Narrador Omnisciente.El día en el inframundo se puso oscuro de un momento a otro y Alaia fue capaz de notarlo a través de la ventana, puesto que la claridad que entraba por la misma dejó de hacerlo. Causándole intriga al suponer que es la manera en la que la noche arropaba el día. Entonces desde ese lugar observó cómo de las casas que se veían cerca muchas personas salieron pareciendo tan normales como los humanos, pero cuando los observó con detenimiento vio que se mostraban preocupados.—¿Sabes qué es lo que sucede como para que todos salgan de sus casas a mirar? — le preguntó a Mara que aún seguía a su lado y que por más que le pidió dejarla sola no se marchó. Sin tener idea de lo que le molesta a Alaia tenerla tan cerca, ya que tiene muy por seguro que es la mujer que ocupa el lugar que le corresponde a ella en la cama de su pareja destinada.—No sé, pero es muy normal aquí. Siempre creía que el infierno era distinto a la tierra y aquí todos viven como humanos a excepción que pas
Narrador Omnisciente Una lucha de miradas con un deje desafiante que amenazaba con poner el inframundo a temblar tenían ellos dos, y aunque Zain no posee pupilas en sus ojos de demonio, Alaia podía leer a través de la negrura que ese ser malicioso pedía algo a cambio de haber actuado tan caritativo.—Lo hiciste para conmoverme, piensas que si te sacrificas abriré amablemente las piernas para ti— manifestó aún con brazos cruzados y él sonrió coquetamente con un gesto de insinuación sexual; transmitiendo al mismo tiempo con un movimiento de su dedo índice una sombra negra que la recorrió entera causándole un cosquilleo, que al final se concentró en su feminidad haciendo que ella se viera obligada a tener que apretar las piernas y por más que luchó terminó soltando un jadeo.—¡Para con lo que sea que hagas! — exigió excitada al punto de mirarlo fijamente, con intención de entregarse en ese momento a él.—No olvides lo que soy. Tengo muchos trucos con los cuales podría obligarte a que tú
Narrador Omnisciente. Alaia no paraba de caminar de un lado a otro, no imaginaba cómo serían sus días en el inframundo, porque verse a sí misma encerrada en esa habitación donde supone que ya no debe estar presa, puesto que de quien huía o se escondía está a pasos de ella por más que evitó esa cercanía o estar en ese lugar.«Cuál es mi lugar aquí» se preguntaba, pero Zain no le tenía prohibido salir.Creó un mohín cuando vio sobre la cama ropa que parecía ser para ella, y lo único que le extrañó fue que en esta ocasión no era de color oscuro, sino que era un vestido amarillo y recordó tener uno demasiado parecido como si fuera una copia exacta, por lo que se aproximó a un armario bastante grande y cuando lo abrió quedó pasmada porque todo lo que había allí dentro eran copias exactas de la ropa que utilizaba. —¡¿Qué es esto?!— musitó perpleja. — Él nunca estuvo lejos de mí— se tapó la boca con la mano derecha, mientras que con la otra se agarraba la cintura. ★Eso deja claro que no
Narrador Omnisciente.En cambio, Zain no respondió nada, sino que se perdió en esa mirada azul y se quedó deleitado al tenerla agachada delante de él con tan poca tela cubriendo su piel.—Si cumples lo que te he pedido, yo seré capaz de mostrarte lo que he hecho con Smil—. Zain alzó la comisura izquierda de los labios por qué el ratón quería jugar con el gato equivocado.«Me consideras el sirviente estúpido, deslumbrado con la belleza de su señora. El juego está subiendo de nivel» pensó Zain guardándose las carcajadas bien dentro para no dejarlas salir.—Déjame ver si vale la pena perder la cabeza por lo que tienes para darme— Alaia esperaba que él le dijera que la llevaría y luego buscaría la manera de asustarlo, pero le salió mal el cálculo.—Aquí no…, Daren puede venir o aparecer, no sé— ella palideció, pero más aturdida quedó cuando terminó por jalar su cuerpo dejándola en la cama debajo de él.—El rey está ocupado por lo que no vendrá— se acomodó un poco más entre sus piernas.—S
