Nunca había visto unos ojos como esos; una mezcla de verde y marrón, e incluso dependiendo de la luz parecían amarillos como los de un lobo. Definitivamente uno de los colores más fascinantes y con más matices que existen. Las facciones de su rostro eran demasiado perfectas, sus pómulos, la barbilla bien definida, brazos grandes y fuertes, bajo ese uniforme ajustado se marcaba un cuerpo atlético. Por la expresión de su rostro parecía un chico frío como el hielo, pero cuando sonreía se le dibujaban unos perfectos hoyuelos, una sonrisa de sus labios carnosos que brillaban más que los rayos del sol. ¿Cómo era posible que se viera tan bien de las dos formas? Pensé; corazón podrías fijarte en él para olvidar al Mr Sexy. El bartender puso una copa delante de mí, sacudí la cabeza y regresé a la realidad.—Como eres nueva el primer trago va por cuenta del club —dijo con voz varonil, hasta su voz era linda.—¿Cómo sabe que soy nueva?—A este lugar vienen muchas personas todos los días —son
Narrador omnisciente.Alexia pido otra copa y cuando se tomó el último trago este le supo amargo, no sabía si era los efectos del alcohol o por el cóctel de emociones que le atravesaron el pecho. Algunos tipos intentaron acercarse, pero el bartender con un gesto y una mirada les dejaba claro que no lo hicieran. Mientras él seguía sirviendo licores por el rabillo del ojo observaba a la chica de ojos azules turquesa. Sentía empatía por ella, porque era muy evidente que no era una chica acostumbrada a tomar y si lo hacía era porque algo le estaba afectando. Alexia clavó la cabeza en la barra y se agarró del borde con fuerza, pues sentía que todo le estaba dando vueltas. Al igual que lo hacían todos esos pensamientos en su cabeza, de repente las lágrimas se empezaron a represar en sus ojos hasta que no pudo contenerse más y empezó a llorar. Alexia intentó levantar la cabeza para pedir otro trago, ya no podía ni sostenerla, solo hizo una pequeña señal con su dedo índice. Josh se acercó
.Alexia se alejó abruptamente, intentó cubrirse la boca, pero las arcadas eran incontenibles, así que Luca la tomó de los hombros haciendo que girara sobre sí, con su mano derecha enredó su cabello para que no se lo embarrara más. Mientras Alexia seguía devolviendo todo lo que se había tomado él buscó en su bolsillo una liga para el cabello; como se lo dijo un día, siempre andaba con una liga de cabello para recogerlo. Y así lo hizo.Él sabía que así ningún taxi iba a llevarlos, así que la tomó en brazos, cruzó la calle hasta llegar a un pequeño parque que estaba cerca. La dejó sobre un banco, Alexia no podía ni sostener la cabeza. Se quitó la camisa e intentó limpiarle la ropa y el rostro, mientras lo hacía dijo.—Debo estar loco o en definitiva quererte mucho para hacer esto. Por un momento Alexia abrió los ojos se lanzó a su cuello rodeándolo con los brazos y empezó a llorar. Luca la abrazó, como siempre lo hacía, tratando de entender el enredo de palabras que salían de su b
EL MARIDO DE MI HERMANACuando sus labios se encontraron con fiereza su autocontrol se iba desvaneciendo. Luca reclamó sus labios hasta dejarla casi sin respiración, las manos de Alexia empezaron a descender, Luca la atrajo hacia él abruptamente poniendo sus brazos alrededor de su cintura inmovilizándola. Susurró en su oído con dulzura. —Mi chispita, la pasión y el deseo es una mezcla peligrosa que puede nublar la razón, mucho más si lo mezclamos con alcohol. Yo no puedo dejarme guiar por el corazón y tú tampoco. No existe una manera decente de rechazar a una belleza como tú, más sintiendo lo que siento…. —Esas últimas palabras salieron en un susurro apenas perceptible. Luca empezó a enjabonar su cuerpo.»Yo no quiero crear momentos contigo de los cuales luego te arrepientas, todos los momentos que pasamos juntos quiero que sean solo de bellos recuerdos sin arrepentimientos. … *☆*☆*☆*☆*☆*☆*☆*☆*☆Narra Alexia.Lo empujé contra la pared buscando sus labios con avidez, me mi
