Los gritos desgarradores que se escuchan en la voz de Duncan, se escuchan por todo un pasillo, miró a Carla como suplicando y creo que es tan evidente mi súplica, que ella misma me abre la puerta contigua a su despacho para que me pueda esconder, ya que la voz de Duncan se esta escuchando cada vez mas y mas cerca de donde estamos nosotras. Justamente cuando Carla cierra la puerta en ese momento es cuando escucho aún más fuerte los gritos de Duncan dentro de la oficina—- Podrías dejar de gritar, o te aseguro que llamare a Carlos para que te meta entre rejas por alterar el orden público — escuche decirle Carla a Duncan— Dejate de gilipòlleces y dime si has visto o sabes donde se encuentra Alexa, sois muy amigas y tienes que saberlo,se que ella confía demasiado en ti — le comentó Duncan— No te dire nada hasta que te vea mas calmado, cuando estas asi, es imposible hablar contigo como las personas normales – contestó Carla—- Carla por tu bien y sera mejor que no me pongas mas nervioso
TRES MESES DESPUÉS— Ya he conseguido que se duerma, no creo que se despierte hasta dentro de unas horas —- le comente a Gio, cuando volvi al jardin y me sentaba en el sillon que habia a su lado— Deja de quejarte preciosa, Luca es un niño muy bueno, conozco a otros bebes que estan todo el dia llorando y sus padres estan histericos por ello — me contestoVivo en una preciosa casa con Gio, es de su familia, me ofreció vivir aquí con él ya que yo no tenía a donde ir cuando tuve a mi hijo Luca, y aunque Gio y yo nos conocemos desde hace años, es un maravilloso hombre que me está ayudando a sanar mis heridas y mis pesadillas, porque si tengo muchas pesadillas, veo a Duncan con esa mujer y unos hijos alrededor de ellos, sueños que si no fuera por Gio ya me hubiera vuelto loca. Estamos sentados en los sillones de la terraza, admirando el paisaje que tenemos a nuestro alrededor, sin poder dejar de maravillarme el paisaje que nos rodea. No estamos muy lejos de la ciudad, pero la casita de pie
Unos días después de hablar con Carlos por teléfono, regresé a la ciudad aunque a Gio no le sentó muy bien que le dejara solo, pero yo echaba de menos a Carlos y las reuniones que teníamos de vez en cuando Carla y yo. Cuando nos reunimos las dos amigas, fue como si celebraremos una pequeña fiesta, sobre todo la alegria que Carla tuvo cuando cogio a mi pequeño en sus brazos, ya que no dejaba de darle besos, acariciarlo y achucharlo como ella me decía— Es como una gota de agua de Duncan, pero dime ¿él ha visto a su hijo? — me pregunto— No, la verdad es que no he querido decírselo y aunque estos meses he estado en la casa que tiene Gio en el campo, él ha respetado mi deseo de no contárselo a Duncan, aunque no me extraña que Carlos sí que se lo dijera, —- comente— He quedado esta tarde en la casa de Carlos, aunque no te esperaba la verdad — me respondió ella— Bien, ha si daremos un paseo con Lucas y que Carlos lo pueda ver, ya que tampoco él ha visto a mi pequeño y segura estoy de que
Cuando me di cuenta de que la conversación entre los dos hombres, estaba a punto de terminar, me fui de aquel lugar volviendo corriendo al salón, cerre la puerta y poniendo mis manos en mi cara me puse a llorar como si fuera una niña que le han quitado algo que deseaba. Se perfectamente que Carla se asustó al verme de aquella manera haciéndome varias preguntas que en ese momento no pude contestarle ya que a pesar de llorar, el aire me faltaba en mis pulmones. Nos marchamos de aquella casa después de marcharse Duncan, marchandonos hacia la casa de Carla ya que ella no quería dejarme sola con mi hijo, por como yo me encontraba en ese momento de ánimo. Cuando llegamos a donde vivía mi amiga, ella se quedó cuidando a mi hijo Lucas, marchándome yo a la cama, ya que lo único que deseaba era estar sola y llorar. Me acosté en la cama, me tapé con la manta y doblé mi cuerpo hasta hacerme un ovillo. me quede dormida, pero de pronto escuche el chasquido de la puerta del dormitorio al cerrarse, h
