El día en el que Dylan se mudó de la mansión llegó, ella regresaba a su casa, no era tan pequeña pero no tenía comparación con la mansión del Hades, que era enorme, lujosa y muy elegante — Te vamos a extrañar mucho, Dylan, pero sabemos que necesitas tu espacio y comenzar a decorar la habitación del bebé, y hacer un cálido hogar para él — Romina, despedía a su amiga— Tía Dylan, ¿vendrás a visitarnos a los mellizos? — Daniela, preguntaba a la pelirroja— Por supuesto, sigo siendo la mano derecha de tu padre, estaré seguido aquí en la mansión Diamantis— Dylan, estaré trabajando con Emilio Hernández y Ray, quiero que te concentres solamente en tu embarazo, que tengas los cuidados necesarios y reposes, el bebé tiene que lograrse, así que tienes que poner de tu parte, no puedes andar de aquí para allá como acostumbras hacer— Voy a estar bien, este bebé va a ser aguerrido, como su ma...— Aguerrido como su padre — Lenín, en perfecto griego pero con acento ruso, apareció en la ecuación —
La mafiosa veía que el ruso estaba hablando muy en serio, quería lo mejor para su hijo, eso era admirable pero también un poco exagerado, ella tenía su propia fortuna, no era incalculable como la de su jefe, pero eran números decentes, dinero que se había ganado con su excelente trabajo, a base de valentía y carácter Lenin por su parte, también tenía mucho dinero, ser el mano derecha de una mafia tan importante, reconocida a nivel mundial y tan prospera en su negocio prohibido, le había dado enormes cantidades de dólares, incluso había hecho un último negocio con Borjad, del cual hablaría con él apenas tuviera la oportunidad — Lenin, vamos a hacer lo que podamos como padres, tampoco es que seamos tan pobres, trabajaremos duro para que al bebé no le haga falta nada— Pues... sobre eso quiero decirte algo, me gustaría que te quedarás en casa a cuidar del bebé, como padre, quisiera que la madre de mi hijo lo cuidara y le diera su cariño mientras yo trabajo— Pero... qué carajos, ruso,
En la mansión Diamantis, Nathaniel se encontraba trabajando en su computadora personal, estaba casi a punto de terminar de hacer unas transacciones cuando Dylan entró, ella no era de hablar mucho, pero estaba particularmente muy callada esa mañana, llegó directamente a encender su laptop — Buenos días Dylan, pensé que el ruso te estaría haciendo muy feliz, pero parece que no está dando buenos resultados — Quisiera ponerlo en un avión y regresarlo a su helado país, no estoy segura que vivir en pareja sea lo mío, mucho menos después de que Lenin, quiere que deje de trabajar para cuidar del bebé, el ruso alega que uno de los dos padres debe estar presente en el día a dia del bebé, y quiere que sea yo— Pues... no está tan descabellada la idea, yo mismo le pedí a Romina, que dejara de trabajar para que se dedicara a los mellizos, ellos la adoran y les gusta que ella los despida y los espere a la hora de ir al colegio, que juegue con ellos y les ayude con sus tareas, mamá es vital para m
Quién iba a decir que el pequeño niño Black, ya se le estaba proponiendo a la pequeña Daniela, sabía que a su amigo Darriel, no le iba agradar nada que le gustara su hermana, pero que podía hacer si ya corría todos los días a la escuela temprano a verla El pequeño Darriel, llegó hasta donde ellos estaban, vió a su hermana muy sonriente y al pequeño Lucien, observándola— ¿Qué pasa aquí? ¿por qué están tan sospechosos? Pequeño Lucien, ya te he dicho que no puede gustarte mi melliza, sería como si te gustara yo, no a tí, ni a los primos Castrioli, puede gustarles, hicimos un trato y debemos cumplirlo — Si... ya lo sé, solo estamos jugando, no seas tan celoso Darriel, no me la voy a robar, todavía somos unos niños— Hmm... te voy a estar vigilando, pequeño Black, eres callado pero peligroso — el uniformado niño Diamantis, no quitaba el dedo del renglón, pero por necio ya lo pagaría En la mansión Diamantis, cada día podía convertirse en un caos, la embarazada pedía bocadillos en las ma
