SARA. Me había quedado congelada cuando Adam cerró la puerta, y aunque no lo quisiera, este beso en la frente, me había dolido más que el día en que me dejó en la calle. Me senté en la cama y agarré mi cabello. Ya teníamos dos semanas en esta isla. Adam había progresado increíblemente con Liam, y yo ya podía ver en los ojos de mi hijo, como nacía una adoración para con su padre. Era inevitable no sentir cierta culpa por mucho, pero a la vez había una sensación en mi pecho que quería mandar todo al carajo, incluso a mí misma para dejar de colocarme muros. Me levanté para ver la cama cuna de Liam, y sonreí cuando estaba profundo en sus sueños. Casi todos los días se dormía en el pecho de Adam, y literalmente agotaba hasta su último aliento cuando solo quería jugar con él. De un momento a otro, él se removió, pero se acomodó hacia un lado, y decidí mirar hacia la terraza para ver que Adam comenzaba a correr alejándose de la casa. Había mucho que sanar, pero, también mucho que podía
SOFIE.Parpadeé lentamente, y me removí un poco. Sin embargo, cuando me di cuenta donde estaba, me senté de un tiro.Este era el apartamento que Alex y yo competíamos la mayoría del tiempo, y darme cuenta de la noche que había pasado con él, me volvía la cabeza loca.¿Qué iba a decirle a mamá o papá cuando me vieran junto a él de nuevo?Estaba resoplando cuando la puerta de la habitación principal se abrió, y vi a Alex con apenas unos bóxeres y una bandeja llena de comida venir hacia mí.Él me envió una sonrisa de esas que mataban y yo negué.—No tenías que hacer esto… —Alex puso la bandeja en la cama, y comprobé que había una rosa encima de la comida.—Tengo que hacer todo, preciosa… sé que no estás del todo segura de esta decisión, pero trabajaré para que todo sea como antes.Negué.—No quiero que sea como antes… —él sonrió.—Ya me sé esa frase, quieres que sea mejor.Negué muy seria. De algún modo tenía que pagar.—Podemos tener una relación oculta… sin que mi familia se entere. Te
SOFIE.Vi lentamente cómo papá se posicionó al lado de mi mamá, y le arrancaba las flores de las manos.—Nadie le regala flores a mi esposa… —me apresuré a ponerme del lado de Alex, y tomé el ramo.—Me las quedaré… él solo estaba bromeando… y ¡sorpresa! Lo traje a comer con nosotros. Las flores son mías…Pero, mamá, me arrancó el ramo.—Son para mí… él me las trajo —papá la miró con furia.—Emma…—Noah —ella apretó fuerte—. Sin ser maleducado… es… el amigo de Sofie…—No soy el amigo… —todos miramos a Alex y casi me estaba muriendo con la agitación.¿Por qué no le ponía sentido a las cosas y trataba de suavizar la tensión de este lugar?—¿Alex? —yo apreté.—¿Qué? —él parecía muy relajado—. No hay que mentir… a tus padres no les gustaría que les mintiéramos… literalmente soy tu futuro esposo…Y me quería desmayar en este punto.—¿Por qué no pasamos a la mesa? —mi madre dijo, pero papá le quitó el ramo, y luego caminó hacia un bote de basura.—Nadie le regala flores a Emma… punto… —camin
SARA.Adam entrelazó mi mano con la de él ofreciéndome una sonrisa, y luego me besó las mejillas mientras cerré los ojos.Estaba muerta de pánico, primero porque íbamos a llegar en modo sorpresa a esa casa, la cual nunca había pisado, y segundo, tenía un suspenso en el alma por la forma en que me mirarían los padres de Adam.Era obvio que yo no era la que había huido, pero si había ocultado a su nieto.Habíamos decidido enfrentar el mundo dos días después de aquella mañana en la playa, y aunque estaba emocionada por este nuevo cambio en mi vida, también estaba temerosa por las cosas nuevas.Junto con Adam le había escrito a Oliver, pero él no había respondido a ninguno de mis mensajes, incluso lo llamé, pero tampoco hubo una respuesta.Tomé un suspiro al saber que debía cancelar todo lo de la boda, y sobre todo hablar con él para responsabilizarme de este hecho.Pero en el momento en que el auto se detuvo, mientras el chofer bajó el vidrio en el portón principal de la mansión, sentí c
