SARA.No me despegué del beso, incluso me quedé quieta cuando sentí la lengua de Adam meterse en mi boca y su respiración agitada me cegó completamente. Por un momento… solo por un momento me dejé llevar, y supe que había sido un error, cuando todo se profundizó en un instante.Mi cuerpo reaccionó coa nunca, había una eternidad entre nosotros, desde la última que vez que no sentimos de esta forma, que cuestionaba mi cordura. Por un momento quería olvidarme de todo, así al siguiente instante me despertara ante la cruda realidad, porque la verdad era que, desde el día en que estuve con Adam, nunca pude volver a estar con ninguna otra persona.Me despegué un poco para mirarlo, y su mirada me dijo todo lo que ya sabía.Había deseo en sus ojos, y solo pude ruborizarme sabiendo que él podía leer los míos de la misma manera. Aparté la mirada e hizo caso omiso a sus ojos y comencé a jugar con Liam que me dio la bienvenida a su juego de inmediato.Corrimos por la playa, nos metimos un rato al
SARA.Había un conflicto demasiado grande en mí, como para dejarme disfrutar el momento en su totalidad. Había muchas voces en mi cabeza, mientras mi cuerpo ofrecía una resistencia inédita.Tenía mucha rabia en mi corazón por todos estos años, pero explicarle eso a mi cuerpo, era una hazaña vana. Aquí estaba sintiendo que explotaba de las mil formas, cuando me había prometido nunca ceder ante el hombre que me hizo derramar las lágrimas más amargas.Mi cuerpo se contrajo rudamente, e incluso me dolió el vientre. Un dolor que me hizo sentir vergüenza, y, sobre todo, culpa.Apreté mis muslos cuando vi que Adam intentaba despegarse, y puse mis manos en sus hombros para torturarlo un poco. Él ya se había quitado de mi centro, y viendo sus manos desesperadas por salir a tomar el aire, entonces lo reprimí más, hasta que él se zafó de mis piernas con desesperación.—¡Te has vuelto loca! —su voz sonó ahogada mientras intentaba controlar su respiración, y rápidamente tomé mi bañador de sus mano
SOFIE.Había pasado una semana desde el accidente, y en este día me sentía harta de estar en la cama. Aún me dolía un poco el cuello y algunas posturas, pero definitivamente darme un largo baño, colocarme ropa de salir y maquillarme, me habían levantado muchísimo el ánimo, aunque no fuese a ninguna parte.Adam se había ido hace tres días a Hawái y literalmente tenía su suite para mí sola, si bien su compañía para mí era única, sabía que él necesitaba arreglar su vida. Y ya era justo.Salí de la habitación para notar a la señora que Adam había contratado, servirme el desayuno que devoré en minutos, y para cuando estaba por leer un libro e ir a la terraza por un poco de sol, escuché cómo el timbre resonó en toda la plata.Hice caso omiso cuando alguien fue a la puerta, pero me tensé cuando escuché la voz de papá dar los buenos días.Me levanté de inmediato y lo vi pasar. Mamá no estaba con él esta vez, y había algo diferente en su mirada. Dejé el libro encima de la mesa mientras él cami
SOFIE.Una semana después estaba dejando mis analgésicos, y decidí comenzar a trotar para poder tener un poco de movilidad en mi cuerpo. Adam me había llamado un par de veces para decir que iba a tomar más tiempo, y solo recé para que Sara pudiera darles una oportunidad a los tres para rehacer su vida.Sabía que no era fácil para ella, incluso yo no podía pedirle algo que yo misma no había hecho, y aunque mi hermano se escuchaba un poco desesperado por el hecho de no tener muchos resultados, yo lo había animado a que no perdiera las esperanzas.Porque todos pensaban que Adam había sido un mujeriego, pero no era del todo cierto.Yo conocía los secretos de mi hermano, y si él me había dicho que se había acostado con tres mujeres en su vida, contando a Sara, yo se lo creía sin ponerlo en duda.De alguna forma Adam había creado esta fachada para mantener a Sara a salvo de su propio padre, todos pensaban que había llevado una vida libertina porque eso es lo que los medios y los periódicos