El bebé Castrioli no se había dejado ver, cada que le hacían un ultrasonido a Eleanor, estaba de piernas cruzadas, habían comprado su ropa de colores amarillo, blanca, verde, beige, y de colores combinados, ahora la criatura estaba por nacer y la madre en un grito en la sala de expulsión — ¡¡¡Aaahhh!!! ¡ya no puedo más, Nathan, dile al doctor que me ponga la epidural, querían tener al bebé de forma natural, lo intente, pero ya no resisto más, por favor, cariño, que se apresure!— ¡Doctor, ya escuchó a mi esposa, póngale la epidural, rápido que no quiero que sufra más! — Ordenó el peligroso mafioso, el médico de inmediato se movilizó y anestesiaron de la cintura para abajo a la futura madre— ¿Cómo te sientes, cariño? ¿te sigue doliendo? — ya habían pasado unos minutos, Eleanor, dejó de sentir el atroz dolor y estaba más tranquila — Dios, pensé que iba a morir, el dolor ha desaparecido, pero sigo sintiendo algunas cosas...— Señora Castrioli, no debe dejar de pujar, el bebé todavía t
Los gemelos Castrioli, se quedaron el resto de la noche cuidando de la bebé, Eleanor, estaba muy cansada por todo el proceso del parto que pasó, Nathan le acarició el cabello hasta que se quedó profundamente dormida — Nathan, la bebé necesita un cambio de pañal, ven y ocúpate — Eres su tío, Nathaniel, además ya eres padre y deberías tener experiencia en bebés — Si la tengo pero solo en varones, como Nathanael y Eleazar, no en niñas, ven acá que eres el padre y es tu deber — A ver dame acá, ese tío tuyo es un inútil, princesa, yo te cambiaré para que quedes seca y cómoda — Cuando termines yo le doy el biberón, tengo que comenzar a practicar para cuando llegue mi bebé, Angela, no demora en dar a luz, Nathanael, está pidiendo que sea un niño como él para poder jugar— Eso de que estos bebés no se dejaron ver el sexo, nos complicó un poco las comprás, ahora todo lo tendremos que poner más rosa, mírala, como está de tranquila aunque esté despierta — Es verdad, creo que tu hija será u
Los abuelos se quedaron encantados a disfrutar de su nieta, ella se portó muy bien, el Boss la cargó y le decía palabras dulces, podía ver qué se parecía mucho a NathanLa pequeña Elena abrió los ojos sorprendiendo a su abuelo, ella había estado dormida— Vanessa, ven a ver, la nena tiene mis ojos, el mismo color de ojos de mi padre, Nathan y Nathaniel, son tan hermosos en su rostro, se ve adorable— ¡Oh, por dios, que grandes ojos grises tiene usted, señorita, eres tan preciosa! — la reina estaba muy feliz, el Boss, reía como pocas veces, la llegada de un bebé Castrioli, era de lo más importante para la familia, y desde luego para él — Papá, ¿en dónde estaban? los estaba buscando pero ustedes no estaban en casa, se fueron y no me llevaron, ya no soy el consentido de la casa desde que mamá está embarazada, ya no deberías embarazarla de nuevo, eso no me conviene — el niño se cruzó de brazos— Eleazar, tu madre está en el hospital — ¿Qué tiene ella? ¿está enferma? llévame con mamá, pa
Angela, había roto fuentes delante de todos, su mirada hacia su esposo era de temor, él parto era inminente y ella no quería pasar por el doloroso procesoLa futura madre comenzó a derramar lágrimas silenciosas, además estaba un poco avergonzada, no siempre sucede que rompas fuentes delante de la familia — Cariño, ¿qué te pasa? ¿por qué lloras? ¿ya estás sintiendo dolor? no te muevas, déjame ayudarte a moverte de este charco de agua— Lo siento mucho, Vanessa, señor Castrioli, he mojado todo aquí, y... mis ropas— ¿Pero que dices, querida? el dar a luz es algo que ninguna mujer pueda controlar, no tienes por qué sentir pena, ¿cierto, cariño?— Vannesa, tiene razón, esto anuncia que el bebé ya viene, somos familia, siéntete en confianza, querida— ¿Qué rayos haces disculpándome por algo que es natural y no está en tu control, estás nerviosa y con miedo, lo sé, pero todo va a salir bien, te llevaré al área de maternidad para que te revise el médico — Nathaniel, cargó a Ángela— Papá, ¿