EMMA.El fin de semana se hizo más lento de lo que quería. Y, al fin y al cabo, no me estaba gustando ya este apartamento.Era domingo en la mañana cuando comencé a recoger algunos libros, y a meter la ropa en cajas, y luego comencé a buscar una casa más cómoda en el sitio web de arrendadoras.El abogado me dijo que posiblemente en unas semanas estuvieran desembolsando el dinero de la casa que había vendido, y quería cambiar mi auto también.No estaba corta de dinero, y lo que más podía hacer, era buscar un mejor lugar.Estaba en pijama, el cabello en una coleta, y una mascarilla cuando la puerta sonó.Me levanté tranquila, últimamente recibía notificaciones del juzgado, aunque hoy era domingo y eso no podía pasar.Me quedé estática cuando vi a Noah en una camisa azul oscuro remangada, que dejaba a la vista sus tatuajes, recostado a la pared, y me sonrió recorriendo mi cuerpo con sus ojos de forma descarada.—Me encanta tu pijama… —tomé el aliento y negué.Había estado con él todo el
EMMA.Noah guardó mis pantis negros en su bolsillo de la chaqueta, y me apresuré a arreglarme el vestido mientras negué.—Realmente eres un loco andante… —y sus dedos apretaron mi boca, para darme un beso hambriento.Tomé unas toallas del dispensador y las mojé un poco para limpiar su boca y cuello, y luego dejé mi bolsa en la encimera, para retocarme los labios.—Ellos pensarán que no somos serios.—Hay cosas más importantes que atender, no es mi culpa… —su mano se enredó en mi cintura, y luego me quedé quieta mirando nuestra imagen en el espejo.Era un sueño esta imagen, y la guardaría para siempre en mi mente.—Eres bellísima, nena… —me susurró en el odio—. Vamos… nos esperan.De vuelta nos soltamos de las manos, y los mismos tres hombres volvieron a levantarse. Uno de ellos, era el gerente de Noah, que, por alguna razón, no había reconocido cuando llegamos.Nos presentamos en el instante, y cuando nos sentamos, uno de los representantes rusos comenzó.El hombre cayado, deduje que
EMMA.No pude hacer nada más que estirar mi mano, pero antes de que hicieran contacto, Noah salió de su estado quieto, y la quitó, observando a este hombre de forma amenazante.—Aléjate de ella… —le dijo en forma de advertencia, y ese hombre llamado Anthony, le sonrió como si fuese un juego.—Creo que Emma, es más de lo que creo… no voy a desvanecerla por tocarla, Noah… no seas exagerado…Me acerqué más al cuerpo de Noah ante la situación.—¿Qué haces aquí?—¿Qué, más? Negocios… tu empresa es la mejor, y solo me uno con los mejores… —Anthony volvió su cabeza hacia mí—. ¿Por qué no nos sentamos y terminamos el asunto?—No hay asunto… si estás en estos negocios, eres un fracaso… solo es una payasada lo que hiciste para decirme que estás en New York, pensé que habías madurado, pero sigues siendo un niño…Noah se movió, pero la palma de Anthony en su pecho lo detuvo.Estaba temblando en este punto. El gerente de Noah y los secuaces de Anthony se despajaron como si entendieran que ya no de
NOAH.—¡Noah! —escuché un grito incesante, pero no pude dejar de golpear el pasamanos, hasta que sentí que se me quebraron los huesos—. ¡Noah!, ¡Noah…! ¡Por favor…!Había demasiada furia en mi cuerpo, tanta que cuando me giré, había empujado a Emma, y tuve que parpadear para que la visión dejara de estar nublada.Ella estaba agitada, y sobre todo aterrada, así que me detuve por un momento, pero me sentía ahogado.—Emma… —noté como las lágrimas salían por sus ojos, mientras sus labios intentaban pegarse unos a otros, y contraía sus ganas de llorar.—Debemos… hay que llevarte a un médico… te rompiste las manos… —su voz estrangulada me hizo negar, y en el momento bajé mi mirada a las manos, que estaban llenas de sangre.El conductor ya nos estaba llevando al apartamento seguro. No quería encontrarme a Andrea por nada del mundo, y necesitaba con urgencia dejar a Emma segura, mientras intentaba idear un plan para desviar los ojos de Anthony sobre ella.—Déjame que llame a un médico… que ve
