Hoy estoy sola en mi casa y en el sofa sentada con mi taza de cafe en mi mano, pensando en lo idiota que fui ayer ya que tenia que haber sido mas fuerte y no haber dejado que Duncan me manipulara de esa manera, debi afrontar las consecuencias de mis actos, ¿pero como? me pregunto, si solamente su mirada me hace sentir como mi cuerpo se transforma en gelatina con un solo roce de sus dedos o de sus labios. Cuando pude me marche corriendo del club de Carla, sin querer verla y sin dar explicaciones a nadie creo que fue lo peor que hice, ya que en mi movil hay varios mensajes y llamadas de ella, se nota que esta preocupada pero que tengo que hacer, anoche me porte como una traidora y eso se que es porque soy una idiota, tenia que haberme marchado de aquella habitacion en cuanto oli su perfume sabiendo que era Duncan el que estaba detras de mi. De la misma rabia que tengo encima, cogí uno de los cojines que había encima del sofá, golpeándolo con mucha rabia pero pensando en ¿cómo he podido
Carla ese día se quedó a comer conmigo en casa porque no quería que estuviera más tiempo sola, después recogimos la cocina entre las dos, me duché y me vestí.Porque ya sabía yo que Carla me haría irme de casa, ya que no me dejaría estar sola más tiempo, así que después de arreglarme un poco y vestirme no marchamos de mi casa, subimos a su coche para ir a su club Una vez que llegamos y aparco su coche, entramos en el local marchándose ella a su despacho y quedándome yo en la bar del bar para saludar al camarero y que me pusiera un zumo para beber, ya que tenía la boca seca y pastosa. — Qué alegría volver a verte. Alex ayer ya estaba Carla muy preocupada pensamos los dos que algo te había ocurrido.----Me dijo Willy y como siempre, sonriendo. — Lo siento mucho ya he hablado con ella y creo que me ha perdonado y ves, ya estamos aquí otra vez?--- Le dije, cogiéndo mi, vaso de zumo.Me despedí de Willy y con mi vaso de zumo en mi mano empecé a andar por la sala del club hasta que por po
Su boca me besa con pasión y yo me dejo ir.Su lengua me recorre apoderándose de la mía que se rinde ante su amo, ya que yo me siento su sumisa.De pronto, algo suave y cálido me está acariciando los labios bajando lentamente por mis pechos sacándome gemidos.De pronto, mis pezones se endurecieron con un sedoso contacto y mi cuerpo se levanta hasta cima de la pasión sintiendo la sonrisa de Duncan sobre mi piel, mientras sus labios están besando en las curvas de mis pechos.Continuando con el dulce tormento, acercándolo a mi sexo, me hace saltar excitada ante su roce.Quiero disfrutar más, pero su sonrisa perversa me demuestra, que no está dispuesto a detenerse El calor de su cuerpo se pega por encima de mi cuando sus dedos se adentran en mi interior, haciéndome gemir por el deseo.—- Quiero escuchar como te vas.Alexa. grita tu placer con mi nombre. — Me hice con roncas palabras.Y con un delicado movimiento en mi clítoris que me hacen.ir más allá de lo que es la realidad.— No, Duncan, aún
Después de hacer el amor, nos vestimos los dos y nos marchamos de aquella habitación que había sido la única espectadora del amor de dos personas que más que se quieren , se aman con una locura indescriptible. Nos acercamos después hasta la barra del club para pedir algo de beber, porque por lo menos yo tenía la garganta seca de tanto gemir y gritar suponiendo que a Duncan también le sucedería lo mismo. Estabamos tranquilamente sentados en las sillas altas de la barra, cuando de pronto se acercó a donde yo estaba sentada un hombre que en un principio no lo reconocí, hasta que empezó a hablar el desconocido y me saludó muy amablemente, mirándolo Duncan de tal manera que en un principio hizo que me sintiera algo molesta, — Hola Alex, por la manera de mirarme diría que no sabes quien soy ¿me equivoco preciosa? — me dijo aquel hombre, sintiendo como Duncan se aferra a mi cintura con sus brazos— No, la verdad que no se quien eres y de que me conoces tu a mi — le respondí— Soy Gio, tu co
