NOAH.9 AÑOS ANTES… —¿Quién lo iba a imaginar? 27 años, y estás planeando una boda… —sonreí mientras dejé las mancuernas en el suelo y luego tomé una toalla para limpiarme el sudor.—Deberías estar feliz de tu parte… —Antony me observó serio, y luego asintió.—Estoy feliz por ti, y por Alison… aunque no creas, si mi hermana se hubiese fijado en ti hace unos cuatro años o cinco, la hubiese sacado del país en un segundo…Sonreí negando, y luego me metí a las duchas.Hace unos cuatro años, Anthony, Harry y yo pertenecíamos a unas pandillas sumamente peligrosas. Los tres nos habíamos confabulado para tener asuntos ilegales como drogas, armamento, y toda clase de males, que hacían que nuestras familias estuvieran sumidas en una preocupación constante.No es que ahora tuviésemos una corona encima de nuestras cabezas, pero después de conocer a Alison Mars, la hermana de Anthony, hace dos años aproximadamente, había sentado un poco la cabeza, aceptando trabajar en los negocios de mi padre y
NOAH.9 AÑOS ANTES… No vi las agujas de velocidad que marcaban el auto, mi pie estaba aplastando el acelerador sin piedad mientras esquivaba los autos, sin control alguno.Harry tomó la autopista, sabía que tenía miedo de mí, porque no tenía una dirección correcta de su auto. Entonces comencé a tocar la bocina para que se detuviera, porque gastaría mi puño en su cara todas las veces que pudiera.Sin embargo, él aceleró y yo pisaba su camino.No sé cuántos desvíos nos tomamos, pero cada vez nos quedábamos más solas, a excepción de dos autos que iban detrás de nosotros y que supuse era Anthony, la familia de Harry, pero estaban alejados al menos un kilómetro de nosotros.Los momentos con Harry, Anthony, y la misma Alison pasaron por mi mente, y no pude evitar que mi pie se soltara por un momento del acelerador, cuando mi garganta se comprimió.Sin embargo, me agité muy rápido cuando una gandola tocó su bocina alertándome de forma ruda, y traté por todos los medios de apretar el freno.
NOAH.9 AÑOS ANTES… —Noah… —levanté la vista para ver a mi madre llegar, y sin decirme alguna otra palabra me abrazó.No pude evitar que las lágrimas cayeran, esto era una mierd@ de pesadilla.—Hijo…—Mamá… —tomé su rostro—. Alison estaba en la cama muerta cuando la encontré… ella… ella…Y un grito ahogado cortó nuestra conversación a continuación.Marta y Anthony entraron al pasillo, y luego el padre de Alison vino detrás de ellos.—Noah… —Anthony gesticuló mientras apreté mi mandíbula—. ¿Dónde está mi hermana? ¿Qué ha pasado?—Señor Musk… ¿Puede venir un momento? —una doctora pidió interrumpiendo, sin saber que la familia de Alison había llegado y ellos no dudaron en invadirla al instante.—¿Qué ha pasado con mi hija?, ¡dígame doctora! —Marta se alteró, y la mujer me observó sin saber por qué ellos no sabían, aunque Alison estaba muerta.—Pensé… que ya habían sido informados… ¿Quiénes son ustedes?—Soy su madre… ¿Dónde está mi hija?La doctora volvió la mirada a mí y luego a ellos.
