Después de hacer el amor, nos vestimos los dos y nos marchamos de aquella habitación que había sido la única espectadora del amor de dos personas que más que se quieren , se aman con una locura indescriptible. Nos acercamos después hasta la barra del club para pedir algo de beber, porque por lo menos yo tenía la garganta seca de tanto gemir y gritar suponiendo que a Duncan también le sucedería lo mismo. Estabamos tranquilamente sentados en las sillas altas de la barra, cuando de pronto se acercó a donde yo estaba sentada un hombre que en un principio no lo reconocí, hasta que empezó a hablar el desconocido y me saludó muy amablemente, mirándolo Duncan de tal manera que en un principio hizo que me sintiera algo molesta, — Hola Alex, por la manera de mirarme diría que no sabes quien soy ¿me equivoco preciosa? — me dijo aquel hombre, sintiendo como Duncan se aferra a mi cintura con sus brazos— No, la verdad que no se quien eres y de que me conoces tu a mi — le respondí— Soy Gio, tu co
Una vez que ya me calme un poco ya que estaba muy nerviosa, me sequé las lágrimas, me lave la cara y me dirigí a la puerta del cuarto de baño para marcharme de aquel lugar. Abrí la puerta despacio dándome cuenta de que mi acompañante Gio estaba a unos metros, sentado mientras le daba un sorbo largo a su bebida, cosa que agradecí, ya que no deseaba hablar con nadie, me marché del cuarto de baño, para dirigirme, hacia la salida del club, pero me acorde de Carla y de la bronca que me dio cuando fue a mi casa, asi que decidi ir a buscarla en su despacho, pasando por otro pasillo que había paralelo a donde yo me encontraba, para no encontrarme con Gio o con el grupito que había con Duncan y su amigo. Una vez que ya llegue a la puerta del despacho de Carla, toque con los nudillos a la puerta, ya que no quería molestarla por si estaba acompañada, abriendome ella misma la puerta de su despacho, aunque se quedó un poco sorprendida al verme sola y sin Duncan— Hola preciosa, ¿dónde has dejado a
Los gritos desgarradores que se escuchan en la voz de Duncan, se escuchan por todo un pasillo, miró a Carla como suplicando y creo que es tan evidente mi súplica, que ella misma me abre la puerta contigua a su despacho para que me pueda esconder, ya que la voz de Duncan se esta escuchando cada vez mas y mas cerca de donde estamos nosotras. Justamente cuando Carla cierra la puerta en ese momento es cuando escucho aún más fuerte los gritos de Duncan dentro de la oficina—- Podrías dejar de gritar, o te aseguro que llamare a Carlos para que te meta entre rejas por alterar el orden público — escuche decirle Carla a Duncan— Dejate de gilipòlleces y dime si has visto o sabes donde se encuentra Alexa, sois muy amigas y tienes que saberlo,se que ella confía demasiado en ti — le comentó Duncan— No te dire nada hasta que te vea mas calmado, cuando estas asi, es imposible hablar contigo como las personas normales – contestó Carla—- Carla por tu bien y sera mejor que no me pongas mas nervioso
TRES MESES DESPUÉS— Ya he conseguido que se duerma, no creo que se despierte hasta dentro de unas horas —- le comente a Gio, cuando volvi al jardin y me sentaba en el sillon que habia a su lado— Deja de quejarte preciosa, Luca es un niño muy bueno, conozco a otros bebes que estan todo el dia llorando y sus padres estan histericos por ello — me contestoVivo en una preciosa casa con Gio, es de su familia, me ofreció vivir aquí con él ya que yo no tenía a donde ir cuando tuve a mi hijo Luca, y aunque Gio y yo nos conocemos desde hace años, es un maravilloso hombre que me está ayudando a sanar mis heridas y mis pesadillas, porque si tengo muchas pesadillas, veo a Duncan con esa mujer y unos hijos alrededor de ellos, sueños que si no fuera por Gio ya me hubiera vuelto loca. Estamos sentados en los sillones de la terraza, admirando el paisaje que tenemos a nuestro alrededor, sin poder dejar de maravillarme el paisaje que nos rodea. No estamos muy lejos de la ciudad, pero la casita de pie
