SOFIE.Una semana después estaba dejando mis analgésicos, y decidí comenzar a trotar para poder tener un poco de movilidad en mi cuerpo. Adam me había llamado un par de veces para decir que iba a tomar más tiempo, y solo recé para que Sara pudiera darles una oportunidad a los tres para rehacer su vida.Sabía que no era fácil para ella, incluso yo no podía pedirle algo que yo misma no había hecho, y aunque mi hermano se escuchaba un poco desesperado por el hecho de no tener muchos resultados, yo lo había animado a que no perdiera las esperanzas.Porque todos pensaban que Adam había sido un mujeriego, pero no era del todo cierto.Yo conocía los secretos de mi hermano, y si él me había dicho que se había acostado con tres mujeres en su vida, contando a Sara, yo se lo creía sin ponerlo en duda.De alguna forma Adam había creado esta fachada para mantener a Sara a salvo de su propio padre, todos pensaban que había llevado una vida libertina porque eso es lo que los medios y los periódicos
ADAM.Era inexplicable la sensación. Ahora solo miraba a Liam dormir, y por alguna extraña razón quería que amaneciera rápido para poder compartir más con él. Conocerlo más, meterlo dentro de mí y que también conociera mis formas.Ansiaba que me llamara papá por su propio incentivo, y el alma se me estremecía de saber que, en algún momento, él me diría la palabra mágica.Te amo, papá…Tomé un suspiro pesado y acaricié su cabello. No podía explicar cómo me sentía, pero saber que existía una persona que provino de mí, era otro nivel, incluso estaba por encima de mí, de la misma Sara, y de todo lo que había conocido antes.—¿No puedes dormir? —la voz de Sara me alertó.No dormía con ellos, por supuesto. Sara iba muy lento en este proceso y yo estaba respetando el espacio, sin embargo, cada vez que podía, me escabullía para ver a mi hijo dormir.Caminé un poco lejos de ella y me fui a la terraza de la habitación mientras negué.—Quizás es el calor… —Mi hermana me había recomendado abrirme
SARA. Me había quedado congelada cuando Adam cerró la puerta, y aunque no lo quisiera, este beso en la frente, me había dolido más que el día en que me dejó en la calle. Me senté en la cama y agarré mi cabello. Ya teníamos dos semanas en esta isla. Adam había progresado increíblemente con Liam, y yo ya podía ver en los ojos de mi hijo, como nacía una adoración para con su padre. Era inevitable no sentir cierta culpa por mucho, pero a la vez había una sensación en mi pecho que quería mandar todo al carajo, incluso a mí misma para dejar de colocarme muros. Me levanté para ver la cama cuna de Liam, y sonreí cuando estaba profundo en sus sueños. Casi todos los días se dormía en el pecho de Adam, y literalmente agotaba hasta su último aliento cuando solo quería jugar con él. De un momento a otro, él se removió, pero se acomodó hacia un lado, y decidí mirar hacia la terraza para ver que Adam comenzaba a correr alejándose de la casa. Había mucho que sanar, pero, también mucho que podía
SOFIE.Parpadeé lentamente, y me removí un poco. Sin embargo, cuando me di cuenta donde estaba, me senté de un tiro.Este era el apartamento que Alex y yo competíamos la mayoría del tiempo, y darme cuenta de la noche que había pasado con él, me volvía la cabeza loca.¿Qué iba a decirle a mamá o papá cuando me vieran junto a él de nuevo?Estaba resoplando cuando la puerta de la habitación principal se abrió, y vi a Alex con apenas unos bóxeres y una bandeja llena de comida venir hacia mí.Él me envió una sonrisa de esas que mataban y yo negué.—No tenías que hacer esto… —Alex puso la bandeja en la cama, y comprobé que había una rosa encima de la comida.—Tengo que hacer todo, preciosa… sé que no estás del todo segura de esta decisión, pero trabajaré para que todo sea como antes.Negué.—No quiero que sea como antes… —él sonrió.—Ya me sé esa frase, quieres que sea mejor.Negué muy seria. De algún modo tenía que pagar.—Podemos tener una relación oculta… sin que mi familia se entere. Te
