Sophie llena de dudas miraba a Dante con mucha molestia y comentaba . . . –La verdad es que, a pesar de que no recuerdo mucho desde que desperté he ido descubriendo más y más cosas sobre mí vida antes del accidente, creo que regreso a mi postura antes del accidente. . . no debemos estar juntos.–le explicó–. Y también está claro que no quiero seguir viviendo en tu casa, no está bien esta relación –añadió en un tono quedo. Dante bajó la vista y todo su cuerpo se tensó y exclamó con fiereza ... –No puedo dejarte marchar . . .–No estás en condiciones para valerte por sí sola. –Eso no es así . . . .–Respondió ella –No Sophie. . .Será como abandonarte a tu suerte, . . . me siento responsable de ti y mi hijo. . . –Apartarte de mí lado en este momento es algo prematuro. –Tengo una solución mejor –se oyó murmurar, antes de pensar bien siquiera lo que iba a decir. No era algo habitual en él, y eso lo sorprendió–. –¿Por qué no te vienes conmigo a Italia esta noche? –¿A Italia? –repitió
Ya iban llegando al hostal de los padres de Sophie, se sentía un poco tranquila, la brisa marina la relajó, ese ambiente era su paraíso. Ella miró por la ventanilla mientras subían por un serpenteante camino de piedra con frondosos árboles a ambos lados. Abrió mucho los ojos, admirada, al ver el enorme caserón con cuatro torres que se alzaba sobre la colina. Era un pequeño castillo. Debía haber una vista magnífica de la campiña desde allí arriba. –Es un sitio precioso –comentó cuando se detuvieron frente al caserío. –Está un poco apartado, no te parece . . . –le advirtió Dante mientras se bajaban del coche–. Espero no te sientas un poco sola aquí. . . tus padres y tu hermano trabajan en el hostal. Tú eres la encargada de la administración y tu hermano Olliver es uno de los chef. Tú madre y tu padre adpotivo están encargados de la recepción . . . los fines de semana se llena. –Estaré bien –le aseguró Sophie El chófer sacó del vehículo el transportín de copito. Sophie se agachó par
Esa noche Sophie preparó la cena, había sido el día libre de Jacobo y su esposa. Así que tomo una revista y preparó la cena para ella y Dante. Al otro día él tenía que salir de viaje luego de estar con ella dos semanas se marcharía. Sophie quería darle un detalle por la dedicación de él en las dos semanas que permaneció en el hotel. –¡Tú hiciste la cena! . . . no en serio . . . –Bueno, no me darán una estrella Michelín ni nada de eso, pero me ha quedado bien –respondió ella muy seria. –Tiene muy buena pinta –comentó él cuando ella puso el plato de él delante. –Espero que también sepa bien –respondió ella mientras se sentaba. Empezaron a comer con apetito. Dante saboreó el plato en silencio, disfrutando de cada bocado. Ella lo miro y sonriendo exclamó . . . –¡Te gusto! El la miro y asintió con la cabeza exclamando . . .–Realmente está exquisito, . . . cómo que lo llevas en la sangre. Olliver también cocina excelente. Le está enseñando a Ariana . –Si eso me conto mama, el
Por el estado de angustia de Sophie y que no era conveniente por su embarazo el psiquiatra acepto la consulta de Sophie para ese día, así que ella, Dante y su madre se presentaron a la consulta del psiquiatra de Sophie. Ella le comento sus recuerdos vagos y la pesadilla . . . –Esa pesadilla me hizo revivir el accidente –le confesó–, y al despertar he recobrado lo que me paso ese día doctor. El psiquiatra la miro con atención y exclamó. –¿Así, de repente?. .. –Lo que vio es lo que la tiene así de angustiada. . . señora Sophie –Así, de repente –le confirmó ella con un nudo en el estómago–.. . –Si. . . lo que vi me tiene mal y no se cómo proceder ahora. . . –¿Qué fue lo que vio . . . –A una mujer que me empujaba hacia la escalera. . . en su mirada había odio y antes de perder mi conciencia desde abajo vi que ella sonreía. . . –Reconoce a la mujer . . . es alguien cercana . . . –Si. . . es Angela. . la madre de Dante. –Está segura que fue esa persona a la que vio. . . –¡Si!.