NOAH.9 AÑOS ANTES… —¿Quién lo iba a imaginar? 27 años, y estás planeando una boda… —sonreí mientras dejé las mancuernas en el suelo y luego tomé una toalla para limpiarme el sudor.—Deberías estar feliz de tu parte… —Antony me observó serio, y luego asintió.—Estoy feliz por ti, y por Alison… aunque no creas, si mi hermana se hubiese fijado en ti hace unos cuatro años o cinco, la hubiese sacado del país en un segundo…Sonreí negando, y luego me metí a las duchas.Hace unos cuatro años, Anthony, Harry y yo pertenecíamos a unas pandillas sumamente peligrosas. Los tres nos habíamos confabulado para tener asuntos ilegales como drogas, armamento, y toda clase de males, que hacían que nuestras familias estuvieran sumidas en una preocupación constante.No es que ahora tuviésemos una corona encima de nuestras cabezas, pero después de conocer a Alison Mars, la hermana de Anthony, hace dos años aproximadamente, había sentado un poco la cabeza, aceptando trabajar en los negocios de mi padre y
NOAH.9 AÑOS ANTES… No vi las agujas de velocidad que marcaban el auto, mi pie estaba aplastando el acelerador sin piedad mientras esquivaba los autos, sin control alguno.Harry tomó la autopista, sabía que tenía miedo de mí, porque no tenía una dirección correcta de su auto. Entonces comencé a tocar la bocina para que se detuviera, porque gastaría mi puño en su cara todas las veces que pudiera.Sin embargo, él aceleró y yo pisaba su camino.No sé cuántos desvíos nos tomamos, pero cada vez nos quedábamos más solas, a excepción de dos autos que iban detrás de nosotros y que supuse era Anthony, la familia de Harry, pero estaban alejados al menos un kilómetro de nosotros.Los momentos con Harry, Anthony, y la misma Alison pasaron por mi mente, y no pude evitar que mi pie se soltara por un momento del acelerador, cuando mi garganta se comprimió.Sin embargo, me agité muy rápido cuando una gandola tocó su bocina alertándome de forma ruda, y traté por todos los medios de apretar el freno.
NOAH.9 AÑOS ANTES… —Noah… —levanté la vista para ver a mi madre llegar, y sin decirme alguna otra palabra me abrazó.No pude evitar que las lágrimas cayeran, esto era una mierd@ de pesadilla.—Hijo…—Mamá… —tomé su rostro—. Alison estaba en la cama muerta cuando la encontré… ella… ella…Y un grito ahogado cortó nuestra conversación a continuación.Marta y Anthony entraron al pasillo, y luego el padre de Alison vino detrás de ellos.—Noah… —Anthony gesticuló mientras apreté mi mandíbula—. ¿Dónde está mi hermana? ¿Qué ha pasado?—Señor Musk… ¿Puede venir un momento? —una doctora pidió interrumpiendo, sin saber que la familia de Alison había llegado y ellos no dudaron en invadirla al instante.—¿Qué ha pasado con mi hija?, ¡dígame doctora! —Marta se alteró, y la mujer me observó sin saber por qué ellos no sabían, aunque Alison estaba muerta.—Pensé… que ya habían sido informados… ¿Quiénes son ustedes?—Soy su madre… ¿Dónde está mi hija?La doctora volvió la mirada a mí y luego a ellos.
NOAH. TIEMPO PRESENTE… Había un silencio demasiado largo. No sé cuánto tiempo me tomé en contar la historia, aún estaba de pie, pero sentía que me había regresado al pasado de alguna forma, y cuando alcé la vista, Emma ya se había sentado en el sofá y solo miraba largamente al suelo. Como si estuviese perdida en ese pasado también. —Es una guerra de nunca acabar… —ella por fin dijo algo, levantando la mirada, y asentí de forma lenta ante su conclusión. No sé cómo lo hacía, pero siempre entendía a la perfección sin muchos rodeos todo de mí, y solo en este momento pensé que nunca había podido conectarme de esta manera con alguien más. —Nunca va a acabar Emma… esto no… —Pero… —me interrumpió levantándose y achiqué los ojos—. ¿Por qué hacerse daño de esta forma si ninguno de ustedes es culpable…? Ni tú, ni él… ¿No te das cuenta? —En este punto ya somos los suficientes culpables de muchas cosas… tal vez en el inicio, no, pero ahora no hay manera de sacarlo… Emma llevó las manos a