Un nuevo día asoma, Sarah duerme sobre el pecho de su hombre y sus piernas entrelazadas. Lukas la mira y acaricia su tierno rostro; ella realmente se adueñó de cada parte de su vida y ahora le sería imposible vivir sin su risa. Saber que la tuvo tan cerca y casi la pierde lo hace recriminarse, por ello acepta cada una de sus pruebas. La muerte de sus padres es algo que no podrá cambiar, pero el que su familia esté allí acompañándola la hará sentir amada, ya que ellos la adoran. Esa diablilla les robó el corazón desde que llegó a sus vidas. Tocan la puerta, mira su reloj y se da cuenta de que es casi mediodía. Se levanta, se coloca una bermuda y una playera; llama con delicadeza a Sarah junto con pequeños besos en su vientre para que despierte. —Buenos días, mi princesa y mi príncipe — les habla a sus hijos acariciando el abdomen plano de su chica. —Me voy a poner celosa —menciona Sarah en medio de un puchero. —Mi vida, si tú eres la reina del inframundo — abre enorme los ojo
El día de la reinauguración ha llegado, en las horas de la mañana se prepararon actividades para los pequeños. Títeres, cuentos y juegos… de acuerdo con el pedido de Patricio.Montse agregó que todos fueron disfrazados, para así los pequeños se sintieran más cómodos y con ganas de explorar. Ella se disfrazó de Florecita, con su vestido de flores rosado, el sombrero, guantes del mismo color y sus orejas de conejo. Para Patricio adquirió un traje elegante como el de Albert el Conejo Cascarrabias. Su sombrero, chaleco, corbatín y zapatos bien lustrados, obviamente las orejas de conejo no podían faltar.Patricio se siente emocionado, no sabía que esa pequeña historia había llegado a manos de Montse, además de que fue la primera vez que se atrevió a reconocer lo que sentía por su gran amor. Por eso su obra, tiene un gran significado.—Nunca pensé ver en escena ese pequeño cuento. ¿Cuándo lo encontraste? ¿Y por qué no me lo contaste? —pregunta el Alemán con los ojos llenos de amor.— No fui
—¿Qué hace ella aquí?—le pregunta Montse a Sarah, señalando en la dirección donde está su esposo. No puede disimular su malestar, está que echa fuego. Susan es la mujer de la cual pensó que Patricio estaba enamorado. La muy zorra trae un vestido que deja poco a la imaginación, con innumerables transparencias. Le coquetea de manera descarada a su hombre. —Susan Meyer, es la representante del diario El Nuevo Milenio —responde Sarah tratando de suavizar el ambiente, ya que sabe que por el rostro de su amiga está a punto de descuartizarla. —No me quedaré mirando cómo la muy atrevida quiere devorar a mi esposo —así que se acerca sigilosamente, lo abraza y le da un cálido beso. Marcando su territorio, luego mira a la mujer frente a ellos—. Hola, mi amor, espero no haberte hecho esperar demasiado. —La espera valió la pena, te ves espectacular, seré la envidia de todos los hombres del lugar al tener una esposa tan sexy —le susurra al oído, dándole un pequeño beso en el cuello. Susan carr
—¡Quema todo y que no queden ni cenizas! —brama, un hombre tras el teléfono—. Has perdido el toque, nena, no puedo creer que te haya quedado grande llevar a la cama a Patricio. —Esa mosca muerta de Montserrat, llegó y se interpuso en mi camino, además de que la idiota de su amiga me humilló —menciona Susan mientras la toma sin delicadeza y la coloca de cara contra el escritorio, penetrándola por el trasero. —Pero no te dijo nada de que no fuera cierto, eres una putica, espero que el imbécil de Lukas Scott, no quiera tomar partido. Porque tú me las pagarás al traerme otro obstáculo más en mis planes —dice el hombre mientras la embiste con fuerza y le jala el cabello para que lo mire. En los ojos de Susan se puede ver el miedo que le tiene, como si observara a un demonio. —Yo lo solucionaré, te lo prometo — dice con voz temerosa. —Eso espero, quiero que le ruegues y así tengas que arrastrarte consigas un puesto en la editorial — dice el hombre entre jadeos. —Mañana lo haré
