Unos días después de hablar con Carlos por teléfono, regresé a la ciudad aunque a Gio no le sentó muy bien que le dejara solo, pero yo echaba de menos a Carlos y las reuniones que teníamos de vez en cuando Carla y yo. Cuando nos reunimos las dos amigas, fue como si celebraremos una pequeña fiesta, sobre todo la alegria que Carla tuvo cuando cogio a mi pequeño en sus brazos, ya que no dejaba de darle besos, acariciarlo y achucharlo como ella me decía— Es como una gota de agua de Duncan, pero dime ¿él ha visto a su hijo? — me pregunto— No, la verdad es que no he querido decírselo y aunque estos meses he estado en la casa que tiene Gio en el campo, él ha respetado mi deseo de no contárselo a Duncan, aunque no me extraña que Carlos sí que se lo dijera, —- comente— He quedado esta tarde en la casa de Carlos, aunque no te esperaba la verdad — me respondió ella— Bien, ha si daremos un paseo con Lucas y que Carlos lo pueda ver, ya que tampoco él ha visto a mi pequeño y segura estoy de que
Cuando me di cuenta de que la conversación entre los dos hombres, estaba a punto de terminar, me fui de aquel lugar volviendo corriendo al salón, cerre la puerta y poniendo mis manos en mi cara me puse a llorar como si fuera una niña que le han quitado algo que deseaba. Se perfectamente que Carla se asustó al verme de aquella manera haciéndome varias preguntas que en ese momento no pude contestarle ya que a pesar de llorar, el aire me faltaba en mis pulmones. Nos marchamos de aquella casa después de marcharse Duncan, marchandonos hacia la casa de Carla ya que ella no quería dejarme sola con mi hijo, por como yo me encontraba en ese momento de ánimo. Cuando llegamos a donde vivía mi amiga, ella se quedó cuidando a mi hijo Lucas, marchándome yo a la cama, ya que lo único que deseaba era estar sola y llorar. Me acosté en la cama, me tapé con la manta y doblé mi cuerpo hasta hacerme un ovillo. me quede dormida, pero de pronto escuche el chasquido de la puerta del dormitorio al cerrarse, h
Duncan me cogió de la mano, marchandonos de la cocina hacia el salón, dejandome pasar primero a mi como todo un caballero o como todo un cabrón, no lo se bien. — ¿Qué te pasa Alex?¿a qué viene ese cambio en ti? – pregunto— Os escuche hablar ayer a Carlos y a ti en el despacho —le dije- escuche como le decias que el sexo conmigo era maravilloso y que era un aliciente y un incentivo para la pareja, pero que ya no me amabas ¿eso es lo que siempre he sido para ti?¿un simple aliciente?¿un acuerdo, porque teníamos un contrato firmado? — le pregunté dolida— Dejemos las cosas muy claras Alex, al principio fue un contrato, pero las cosas se fueron complicando sobre todo para mi y si, estaba enamorado de ti, tanto que _____— !! CÁLLATE ¡¡ no quiero seguir escuchando tus mentiras Duncan, no quiero seguir con todo esto, no quiero, te casaste con ella y me dejaste sola, se que te prometí estar siempre a tu lado, pero ya no puedo con todo esto, quiero marcharme de aquí y olvidar lo que un dia h
Un silencio sepulcral llenó el salón por un momento, la atmósfera que había dentro se había turbado y empañado como si se hubiera instalado una sombra entre los dos, que aunque no se podía ver sí que se podía sentir.—- Esta bien Alex, no te obligare a quedarte ni pediré la paternidad de mi hijo, no quiero que sufras por mi culpa y tengo que darte la razón, he de dejar aun lado mi propio egoísmo a un lado y pensar en tu felicidad, aunque con ello te lleves mis ganas de seguir viviendo – me dijo en estado de shock todavía por todo lo que le dijeMe quedé sentada en el sofá, sin darme cuenta en ese momento de que las lágrimas empezaban a caer por mis mejillas, hasta que sentí como me estaba mojando mi rostro. Estaba desconcertada y no sabia muy bien en que pensar en ese momento, todo había sucedido muy rápido, pero también era muy doloroso.ya que no me esperaba las palabras frías y sin sentido de Duncan ya que el sabia perfectamente cuan enamorada estoy de él, diciéndome que podía march
