Los guardaespaldas los siguieron, pero se quedaron de pie afuera cuidando a su jefe, Raúl se quedó tomando y fumando en la mesa de la habitación en silencio, mientras que las otras mujeres que quedaban se acercaban a él. Tiempo después la mujer asustada salió de una de la habitación. “¡Ayúdenme!”. Los guardaespaldas entraron a la habitación donde estaba su jefe. al mirar la escena se asombraron. El hombre estaba desmayado desnudo en la cama, ambas mujeres estaban medio vestidas, lloraban histéricas, el guardaespaldas se acercó a cubrirlo, examinarlo y tomar sus signos vitales, el otro las interrogó. Una de ellas muy nerviosa les dijo. “Empezó a toser y parecía que se asfixiaba yo salí a pedir ayuda”. La otra siguió la historia de su compañera. “No podía respirar, trate de despertarlo, pero él no reaccionaba”. Los guardaespaldas llamaron una ambulancia, pero ya no fue necesario, Paul estaba muerto. El señor Raúl seguía en el bar tomando su trago, la mujer que estaba en su regazo
Tiempo después… Miranda terminaba su tarea, se levantó para ir a la cocina a buscar un refrigerio, al bajar observó la puerta del despacho de su padre entreabierta. Camino para ver quien estaba adentro. Su padre y el señor Humberto padre de Tamara, tomando unos tragos, discutían asuntos del trabajo. “Y bien, resolviste el problema de la empacadora en México”. Su padre preguntaba. El hombre resopló. “La estúpida de Grace quiere pelear por la empresa, pero no voy a permitir que me quite nada”. El señor Raúl le advirtió. “Espero no tener problemas con esa mujer en las próximas juntas de accionistas, tu familia se ha estado metiendo mucho, Grace y su hijo Dante son de cuidado. El hombre frunció el ceño y suspiró tomando su trago. “Te envidio, solo tuviste que engañar a Laura y aguantar a tu suegro por un tiempo para poder quedarte con todo lo de los Montoya”. El señor Raúl sonrió. “Laura fue suficientemente estúpida para dejarme todo”. El señor Humberto suspiró. “Era una mujer he
El hombre apretó su vaso, pero le sonreía. “Esa mujer te está mintiendo, se me insinuó muchas veces, pero la rechacé, yo amaba a tu madre, no le hagas caso a lo que dice, la empresa siempre ha sido de mi familia”.Miranda asintió, no le creía pero decidió dejarlo. “Iré a mi habitación”.Ella se retiró, al cerrar la puerta de su habitación escuchó salir a su padre, ella salió siguiéndolo hasta el despacho, los sirvientes seguían limpiando.El hombre les gritó a las personas. “¡Largo!”.Entró cerrando la puerta tan fuerte que esta rebotó quedando media abierta, Miranda se acercó para escuchar.El señor Raúl gritaba al teléfono. “¡Te dije que hicieras algo con Grace!”.“¡Esa mujer habló con mi hija, le dijo sobre ESTALKO!”. Caminaba furioso por la habitación.“¡No me importa lo que hagas, deshazte de ella!”.Miranda se cubrió la boca para no hacer sonidos, las palabras de su padre… ella regresó a su habitación.Necesitaba hablar con Erick y decirle lo que pasaba, ella le marcó sin parar
El hombre sonrió. “Si no te casas con Paul destruiré la carrera de Alonso”. Ella abrió mucho los ojos. “No lo harías”. El hombre se carcajeó. “Sé que salías con ese chico, también sé que te engañaba con Tamara”. El chasqueo la lengua. “Hubo algunos desvíos en la empresa y todo apunta a que fue él, me temo que estará en la cárcel por un largo tiempo”. Miranda negaba. “El no haría eso, solo es un abogado”. El hombre siguió. “Pero resulta que le pedí que me ayudara con algunos asuntos especiales en la empresa, la familia le dio toda la confianza y mira lo que pasó”. Miranda no podía creerlo, Alonso trabajaba en la empresa porque Erick se lo pidió, Sabía que era incapaz de desviar fondos. Su padre la miró. “Esto es lo mejor para ti. Tu vestido y la maquilladora llegarán en una hora, debes estar lista”. Horas después ella estaba arreglada, llevaba un vestido blanco corto y su cabello trenzado en un lazo con algunas flores, observaba su teléfono, quería llamar a Alonso. Tocaron a