Unos días después de hablar con Carlos por teléfono, regresé a la ciudad aunque a Gio no le sentó muy bien que le dejara solo, pero yo echaba de menos a Carlos y las reuniones que teníamos de vez en cuando Carla y yo. Cuando nos reunimos las dos amigas, fue como si celebraremos una pequeña fiesta, sobre todo la alegria que Carla tuvo cuando cogio a mi pequeño en sus brazos, ya que no dejaba de darle besos, acariciarlo y achucharlo como ella me decía— Es como una gota de agua de Duncan, pero dime ¿él ha visto a su hijo? — me pregunto— No, la verdad es que no he querido decírselo y aunque estos meses he estado en la casa que tiene Gio en el campo, él ha respetado mi deseo de no contárselo a Duncan, aunque no me extraña que Carlos sí que se lo dijera, —- comente— He quedado esta tarde en la casa de Carlos, aunque no te esperaba la verdad — me respondió ella— Bien, ha si daremos un paseo con Lucas y que Carlos lo pueda ver, ya que tampoco él ha visto a mi pequeño y segura estoy de que
Cuando me di cuenta de que la conversación entre los dos hombres, estaba a punto de terminar, me fui de aquel lugar volviendo corriendo al salón, cerre la puerta y poniendo mis manos en mi cara me puse a llorar como si fuera una niña que le han quitado algo que deseaba. Se perfectamente que Carla se asustó al verme de aquella manera haciéndome varias preguntas que en ese momento no pude contestarle ya que a pesar de llorar, el aire me faltaba en mis pulmones. Nos marchamos de aquella casa después de marcharse Duncan, marchandonos hacia la casa de Carla ya que ella no quería dejarme sola con mi hijo, por como yo me encontraba en ese momento de ánimo. Cuando llegamos a donde vivía mi amiga, ella se quedó cuidando a mi hijo Lucas, marchándome yo a la cama, ya que lo único que deseaba era estar sola y llorar. Me acosté en la cama, me tapé con la manta y doblé mi cuerpo hasta hacerme un ovillo. me quede dormida, pero de pronto escuche el chasquido de la puerta del dormitorio al cerrarse, h
Duncan me cogió de la mano, marchandonos de la cocina hacia el salón, dejandome pasar primero a mi como todo un caballero o como todo un cabrón, no lo se bien. — ¿Qué te pasa Alex?¿a qué viene ese cambio en ti? – pregunto— Os escuche hablar ayer a Carlos y a ti en el despacho —le dije- escuche como le decias que el sexo conmigo era maravilloso y que era un aliciente y un incentivo para la pareja, pero que ya no me amabas ¿eso es lo que siempre he sido para ti?¿un simple aliciente?¿un acuerdo, porque teníamos un contrato firmado? — le pregunté dolida— Dejemos las cosas muy claras Alex, al principio fue un contrato, pero las cosas se fueron complicando sobre todo para mi y si, estaba enamorado de ti, tanto que _____— !! CÁLLATE ¡¡ no quiero seguir escuchando tus mentiras Duncan, no quiero seguir con todo esto, no quiero, te casaste con ella y me dejaste sola, se que te prometí estar siempre a tu lado, pero ya no puedo con todo esto, quiero marcharme de aquí y olvidar lo que un dia h
Un silencio sepulcral llenó el salón por un momento, la atmósfera que había dentro se había turbado y empañado como si se hubiera instalado una sombra entre los dos, que aunque no se podía ver sí que se podía sentir.—- Esta bien Alex, no te obligare a quedarte ni pediré la paternidad de mi hijo, no quiero que sufras por mi culpa y tengo que darte la razón, he de dejar aun lado mi propio egoísmo a un lado y pensar en tu felicidad, aunque con ello te lleves mis ganas de seguir viviendo – me dijo en estado de shock todavía por todo lo que le dijeMe quedé sentada en el sofá, sin darme cuenta en ese momento de que las lágrimas empezaban a caer por mis mejillas, hasta que sentí como me estaba mojando mi rostro. Estaba desconcertada y no sabia muy bien en que pensar en ese momento, todo había sucedido muy rápido, pero también era muy doloroso.ya que no me esperaba las palabras frías y sin sentido de Duncan ya que el sabia perfectamente cuan enamorada estoy de él, diciéndome que podía march