Alaia es la princesa de la manada más poderosa del mundo sobrenatural hija del rey de los lobos Dimitri Lefevre, un hombre que vivía en amargura y olvidando ese hecho que lo hacía aborrecer su propia existencia, hasta que encontró a Emma Collins su reina y la mujer que lo ayudó a recordar su triste y desdichado pasado, y también a perdonarse a sí mismo. Tiempo después de haberla elegido como su luna, ella salió embarazada, pero no lo sabía. Emma sintió que algo dentro del bosque de su manada la atraía, de modo que decidió entrar llevándose la sorpresa de que se trataba de un ángel que le hizo saber que ella estaba embarazada de una niña la cual el mismo ente nombró por "Alaia" y no obstante eso, dejó un beso en su vientre marcando así a la pequeña princesa mucho antes de nacer. En ese mismo instante. El rey de los demonios también sintió una fuerte necesidad de ir a esa manada adentrándose al bosque y se llevó la gran sorpresa de saber que esa niña que apenas no se había formado y qu
Narrador Omnisciente. Desde entonces la vida de la pequeña Alaia no fue normal, como la de cualquier chica, sino que debió estudiar encerrada en casa, con maestros privados que se encargaron de su educación y de hacer de ella una buena diseñadora gráfica. Aunque como todo niño le pareció subyugador, no poder disfrutar de la libertad como cualquier cachorra de su manada, no se rebeló contra su padre, que le propuso que saldría siempre y cuando fuera con ellos, y aunque era sofocante, fue bastante comprensiva al entender que era necesario para su protección hasta que pudiera defenderse y que el rey demonio comprendiera que ella tenía derecho a elegir y no que él lo hiciera en su lugar. Como una chica obediente no hacía nada fuera de lugar y siempre dejó que su familia la protegiera, de ese demonio que, a pesar de ser su pareja destinada, ella pensaba en él cómo alguien terrorífico que le causaba miedo de solo nombrarlo, conociéndolo entre ellos como Daren el rey demonio.
Narrador Omnisciente. «Tu aroma llena mi arma, que me pierdo en la exquisitez, y mi anatomía se estremece mientras más lleno de ti estoy. Te amo…, te amo con tanta intensidad, con esa misma fuerza que te odio al mismo tiempo. Y no es que tú tengas la culpa, si no es que cuando te veo recuerdo mi desdicha, pero, que puedo hacer, si igual, aunque me duela, no puedo dejar de verte» «Pues no te puedo desaparecer por qué eres una parte importante de mí, sin embargo, estoy dispuesto a romperte de mil maneras y volver a unir cada parte de tu alma, con tal de que me pertenezca solo a mí. Amarás cada uno de mis más perversos lados: lo que soy, lo que escondo para no dejarme conocer y lo que reflejo para engañar a mis adversarios» «Mil caretas, eso poseo yo, el emperador absoluto del inframundo» Esos eran los pensamientos de Zain mientras miraba desde la distancia aquella clínica veterinaria donde había visto a su amada entrar. Añoraba recitar para ella cada
Narrador omnisciente.Emma estaba casi al punto de soltarse en carcajadas cuando Alaia le comunicó sobre el pedido del dichoso cliente que nunca antes había visto en su clínica, pero salió a verlo, notando exactamente qué Alaia tenía razón y que es totalmente humano, con un aura más fuerte de lo común, aunque igual no le pareció peligroso. Con su percepción eso era lo que podía notar, ya que ella es fuerte cuando está junto a su pareja, y estando él en la manada, le era difícil ver más allá de donde le permitía su poder.—¿Te gusta el humano? —, indagó su madre con el rostro risueño y Alaia se mostró avergonzada.—Vamos, madre, no es para nada bonito hablar de estas cosas contigo, además, aunque me guste, no podría haber nada entre nosotros. No olvides que tengo pareja destinada y ando con el sello de otro aquí. — Alaia se señaló a sí misma mostrando la marca en su cuello.—El rey demonio ni se ha presentado, ese ser presuntuoso no merece a una linda loba como tú, y si te enamoras de