El trillizo al escuchar lo enloquecido que estaba el chef que antes había sido pacifico, reservado y amable. Pero ahora su mirada estaba perdida, Alexander estaba temiendo por su vida. Al verlo salir con su pequeño, Sergey que era un hombre fuerte y templado sintió que podía perder a su querido hijo y sudó frío, no se lo podría permitir, de ninguna manera. — Detente Montgomery, no te lleves a mi hijo, con esto solo vas a hacerle daño a Isabella. — Quizás eso es lo que quiero. — Oliver se detuvo un momento sin dejar de apuntar al niño — ¡Le he dado mi amistad incondicional por años, he estado a su lado siempre, y ahora que le confieso mi amor y que sentía que podía tener una oportunidad te apareces tú y me arruinas la vida y el futuro! — ¡Papá, el chef Oliver va a matarme, quiere hacerte daño a tu y a mamá, dile a mis hermanos que me voy pero que ellos deben ser dignos de sucederte en el futuro, también dile a mamá que la amo y... a ti también te quiero, papá! El niño alza
Los disparos quedaron resonando en la cabeza de Isabella, siempre había apreciado de forma especial a Olive, y jamás esperó que perdiera la cabeza de esta manera. Pero su verdadero amor siempre había sido Sergey Ivanov, solo él ponía a latir su corazón sin control. — ¡Sergey...! — ¡Papá, no te mueras! La madre y el hijo presentían lo peor más no podían aceptarlo, no podían perder al hombre ruso que querían tanto. Ambos hombres cayeron al piso, había sido Sergey quien había recibido los disparos, el hombre comenzó a sangrar de su heridas a borbotones, en ese momento su mirada estaba diferente. — !No... yo... No quería... solo quería que vinieras a mi Isabella, no quería matar a nadie! — Oliver movía la cabeza en negación, se vió las manos llenas de sangre y soltó la pistola, miró a la bella chef que lloraba con mucho dolor y se marchó corriendo con un rumbo desconocido. — !¿Qué demonios hiciste Oliver?! — Ismael vió alejarse al chef, el CEO corrió para auxiliar al ruso
Los Rossi estaban en shock con lo que acababa de decir decir Ismael. Incluso Isaías Rossi volvió a preguntar. — ¿Qué es lo que dijiste? ¡Hirieron al CEO ruso, carajo! ¿Cómo está él? — La verdad está mal, la ambulancia se lo acaba de llevar, tenemos que ir al hospital, sé que soy el anfitrión de la fiesta y me apena mucho tener que ausentarme de la boda, pero tengo que ir con Isabella, ella está muy mal al igual que Alexander. — ¿Qué dijiste tío? ¿El chef Oliver le disparó a papá? ¡No, no, no quiero que papá muera! — Alexandro soltó el llanto, adoraba a su padre, se identificaba mucho con él, se sentía feliz de haberlo encontrado. El niño buscó en quien refugiarse y se abrazó a la hermosa novia. — Oh cariño... Todo va a estar bien, tu padre va a estar bien. — ¿De verdad? ¿El se va a salvar? Los ojitos azules del niño miraban fijamente a la hermosa pelirroja. — Yo... Estoy segura de que así será, pequeño, ven aquí. — Griselda cargó al niño para confortarlo. — Alex
Los trillizos llegaron hasta su madre y se le abrazaron. — Mamá, ¿Dónde está papá? ¿Es verdad que lo hirió el chef Oliver? Buuuu... No quiero que papá muera. Vamos con papá. — El pequeño Alexandro le pedía a su madre. — Cuando crezca voy a matar a ese chef que le disparó a papá, no se lo voy a perdonar nunca. — Aleksey lloraba y sentía angustia por su padre herido. — Todo va a estar bien, no hables así Aleksey, eres muy chiquito aún para pensar así. — !Por eso dije que cuando sea grande voy a vengar a papá, haré pagar a ese chef por haberle hecho daño, se ha metido con los trillizos equivocados! — Vamos Isabella, no hay tiempo que perder. Ismael subió a su coche y con el sus padres, su hermana y sus sobrinos. Todos se pusieron en marcha al hospital. (...) Mientras tanto Sergey luchaba por su vida dentro del quirófano, la batalla era titánica, el hombre estaba casi vacío de la mucha sangre que había perdido, sus signos vitales eran muy débiles y los doctores lo estaban