Dante se paró frente a la imponente puerta de la casa de su madre, con el corazón lleno de incertidumbre y determinación. Sabía que esta conversación sería difícil, pero era necesario para desentrañar la verdad detrás de los oscuros eventos que rodeaban la caída de Sophie. Era ya de noche cuando Dante llegó a la casa de su madre. EL ama de llaves lo hizo pasar al salón y se fue a la biblioteca. –No dile que ahora no me siento bien señora Mariel . . . que venga mañana. En ese instante Dante que estaba parado detrás de la mucama exclamo . . . –No madre. . . me atenderás ahora. Angela dio automáticamente un paso atrás, pero no retiró la mano del pomo de la puerta. Esta estaba ligeramente abierta. Además, por el gesto airado que él tenía en el rostro, se veía que no iba a pensárselo mucho si tenía que forzar la entrada. Al entrar, Angela lo recibió con una mirada fría y distante, y el aire en la habitación se cargó con la tensión palpable entre madre e hijo. –Es domingo –dijo Ang
Dante había llegado el día anterior, pasaría unos días junto a Sophie y su familia. Luego de la cena mientras las damas se encargaban de ayudar a la ama de llaves Dante, Rene y Olliver se sentaron en el jardín a conversar mientras tomaba una copa de vino. –Cuñado que tal el viaje como está todo en tu trabajo –Preguntó Olliver Dante lo miro y con algo de pereza respondió –Tobo anda muy bien. El vuelo me canso algo, pero nada que una noche reparadora no logre sus efectos. –Ok. Bueno la noche está fresca y provoca un baño en ese mar. . .–Comento Rene sonriendo –Si. Es lo que tenemos pensado Airiana y yo, meternos un rato al agua, está un poco tibia y todo está tranquilo–Exclamo Olliver Dante miro a Olliver y con aprecio comentó –Me alegro por ustedes; mi hermana se ve radiante de felicidad, eso el algo que me da tranquilidad en estos momentos de tormenta para mi. –Entiendo. . . pero después de las tormentas. .. viene la calma –dijo Olliver a Dante dándole una palmada en el h
–Te estas olvidando de algo. . . Dante. Tú madre me odia. . . odia a mi familia. . . odia a este bebe que viene en camino y que ella no acepta como su nieto. . . y lo más importante. . . Trato de asesinarme. . . o que perdiera a mi bebe. Dante miro a Sophie con dolor y preocupación. . .–No permitiré que mi madre te haga daño ni a ti ni al bebe, cariño. Ustedes son mi familia. . . Nada te pasará lo prometo. . . –Dante. . . disculpa. . . pero tenía los guardaespaldas. Se encontraban en la clínica el día de mi accidente y paso . … –Eso no volverá a ocurrir. . . nadie nunca se imaginó que eso pudiera suceder. –Si y menos mal que no paso de allí. Pero parte de mi vida se fue con ese accidente. Dante se quedó en silencio con una gran inquietud, ella tenía razón en eso. . . –No –continuo Sophie, matando así unos sueños dorados que nunca se harían realidad–. Puedes decir lo que quieras, Dante, pero no sería justo para un niño que nosotros estemos atados pensando que podríamos haber sido
–Piensa en lo que te planteo como un lienzo en blanco. Puedes hacer todo lo que quieras para adaptar la vida a tu estilo y puedes empezar desde cero. Ya estas próxima tu parto. . .Sophie. –No te sigo... –Y luego, cuando hayas conseguido exactamente lo que quieres –continuó Dante–, podemos pensar en buscar lograr ser una familia. No sigas con tu postura que no ayuda para nada. . . hay que llegar a una solución. . . –¡No te sigo, Dante! –Claro que me sigues –afirmó él con tono suave–. Tenemos un hijo, y no voy a liarme con derechos de visita y batallas por la custodia. Nunca pensé en ser padre, pero ahora que ha surgido pienso enfrentarme a ello de la manera más lógica posible. Un niño se merece contar con su padre y con su madre y con la estabilidad de un contexto unido. Dante suspiró y se pasó los dedos por el pelo. –Mis padres estuvieron un tiempo casados –le contó en tono bajo–. Pero ahí se acababa la unión. Y tú deberías saber exactamente a qué me refiero. –No. . . no lo se.