SOFIE.Vi lentamente cómo papá se posicionó al lado de mi mamá, y le arrancaba las flores de las manos.—Nadie le regala flores a mi esposa… —me apresuré a ponerme del lado de Alex, y tomé el ramo.—Me las quedaré… él solo estaba bromeando… y ¡sorpresa! Lo traje a comer con nosotros. Las flores son mías…Pero, mamá, me arrancó el ramo.—Son para mí… él me las trajo —papá la miró con furia.—Emma…—Noah —ella apretó fuerte—. Sin ser maleducado… es… el amigo de Sofie…—No soy el amigo… —todos miramos a Alex y casi me estaba muriendo con la agitación.¿Por qué no le ponía sentido a las cosas y trataba de suavizar la tensión de este lugar?—¿Alex? —yo apreté.—¿Qué? —él parecía muy relajado—. No hay que mentir… a tus padres no les gustaría que les mintiéramos… literalmente soy tu futuro esposo…Y me quería desmayar en este punto.—¿Por qué no pasamos a la mesa? —mi madre dijo, pero papá le quitó el ramo, y luego caminó hacia un bote de basura.—Nadie le regala flores a Emma… punto… —camin
SARA.Adam entrelazó mi mano con la de él ofreciéndome una sonrisa, y luego me besó las mejillas mientras cerré los ojos.Estaba muerta de pánico, primero porque íbamos a llegar en modo sorpresa a esa casa, la cual nunca había pisado, y segundo, tenía un suspenso en el alma por la forma en que me mirarían los padres de Adam.Era obvio que yo no era la que había huido, pero si había ocultado a su nieto.Habíamos decidido enfrentar el mundo dos días después de aquella mañana en la playa, y aunque estaba emocionada por este nuevo cambio en mi vida, también estaba temerosa por las cosas nuevas.Junto con Adam le había escrito a Oliver, pero él no había respondido a ninguno de mis mensajes, incluso lo llamé, pero tampoco hubo una respuesta.Tomé un suspiro al saber que debía cancelar todo lo de la boda, y sobre todo hablar con él para responsabilizarme de este hecho.Pero en el momento en que el auto se detuvo, mientras el chofer bajó el vidrio en el portón principal de la mansión, sentí c
ADAM.—Papá… creo que Sara está cansada del viaje… y queremos ir a nuestro lugar a descansar… hay mucho que hacer.Papá se giró con el ceño fruncido, mientras Liam le pasaba un lego gigante, que él mismo había mandado a traer unas horas después de que llegamos a casa.La sala estaba llena de legos y carros de colección, y muchos regalos que ni siquiera Liam había mirado.—Es muy temprano, y Liam quiere jugar… —Torcí los ojos ante su terquedad, y la verdad no sé cómo iba a poder lidiar con un hombre como él, ahora que Liam estaba en medio.No quería que un futuro mi hijo prefiera a su abuelo, y ambos sean cómplices en sus travesuras.—Papá… vendremos en otro momento —traté de lidiar, pero él me ignoró y se levantó para dirigirse a Sara.—¿Por qué no lo dejan con nosotros? —ella abrió los ojos y me miró.—Papa… —tuve que hablar más fuerte—. Dale tiempo a Liam… apenas los conoce.—¿Desconfías de mí? —restregué mis ojos y vi cómo Sara se levantó.—No, señor… claro que no, solo que, estamo
SARA.—Lo siento mucho… —alcé la vista hacia Oliver mientras él asintió con una sonrisa triste.—Siempre pensé que ese hombre era un tonto por haberte abandonado, Sara… pero también me creí que podías llegar a rehacer tu vida conmigo… me dijiste cosas muy diferentes a las de hoy, y yo… pensé… pensé que la realidad podría ser otra…Agaché mi cabeza sintiendo mucha culpa.Y si me había mentido a mí misma todo este tiempo, era obvio que también había mentido a los demás.—Adam no fue el único tonto de este cuento, Oliver, hay muchas personas detrás de la situación que formaron parte a nuestra desgracia, y queremos una oportunidad.Él afirmó haciendo un gesto.—Claro…—Sé que suena egoísta… —Oliver se rio.—Sí, de cierta forma lo es… porque solo estás mirando tu parte, además, dejaste pasar mucho tiempo. Pero no hay mucho que hacer, Sara, es imposible formar una vida sobre una mentira, y que bueno que te diste cuenta y no dejaste que cometiéramos una locura.Tomé su mano de inmediato, y l