NOAH. TIEMPO PRESENTE… Había un silencio demasiado largo. No sé cuánto tiempo me tomé en contar la historia, aún estaba de pie, pero sentía que me había regresado al pasado de alguna forma, y cuando alcé la vista, Emma ya se había sentado en el sofá y solo miraba largamente al suelo. Como si estuviese perdida en ese pasado también. —Es una guerra de nunca acabar… —ella por fin dijo algo, levantando la mirada, y asentí de forma lenta ante su conclusión. No sé cómo lo hacía, pero siempre entendía a la perfección sin muchos rodeos todo de mí, y solo en este momento pensé que nunca había podido conectarme de esta manera con alguien más. —Nunca va a acabar Emma… esto no… —Pero… —me interrumpió levantándose y achiqué los ojos—. ¿Por qué hacerse daño de esta forma si ninguno de ustedes es culpable…? Ni tú, ni él… ¿No te das cuenta? —En este punto ya somos los suficientes culpables de muchas cosas… tal vez en el inicio, no, pero ahora no hay manera de sacarlo… Emma llevó las manos a
NOAHLa miraba largamente.Emma se había quedado dormida hace un par de horas, y yo solo podía recorrer su cuerpo desnudo, como si intentara grabarme a la perfección todo de ella.No podía negar que el acto había sido sublime y liberador al mismo tiempo, hacer el amor con Emma una y otra vez, era una cosa del otro mundo, aunque no sirviera para nada en este momento, pero era la mejor despedida que podía darle.Para ella, para mí…Me ajusté la chaqueta y fue a colocarle una manta encima, notando como los poros de su piel se contraían por el frío.Y aunque eran las 6:30 de la mañana, no dudé en tomar mi teléfono, para llamar a mi gerente general cerrando la puerta de la habitación.Fue en el quinto tono cuando escuché su voz adormilada.—¿Señor Musk? ¿Pasa algo?—Necesito reunirme contigo… cuanto antes…—Claro…Colgué mi teléfono y luego bajé a indicarle a mi seguridad que mantuvieran vigilada a Emma, y di la orden especifica a que la siguieran a donde fuera.No podía quedarse sola en n
EMMA. Haciendo el amor con Noah… —No nunca… —Mi cuerpo tembló ligeramente cuando él dijo esas palabras. No estaba diciéndome que me quería, pero su esencia me lo estaba gritando, ya que él no era capaz de hacerlo. ¿Y cómo podía después de haber pasado lo que pasó? Noah no creía en el amor, y por todo lo que yo había pasado, creo que también escéptica en cuando a ese sentimiento. No pude evitar abrazarlo. Quería llorar como nunca por él y que de alguna forma se sintiera consolado por alguien, pero la conmiseración y la lastima, no eran del agrado de Noah, así que pasé un trago duro para ser fuerte delante de él. Noah llamó a su seguridad, me hizo recoger mis cosas y luego nos subimos a un auto que nos estaba esperando afuera de este edificio. No le pregunté a dónde me llevaba, quizás iríamos directo a su casa donde estaría más tranquilo junto a su seguridad, pero cuando noté que sí estábamos entrando a la mansión, lo miré de forma significativa. Aún tenía la venda en sus manos
EMMA.Pasé al menos una semana en este sofá que estaba odiando mirando a la nada. Algunas veces encendía la televisión y pedía comida a domicilio, y otras veces solo dejaba la música a todo volumen mientras lloraba hasta que me quedaba dormida.No contesté ninguna llamada, aunque siempre miraba el remitente para saber si era el contacto de Noah.El domingo en la madrugada me levanté en una pesadilla, y cuando noté que mi bata estaba pegada a mi cuerpo, comprobé que estaba teniendo un poco de temperatura.No pude dormir después de esto, y en ese instante comencé a empacar todas mis cosas. No quería estar en este apartamento lleno de recuerdos ni un día más, y me dediqué toda la tarde a buscar casas por internet.El día lunes me alisté, me hice una coleta y llegué a la oficina sin saber que iba a hacer a partir de ahora.Ahí mismo se encontraba una nueva asistente con una sonrisa para mí cuando me vio, y me pregunté qué había pasado con la anterior, pero no le di mucha importancia en el
EMMA.Tres días después.Viernes.Llegué con Mia a Cancún por la mañana, y pagué con mi tarjeta un hospedaje de 15 días. Yo solo podía sonreír viendo a la chica emocionada tomando fotos, y por primera vez, quise ser una persona diferente a mí, o al menos estar en el lugar de ella.Nos dieron la bienvenida con unos mariachis, y unas bailarinas de faldas largas, mientras Mia se tomó fotos en cada lugar que se detenía.Un chico vino a nosotras con unas bandejas para darnos un vaso pequeño que contenía tequila, y lo tomé de un trago para arrugar mi cara mientras el líquido quemó mi garganta.—¡Emma…! ¡Me voy a morir de felicidad…! —Me giré para ver gritando a Mia grabando un video de la música, y sonreí recordando que le había exigido no más “señorita Johnson” en su boca.Además, había tenido que ir a la casa de sus padres, para que de cierta forma creyeran que su jefa la iba a llevar a un viaje con todo pago.Mia tenía 22 años, era una chica de casa, y había tenido la suerte de contar co