Dorian estaba en shock, su amigo si que era demasiado protector, no había manera de que eso sucediera. — Eso es biológicamente imposible, Ismael, lo que debes hacer es estar con ella en el momento del parto, tomar su mano, darle tu apoyo. — Ahhh... Pero no me han dejado entrar, se la llevaron a revisar y tengo que esperar aquí. — Mira, ya voy para allá, tu definitivamente no vas a calmarte. — El senador cortó la llamada y salió de su oficina, su equipo de guardaespaldas lo siguió hasta el coche donde su chófer lo esperaba. — Buenas tardes señor, ¿Lo llevo a la mansión Montana? — No, vamos al hospital, la esposa de mi amigo Ismael está por dar a luz y él está histérico. — Enseguida señor. (....) A Griselda el ginecólogo la había revisado, ella ya tenía cuatro centímetros de dilatación, necesitaba dilatar más para que el bebé naciera. — Señora Rossi, el parto ya está en proceso, pero debe dilatar hasta diez y usted apenas tiene un cuatro, no se va a ir a casa per
El empresario no iba a perder más tiempo, rápidamente regreso con su mujer al área de maternidad, ya había pasado poco más de hora y media y Griselda gritaba por el intenso dolor. — ¡Doctor, mi esposa ya no soporta el dolor, atiéndala! — Vamos, vamos, de prisa, llevemos a la señora Rossi adentro, señor Rossi, le daré una bata para que pueda acompañar a su esposa, venga conmigo. A Griselda la subieron a una camilla, el doctor la revisó y para sorpresa ya estaba en nueve de dilatación, la pobre pelirroja se retorcía de dolor. — ¡Doctor, póngame esa inyección, la epidural, de prisa que ya no soporto tanto dolor! !No sé demoren más! — Pedía Griselda a gritos. — ¿Está segura? ¿No quiere esperar a su esposo y decidirlo juntos? — ¡¿Acaso ve que él está sufriendo los dolores de parto?! ¡Póngame la maldita inyección o juro que lo voy a asesinar yo misma con lo que sea que tenga a la mano! — Rápido, que le apliquen una epidural a la señora Rossi. — El anestesiólogo se puso en
El CEO Rossi enarcó una ceja, ¿Qué clase de felicitación era esa? Más bien parecía que su padre le deseaba que pagara por los desatinos que le hizo pasar. — ¿Qué fue eso papá? Mi bebé va a ser el mejor portado del mundo, ya tu vas a ver como lo vamos a educar. Incluso voy a superar al estricto Dorian, ya lo verás. El senador no pudo evitar reír, incluso a él siendo tan estricto le costaba mantener a sus hijos alineados, eran tan astutos que debía estar muchos pasos adelante que ellos o de lo contrario se lo comerían vivo. Su amigo era muy ingenuo. — Eso lo tengo que ver, Rossi, quiero ver como mantienes alineado al pequeño bebé Rossi. Es solo un bebé, se supone que debes manejarlo mejor que Sergey y que yo porque nosotros tenemos tres niños a la misma vez para educar. — Ya verán, les voy a poner el ejemplo. Poco después Griselda fué llevada a la habitación privada que su esposo reservó para ella, estaba adornada con globos de helio en azul plata, papá de peche y flores,
Por la mañana la madre despertó sedienta. Ella echó un vistazo a su alrededor y se encontró con su esposo dormido en el sillón y a su bebé en la pequeña cuna, el niño estaba muy bien abrigado y dormía. — ¡Ismael... Ismael... Cariño! El hombre abrió los ojos y se puso alerta de inmediato. — Aquí estoy mi amor, despertaste al fin, te quedaste profundamente dormida. El bebé está bien, ya lo alimenté, también le cambié el pañal, se ha portado bastante bien para ser su primera noche de vida. — Es un angelito, tan bello y bien portado mi niño. Por favor dame un poco de agua, estoy muy sedienta. — Griselda tenía los labios resecos. — Si, aquí tengo agua, me preparé para todo — El hombre de inmediato abrió una botella de agua y le ayudó a beber a su esposa. — Estás muy pálida, No me gusta para nada tu semblante, llamaré al médico para que venga a verte. La madre no objetó en nada a su marido. Esperó paciente a que el doctor pasara a revisarla. — Buenos días señora Rossi, esp
