SARA.No necesitaba preguntarle a mi hermano, quien era el primero en venir de la familia Musk para saberlo. Incluso entender que lo vería a los ojos de nuevo, unas horas después de nuestro primer encuentro, era suficiente para hacerme temblar.Odiaba sentirme tan débil por el hombre que quería odiar con todas mis fuerzas, y por más de que intentara razonar sobre todo lo que estaba pasándonos en este momento, no entendía por qué de este modo.Todo se había volteado en mi vida en un solo día, y ni siquiera podía saber cómo poder enfrentarme a Oliver después de que me quedé sin palabras delante de él ante esa pregunta.Literalmente estaba perdida. Todo este tiempo en que mantuve oculto a Liam de la prensa y de la vida de mundo, no había servido de nada, todo lo que planifiqué se había desmoronado en un solo día, y solo por la presencia de Adam como la última vez.Me sentaba y me ponía de pie cada nada y miraba a mi hermano que estaba perdido en sus pensamientos.Su mirada se alzó de un
SARA.Decir que una pesadez y un ambiente sombrío inundó el lugar, era quedarse corto para todo lo que había y se sentía en esta sala de espera.Las miradas de estos dos hombres habían capturado el momento, y sentí un temor apremiante cuando uno de ellos habló:—Faltaste a tu palabra… ahora atente a las consecuencias… —papá hizo una mueca ante la amenaza de Noah, y ladeó la cabeza.—Tu hijo se metió con la hija equivocada… —mi ceño se frunció con profundidad y en el momento, miré a Adam que estaba caminando hacia ellos.—Este no es el momento… ¿Se han vuelto locos? ¡Mi hermana acaba de tener un accidente!Alex también fue a interponerse y le preguntó a papá:—¿Por qué estás aquí? Te dije que no vinieras…—¿Y dejarlos solos… a merced de este?—Papá… ya basta. Hablaremos de esto en otro momento… —Alex masculló, pero papá no se inmutó y no dejó de quitar su mirada en Noah Musk.Adam hizo lo posible por tomar del brazo a su padre y lo movió hacia un lado como si le reclamara, mientras Emm
SARA.Adam y su familia salieron en el momento en que Emma se desestabilizó un poco, pero fue muy evidente notar la mirada de ella encima de mí como si quisiera decirme alguna cosa.Caminé nuevamente hacia la sala de estar, y mi teléfono timbró con el número de Dana en la pantalla.No sabría qué hubiese hecho sin ella a estas alturas. Cuando quise contratar una niñera de tiempo completo, y vi aparecer a Dana frente a mí después de varios intentos fallidos, y fue un alivio cuando Liam congenió a la perfección con ella, y además, se había vuelto casi como mi mejor amiga después de algún tiempo.Yo podía contarle a Dana las cosas que no podía compartir con mi hermano, y lo que otra mujer podía entender a la perfección.—¿Liam está bien? —pregunté un poco preocupada.—Sí… ahora mismo está dormido… aunque te pido disculpas adelantadas, comió un dulce…En este momento eso era el menor de mis problemas.—Bien… iré en cuanto termine aquí.—Si… yo también llamaba para decirte que Oliver llamó
ADAM.—¿Cómo te sientes hoy? —Sofie sonrió mientras una mujer que contraté, estaba atendiendo a Sofie los siguientes días. Allí puso una bandeja con frutas, y algunos dulces que le compré a mi hermana.—Me siento mejor… aún me da dolor de cabeza, pero creo que ya estoy recuperada… —Asentí con una sonrisa, y la miré largamente.De hecho, ella se veía mejor.Sofie había pedido quedarse en mi suite, mientras ella encontraba dónde vivir. Que, por supuesto, la estaba ayudando en eso.Mamá y papá me habían llamado en los siguientes días, pero les pedí que les dieran un espacio a Sofie para que ella pudiera tomar la situación con calma. Ella no lo sabía, pero hoy me reuniría por la mañana con ellos, y por la tarde, con Alexander Mars.El hombre me había contactado el día de ayer, y decía que necesitaba hablar conmigo con urgencia. Y yo, realmente también necesitaba hacerlo porque, en definitiva, Alexander era una pieza clave para Sara.Durante estos tres días había dejado en paz a Sara, pero
