Al llegar a mi destino Carl me recibió y me dió alojamiento en su departamento unos días, mientras encontraba un buen lugar para mí, compré un espectacular departamento en Upper East Side de Manhattan, es una buena zona y de noche tiene una vista preciosa.
Contraté a una persona capacitada que se encargará de remodelar el departamento, los colores no me gustan y quiero que lo deje impecable. Amo el blanco en todas sus tonalidades y ver el departamento así me dejó satisfecho, la diseñadora me sugirió colocar unas fotos familiares y unas plantas para que le den vida al lugar, dijo que se sentía tétrico, sin vida e impersonal. No me importa lo que los demás piensen, a mi me gusta la pulcritud, la sencillez y el minimalismo, me encanta el espacio que tengo y lo amplio que se ve el departamento. Teniendo el departamento en orden, decidí que era el momento de ir a la clínica para conocer al personal de trabajo y empezar de una vez con mi labor. También le conseguí un departamento a mi hermana Laura, pero sería entregado dentro de un mes, cuando la llamé y le di la noticia se puso muy feliz. Sé cuánto le gusta estar cerca de mí y yo no puedo dejarla sola, adoro a mi hermana. Decidí que quería ir a la clínica en la tarde porque quería pasar por el supermercado y hacer unas compras, tenía días comiendo en la calle y me gusta comer más en casa. Después que hice las compras, las organicé en el refrigerador y antes de llegar a la clínica hice una parada en el Starbucks que está a solo una cuadra de ella. Había una cola enorme, pero avanzó rápido y pude obtener mi pedido. En ese momento me llegó un mensaje de Stella deseándome una bonita tarde,le contesté de inmediato con una sonrisa, al tiempo que recibía mensajes de mi madre y hermanas. Cuando respondí a cada uno de sus mensajes, le di un sorbo a mi café y le hacía falta un poco más de azúcar, me moví rápidamente, pero sin llegar a incomodar a la chica con un informe de hospital que se encontraba de espaldas esperando su pedido. Entonces le pedí el favor a la joven que me atendió de que me regalara una bolsita adicional de azúcar y mientras esperaba me deleité con ese sutil aroma a vainilla que desprendía el cuerpo o el cabello de la chica que se encontraba de espaldas. Al tener la bolsita de azúcar en mis manos destapé mi café en el lugar y añadí el azúcar, al terminar quise retirarme, pero justo la chica recibió su pedido, no fui rápido cuando ella chocó conmigo y sin querer uno de sus cafés se fue al piso. Le pregunté si estaba bien y no dijo nada, cuando volví a preguntarle me dijo tímidamente que sí, pero pasó de mi completamente para disculparse con la señora que se encarga del mantenimiento del local. Me sentí culpable cuando observé su rostro triste, supongo que el café que perdió era el de ella. La ví caminar en dirección a una mesa donde se encontraba otra chica de cabello oscuro hablando por teléfono. —Disculpa linda, puedes preparar un café igual al que pidió la chica de hace un momento, por favor. Tuve que hacer uso de mi galantería y de esa sonrisa que sé, que derrite a las chicas y nunca dicen que no. —Usted—dice y se queda pensativa un segundo—, ya recordé, ¿quiere un Frappuccino de chocolate blanco sin café? —Exacto linda. —Enseguida, serían cinco dólares, puede ir cancelando mientras lo preparo. La jóven se movió sumamente rápido y en menos de un minuto tenía el café frente a mí. —Muchas gracias linda, muy amable. Sin tiempo que perder caminé en dirección a la chica que perdió su café y justo se estaban levantando, supongo que para irse. Le extendí el café y me vió sorprendida, su amiga le insistía con una sonrisa que tomara lo que le ofrecía y ella totalmente sonrojada y un poco apenada lo aceptó. Me despedí de ellas y me fuí directo a la clínica. En el camino no dejé de pensar en esa chica, me pareció que tiene un rostro angelical precioso, unos ojos cafés espectaculares, pero