Conrado caminó con la cabeza gacha por los pasillos del hospital y el corazón destrozado. No podía imaginar el dolor que Salomé estaba sintiendo en ese momento. No sabía cómo iba a superar la pérdida de su pequeño bebé. Era una tragedia sin sentido, una pérdida que ninguna pareja debería tener que s
—Aún no duermo, he permanecido esperando los resultados en el laboratorio de un conocido durante toda la noche, sobre el análisis que se les hizo a las muestras de alimento que usted me mandó a entregar con la señorita Cristal… ya tengo la información.—Ya lo sé, el jugo tenía una drog4 estimulante
Conrado sintió como si el mundo se desmoronara a su alrededor. No podía creer lo que estaba escuchando, sintió que los oídos le zumbaban, tuvo la sensación de que nada de eso era real, incluso que todo era ajeno a él, no podía entenderlo ¿Cómo era posible que su hermana hubiera muerto en un accident
—Porque no hay ninguna explicación para conseguir una pulsera a trescientos metros del accidente, eso no tiene sentido —hizo una pausa y era que los engranajes de su cerebro estaban moviéndose, tratando de pensar con claridad—, que la pulsera no esté en el sitio del accidente propiamente, solo puede
Un mes después Conrado llegó a casa después de haber finalizado el juicio en contra de Imelda y de Ninibeth, apenas entró, Salomé salió a recibirlo. —¿Cómo fue? —Por fin terminó ese juicio, condenaron a Imelda y a Ninibeth, no puedo creer que por fin se haya hecho justicia —expresó Conrado—. El i
Fue precisamente en esos momentos de angustia cuando creció en mí, el deseo de crear esta organización, para ayudar a mujeres en situaciones similares a la mía, a encontrar una salida y una oportunidad para empezar de nuevo.Quiero que todas las mujeres sepan que no están en una situación de desvent
Joaquín tomó la mano de Maribel y la estrechó con desgano. Era obvio que ella estaba tratando de coquetear con él, pero no estaba interesado en tener una aventura superficial. Él necesitaba centrarse en su vida y en sus objetivos, y dejar atrás todo lo que había perdido con Salomé. —Lo siento, Mari
Salomé miró a Joaquín con sorpresa, considerando sus palabras. —Quiero darte una donación monetaria y mandar hacer un busto de Cristal —pronunció mirándose las manos con nerviosismo. —¿Por qué un busto de mi hermana? —inquirió Conrado desconcertado. —Simple, esta sede de la fundación se llama com