ADAM.Contacté con el abogado para una cita por la mañana, y dejé listo mi reunión, para esperar a las cuatro de la tarde a Alexander Mars, que ya se había contactado con mi secretaría, que venía en camino.Y cuando el hombre entró a mi oficina, me levanté y le di la mano.—Adam…—Hola… siéntate…Alexander se veía algo tenso, pero se sentó.—Me he enterado al medio día, que tu padre se reunirá con el mío…Asentí.—Eso me dijo… —él afirmó de forma lenta.—Creo que ya es hora, y creo que la de nosotros también.Pude entender su mensaje claramente, y me acerqué al escritorio con la silla.—No puedo hacer nada con respecto a las decisiones de mi hermana, pero si puedo apoyarla en lo que elija… —ofrecí de inmediato.—Por aquí igual… aunque la tienes más difícil. Sara sigue con la idea firme de casarse —tomé un poco de aire.—¿Puedes contactarme con él? Me refiero al tipo —el rostro de Alexander cambió evidentemente.—¿Qué vas a hacer? —levanté mi mano de inmediato.—Hablar…—Puedo consegui
SARA.—Mami… —tomé a Liam en mis brazos cuando bajé del auto, mientras algunos hombres que no conocía, me conducían dentro del edificio.Liam señaló el espejo, mientras las puertas se cerraron.—¿Quién es ese? ¿Quién? —le pregunté jugando y Liam me sonrió todo el tiempo y luego me abrazó cuando le di un beso en la mejilla.—Tío, Alex…—Si… vamos a ver al tío… —durante todo el trayecto venía diciéndole que íbamos a ver a Alex, así que él estaba emocionado.Las puertas se abrieron en un momento, y sonreí cuando vi que Alex había escogido una terraza cerrada, y con algunos juegos para Liam.Sin embargo, cuando puse a mi hijo en el piso tomándole la manita para buscar a Alex, no lo vi por ninguna parte.—Señorita Mars… pasé adelante —Una mujer muy bien vestida, me llevó al lugar de sofás amplios con una mesa exquisita.Había algunos pasabocas y achiqué los ojos detallando el lugar.¿Qué quería Alex que hiciera por él?Liam se me escapó de las manos y se fue al parque de juegos, mientras r
SARA.Tuve que tomar el aire y respirar profundo para poder solventar esta situación en la que no solo estaba yo, sino Liam.—¿Te gusta la playa? —Escuché a Adam decirle y lo miré.Él levantó la mirada y me sonrió.—Adam…—Dime, preciosa…Tuve que apretar la boca para calmarme porque estaba un poco aterrada por lo que había acabado de decir, y no quería asustar a Liam.—¿Dónde vamos? —Adam sonrió más ampliamente.—Te daré el recorrido… iremos al aeropuerto, allí subiremos aún avión privado que nos llevará a Hawái… y permaneceremos los días que sean necesarios… te encantará el lugar.—Adam… de verdad, no te pases.Adam se arrimó lo suficiente, y eliminó su sonrisa.—No me paso, necesitamos arreglar esta situación, sin nadie en medio.—Me voy a casar, Adam… —manteníamos la voz baja, pero yo trataba de apretarla para darle mi inconformidad.—Eso quedó en el pasado… ya quítate esa idea de la cabeza.—¡Déjame salir…! —la voz se me elevó y Liam se giró con el rostro serio.—¿Mami? —tomé a L
SARA.Eran las seis de la mañana cuando aterrizamos. Nunca había venido a Hawái, pero sabía que tenía su propio aeropuerto internacional en el lado oeste.Liam estaba completamente dormido cuando nos bajamos. Un auto largo estaba esperándonos, y recibí a mi pequeño cuando nos subieron al auto.Noté como Adam hablaba con un grupo de gente. Como si les diera instrucciones, y luego vi cómo sacó su billetera y le pagó a un hombre colocando la mano en su hombro.Me recosté en el asiento y cerré los ojos.Aún no podía asimilar toda la información de golpe, y más que rabia, sentía mucha decepción por la gente que nos rodeaba.Todo había sido un ciclo que no se cortaba, personas lastimadas a lo largo del tiempo y asesinadas por dos hombres que, desde mi percepción, eran malos.Miré a Liam y de cierta forma me sentí tan culpable. Porque, aunque Adam no tenía excusa, yo le había privado a mi hijo esta oportunidad de tener a su papá desde que nació, pese a todos los problemas que hubiese a mi al