Duncan me cogió de la mano, marchandonos de la cocina hacia el salón, dejandome pasar primero a mi como todo un caballero o como todo un cabrón, no lo se bien. — ¿Qué te pasa Alex?¿a qué viene ese cambio en ti? – pregunto— Os escuche hablar ayer a Carlos y a ti en el despacho —le dije- escuche como le decias que el sexo conmigo era maravilloso y que era un aliciente y un incentivo para la pareja, pero que ya no me amabas ¿eso es lo que siempre he sido para ti?¿un simple aliciente?¿un acuerdo, porque teníamos un contrato firmado? — le pregunté dolida— Dejemos las cosas muy claras Alex, al principio fue un contrato, pero las cosas se fueron complicando sobre todo para mi y si, estaba enamorado de ti, tanto que _____— !! CÁLLATE ¡¡ no quiero seguir escuchando tus mentiras Duncan, no quiero seguir con todo esto, no quiero, te casaste con ella y me dejaste sola, se que te prometí estar siempre a tu lado, pero ya no puedo con todo esto, quiero marcharme de aquí y olvidar lo que un dia h
Un silencio sepulcral llenó el salón por un momento, la atmósfera que había dentro se había turbado y empañado como si se hubiera instalado una sombra entre los dos, que aunque no se podía ver sí que se podía sentir.—- Esta bien Alex, no te obligare a quedarte ni pediré la paternidad de mi hijo, no quiero que sufras por mi culpa y tengo que darte la razón, he de dejar aun lado mi propio egoísmo a un lado y pensar en tu felicidad, aunque con ello te lleves mis ganas de seguir viviendo – me dijo en estado de shock todavía por todo lo que le dijeMe quedé sentada en el sofá, sin darme cuenta en ese momento de que las lágrimas empezaban a caer por mis mejillas, hasta que sentí como me estaba mojando mi rostro. Estaba desconcertada y no sabia muy bien en que pensar en ese momento, todo había sucedido muy rápido, pero también era muy doloroso.ya que no me esperaba las palabras frías y sin sentido de Duncan ya que el sabia perfectamente cuan enamorada estoy de él, diciéndome que podía march
Al día siguiente, cuando me desperté y me levanté de la cama, lo primero que hice fue, acercarme al dormitorio de mi hijo para ver como dormía en su cunita, fijandome en su suave y dulce rostro ya que lo que me dijo Carla tenía que darle toda la razón, mi hijo era como una gota de agua de Duncan. Después me fui al cuarto de baño para darme una ducha caliente, mientras sin querer las lágrimas me caían por mi rostro al pensar en el hombre del cual estaba completamente enamorada, después de la ducha, me fui a la cocina para preparar el desayuno de mi pequeño y mi taza de café, ya que necesitaba algo fuerte y la cafeína del café era lo único que me tenia despierta. Estaba sentada en una de las sillas de la cocina, dándole varios sorbos a mi taza de café, cuando empecé a escuchar el llanto de mi bebe, deje la taza en la encimera y cogí su biberón para ir a su dormitorio y darle el desayuno, ya que necesitaba marcharme a la calle y darle un paseo, ya que era lo único que en algo me calmaba
Baje del coche y empecé a correr hasta la puerta de la cafetería para no mojarme mucho, cuestión que fue como una misión imposible ya que cuando entré en el local estaba bastante mojada. Nada más entrar vi a Carlos que estaba sentado al fondo con una copa de vino en su mano, me fui acercando a donde estaba, levantándose Carlos enseguida que cruzamos nuestras miradas.— Hola Alex, ¿cómo estás? no te habré pillado en mal momento espero — me dijo, dándome un beso en mi mejilla— No tranquilo, acababa de salir de una inmobiliaria, como creo que ya sabrás por Duncan estoy buscando piso necesito marcharme lejos de la ciudad y de Duncan — le comente— Te comprendo, pero el coche que has venido es de Carla ¿no? — pregunto— Si es el suyo, yo hace tiempo que me saque el carnet, pero nunca me atreví a comprarme un coche, aunque con Lucas tendré que pensarlo — le dije sonriendo— Alex, Duncan me ha contado lo que ha sucedido entre vosotros ____ comenzó a hablarme— Si, bueno esto ya se veía ven