sin brillo, adornados por unas largas pestañas que le dan vida a sus ojos apagados, su cabello liso lo llevaba recogido en una coleta alta, con unos mechones rebeldes que caían alrededor de su rostro despreocupadamente. Me pareció a simple vista hermosa, de esas bellezas naturales y sencillas que en estos tiempos muy poco existen. Al llegar a la clínica me encontré a Carl esperándome en la entrada, nos saludamos ya que tenía varios días sin verlo. No perdió tiempo en darme un breve recorrido por la amplia clínica y presentarme algunos doctores que nos encontramos en el camino, varias enfermeras de turno, personal administrativo y unas doctoras que se encontraban en el área del cafetín y que no perdieron oportunidad de devorarme con los ojos. ¿Será que piensan que no me doy cuenta? De pronto Carl camina en dirección a las chicas que me encontré en el Starbucks y lo sigo, nos presenta y en el preciso instante en que estreché la mano de Letty sentí una conexión especial, esa misma atracción se activó cuando miré sus ojos directamente. Es verla a los ojos y sentir que me pierdo por un instante en el universo, es saber que después del infinito está su maravillosa sonrisa y que el mundo empieza desde la raíz de su cabello y termina en la pureza de su alma. Puedo jurar que desde ese pequeño instante esa hermosa chica quedó incrustada en mi pensamiento. Jamás en mis treinta y cuatro años me había pasado nada igual, sentí como si un bisturí hubiera abierto sin dolor cada capa de mi piel dejándome completamente expuesto ante ella. Claramente va a notar el latir acelerado de mi corazón y el creciente animal con el que lucho en mi interior para no estrecharla entre mis brazos. Ahora no sé qué hacer para sacarla de mi cabeza. Le invité un café del Starbucks y aunque quiso negarse no sé lo permití, creo que estoy encaprichado de ella y esta es la mejor manera de averiguarlo, porque si hace unos minutos no quería dejar de verla, ahora siento que la necesito urgente en mi vida. Traté de entablar una conversación amena con ella, pero sé que debo ser paciente, es desconfiada, tímida y reservada; como también me puedo dar cuenta de que es bastante humilde, pero eso no hace que quiera apartarme sino todo lo contrario quiero aferrarme a ella con la misma fuerza de un tsunami. Cuando sentí que se relajó un poco y empezó a hablar más tranquila observó la pantalla de su móvil y se disculpó para contestar, quien la haya llamado la incomodó, su semblante y estado de ánimo cambió en un solo segundo. Quiso salir corriendo, pero me ofrecí a llevarla a donde tuviera que ir. Al no encontrarla afuera de la clínica algo me decía que pasara por la parada del bus. Justo ahí la encontré, sola en ese desierto y estaba cayendo la noche. Pude llevarla a su casa y eso me dejó tranquilo, aunque ella me transmitía con sus ojos inseguridad, miedo, no lo sé. No quise preguntarle porque no me conoce, no se siente en confianza conmigo como para abrirse y la entiendo. Me tiene inquieto algunos gestos y acciones de su parte, se asusta con facilidad y no sé si ella es así normalmente, pero voy averiguarlo. Cómo también sé que la sorprende tanta amabilidad y caballerosidad de mi parte, no está acostumbrada. Letty me resulta fácil de descifrar, es tan transparente que no puedo sentir una pizca de maldad en ella.Al día siguiente tras hacer mis necesidades, ducharme y cepillar mis dientes supe que en la mañana no tendría trabajo, no tenía ni siquiera un paciente como para tomarlo de excusa e ir a la clínica cuánto antes para ver a Letty, tendré que contener mis repentinas ganas de ir a verla.Entonces tomé mi teléfono y escribí un mensaje para ella de buenos días. Solo pasaron dos minutos cuando un mensaje de ella llegó en respuesta al mío y eso solo hizo que pasara una mañana estupenda, riendo como un puberto en cada espacio del departamento.Hice desayuno y al terminar busqué el ordenador, lo encendí y entré al correo. Tenía muchísimos mensajes sin contestar, así que me puse manos a la obra, así transcurrió toda mi mañana.Al mediodía cociné mi almuerzo escuchando esa música instrumental titulada "Autumn Leaves de Yenne Lee". La buena música siempre me ha encantado, sobre todo cuando está tan cargada de sentimiento y verdad. Incluso cuando solo es melodía, es perfecta. Las letras serían so