Al día siguiente, cuando me desperté y me levanté de la cama, lo primero que hice fue, acercarme al dormitorio de mi hijo para ver como dormía en su cunita, fijandome en su suave y dulce rostro ya que lo que me dijo Carla tenía que darle toda la razón, mi hijo era como una gota de agua de Duncan. Después me fui al cuarto de baño para darme una ducha caliente, mientras sin querer las lágrimas me caían por mi rostro al pensar en el hombre del cual estaba completamente enamorada, después de la ducha, me fui a la cocina para preparar el desayuno de mi pequeño y mi taza de café, ya que necesitaba algo fuerte y la cafeína del café era lo único que me tenia despierta. Estaba sentada en una de las sillas de la cocina, dándole varios sorbos a mi taza de café, cuando empecé a escuchar el llanto de mi bebe, deje la taza en la encimera y cogí su biberón para ir a su dormitorio y darle el desayuno, ya que necesitaba marcharme a la calle y darle un paseo, ya que era lo único que en algo me calmaba
Baje del coche y empecé a correr hasta la puerta de la cafetería para no mojarme mucho, cuestión que fue como una misión imposible ya que cuando entré en el local estaba bastante mojada. Nada más entrar vi a Carlos que estaba sentado al fondo con una copa de vino en su mano, me fui acercando a donde estaba, levantándose Carlos enseguida que cruzamos nuestras miradas.— Hola Alex, ¿cómo estás? no te habré pillado en mal momento espero — me dijo, dándome un beso en mi mejilla— No tranquilo, acababa de salir de una inmobiliaria, como creo que ya sabrás por Duncan estoy buscando piso necesito marcharme lejos de la ciudad y de Duncan — le comente— Te comprendo, pero el coche que has venido es de Carla ¿no? — pregunto— Si es el suyo, yo hace tiempo que me saque el carnet, pero nunca me atreví a comprarme un coche, aunque con Lucas tendré que pensarlo — le dije sonriendo— Alex, Duncan me ha contado lo que ha sucedido entre vosotros ____ comenzó a hablarme— Si, bueno esto ya se veía ven
Aún no se como conseguir despistar al coche que me estaba siguiendo todo el camino, pero llegue a la casa de Carla con un fuerte estado de ansiedad. Cuando entré en la casa, ella que me conocía muy bien, se acercó a la puerta de la casa donde yo me encontraba, viendo cómo su cara era de preocupación. Nada más entrar en casa, apoye mi espalda en la puerta, ya que las piernas no paraban de temblar y la respiración que tenía era muy agitada mientras que las lágrimas caían por mi rostro sin que yo pudiera reprimirlas.— Alexa ¿que te pasa criatura? — me pregunto mi amigaAl notar Carla que casi no podía hablar ni andar, me cogió con sus manos mis brazos para acercarnos al salón, sentándome en el sofá mientras me daba cuenta de que ella se acercaba a la cocina para traerme un vaso de agua, pero en vez de traerme el agua, me dio una taza templada de infusión para que me calmara un poco los nervios que tenía.—- ¿Qué te ha pasado?¿te ha hecho alguien daño? — volvió a preguntarme— Noo, noo
Aunque no me quede muy conforme con dejar a mi hijo con la amiga de Carla, después de lo que me había pasado a mi ese día con el coche, me marché de la casa cuando el taxista tocó al timbre de la casa anunciando que ya me estaba esperando. De camino hacia el club, estuve pensando en cómo tenía que comportarme al ver a Duncan, ya que la última vez que estuvimos juntos no fuimos muy amables cuando nos dijimos lo que pensamos el uno del otro, pero estaba muy ilusionada por volver a ver al padre de mi hijo, era como si sus preciosos ojos azules me hipnotizaron y me quitaran la fuerza de voluntad. Cuando el coche paró en la misma puerta del club, le pague al taxista y me baje del vehículo, entrando seguidamente en el local, antes de acercarme a la barra para pedirle a Willy una bebida, decidí pasarme por el local para ver la gente y por supuesto buscar al hombre que me había robado mi corazon.— Duncan me ha dicho que subas a vuestra habitación —- me dijo Carla cuando nos cruzamos en el lo