Sacó dos píldoras de su bolsillo.:—Esto es para la resaca. Recibí la bolsa.—¿Qué hora es? —inquirí.Volvió a sonreír.—La una de la tarde.Mis ojos casi se salen de su lugar, ¿cómo pude dormir tanto? —Me van a asesinar en casa. Me dejé caer en la cama ignorando que estaba semidesnuda. Luca se acercó, sonrió y dejó un ligero beso en mi frente.—No te preocupes mi chispita, yo hablé con mi tía, le dije que se nos hizo tarde por eso no te llevé a casa, también le dije que hoy quedamos en almorzar y luego yo mismo te iba a llevar. Solté todo el aire acumulado. Por un momento olvidé todo, lo miré a los ojos sin pronunciar palabras y me pregunté; ¿por qué eres tan lindo?Él giró sobre su propio eje y antes que cruzara el umbral exclamé. —Luca…Me miró.»Gracias. Me hizo una pequeña reverencia y salió de la habitación cerrando la puerta. Abrí el paquete, había un vestido negro corto de punto manga larga acampanada con cuello en V. Un conjunto de lencería del mismo color y unos boti
Estaba tomando un poco de jugo para irme a la universidad, justo en ese momento bajó Vanessa con una sonrisa enorme, me abrazó por los hombros. —Y bien, no me has dicho que te pareció mi chiqui.Le regalé una sonrisa forzada. —Admito que me has dejado sin palabras. Soltó una carcajada.—¿No es lo que esperabas ver, verdad? —inquirió con una sonrisa.—No es el típico nerd de lentes y camisas a cuadros, adicto a los números, a no ser que tenga una pasión oculta por los números como tú.—Es todo lo contrario —Sonrió como tonta—. Es verdad lo que dices hermanita, no hay que juzgar un libro por su portada. Desde que lo conocí llamó mi atención aún cuando nunca me había fijado en ese tipo de hombres.La veía hablar con tanta ilusión era imposible no sentirme mal por lo que sentía aunque no era mi culpa. Dejé el vaso en la mesa, le sonreí mientras dejé un pequeño golpecito en su hombro. —Luego me cuentas con lujo de detalles —miré el reloj de pared que había frente a nosotras —. Se me h
Estaba en el patio trasero mirando como el viento elevaba las hojas de los árboles, disfrutaba del momento, cerré los ojos y pequeños momentos empezaron a aparecer; el club, lágrimas y Luca. Intenté recordar algo más de repente recordé el momento en que vomité encima de Luca, me froté el pelo, joder que vergüenza, por esa razón mi vestido apestaba.—¡Aaaaah! —Gruñí.Eso era demasiado bochornoso, justo en ese momento Vanessa se hizo notar, no tenía idea de cuánto tiempo llevaba observándome. Me miró con un gesto de confusión.—¿Pasó algo? Levanté la cabeza retirando el cabello que traía en el rostro.—Le debo una polera nueva a Luca —hice un puchero.Enarcó una ceja con evidente confusión. —Contexto.—Es horrible, bochornoso —cubrí mi rostro con las manos y lo froté—, se me pasaron las copas y vomité sobre Luca.Hice una pequeña pataleta como niña chiquita. Vanessa soltó una risita y se sentó junto a mí.—Bueno eso sí es bastante vergonzoso. Pobre Luca —soltó una carcajada. La miré
EL MARIDO DE MI HERMANA.Apreté los hombros, no podía aplazarlo más. —Por supuesto. Sonrió con tristeza, definitivamente no me gustaba verle esa expresión, amaba más verle esa sonrisa llena de maldad. Se quedó platicando con mamá mientras yo subía a cambiarme. Cuando se despidió le dijo que me iba a robar unos minutos, mamá le respondió con una sonrisa; Sé que está en buenas manos. —Si quieres, damos una vuelta por el parque que está por aquí cerca, para que no tengas que alejarte mucho de casa.Eso sí lo entendí y dolió, sabía que lo había evitado y pensó que yo no quería estar cerca de él. No fui capaz de responder, solo asentí. Caminamos en silencio unos minutos como si ninguno fuera capaz de romperlo. Nos sentamos en una banca y él fue el primero en cortar el silencio incómodo.—Me estabas evitando —no lo preguntó lo afirmó.Aclaré mi garganta.—Claro que no, tenía que entregar un trabajo por eso estuve ocupada. Luca soltó una risita, me miró a los ojos y con seguridad respo