¡Dios santo!
¡Amalia! —exclama Gaby molesta, allá no había nada, pero ella sí las tuvo buscando como bobas por toda la casa.

—No grites que vas a despertar a mis bisnietas —pronuncia Amalia, callando a Gabriela, quien al ver a las pequeñas pasa su enojo.

—Déjame cargarla —se acerca y toma a la pequeña Sandra en sus brazos. Como todos los bebes, aún no tiene un rasgo definido, pero sí un parecido a la familia Scott—. ¡Qué hermosas bebés! —suspira Gaby, ya que Sarah es como su hija, la niña que acogió en su hogar. Así que esas nenas son sus nietas, de ahí los celos abueliticos de Amalia.

Eylin la madre de Lukas, toma a la pequeña Stefany en sus brazos y la acaricia con ternura. Observa su cabello rubio, sus ojos azules como dos zafiros y su rostro delgado y fino. Siente una bella conexión, la bebé es la mezcla perfecta de sus padres. Su corazón se emociona, al pronunciar su nombre, ¡Stefany! Es el femenino del nombre de su papá. ¡Cuánto le hubiera gustado que ellos conocieran a su primera bisni
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