Una vez que ya me calme un poco ya que estaba muy nerviosa, me sequé las lágrimas, me lave la cara y me dirigí a la puerta del cuarto de baño para marcharme de aquel lugar. Abrí la puerta despacio dándome cuenta de que mi acompañante Gio estaba a unos metros, sentado mientras le daba un sorbo largo a su bebida, cosa que agradecí, ya que no deseaba hablar con nadie, me marché del cuarto de baño, para dirigirme, hacia la salida del club, pero me acorde de Carla y de la bronca que me dio cuando fue a mi casa, asi que decidi ir a buscarla en su despacho, pasando por otro pasillo que había paralelo a donde yo me encontraba, para no encontrarme con Gio o con el grupito que había con Duncan y su amigo. Una vez que ya llegue a la puerta del despacho de Carla, toque con los nudillos a la puerta, ya que no quería molestarla por si estaba acompañada, abriendome ella misma la puerta de su despacho, aunque se quedó un poco sorprendida al verme sola y sin Duncan— Hola preciosa, ¿dónde has dejado a
Los gritos desgarradores que se escuchan en la voz de Duncan, se escuchan por todo un pasillo, miró a Carla como suplicando y creo que es tan evidente mi súplica, que ella misma me abre la puerta contigua a su despacho para que me pueda esconder, ya que la voz de Duncan se esta escuchando cada vez mas y mas cerca de donde estamos nosotras. Justamente cuando Carla cierra la puerta en ese momento es cuando escucho aún más fuerte los gritos de Duncan dentro de la oficina—- Podrías dejar de gritar, o te aseguro que llamare a Carlos para que te meta entre rejas por alterar el orden público — escuche decirle Carla a Duncan— Dejate de gilipòlleces y dime si has visto o sabes donde se encuentra Alexa, sois muy amigas y tienes que saberlo,se que ella confía demasiado en ti — le comentó Duncan— No te dire nada hasta que te vea mas calmado, cuando estas asi, es imposible hablar contigo como las personas normales – contestó Carla—- Carla por tu bien y sera mejor que no me pongas mas nervioso
TRES MESES DESPUÉS— Ya he conseguido que se duerma, no creo que se despierte hasta dentro de unas horas —- le comente a Gio, cuando volvi al jardin y me sentaba en el sillon que habia a su lado— Deja de quejarte preciosa, Luca es un niño muy bueno, conozco a otros bebes que estan todo el dia llorando y sus padres estan histericos por ello — me contestoVivo en una preciosa casa con Gio, es de su familia, me ofreció vivir aquí con él ya que yo no tenía a donde ir cuando tuve a mi hijo Luca, y aunque Gio y yo nos conocemos desde hace años, es un maravilloso hombre que me está ayudando a sanar mis heridas y mis pesadillas, porque si tengo muchas pesadillas, veo a Duncan con esa mujer y unos hijos alrededor de ellos, sueños que si no fuera por Gio ya me hubiera vuelto loca. Estamos sentados en los sillones de la terraza, admirando el paisaje que tenemos a nuestro alrededor, sin poder dejar de maravillarme el paisaje que nos rodea. No estamos muy lejos de la ciudad, pero la casita de pie
Unos días después de hablar con Carlos por teléfono, regresé a la ciudad aunque a Gio no le sentó muy bien que le dejara solo, pero yo echaba de menos a Carlos y las reuniones que teníamos de vez en cuando Carla y yo. Cuando nos reunimos las dos amigas, fue como si celebraremos una pequeña fiesta, sobre todo la alegria que Carla tuvo cuando cogio a mi pequeño en sus brazos, ya que no dejaba de darle besos, acariciarlo y achucharlo como ella me decía— Es como una gota de agua de Duncan, pero dime ¿él ha visto a su hijo? — me pregunto— No, la verdad es que no he querido decírselo y aunque estos meses he estado en la casa que tiene Gio en el campo, él ha respetado mi deseo de no contárselo a Duncan, aunque no me extraña que Carlos sí que se lo dijera, —- comente— He quedado esta tarde en la casa de Carlos, aunque no te esperaba la verdad — me respondió ella— Bien, ha si daremos un paseo con Lucas y que Carlos lo pueda ver, ya que tampoco él ha visto a mi pequeño y segura estoy de que