EMMA.—¿Tiene un vuelo para ya mismo? —la mujer de recepción alzó la mirada y la posicionó en mí.—¿Se encuentra bien? —asentí rápido ante su pregunta cautelosa.Ahora mismo le estaba mostrando los billetes, mientras mis manos temblaban.—Rompí con mi novio… y quiero irme del lugar…Ella hizo un gesto lastimero y se apresuró a teclear en su computadora.—Lo entiendo… Tengo uno… incluso ya están embarcando…—Deme ese…—Pero… no le he dicho hacia dónde es…—No importa… —casi la obligué a recibir el dinero—. Démelo, por favor, no puedo perder tiempo…La mujer frunció el ceño y se apresuró más. Me pidió la identificación, y algunos datos rápidos, y luego rompió algunos tiques y me entregó el mío sellándolo.—Que tenga un buen viaje…Asentí en agradecimiento, y me retiré mientras leí la descripción del vuelo.Iban a ser las 7:00 pm y el vuelo salía a las 7:30 pm. Por supuesto que ya había una fila para ir al avión, y debía apresurarme a llegar a la zona de embarque.No pude evitar sentir u
NOAH.—¿A la clínica, señor? —negué rápidamente, y miré hacia todas partes del aeropuerto.No podía descifrar a ciencia cierta quién nos estaba viendo ahora o si Andrea tenía hombres a su servicio, aunque lo más seguro era que sí, y tuve que tomar una decisión rápida.—Llévate a Emma, trata de perderte entre la gente, y llévala a la mansión. Llama a un médico y que vaya… mantenme informado…Le pasé a Emma desmayada a Max, y luego tomé su rostro, mientras trataba de ocultarme en unos pasillos. Mis manos temblaban en este punto, y solo quería ahorcar a Andrea con mis propias manos, es lo que mi alma anhelaba.—Llévatela ya… —pero antes de que Max diera un paso con Emma, lo tomé del cuello—. Ni un rasguño…Él pasó un trago y asintió.—La protegeré con mi vida, señor…Solo lo vi desaparecer de entre la gente con otros hombres, mientras intentaba saborear esto en mi boca que tanto conocía.Metí mis manos rápidamente al bolsillo, y caminé hacia otra dirección distinta, saliendo por todo el
NOAH.No sé cuánto tiempo pasó. La tierra ya estaba amontonada y había puesto el cuerpo de Andrea sin decoro ni ataúd dentro de este hueco, en el que envié a mis hombres cavar donde también se encontraba mi padre.No había una sola persona aquí. Envié a que desalojaran el lugar, y esperé al menos tres horas, para que varios hombres terminaran unos cuantos metros.Ya tenía la sangre en la ropa seca, mientras la neblina iba cubriendo el lugar, además era media noche. Apreté mis manos ante la sensación que me dio ver la tierra húmeda, y saber que no vería el rostro de mi hermana ni un día en toda mi vida.Andrea había sido un parte de mí durante muchos años. Me había aferrado a la idea de que tenía a alguien a quien proteger, y mimar. Pero Andrea era una chica demasiado marcada en su niñez, y con problemas que no pude tratar con el tiempo.Ya tenía mis demonios, como para lidiar con los de ella. Así que aquí terminaba mi historia para con mi hermana, pero no podía quitar la sensación que
EMMA.Cuando abrí los ojos al siguiente día, pude sentir el calor extremo en mi cuerpo, y me removí un poco para notar el brazo de Noah alrededor de mi cintura.Giré mi cabeza quedándome quieta, y solo pude mirar su rostro pasible mientras dormía. Esperaba que estuviera descansando, y, sobre todo, dejando de pensar.No pude evitar recordar cuando me hizo entender que había asesinado a su propia hermana. Yo había querido salir corriendo, pero tuve que utilizar todas mis fuerzas para retenerme allí de pie y caminar hacia él.Noah estaba acostumbrado a que las personas cercanas a él huyeran y lo dejaran solo, pero en este momento ya era imposible para cuando ya le pertenecía.No podía comprender mucho sus formas, pero podía entender el centro de sus pensamientos.Ambos sabíamos que Andrea sería un peligro para nuestro hijo, y él no se había detenido en analizarlo.Por mucho tiempo me quise adentrar en esta oscuridad que se había vuelto como una obsesión para mí, y para cuando probé de el
