Intente marcharme de aquella habitación, con toda la rabia que tenia en mis venas, pero Duncan me cogió con fuerza de mi brazo con su mano para evitar que me marchara— ¿Qué quieres ahora de mi Duncan? estaba preocupada por ti, regrese a ti dispuesta a todo porque quería ayudarte y estar a tu lado, pero me encontré con un hombre frío y sin sentimientos que lo único que hizo fue rebajarme como mujer como si fuera una de esas fulanas que se les puede insultar porque son sumisas, me diste una patada, te quisistes deshacer de mi y destrozarme como ya lo hicistes? — le dije con toda mi rabia— Me reemplazaste con tu mujercita en cuanto desapareci de tu vida y ahora vienes a buscarme, dime Duncan ¿para que?¿porque no dejas que siga con mi vida o quieres volver a hacerme daño,— A ti no Alex — me dijo dejandome por un momento desconcertada— !! Y una mierda Duncan ¡¡ Te portaste como un verdadero hijo de puta conmigo, jamas te han importado mis sentimientos, eres un cerdo y un hipócrita si
Cierro los ojos e intento recuperarme ya que no puedo permitir que la situación en que estamos los dos me permitan flaquear ante su presencia— Lo siento Duncan, será mejor que me vaya.--- Dije intentando soltarme de su agarre. — No dejo que te vayas, espera un momento, por favor — Me dijo. sin soltar mi abrazo con su mano.—- No tiene sentido que siga aquí.--- Respondí.—- ¿Por qué?¿Te has enamorado de alguien?--- Me preguntó con sarcasmo.— Eso no te importa me dejaste claro que no soy nada ya en tu vida.— Maldita sea, Alexa.¿Tienes a alguien en tu vida? — me pregunto algo alterado— Todavía no Duncan pero se que cuando quiera, puedo tener a otro hombre a mi lado.--- Le contesté con algo de picardía.De pronto siento como sus brazos se aferran a mis hombros y sin darme tiempo a reaccionar noto como sus labios están apretando los míos dándome un beso de lo más impaciente,y posesivo que he recibido jamás. Los labios de Duncan se apoderan de mi boca, mientras que su lengua borra
La voz de Duncan se vuelve grave por el deseo haciendo que me maree cuando noto la punta húmeda de su miembro rozándome la nalga.— Vamos a Alexa.Dime que me deseas, pídeme que te llene y lo haré ahora, sabes que puedo darte todo lo que me pidas --- Me dijo lleno de furia.—- Por favor, Duncan, no me hagas esto.-- Le suplico en un murmullo.— Solo te pido, Alex, que aceptes lo que soy.Te deseo y te amo tanto.--- Me dijo haciéndome sentir culpable.— Por favor, Duncan, aparta, no puedo, lo siento, pero no puedo – le rogué. — Yo sé que me deseas, cariño.--- Me está diciendo mientras su dedo está acariciando mi clítoris.—- Por Dios, Duncan, te deseo a ti y solo a ti.Sigue por Dios, ahora no pares.--- le suplico — Eres mía, mi amor solo mía y lo sabes muy bien .---- Me dice cuando siento cómo se ajusta con fuerza por mis caderas y se introduce embistiendo con una fuerza brutal.La urgencia que tenemos los dos se nota en cada embiste de Duncan.Yo sé que desea marcarme con cada embiste
Hoy estoy sola en mi casa y en el sofa sentada con mi taza de cafe en mi mano, pensando en lo idiota que fui ayer ya que tenia que haber sido mas fuerte y no haber dejado que Duncan me manipulara de esa manera, debi afrontar las consecuencias de mis actos, ¿pero como? me pregunto, si solamente su mirada me hace sentir como mi cuerpo se transforma en gelatina con un solo roce de sus dedos o de sus labios. Cuando pude me marche corriendo del club de Carla, sin querer verla y sin dar explicaciones a nadie creo que fue lo peor que hice, ya que en mi movil hay varios mensajes y llamadas de ella, se nota que esta preocupada pero que tengo que hacer, anoche me porte como una traidora y eso se que es porque soy una idiota, tenia que haberme marchado de aquella habitacion en cuanto oli su perfume sabiendo que era Duncan el que estaba detras de mi. De la misma rabia que tengo encima, cogí uno de los cojines que había encima del sofá, golpeándolo con mucha rabia pero pensando en ¿cómo he podido
