—¡Hija! —Escuché la voz de mamá.Me levanté sin alejar la mirada del celular y sin dejar de sonreír, de repente escuché.—Y ella es mi hermana Alexia. Giré sobre mi propio eje al tiempo que levanté la mirada y justo ahí la sonrisa que había en mi rostro se congeló, mi garganta se secó al instante. El mundo es tan grande y a la vez parece un puto pañuelo. Tendió su mano con una sonrisa.—Mucho gusto Alexia, mi nombre es Alan Mendoza Vásquez. Era él, era él frente a mí, Mr Sexy, estaba segura que era él, estaba mucho más guapo, era mi golondrina, una golondrina que ya estaba en otro nido. Una corriente me atravesó la parte inferior del vientre con un dolor insoportable que empezaba a subirme por el pecho. En ese momento ni siquiera era consciente que él seguía con la mano extendida. Sólo regresé del trance cuando Vanessa se acercó y tocó mi brazo. —Ale —Susurró.Sacudí la cabeza y pasé saliva tratando de deshacer el nudo que se había formando en mi garganta. Tendí la mano y estreché
Todos se callaron al instante, sus miradas se fijaron en mí. Me senté, Vanessa se sentó junto a mí.»Lo siento… —me disculpé, la razón no era por desmayarme y dañar todo, sino por gustarme su novio, por fantasear con un hombre que ahora era de otra, prohibido hasta los huesos para mí.Me pasó las manos por el cabello.—¿Segura que te sientes bien? Es mejor llamar a un doctor. —Estoy bien, seguro se me bajó el azúcar por no desayunar, hoy no he comido nada —intenté sonreír —, lo siento, me disculpo no quería arruinar este momento tan importante.—No seas tontita, no pasa nada, ¿verdad chiqui?Tendió su mano y él la tomó, seguí ese movimiento con la mirada y dolió.—Así es, lo importante es que estés bien.Se hincó para quedar a mi misma altura, pero yo me levanté de golpe. Doblé las manos detrás de la espalda tratando de ocultar la incomodidad.— Solo fue por no comer, estoy bien —sonreí —, no hay por qué preocuparse. Hay que celebrar, por fin conocimos al famoso chiqui.Todos soltar
Por alguna razón que desconocía los ojos se me rebozaron por las lágrimas, un nudo demasiado grande se me formó en la garganta impidiéndome respirar. —¿Quién es? —escuché la voz de Luca.La chica abrió la puerta del todo y entonces lo vi, solo tenía una pequeña bermuda, Luca levantó la mirada y al verme su gesto se alteró.—Chispita… —Susurró.Mi labio inferior tembló traicioneramente.—No quería interrumpir, no debí venir —susurré en un pequeño hilo de voz.Me miró a los ojos, en sus ojos vi lo mismo que había en los mios, un dolor tan profundo que no entendía. Giré y empecé a caminar.—Chispita, espera…Giré la cabeza y lo vi salir tras de mí, por alguna razón que desconocía en ese momento salí corriendo, ni siquiera tomé el ascensor, bajé por las escaleras, escuchaba su voz, pero no me detuve, no quería parar y por alguna razón desconocida había empezado a llorar mi corazón se apretó y en algún lugar de mi cuello empezó a palpitar una vena como si fuera a explotar.Mi corazón se
Nunca había visto unos ojos como esos; una mezcla de verde y marrón, e incluso dependiendo de la luz parecían amarillos como los de un lobo. Definitivamente uno de los colores más fascinantes y con más matices que existen. Las facciones de su rostro eran demasiado perfectas, sus pómulos, la barbilla bien definida, brazos grandes y fuertes, bajo ese uniforme ajustado se marcaba un cuerpo atlético. Por la expresión de su rostro parecía un chico frío como el hielo, pero cuando sonreía se le dibujaban unos perfectos hoyuelos, una sonrisa de sus labios carnosos que brillaban más que los rayos del sol. ¿Cómo era posible que se viera tan bien de las dos formas? Pensé; corazón podrías fijarte en él para olvidar al Mr Sexy. El bartender puso una copa delante de mí, sacudí la cabeza y regresé a la realidad.—Como eres nueva el primer trago va por cuenta del club —dijo con voz varonil, hasta su voz era linda.—¿Cómo sabe que soy nueva?—A este lugar vienen muchas personas todos los días —son
