Después de un tiempo ambos se quedaron dormidos abrazados, el día siguiente sería pesado para todos. Por la mañana Erick se levantó, observó por la ventana la otra casa, todo estaba muy tranquilo, se lavó y se vistió para bajar a desayunar, todos lo esperaban. Alonso le preguntó ya en el desayuno. “¿Estás seguro de no ir?”. Erick asintió mientras comía. “Será lo mejor, no quiero incomodar a Marina el día de su boda”. Estas palabras salieron con un sabor amargo. Alonso suspiro. “Ok”. Más tarde todos se estaban alistando, Erick ayudaba a su hijo con la corbata, se inclinó a su altura para amarrarla, David lo miraba fijamente, hoy su padre y su madre se separarían por completo y cada uno haría su vida. Erick sonrió. “Listo”. David llevaba un traje azul con corbata roja y camisa blanca, se veía muy guapo y tierno. Alonso salió de su habitación ya con su traje puesto y le dijo a David. “Es hora de irnos”. David asintió y caminó por la casa hasta la salida. Erick miró a Alonso y af
Respiro rápidamente para calmarse, las imágenes empezaban a llegar poco a poco. Bajo las escaleras y salió de la casa angustiado, camino por una vereda conocida y llegó al mar, miro alrededor y empezó a recordar cuando estuvo aquí la primera vez…Recuerdo de Erick…Erick conducía un auto a alta velocidad, se brincaba los semáforos y los otros autos le advertían con el sonido de sus bocinas, su pecho dolía no podía creer lo que acababa de ver, su mejor amigo con su prometida, llegó a la mansión, dirigiéndose al despacho, abrió la puerta encontrando a su padre con algunos documentos.El padre de Erick miraba a su hijo. “¿Qué haces Erick? ¿Por qué vienes así?”.Erick lo miro. “Se cancela la boda con Tamara”.El hombre frunció el ceño. “¿Qué? ¿Por qué?”.Erick le dijo a su padre. “La encontré con Alonso en la cama, esa mujer me ha estado engañando con mi mejor amigo y no me casaré con ella”.El señor Raúl suspiro. “¿Es solo eso? Pensé que era algo más grave”.Erick frunció el ceño. “¿No t
Erick caminó hasta ellos y observó el lugar, en la puerta estaba el anuncio. -SE SOLICITA AYUDANTE- Erick se acercó al hombre mayor que le sonrió diciendo. “¿Vienes por lo del trabajo?”. Erick asintió sin hablar, el hombre mayor lo entrevistó necesitaba urgente alguien que lo ayudara. Erick era de pocas palabras, el señor le sonrió y preguntó. “¿Cómo te llamas?”. Erick se quedó callado por unos segundos y después le dijo. “Daniel… Daniel Montoya”. Él no quería saber nada de su familia, lo habían herido mucho y no quería volver. Fin del recuerdo…. A partir de ese momento cada instante, cada risa, cada caricia que disfruto con Marina llegaron a su mente, sus noches de pasión juntos amándose, la muerte del padre de Marina, el accidente… Todo. Después de unos segundos y recobrar el aliento, miró su reloj, se retiró rápidamente regresando a la calle donde estaba la casa, la miro por última vez y subió a su auto. En el camino le llamó a Alonso y le pidió. “Cuida de David por mí”. A
David se acercó y le dijo. “Mi papá … se la llevo”. Carlos miró al chico y después de unos segundos trato de hablar tranquilo. “¿Por qué? Marina me dijo que habían arreglado sus asuntos, ¿Por qué se la llevaría tu papa?”. Alonso le dijo. “Erick recordó todo”. Carlos se cubrió la cara con frustración. Después suspiró hacia el cielo. Se giró y caminó a la salida del lugar quitándose torpemente la corbata. Estaba furioso, necesitaba encontrar a Marina y pedir una explicación. Caminó al auto donde su padre lo esperaba, cuando vio a su hijo girar y regresar se imaginó lo que pasó, es por eso que él quería que se casaran lo más pronto posible, el padre de David rondaba a Marina y podría dejar a Carlos. Carlos subió al auto en silencio, su padre no dijo nada. Carlos se quedó mirando a la nada por un tiempo, estaba apretando fuerte el volante, después de unos minutos suspiró profundamente y se recargó en el asiento cerrando sus ojos. Después de un tiempo dijo. “No debí presionarla con casa