Por la tarde llegaban Isabella y Sergey con los trillizos al hospital, los niños llevaban un detalle en las manos para el bebé. — ¿Se puede? — La bella chef pasaba a la habitación. — ¡Ismael, Griselda, muchas felicidades por su pequeño Roby, mamá ya me contó que está divino! Quiero cargarlo, préstamelo Ismael. El CEO Rossi se le quedó bueno a su hermana, ella ya estaba a nada de dar a luz, su barriga era enorme, le preocupaba que no pudiera sostener al bebé. — Isabella, estás a nada de entrar en labor de parto, ¿Estás segura que puedes cargar a Roby? Creo que sería mejor si te sientas en el sofá y te lo doy. — ¿Qué insinuas? ¿Me estás diciendo que estoy demasiado gorda? Los trillizos voltearon a ver a su padre, ellos tenían un pacto de no decirle a la madre que tenía una enorme barriga, no debían hacerla sentir mal. Pero el tío Ismael si se lo había insinuado. — Claro que no, cariño, tienes una barriga normal de embarazo, llevas a mi nena dentro de ti, lo que Ismael qui
Todos pudieron imaginar esa escena en dónde los trillizos espiaban y atrapaban a la blanca ave y la encerraban en una habitación para que no se fuera. — Sergey, ¿Me gustaría saber que clase de educación llevan los niños rusos? Lo que escucho decir a mis sobrinos me está preocupando seriamente. Ismael preguntaba seriamente a su cuñado. Sus sobrinos sacaban ideas bastantes peculiares por decir poco. Necesitaba saber si el padre estaba fallando, o si ellos se estaban saltando las líneas sin importarles las consecuencias. — Aquí nadie va a secuestrar a ninguna cigüeña, y tienen prohibido salir de su habitación después de que los arrope. — Habló fuerte el CEO ruso. — Pero papá... ¿Por qué no podemos atrapar al pajarraco ese? Parecía que el padre les estaba echando a perder la diversión. — Dije que no y punto. Ahora entreguen los obsequios que le trajeron al pequeño Roby a su tía. Los tres niños llevaron sus obsequios hasta su tía Griselda, Aleksey llevaba un oso de pelu
Tres días después, a Griselda ya le salía más leche de los senos, el bebé Roby pedía comida cada dos horas, a menos que estuviera cómodamente dormido, entonces se esperaba una hora más. — Cariño, ya me siento mejor, desde hoy me puedo hacer cargo del bebé por la noche. Tú necesitas descansar, mira nada más como estás de desvelado y agotado. — Solamente tiene cuatro días de nacido el pequeño Roby, y ya me ha dado una paliza, no me deja dormir, si tiene hambre llora, si está mojado llora, si quiere que lo carguen... también llora. Me tiene de su esclavo, querida. — Hoy por la noche yo lo voy a atender. Tú no tienes que preocuparte por nada. Solo duerme y relájate. La noche llegó y el CEO se duchó y se puso una pijama de franela a cuadros de color azul. Haría lo que su esposa le pidió, se dispuso a dormir. A las doce de la noche comenzó Roby a despertarse. — Ya, ya, mamá ya va a levantarte, pero que pulmones tan fuertes tienes, estoy segura de que todos los guardaespald
Cinco días más habían pasado, Aunque Griselda todavía seguía en reposo, una reunión se llevaría a cabo en la villa de Isabella y suizo ir con su bello bebé. — Estás segura de poder aguantar el ajetreo del coche hasta la villa de Isabella, cariño, tú estás de reposo y no debes tener movimientos bruscos. — No, Pero mi esposo es el mejor al volante, estoy segura de que tendrá mucha precaución porque su esposa y su bebé recién nacido van a bordo. — Griselda comprometió a Ismael a manejar despacio, el hombre por lo general manejaba su deportivo a alta velocidad. El CEO Rossi subió a su bella esposa que se había tomado tiempo para maquillarse y no lucir tan pálida, a Toby lo habían vestido con un fino trajecito azul con beige. Ismael que siempre estaba un paso adelante de todo, ya había mandado separar un portabebé en la parte trasera de su costoso coche, así lo colocó y aseguró muy bien en el. (...) En la villa los trillizos se le quedaban viendo a su madre. Ella estaba po