EMMA.Eran las 9 de la mañana, y hoy, después de un mes entero, teníamos cita con un ginecólogo especializado, al que Noah había contratado para dirigir todo mi embarazo.No había podido ir mucho a mi casa, algunas veces recogían mis cosas, pero en este tiempo Noah y yo habíamos tomado un momento para pasarla juntos, aunque de vez en cuando íbamos a una reunión de negocios, para concretar algunos avances.Escuché cómo Max le indicó al conductor, y me recosté en el asiento.Noah había salido desde temprano a la oficina, y nos encontraríamos en la clínica en unos minutos para la cita, pero lo que me tenía los nervios de punta, era este control de rutina.No sé si todas las mujeres embarazadas les pasara lo mismo, mi mente jugaba conmigo, me mandaba pensamientos negativos de que mi bebé pudiera tener alguna cosa, y solo solté el aire, sintiendo cómo los latidos eran casi un zumbido en mi pecho.La puerta se abrió por el chofer y caminé con la bolsa de mano, acompañada por otro hombre de
NOAH.Los meses en que vi crecer esa barriga, pasaban más rápido de lo que yo quisiera. A veces quería ahorcar a Emma ante su rebeldía por querer llevar una vida cotidiana normal, cuando a veces la veía dormirse, o querer estar metida en un sofá leyendo un libro. Pero no, ella quería sobrecargarse de trabajo, y, sobre todo, llevarme la contraria en todo.La visita al médico cada mes, era mi cita preferida. Sin embargo, aún tenía este hielo en mi pecho, como si el miedo no me dejara. Por supuesto había hecho mérito como para que la vida me castigara, así que nunca perdía las mañas.Siempre vigilaba, siempre actuaba primero, y todo el tiempo tenía en la mira a quienes podían dañar a mi familia.Me había enterado de que Anthony se fue a Inglaterra con su hijo. Él ya no era pareja de la madre de este niño, incluso estaba saliendo con una modelo reconocida, pero mantenía bajo su mano a estos dos, que en algún momento estuvieron en peligro.De igual forma, siempre trataba de vigilarlo de ce
EMMA.Noah tenía cara de pocos amigos mientras iba en el auto conmigo. Lo miré de vez en cuando, apreté mis labios, y luego giré a la ventanilla.Sabía que me estaba contrariando en lo que había decidido hace mucho tiempo, pero quería hacer todo perfecto antes del nacimiento de Adam.Quería cerrar los ciclos completos, y sobre todo, no permitir que mi pasado se me acercara ni un milímetro a nosotros nunca más.Después de una media hora, el auto se estacionó y Noah fue el primero en salir.Estaba clara que estaba conteniendo su rabia. Tenía una semana pidiéndole que lo hiciera por mí, y que estuviéramos aquí hoy, era una nota en grande de que Noah me amaba con todas sus fuerzas, aunque nunca lo escuchara decirlo.El abogado nos dio la mano en la entrada de la penitenciaría donde tenían a Estela, y pasé mis manos sobre mi barriga de 7 meses de gestación.—Señores… —asentí hacia el abogado en el que Noah tanto confiaba—. Pude encontrar la forma de que el señor Musk estuviera con usted en
EMMA.Una quería que, el embarazo durara toda la vida, porque de cierta forma había sido la etapa más bella y feliz de mi vida, sin lugar a duda los mimos de Noah eran indescriptibles. Su forma de protección, y querer que yo siempre fuese su prioridad, solo hacían que amara a este hombre más de la cuenta.Pero cuando por la noche comenzaron unas puntadas un poco tolerables, supe cuándo me recosté en la cama, que no sería una noche tranquila, y como resultado, a las seis de la mañana estaba con Noah entrando a la clínica, desesperada porque sacaran a mi hijo de mí. A pesar de toda la situación, podía ver a Noah inmutable. Él quería dirigir a los médicos en este punto y decirles lo que tenía que hacer, y cuando yo estaba en medio del desespero y el dolor, tuve que halarlo de la camiseta medio puesta que se puso para salir, y hacer que me mirara.—Deja tu put* control para otro momento y deja que ellos me oliven, ¡Noah, por el amor de Dios…! —noté su mandíbula tensarse, y asintió.—Esto