Él suspiró besando su mejilla, sus manos no dejaban de tocarla, ella trataba de alejarse, pero Erick más la abrazaba, se dio por vencida y trató de hablar civilizadamente con él. Tocaron a la puerta, desde el otro lado la azafata les notificó. “Señor Estrada aterrizaremos en 20 minutos”. Erick sonrió. “Bien”. Tomó el rostro de Marina plantándole un largo beso en el que ella se perdía completamente. Al alejarse él sonrió mirando su rostro, sus ojos cerrados y mejillas sonrojadas. Tomó su mano y salieron de la pequeña habitación, la llevó a uno de los asientos y abrochó su cinturón, ella no se negó, necesitaba aterrizar y ya pensaría que hacer para volver a casa. Al bajar del avión observo alrededor, estaba lleno de palmeras y el calor era abrasador. “¿Dónde estamos?”. Marina le preguntó. Erick la miró mientras le colocaba un sombrero de playa. “Hawái”. Marina asombrada abrió sus ojos. “¿Qué?”. Erick beso sus labios rápidamente. “Siempre he querido venir aquí contigo”. Marina n
Erick la miraba de vez en cuando, suspiro al ver la forma en que ella se comportaba. “¿Por qué te mudaste de la vieja casa?”. Ella miró al mar. “Tenía un nuevo trabajo donde me pagarían más, pero quedaba lejos, tuve que mudarme”. Erick asintió. “¿Por qué cerrarse el taller?”. Marina rio triste. “No pude administrarlo correctamente, los clientes empezaron a quejarse y los problemas de dinero empezaron, tuve que cerrar”. Erick apretó su mano algo molesto, en parte era su culpa él llevaba toda la administración del taller. “Lo siento Marina”. Marina se detuvo mirándolo. Erick se puso frente a ella. “Siento no estar contigo todo este tiempo, se que fue duro para ti”. Ella lo confirmó. “Lo fue y mucho, pero por mi hijo salí adelante”. Erick miro sus ojos. Y acaricio su mejilla. “Dame la oportunidad de compensar todo”. Ella se limitó a decir. “Estoy cansada, quiero volver”. Erick asintió, no quería presionarla. Al regresar, Marina camino rápido a una de las habitaciones y cerró l
Erick profundizó el beso, atrayéndola más y moviendo sus manos por su cuerpo. Ella se aferró a su cuerpo sintiendo el calor que emanaba de Erick, la cargó y la llevó a la cama, delicadamente la recostó y nunca dejó su boca, poco a poco el bajo a su cuello a su pecho su vientre y más abajo… Marina gimió por tantas sensaciones que Erick le producía, cuando estuvo lista Erick la allanó lentamente, no había vuelta atrás, la beso por todo el cuerpo e hizo que ella llegara a lo más alto. Juntos disfrutaron de sus cuerpos como hacía ya años, respiraban con dificultad al terminar, Marina se abrazó a él y Erick la atrajo quedando abrazados en la cama. El corazón golpeteaba frenéticamente y trataban de recuperar la respiración. Erick le susurro. “Te amo”. Marina se acurrucó más. “Yo también te amo Daniel”. Él sonrió, al fin había cambiado su nombre. “Duerme un rato”. Marina se acomodó y se quedó rápidamente dormida. Varios días pasaron y esta vez sí disfrutaron juntos el viaje, Marina est
Erick trató de convencerla. “Por favor estoy muy preocupado, ella no tenía dinero cuando llegamos aquí, solo quiero saber si está bien”. La anciana asintió y lo dejó pasar. “Es la puerta al final”. Erick asintió y caminó hacia la habitación. Al entrar observó la pequeña habitación, había dos camas, en una de ellas encontró a Marina durmiendo. Él se acercó y suspiró ya más tranquilo. Se sentó en la esquina observándola. Acaricio su rostro recogiendo algo de cabello, ella sintió el calor y abrió los ojos lentamente. Erick le reclamó. “¿Por qué huiste?”. Marina se levanto sentándose. “Tu esposa… está embarazada”. Erick sintió. “Lo sé, pero ese bebe no es mío”. Marina frunció el ceño. “Que?”. Erick le explicó algo incómodo. “Ese bebe… es de mi padre. Ellos son amantes”. Marina se quedó en shock, no podía creerlo. “Ella y tu padre”. Erick asintió. “Es algo difícil de contar hubiera preferido no decírtelo, pero las circunstancias me obligan, no estoy muy feliz con todo lo que mi