Carla ese día se quedó a comer conmigo en casa porque no quería que estuviera más tiempo sola, después recogimos la cocina entre las dos, me duché y me vestí.Porque ya sabía yo que Carla me haría irme de casa, ya que no me dejaría estar sola más tiempo, así que después de arreglarme un poco y vestirme no marchamos de mi casa, subimos a su coche para ir a su club Una vez que llegamos y aparco su coche, entramos en el local marchándose ella a su despacho y quedándome yo en la bar del bar para saludar al camarero y que me pusiera un zumo para beber, ya que tenía la boca seca y pastosa. — Qué alegría volver a verte. Alex ayer ya estaba Carla muy preocupada pensamos los dos que algo te había ocurrido.----Me dijo Willy y como siempre, sonriendo. — Lo siento mucho ya he hablado con ella y creo que me ha perdonado y ves, ya estamos aquí otra vez?--- Le dije, cogiéndo mi, vaso de zumo.Me despedí de Willy y con mi vaso de zumo en mi mano empecé a andar por la sala del club hasta que por po
Su boca me besa con pasión y yo me dejo ir.Su lengua me recorre apoderándose de la mía que se rinde ante su amo, ya que yo me siento su sumisa.De pronto, algo suave y cálido me está acariciando los labios bajando lentamente por mis pechos sacándome gemidos.De pronto, mis pezones se endurecieron con un sedoso contacto y mi cuerpo se levanta hasta cima de la pasión sintiendo la sonrisa de Duncan sobre mi piel, mientras sus labios están besando en las curvas de mis pechos.Continuando con el dulce tormento, acercándolo a mi sexo, me hace saltar excitada ante su roce.Quiero disfrutar más, pero su sonrisa perversa me demuestra, que no está dispuesto a detenerse El calor de su cuerpo se pega por encima de mi cuando sus dedos se adentran en mi interior, haciéndome gemir por el deseo.—- Quiero escuchar como te vas.Alexa. grita tu placer con mi nombre. — Me hice con roncas palabras.Y con un delicado movimiento en mi clítoris que me hacen.ir más allá de lo que es la realidad.— No, Duncan, aún
Después de hacer el amor, nos vestimos los dos y nos marchamos de aquella habitación que había sido la única espectadora del amor de dos personas que más que se quieren , se aman con una locura indescriptible. Nos acercamos después hasta la barra del club para pedir algo de beber, porque por lo menos yo tenía la garganta seca de tanto gemir y gritar suponiendo que a Duncan también le sucedería lo mismo. Estabamos tranquilamente sentados en las sillas altas de la barra, cuando de pronto se acercó a donde yo estaba sentada un hombre que en un principio no lo reconocí, hasta que empezó a hablar el desconocido y me saludó muy amablemente, mirándolo Duncan de tal manera que en un principio hizo que me sintiera algo molesta, — Hola Alex, por la manera de mirarme diría que no sabes quien soy ¿me equivoco preciosa? — me dijo aquel hombre, sintiendo como Duncan se aferra a mi cintura con sus brazos— No, la verdad que no se quien eres y de que me conoces tu a mi — le respondí— Soy Gio, tu co
Una vez que ya me calme un poco ya que estaba muy nerviosa, me sequé las lágrimas, me lave la cara y me dirigí a la puerta del cuarto de baño para marcharme de aquel lugar. Abrí la puerta despacio dándome cuenta de que mi acompañante Gio estaba a unos metros, sentado mientras le daba un sorbo largo a su bebida, cosa que agradecí, ya que no deseaba hablar con nadie, me marché del cuarto de baño, para dirigirme, hacia la salida del club, pero me acorde de Carla y de la bronca que me dio cuando fue a mi casa, asi que decidi ir a buscarla en su despacho, pasando por otro pasillo que había paralelo a donde yo me encontraba, para no encontrarme con Gio o con el grupito que había con Duncan y su amigo. Una vez que ya llegue a la puerta del despacho de Carla, toque con los nudillos a la puerta, ya que no quería molestarla por si estaba acompañada, abriendome ella misma la puerta de su despacho, aunque se quedó un poco sorprendida al verme sola y sin Duncan— Hola preciosa, ¿dónde has dejado a