y pedí que me llevaran un caballo de inmediato, le pedí a Krad que se fuera por aire a buscarla, justo antes de marcharme, Kaysa me encontró y me dijo que la última vez que los habían visto fue yendo hacia el fondo de la aldea, al parecer acompaño a su primo a ver armaduras o a visitar a alguien en el área de herrerías, un presentimiento vino a mi… “por favor que no esté donde creo que está” … Y
De regreso a casa, aún seguía muy molesto, a pesar de haber desquitado mi coraje con mis enemigos y permitir que mi furia se apoderara de mí, aun así, no lograba recuperar la calma. No tenía sentido, ya había recuperado parte de la carga, ya me había vengado de nuestros atacantes… entonces ¿Por qué no lograba apaciguar mi enojo? Comencé a meditar el por qué estaba tan furioso, ¿realmente era solo por la pérdida de la mercancía?, ¿era con mis enemigos?... ¿o era acaso que seguía molesto con ella? Algo dentro de mi corazón no me permitía aceptar que estaba enojado con ella, al menos no por los motivos que pensaba en un inicio. Siendo sinceros, no había sido su culpa realmente el que se hubiese perdido parte del cargamento, al final de cuentas no es que ella hubiese querido ponerse en peligro a propósito, meditándolo con más calma, toda la culpa la tenía Prágus, el mejor que nadie sabía que no debía haberla llevado a ese lugar, no es sitio para que una extranjera ande curioseando sin s
A la mañana siguiente, desperté muy temprano sentía mucha ansiedad por buscar una solución para compensar el alimento que se había perdido durante el ataque, y después de meditarlo una y otra vez, sabía que no había más opción que acudir al rey de Liam… sabía bien que tarde que temprano debía dar la cara y escuchar el reclamo que tenía más que merecido por haberme llevado de ese modo a la princesa, pero mi pueblo necesitaba de sus recursos y así tocara devolverla, tenía que buscar la manera de mantener el acuerdo con ellos.Tras haberme terminado de arreglar, enlace mentalmente a Krad para que fuera al palacio por mí, quería irme rápidamente, no tenía ni la más mínima gana de toparme con Prágus, aún seguía molesto por su estupidez cometida el día anterior y lo que menos quería es que se atreviera a acompañarme, no lo quería cerca de mí, al menos no por ahora, hasta tener la seguridad de que no lo iba a mal matar la próxima vez que lo viera.Al escuchar a Krad aterrizar frente al palac
Subí a Krad y nos alejamos rápidamente, por lo general Likantor no me dejaba ir solo a ningún lugar, pero esta vez no deseaba hablar con nadie, lo único que quería era despejar mi mente y pensar claramente en lo que iba a decirle al rey de Liam, de eso dependía mantener la alianza que esperaba formar durante mucho tiempo y no solo por una ocasión. Camino a Liam, mi mente trabajaba rápidamente, intentando formular una explicación de los motivos por los cuales había cambiado los términos, si bien, en mi reino no tenía por qué darle explicaciones a nadie, enfrentar al tío, al hombre que la crio como si fuera su padre, eso era diferente, por supuesto que tenía toda la obligación de dar una razón justa y convincente de los motivos por los cuales deseaba casarme con su sobrina, casi hija.Mi estomago me dolía, en verdad que jamás me había sentido más nervioso en mi vida que ahora, es como si me enfrentara a un ejército completo, y, a decir verdad, en estos momentos, desearía mejor una guer
La serena voz de Krad nuevamente irrumpió mis pensamientos, permitiéndome calmar mi mente y aclarar mis palabras.“Solo acepta tú responsabilidad y se honesto”Tiene toda la razón y acepto mi responsabilidad en eso, no debí haber actuado con imprudencia y arrebato. Quisiera tenerle una explicación lógica para mi comportamiento, pero la verdad es que ni yo mismo me reconozco. Desde el primer momento en el que vi a su sobrina, algo dentro de mi despertó, me tenía confundido e incómodo. Cuando rechazaron la propuesta de mi reino, por un lado, me sentí molesto, pues yo veía en ustedes la ayuda que mi pueblo necesita, sin embargo, siendo honesto, también sentí alivio al saber que mi primo no la tendría para él. –Es por esa razón que salió apresuradamente al finalizar la reunión… -Si, me sentía abrumado y molesto por el choque de emociones que tenía en mi interior, necesitaba despejar mi mente antes de buscar cualquier otra solución, y partí de inmediato, pero a mitad de camino, algo en m
La oscuridad de la noche trajo consigo el sonido de caballos a todo galope y el aleteo de un dragón de mayor tamaño…Era evidente que un grupo de soldados enemigos se acercaba a nuestra posición a toda velocidad, escoltados por el mismísimo Hashim en persona, montando su dragón de fuego.Supongo que al regresar el pequeño dragonzuelo al reino de fuego, se percataron de las heridas que tenía, que no podían ser de nadie más que de Krad, y si él estaba ahí, el príncipe de hielo también lo estaría, era la oportunidad perfecta para eliminarme, pero no se las dejaría tan fácil.Al escuchar los gruñidos de los dragones a la distancia, me percaté que el dragón de fuego no venía solo, traía a otro dragón adulto con él, lo que representaba un gran riesgo para mi amigo, pelear contra dos dragones de fuego adultos y un joven, era demasiado peligroso.No podía permitir que lastimaran a Krad, así que lo enlace mentalmente, y a pesar de sus protestas, le ordené que se retirara de inmediato antes de
El sol se filtró por mi ventana muy temprano por la mañana, sabía de antemano que la jornada seria larga, pesada y de suma importancia, por lo que debería apresurarme a salir.Al levantarme, él hambre me estaba azotando con fuerza, hice que me llevaran el desayuno a la recamara mientras yo me daba un año y me arreglaba para salir. Al llegar Kaysa con mis alimentos, lo primero que atiné a preguntar fue por Ailén, en mi pecho burbujeaba una imperiosa necesidad por verla, por saber de ella, sin embargo, la respuesta, aunque era casi obvia, trajo abajo mis planes…La princesa sigue descansando, por órdenes de usted, nade suele levantarla hasta que ella misma decide despertar, pero si gusta puedo llamarla para que lo acompañe a desayunar.No es necesario, solo quería saber de ella, el clima con su antiguo hogar y el de aquí son muy distintos, supongo que el frio la hace mantenerse más tiempo en la cama. Cuando inicie sus lecciones deberá despertarse con el alba, mientras tanto no hay neces