ADAM.—Papá… creo que Sara está cansada del viaje… y queremos ir a nuestro lugar a descansar… hay mucho que hacer.Papá se giró con el ceño fruncido, mientras Liam le pasaba un lego gigante, que él mismo había mandado a traer unas horas después de que llegamos a casa.La sala estaba llena de legos y carros de colección, y muchos regalos que ni siquiera Liam había mirado.—Es muy temprano, y Liam quiere jugar… —Torcí los ojos ante su terquedad, y la verdad no sé cómo iba a poder lidiar con un hombre como él, ahora que Liam estaba en medio.No quería que un futuro mi hijo prefiera a su abuelo, y ambos sean cómplices en sus travesuras.—Papá… vendremos en otro momento —traté de lidiar, pero él me ignoró y se levantó para dirigirse a Sara.—¿Por qué no lo dejan con nosotros? —ella abrió los ojos y me miró.—Papa… —tuve que hablar más fuerte—. Dale tiempo a Liam… apenas los conoce.—¿Desconfías de mí? —restregué mis ojos y vi cómo Sara se levantó.—No, señor… claro que no, solo que, estamo
SARA.—Lo siento mucho… —alcé la vista hacia Oliver mientras él asintió con una sonrisa triste.—Siempre pensé que ese hombre era un tonto por haberte abandonado, Sara… pero también me creí que podías llegar a rehacer tu vida conmigo… me dijiste cosas muy diferentes a las de hoy, y yo… pensé… pensé que la realidad podría ser otra…Agaché mi cabeza sintiendo mucha culpa.Y si me había mentido a mí misma todo este tiempo, era obvio que también había mentido a los demás.—Adam no fue el único tonto de este cuento, Oliver, hay muchas personas detrás de la situación que formaron parte a nuestra desgracia, y queremos una oportunidad.Él afirmó haciendo un gesto.—Claro…—Sé que suena egoísta… —Oliver se rio.—Sí, de cierta forma lo es… porque solo estás mirando tu parte, además, dejaste pasar mucho tiempo. Pero no hay mucho que hacer, Sara, es imposible formar una vida sobre una mentira, y que bueno que te diste cuenta y no dejaste que cometiéramos una locura.Tomé su mano de inmediato, y l
PREPARATIVOS… Sara estaba oliendo las flores naturales y divisando los colores, mientras Sofie llevaba a Liam en sus brazos haciéndole juegos. —Creo que estas son hermosas… —comentó Sara mientras Sofie se giró y fue con ella. —La verdad, sí… son increíbles… ¿Te gustan, bebé? —Sofie movió a Liam y le señaló las flores de colores. —Sí, tía… —Sara y ella sonrieron ante la respuesta del pequeño, y luego caminaron por toda la floristería admirando los arreglos. —¿Has hablado con tu padre de la mudanza? —Sara preguntó, y ambas aprovecharon a tomarse un café en la sala de espera. —Si… es obvio que no está muy cómodo, aunque, ha aceptado a Alex mejor de lo que esperé… sin embargo, solo estoy nerviosa por esta noche. Ya sabes, el que nuestros padres se encuentren frente a nosotros, incluso me hace temblar… Sara alzó los hombros y frunció los labios. —No quiero emocionarme, Sofie… pero ¿no crees que sería maravilloso que ellos fueran amigos de nuevo?, quiero decir, ambos han pasado por m
BODA…Sara se miró en el espejo cuando terminaron su maquillaje, y puso las manos cuidadosamente en su boca. Una parte del personal estaba con ella, y otra con Sofie, pero ambas habían decidido a solo verse, cuando estuvieran para salir a fuera de la iglesia, y caminar junto a sus padres hacia el altar.La semana había pasado demasiado rápido. Literalmente Noah y Anthony había competido por ser los anfitriones perfectos y regalarles a sus hijos los regalos más caros, uno tras de otro.Sofie estaba lista con su vestido de princesa, mientras Sara eligió uno de sirena y de cola larga.Adam y Alex estaba en la misma habitación golpeándose las mejillas el uno al otro, mientras Emma y Camila, se sentaron en las sillas principales, mientras comentaban sobre las flores y todo tipo de decoración.Y… finalmente, Liam estaba en brazos de su abuelo Noah, mientras su otro abuelo, Anthony, le arreglaba la flor, en el bolsillo de su chaqueta.—Dime Liam… ¿Quién es tu preferido? —Preguntó Anthony mie