—Jamás haría algo sin tu consentimiento, jamás cruzaría esa pequeña línea sin que estés consciente de ello. No lo haría aún cuando te ves jodidamente sexy, con y sin ropa, aún cuando quisiera poseerte. Jamás haría algo de lo que luego te arrepientas. No soy ese tipo de hombre. Jamás crearía momentos contigo de los cuales te arrepientas. Sus ojos se cristalizaron, yo sentí un nudo en la garganta. —Yo solo quería decirte que ella no significa nada para mí, solo fue sexo. Y sí, no debería explicártelo, pero sentía que lo tenía que hacer por alguna razón.Se levantó, lo tomé del brazo.—Soy una tonta, no quise ofenderte, discúlpame. Bajó la mirada. Entrelazó su mano con la mía con fuerza y me dedicó una cálida sonrisa.—Chispita, siempre que pueda protegerte lo haré porque te quiero.Ese te quiero sonó tan fuerte y extraño, sería por la seriedad con la que lo dijo. Levantó la mano y me pasó suavemente los dedos por la mejilla hasta el mentón, dejó un pequeño apretón.»Quiero que se
—Todo muy bien —respondí solo lo necesario, quería huir lo más rápido posible.—Me da gusto.Nos volvimos a quedar en silencio, yo miré la pantalla del celular, mientras él miraba toda la sala, de repente sentí su mirada sobre mí, levanté la mirada y me encontré con la suya. —Alexia.—Dime. —¿Esperabas algo mejor para tu hermana? —soltó.Casi se me salen los ojos. Intenté forzar una sonrisa, pero a cambio me salió una sonrisa malvada, no supe porqué carajos las expresiones me traicionaban. —¿Por qué me preguntas eso? —respondí con otra pregunta.—Es que he notado que eres algo distante y prevenida conmigo, por eso lo pensé. Déjame decirte que no tengo intenciones de hacerle daño a tu hermana, si crees que por ser así —señaló sus tatuajes—, podría jugar con sus sentimientos.Lo que me faltaba, solté una risita histérica, me salió tan natural, él me miró desconcertado. Lo miré fijamente de pies a cabezas. —No me conoces como para que digas que juzgo a las personas por como se ven.
Disfruté del cóctel con pequeños tragos, me perdí en algún lugar de mis pensamientos hasta que escuché muy cerca de mí. —Se nota que tu novio te quiere mucho.Lo miré, primero me perdí en esos ojos, luego mi gesto de confusión lo decía todo, él se dio cuenta y agregó.»El chico que vino por ti la otra noche. Solté una risita y llevé la copa a mis labios.—Él no es mi novio, es mi mejor amigo. Josh se encogió de hombros.—¿Y eso qué? ¿Acaso los amigos no se enamoran? No supe qué responder. Ante mi silencio él continuó.»Yo también miro a mi mejor amiga de la manera en que ese chico te mira a ti. Me guiñó un ojo y giró sobre sus talones para seguir preparando cócteles. En ese momento no entendí de qué hablaba. Negué con la cabeza, estaba loco. Narrador omnisciente.Alan nació en Nueva Jersey, pero cuando era pequeño se mudo a Valencia, España. Sus padres vivían en Nueva Jersey, su padre era ingeniero y su madre era chef, de ella heredó el gusto por la cocina, ya que se le daba muy
Su amigo lo invitó a un centro de conferencias y convenciones de contadores para presentarle al dueño de la empresa que le había mencionado. La convención era en Nueva Jersey, ese lugar que le traía recuerdos tan tristes. En ese lugar su amigo saludó a un amigo de él que estaba en compañía de una chica, su sonrisa era tan grande que hasta daban ganas de contagiarse de ella. Alan estrechó su mano.—Mucho gusto, me llamo Vanessa. Algo en esa chica le producía curiosidad, tal vez era esa sonrisa, aunque en ese momento no le prestó mucha atención. Fue después en esos tres días que se seguían cruzando una y otra vez. …La historia de Vanessa ya la conocemos, aunque su personalidad era totalmente opuesta a la de su hermana Alexia, incluso sus gustos, hasta su apariencia, ellas no se parecían en nada. Vanessa estaba enfocada primero en sus estudios y luego en su carrera, ella quería llegar tan lejos como lo soñaba, su motivación era saber que su padre estaba orgulloso de ella, y es que él