El hombre miró de nuevo a Luana. Se levantó y dijo. “Solo por un tiempo”. Miranda asintió observando la espalda del hombre, él subió a la habitación. Miranda se acercó a Luana y le sonrió. Llamó a una de las sirvientas “Lleva a Luana a darse un baño y le entregas ropa limpia”. La sirvienta asintió llevando a la chica con ella. Miranda ya no se sentía tan sola ahora. Por la noche Paul y Miranda terminaban la cena, poco a poco el nerviosismo de Miranda llegaba, casi era hora de dormir con el hombre. Luana noto como la mano de Miranda temblaba. Miranda terminó y se despidió de Luana. “Te veré mañana por la mañana”. Le regaló una bella sonrisa y subió las escaleras, más tarde Luana se levantó de la cama, era un lugar nuevo y se sentía extraña, llegó hasta la cocina y pasó por la sala cuando escuchó los gritos. Era Miranda rogado que se detuvieran, se escuchaban golpes y lamentos, Luana dejó el vaso de agua y se destinaba a subir cuando una de las sirvientas la detuvo. “No puedes sub
Miranda seguía en el sillón después de contarles todo a ambos hombres, Alonso y Erick la escuchaban atentos en silencio. Ella levantó su rostro y les dijo. “Lo primero que papá hará es quitarme todo, no voy a permitir que se haga más poderoso, por eso quiero que tú te hagas cargo Erick”. Erick asintió, todavía estaba aturdido por la historia de su hermana, todo lo malo que ella tuvo que pasar. Se acercó y la abrazó. Ella sintió la calidez de su hermano y se sintió protegida, ahora tenía algo de paz en su corazón, no mas miedo, no mas maltratos y golpes, era libre. Alonso se levantó del sillón, tirando lo que había en la mesita de la sala, salió de la casa furioso, escuchar que ella se casó por su culpa no era nada bueno, mientras él escapaba a otro país. Los presentes se asustaron y Erick trató de detenerlo. “¡Alonso!”. Pero su amigo no escuchó y salió rápidamente. Alonso caminaba por el jardín exaltado y molesto consigo mismo. Nunca se imaginaría que todo eso le pasaría a Mirand
El hombre mayor aprovechó que estaba solo con Marina. “Marina… sé que es muy rápido lo que pido, pero sabes bien que no me queda mucho tiempo, mi hijo se hace ilusiones con que viviré mucho más, pero ambos sabemos que el tiempo está contado, de verdad me gustaría ver a mi hijo casado y formar una familia, es algo que te pido personalmente, espero que lo pienses”. Él tomó su mano amablemente y casi rogando por que aceptara. Marina sonrió. “Lo haré, le daré una respuesta pronto”. ……………………… USA… Erick ayudó a bajar a Miranda del coche, estaban frente a la funeraria, había mucha gente y medios de comunicación que al verlos los inundaron de preguntas. -Señora Thomas ¿Por qué no estaba con su esposo cuando murió? - - ¿Es cierto que estaban separados? ¿Tenían problemas en su matrimonio- - Dicen que el señor murió en un burdel de prostitutas ¿Es cierto eso? - Erick habló. “Mi hermana está delicada de salud, por eso no estaba con su esposo, él necesitaba trabajar y seguir con las empre
En la oficina, Miranda, Alonso y Erick terminaban de arreglar asuntos de Miranda. La secretaria tocó y entró. “Disculpe, el señor Márquez está aquí”. Erick asintió. “Hágalo pasar”. Se levantó acomodando su saco, Alonso y Miranda se quedaron en el sillón esperando a que el hombre pasara. El hombre entró sonriendo y saludandolos. “Hola, Soy Dante Márquez,”. Erick estrechó su mano, Alonso se levantó haciendo lo mismo. Después Miranda se puso de pie y se acercó a los tres hombres mirando a Dante. El hombre era alto y muy atractivo. Dante la miró de una forma muy peculiar y le sonrió. “Un gusto”. Erick la presentó. “Es mi hermana Miranda Estrada”. Dante pronunció su nombre. “Miranda”. Ella sintió que se le erizaba la piel al escuchar su nombre de su boca. Erick le dijo. “Alonso me habló sobre tu problema con Humberto”. Dante asintió. “Después del incidente de mi madre, mi tío convocó a los accionistas para convencerlos y favorecerse inmediatamente, me dejaron fuera de la empresa,