No hubo más remedio que esperar con impaciencia hasta que los médicos dieran señales de vida, la sala de estar se quedó completamente sola. Aleksey estaba dormido con la cabeza apoyada sobre las piernas de su madre, Alexandrito quería también estar cerca de su madre pero su tío lo cargo y sobre su fuerte pecho se quedó profundamente dormido después de llorar bastante por su padre. Los señores Rossi tenían con ellos a Alexander, el abuelo había puesto su saco sobre él para cubrirlos del frío. La familia no supo cuánto tiempo pasó aunque le pareció eterno cuando por fin un par de médicos salieron a hablar con ellos. Isabella con cuidado bajó a su hijo de su regazo para apresurarse a acercarse a los galenos, ellos todavía tenían su uniforme manchados de sangre, se quitaron ahí mismo el gorro que usualmente se ponían para sus cirugías. — Doctores, ¿Díganme cómo está... Sergey? Es el padre de mis hijos, y estamos esperando otro bebé, Por favor, ¿díganme que está bien? — Isabe
Griselda había quedado tirada en el piso, ella ya no estaba consciente, Grace había hecho algo imperdonable, y sin ningún remordimiento se fué dejándola a su suerte. Ismael llegaba en esos momentos a la mansión a recoger a su esposa, Sergey no despertaría hasta más tarde y aprovechó para venir a buscar a Griselda. Cómo ya era conocido como yerno de la familia Smith, entró a la villa sin problemas, más al ver a su amada tirada al pie de las escaleras corrió a auxiliarla. — ¡Dios mío Griselda! ¿Qué pasó aquí? ¡Cariño vuelve, abre los ojos mi amor, no puedes dejarme, no me dejes! El CEO estaba desesperado, su dulce esposa no reaccionaba, una de sus mejillas estaba golpeada y varias partes de su cuerpo, esto era una pesadilla. — ¿Qué pasa? Escuché ruidos y.... — El señor Smith salia de su despacho para averiguar que pasaba, el padre quedó en shock al ver a su hija tirada en los brazos del CEO Rossi. — Griselda... Mi amor, ¿Qué te hicieron? — El esposo abrazaba a la pelirr
El señor Rossi puso una mano en el hombro de su hijo, podía ver lo mucho que estaba sufriendo por el mal estado en el que se encontraba su nuera, y no era para menos. — Escucha Ismael, sé cómo te sientes, te conozco perfectamente y sé que te duele muchísimo lo que le sucedió a tu esposa, pero debes mantenerte fuerte, ella va a vivir y van a superar este difícil momento, también espero que mi nieto se salve, tu madre y yo ya estamos muy ilusionados por conocer a tu hijo o hija. No debes perder la fé. — Es difícil papá, Griselda es... Ella es un ángel, su corazón es bondadoso, no le hace daño a nadie, no se merece pasar por esto, si pierde al bebé va a quedar destrozada, si la pierdo a ella y a mi hijo yo... Ismael sabía que si perdía a su esposa y a su bebé iba a quedar destruido para siempre, su corazón se haría de piedra y jamás volvería a amar a nadie más en lo que le restara de vida. (....) — Mamá, la barriga me está hablando, tengo hambre, ¿Podemos comer algo? — Alex
Ismael que apenas unas horas antes era de todos los hombres del mundo el más feliz, ahora estaba sumido en la desesperación. — !Quiero verla! ¿Dónde está ella? — En estos momentos la están trasladando a una habitación donde tendrá todos los cuidados necesarios, el área de urgencias y el área de quirófanos es muy ajetreada, es mejor que descanse tranquila y en privado. — Bien. Deben atenderla con la mejor eficiencia. Hacer todo y más para que se recupere y que mi hijo siga viviendo, que no me entere que han sido negligentes en algo por qué juro que los mato. — El CEO lo dejaba muy claro, su esposa debía ser excelentemente atendida. — Entiendo, estará en el segundo piso en la habitación seiscientos doce. Los veré allá. Los hombres vieron al médico entrar de nuevo a la sala de urgencias. — Ismael, yo... Lo siento tanto, me pediste que cuidara de Griselda y no lo hice bien, debí poner más atención, ella es mi adoración, fuí descuidado. — El señor Smith se lamentaba muchísi