ADAM.Era inexplicable la sensación. Ahora solo miraba a Liam dormir, y por alguna extraña razón quería que amaneciera rápido para poder compartir más con él. Conocerlo más, meterlo dentro de mí y que también conociera mis formas.Ansiaba que me llamara papá por su propio incentivo, y el alma se me estremecía de saber que, en algún momento, él me diría la palabra mágica.Te amo, papá…Tomé un suspiro pesado y acaricié su cabello. No podía explicar cómo me sentía, pero saber que existía una persona que provino de mí, era otro nivel, incluso estaba por encima de mí, de la misma Sara, y de todo lo que había conocido antes.—¿No puedes dormir? —la voz de Sara me alertó.No dormía con ellos, por supuesto. Sara iba muy lento en este proceso y yo estaba respetando el espacio, sin embargo, cada vez que podía, me escabullía para ver a mi hijo dormir.Caminé un poco lejos de ella y me fui a la terraza de la habitación mientras negué.—Quizás es el calor… —Mi hermana me había recomendado abrirme
SARA. Me había quedado congelada cuando Adam cerró la puerta, y aunque no lo quisiera, este beso en la frente, me había dolido más que el día en que me dejó en la calle. Me senté en la cama y agarré mi cabello. Ya teníamos dos semanas en esta isla. Adam había progresado increíblemente con Liam, y yo ya podía ver en los ojos de mi hijo, como nacía una adoración para con su padre. Era inevitable no sentir cierta culpa por mucho, pero a la vez había una sensación en mi pecho que quería mandar todo al carajo, incluso a mí misma para dejar de colocarme muros. Me levanté para ver la cama cuna de Liam, y sonreí cuando estaba profundo en sus sueños. Casi todos los días se dormía en el pecho de Adam, y literalmente agotaba hasta su último aliento cuando solo quería jugar con él. De un momento a otro, él se removió, pero se acomodó hacia un lado, y decidí mirar hacia la terraza para ver que Adam comenzaba a correr alejándose de la casa. Había mucho que sanar, pero, también mucho que podía
SOFIE.Parpadeé lentamente, y me removí un poco. Sin embargo, cuando me di cuenta donde estaba, me senté de un tiro.Este era el apartamento que Alex y yo competíamos la mayoría del tiempo, y darme cuenta de la noche que había pasado con él, me volvía la cabeza loca.¿Qué iba a decirle a mamá o papá cuando me vieran junto a él de nuevo?Estaba resoplando cuando la puerta de la habitación principal se abrió, y vi a Alex con apenas unos bóxeres y una bandeja llena de comida venir hacia mí.Él me envió una sonrisa de esas que mataban y yo negué.—No tenías que hacer esto… —Alex puso la bandeja en la cama, y comprobé que había una rosa encima de la comida.—Tengo que hacer todo, preciosa… sé que no estás del todo segura de esta decisión, pero trabajaré para que todo sea como antes.Negué.—No quiero que sea como antes… —él sonrió.—Ya me sé esa frase, quieres que sea mejor.Negué muy seria. De algún modo tenía que pagar.—Podemos tener una relación oculta… sin que mi familia se entere. Te
SOFIE.Vi lentamente cómo papá se posicionó al lado de mi mamá, y le arrancaba las flores de las manos.—Nadie le regala flores a mi esposa… —me apresuré a ponerme del lado de Alex, y tomé el ramo.—Me las quedaré… él solo estaba bromeando… y ¡sorpresa! Lo traje a comer con nosotros. Las flores son mías…Pero, mamá, me arrancó el ramo.—Son para mí… él me las trajo —papá la miró con furia.—Emma…—Noah —ella apretó fuerte—. Sin ser maleducado… es… el amigo de Sofie…—No soy el amigo… —todos miramos a Alex y casi me estaba muriendo con la agitación.¿Por qué no le ponía sentido a las cosas y trataba de suavizar la tensión de este lugar?—¿Alex? —yo apreté.—¿Qué? —él parecía muy relajado—. No hay que mentir… a tus padres no les gustaría que les mintiéramos… literalmente soy tu futuro esposo…Y me quería desmayar en este punto.—¿Por qué no pasamos a la mesa? —mi madre dijo, pero papá le quitó el ramo, y luego caminó hacia un bote de basura.—Nadie le regala flores a Emma… punto… —camin