Sarah ha comenzado su licencia de maternidad y Lukas anda más sobreprotector que nunca. Quiere mantenerla en la recámara para que no se esfuerce, pero eso hace que ella sienta que el aire le pese. Necesita salir de la habitación y tomar un poco de aire fresco. Se dirige al despacho y sobre la mesa observa las copias del Libro por el cual Montserrat se enamoró de Patricio. Lo pospuso para luego, ya que había tantas cosas que planificar, pero al fin tiene el tiempo de leerlo. Lo toma y se dirige al jardín, se sienta en el sillón reclinable. Lukas llega con jugo, los coloca sobre la mesa, besa su vientre abultado y se acomoda a su lado.—¿Quieres que te lo lea? — le pregunta Lukas, tomando el libro. Ella asiente con una sonrisa y se acomoda sobre el pecho de su amado esposo.Lukas abre el libro y comienza a leer.EL SECRETO DE LA OSCURIDAD¿Saben por qué amo la oscuridad? Porque es mi aliada, la que me permite estar a su lado, escuchar su respiración y susurrarle al oído cuanto la amo,
Vidar Thorsen, de descendencia Noruega, murió a la edad de 29 años. En el año de 1066, en la guerra vikinga, en la batalla del puente de Stamford, en la caída del rey Harald el Despiadado, cuando intentaban tomar posesión del territorio de Inglaterra.Su pecho fue atravesado por la espada de uno de los soldados del frente contrario y su cuerpo acopilado en una montaña de cadáveres, listo para ser incinerado. Lo despertó el calor y el olor a carne podrida. Como pudo, se abrió paso y salió de ese lugar, aprovechando el descuido de los soldados y corrió a través del bosque, con sus piernas temblando y su corazón acelerado, no dejó de correr hasta que se sintió seguro.Después de varios meses de caminar para llegar a su aldea, sobreviviendo de lo que la naturaleza le propinaba. Lo logro encontrándose con la peor escena, los pocos hombres que yacían en aquel lugar habían sido colgados y las mujeres junto con los niños encerrados en una de las chozas donde fueron quemados, así siendo borra
—Hora de continuar — le expresa Sarah a Lukas, quien asiente, dándole un beso en el vientre.—¡No, por favor, no! —exclamó Selene…Vidar quien está en la cabina, espera hasta el momento en que la azafata le dice que está profunda, pero al salir escucha sus gritos y no sabe ¿por qué? Se acerca y se da cuenta de que está teniendo una pesadilla, la toma entre sus brazos, susurrándole. —Pequeña Hera, tranquilízate, estás a salvo, nadie te hará daño —Selene en su subconsciente escucha aquella voz ronca que le ha hablado las noches anteriores, llenándola de calma. Así que se aferra a su cuerpo. Vadir la lleva a la habitación para que pueda descansar mucho mejor. La acomoda en la cama y decide abrazarla para dormir a su lado. Ella le inspira tanta paz, como hace siglos no la sentía. Apaga la luz porque no sabe si en algún momento despierte y no quiere que vea su rostro y se asuste. Combatió tantas guerras que en una de ellas perdió uno de sus ojos; en otra, fue ahorcado por traición y du
—Amor, vamos a nuestra habitación y continuamos —pronuncia Sarah y Lukas la toma en sus brazos y la carga—. ¿No crees que estoy muy pesada? —Jamás —llegan a la recámara y Lukas la lleva hasta el sofá, donde se sientan para continuar. … Vadir al escuchar los sollozos de Selene, no le importó nada. Jalado por una gran fuerza, ingresa acercándose. —¿Qué pasa, pequeña Hera? —Selene como niña chiquita y por instinto de protección se aferra abrazándolo. —No puedo mover las piernas —Vadir mira a la doctora esperando respuesta. —El día de ayer forzaste demasiado las extremidades inferiores… Los zapatos que usaste, el estar parada y si le sumamos el frío que recibiste… Debí aplicarte un fuerte sedante en ellas para que el dolor no te estuviese matando. En este momento, tus rodillas y tobillos están muy inflamados —ellos los observan y es así. Vadir, la toma en sus brazos y la aferra a su cuerpo, sentándose sobre la cama para acomodarla en su regazo, como si llevaran años de conoce