EL MARIDO DE MI HERMANA.Faltaba poco para el cumpleaños #25 de Luca, así que empecé a darle los últimos retoques al boceto donde lo dibujé; con esos ojos coquetos y sonrisa malvada, levanté el dibujo y lo observé durante unos segundos, había quedado igual. Solo me faltaba ponerlo en un hermoso marco y escribirle una dedicatoria en la parte de atrás, así que empecé a pensar que escribirle. Soy afortunada de tener en mi vida un salvavidas de grandes palabras y una sonrisa encantadora. Quiero estar siempre en tu vida, creando recuerdos hermosos. Te quiere tu chispita… ¿Me prestas tu mecha para encenderla? Ja,ja,ja,ja. Solté una risita malvada por lo último que puse, sin ese toque perderíamos el encanto. Esa dedicatoria definitivamente la tenía que leer en privado. Hablé con mi tía, ella me dijo que celebraría el cumpleaños en su casa, una cena familiar con amigos cercanos. Le dije a Luca que ese día no podía viajar a Pensilvania, se puso muy triste, pero como siempre lo entendió. P
Nochebuena.A Vanessa se le ocurrió la grandiosa idea de comprar suéteres navideños para todos, yo solo pensaba en la manera de soportar tanto tiempo en un mismo espacio. Lara iba a pasar Navidad con su familia, al igual que Luca, así que no tenía escapatoria. Como era de esperarse mamá empezó con los preparativos de la cena desde el día anterior, y vaya que me advirtió muchas veces que tenía que quedarme en casa toda la noche. Antes de bajar a la sala hablé con Luca por teléfono, él siempre encontraba la manera de hacerme reír. Empecé a bajar las escaleras mientras practicaba la mejor sonrisa falsa, llegué a la sala donde estaban todos reunidos, lo miré solo una fracción de segundo mientras lo saludaba y a pesar de llevar ese ridículo suéter rojo, se veía perfecto. Vanessa me pellizcó las mejillas con una enorme sonrisa, feliz porque me había puesto el estúpido suéter. Fue la noche más espeluznante de todas. Cuando llegó la medianoche empezaron a repartir abrazos, antes de que él
— Se preguntaran el motivo de esta cena…En el momento en que Vanessa puso su mano izquierda sobre la mesa y vi el anillo que llevaba en el dedo anular mi cerebro se desconectó, mis emociones se agolparon en el fondo de mi garganta luchando por salir. Ahí se había perdido la mínima esperanza, si es que la había. Salí del trance cuando todos empezaron a aplaudir, los estaban felicitando por su compromiso. Susurré con una exhalación y una sonrisa en los labios, tan falsa que me dolía la mandíbula y me sentía tan hipócrita. Abracé a Vanessa, solo pude decirle; felicidades. Mentira, yo no me sentía feliz, tenía tantas emociones oscuras que me daba miedo, le di un abrazo corto a Alan, fue como si me estrangularan las entrañas. Seguí sonriendo como si se me hubiera congelado el rostro, era la única manera que tenía para fingir. Mis padres estaban felices, empezaron a planear muchas cosas, en ese momento me desconecté del mundo. Alan miraba a Vanessa de una manera tan bonita, alejé la mira
EL MARIDO DE MI HERMANA.Bailamos hasta que dejé de sentir los pies, tal cual como yo quería. Cuando llegamos a su edificio, no podía dar un paso más y no porque estuviera borracha, por increíble que pareciera estaba sobria, solo que me dolían los pies. Así que Luca me tomó en brazos como si fuera una muñeca y me cargó. Me dejó sobre su cama, se hincó de rodillas y empezó a desatar las correas de mis tacones. Lo detallé en silencio, cada movimiento, cada roce, cada gesto y así definitivamente también era el lenguaje del amor. Así que sentí miedo de escuchar la respuesta a la pregunta que le había hecho. Me tumbé en la cama y le hice señas para que se acomodara junto a mí, apoyé mi cabeza en su pecho y su corazón latía de una manera tan diferente, incluso podría jurar que su respiración se pausaba, ¿eran efectos del alcohol? Pues él había tomado más que yo. Estaba tan cansada, ya no pensaba en nada, mis párpados empezaron a cerrarse hasta que me fundí en un sueño profundo. …Pasé po