Narrador omnisciente.Alexia pido otra copa y cuando se tomó el último trago este le supo amargo, no sabía si era los efectos del alcohol o por el cóctel de emociones que le atravesaron el pecho. Algunos tipos intentaron acercarse, pero el bartender con un gesto y una mirada les dejaba claro que no lo hicieran. Mientras él seguía sirviendo licores por el rabillo del ojo observaba a la chica de ojos azules turquesa. Sentía empatía por ella, porque era muy evidente que no era una chica acostumbrada a tomar y si lo hacía era porque algo le estaba afectando. Alexia clavó la cabeza en la barra y se agarró del borde con fuerza, pues sentía que todo le estaba dando vueltas. Al igual que lo hacían todos esos pensamientos en su cabeza, de repente las lágrimas se empezaron a represar en sus ojos hasta que no pudo contenerse más y empezó a llorar. Alexia intentó levantar la cabeza para pedir otro trago, ya no podía ni sostenerla, solo hizo una pequeña señal con su dedo índice. Josh se acercó
.Alexia se alejó abruptamente, intentó cubrirse la boca, pero las arcadas eran incontenibles, así que Luca la tomó de los hombros haciendo que girara sobre sí, con su mano derecha enredó su cabello para que no se lo embarrara más. Mientras Alexia seguía devolviendo todo lo que se había tomado él buscó en su bolsillo una liga para el cabello; como se lo dijo un día, siempre andaba con una liga de cabello para recogerlo. Y así lo hizo.Él sabía que así ningún taxi iba a llevarlos, así que la tomó en brazos, cruzó la calle hasta llegar a un pequeño parque que estaba cerca. La dejó sobre un banco, Alexia no podía ni sostener la cabeza. Se quitó la camisa e intentó limpiarle la ropa y el rostro, mientras lo hacía dijo.—Debo estar loco o en definitiva quererte mucho para hacer esto. Por un momento Alexia abrió los ojos se lanzó a su cuello rodeándolo con los brazos y empezó a llorar. Luca la abrazó, como siempre lo hacía, tratando de entender el enredo de palabras que salían de su b
EL MARIDO DE MI HERMANACuando sus labios se encontraron con fiereza su autocontrol se iba desvaneciendo. Luca reclamó sus labios hasta dejarla casi sin respiración, las manos de Alexia empezaron a descender, Luca la atrajo hacia él abruptamente poniendo sus brazos alrededor de su cintura inmovilizándola. Susurró en su oído con dulzura. —Mi chispita, la pasión y el deseo es una mezcla peligrosa que puede nublar la razón, mucho más si lo mezclamos con alcohol. Yo no puedo dejarme guiar por el corazón y tú tampoco. No existe una manera decente de rechazar a una belleza como tú, más sintiendo lo que siento…. —Esas últimas palabras salieron en un susurro apenas perceptible. Luca empezó a enjabonar su cuerpo.»Yo no quiero crear momentos contigo de los cuales luego te arrepientas, todos los momentos que pasamos juntos quiero que sean solo de bellos recuerdos sin arrepentimientos. … *☆*☆*☆*☆*☆*☆*☆*☆*☆Narra Alexia.Lo empujé contra la pared buscando sus labios con avidez, me mi
Sacó dos píldoras de su bolsillo.:—Esto es para la resaca. Recibí la bolsa.—¿Qué hora es? —inquirí.Volvió a sonreír.—La una de la tarde.Mis ojos casi se salen de su lugar, ¿cómo pude dormir tanto? —Me van a asesinar en casa. Me dejé caer en la cama ignorando que estaba semidesnuda. Luca se acercó, sonrió y dejó un ligero beso en mi frente.—No te preocupes mi chispita, yo hablé con mi tía, le dije que se nos hizo tarde por eso no te llevé a casa, también le dije que hoy quedamos en almorzar y luego yo mismo te iba a llevar. Solté todo el aire acumulado. Por un momento olvidé todo, lo miré a los ojos sin pronunciar palabras y me pregunté; ¿por qué eres tan lindo?Él giró sobre su propio eje y antes que cruzara el umbral exclamé. —Luca…Me miró.»Gracias. Me hizo una pequeña reverencia y salió de la habitación cerrando la puerta. Abrí el paquete, había un vestido negro corto de punto manga larga acampanada con cuello en V. Un conjunto de lencería del mismo color y unos boti