Dos días habían pasado desde que Edward me dejó esa noche en casa. Debo admitir que todo lo que me dijo me volvió loca, me encantó escuchar de su boca tales palabras.Siento miedo, inseguridad, terror de que se dé cuenta o descubra lo que tanto escondo. Que se decepcione, se aleje de mí y me vea como la peor plaga que pueda existir, por eso hice lo posible por tratar de que se dé cuenta y rectifique su error.Aunque me entristece, veo que funcionó, me trata de usted, solo se dirige a mí para lo puntual y no ha vuelto a decir que me lleva a casa. Me siento triste y la culpa es mía, él trató de ser amable conmigo siendo un caballero de verdad y yo solo lo traté a las patadas, soy una estúpida.Ahora me encuentro buscando mi bolso para irme a casa, pasado mañana recojo mis cosas y me voy de ese infierno. Mi madre cada vez se pone más pesada, está loca porque me vaya y ya no quiero estar un día más ahí, mucho menos encontrarme con el degenerado.Observé a Edward salir de la clínica en cam
Tener una oportunidad con ella era toda la ventaja que necesitaba para conquistarla.Sonreía como un idiota tan solo de pensar en ella, pero me inquietaba algo y quería descubrirlo cuánto antes, sus ojos me gritan, me imploran ayuda y no sé por qué, pero siento que Letty está sufriendo. Algo dentro de mí me dice que no me aparte, que no la deje sola porque me necesita y con ese abrazo que me dió me lo hizo saber. No sé cuáles sean sus problemas, pero me está preocupando su salud, el semblante y la palidez que tiene no es normal, además es sumamente delgada y eso me inquieta, no sé si se está alimentando bien. Tomo mi teléfono y escribí un mensaje para ella de buenas noches con una sonrisa de idiota en mi rostro.Edward—9:15pm.Hay algo en ti que me resulta adictivo, ¿sabes qué es?Lo envío y espero unos minutos, como no me llega respuesta de ella supongo que ya se debió quedar dormida. Entonces coloco el teléfono en la mesa de noche, me acuesto y de pronto mi celular vibra y lo tomo
Por alguna extraña razón no pude seguir durmiendo aunque quisiera, recibí mensajes de Brenda diciéndome que me esperaba pasado mañana en su departamento y sonreí, ella quiere remodelarlo para hacerlo más acojedor, dice que antes no se había animado, pero que siempre quiso hacerlo y ahora tenía un buen motivo. Lo que me decía me sacaba una inmensa sonrisa, cuando el reloj marcó las 8:00am, me levanté y caminé directo al baño, hice mis necesidades, cepillé mis dientes y me duché. Aproveché de lavar mi cabello para plancharlo, al terminar, me coloqué un vestido lila de tirantes delgados, con estampado de diminutas flores de colores que me llegaba hasta el inicio de mis rodillas, me puse mis converse blancas y busqué una chaqueta de jeans. Entonces a las 9:00am recibí un mensaje de Edward, diciéndome que le avisara cuando estuviera lista para venir por mí, le respondí enseguida con una enorme sonrisa y luego de hacerlo, mi madre tocó la puerta de mi habitación. Al abrir me sorprendí dem
No quería que Letty tuviera por más tiempo esa mirada triste, quería hacer algo por ella, que sonriera abiertamente y sin miedo. Ella observaba todo a su alrededor curiosa, pero podía sentir su incomodidad. Así que intenté restarle tensión al ambiente colocando música instrumental, saqué una silla para ella y la invité a sentarse, pero se rehusó. —¿Qué pasa?—pregunté confundido.—Quiero ayudarte. —Hoy eres mi preciosa invitada, toma asiento, por favor.Entonces ella puso sus ojitos de perrito abandonado y supe inmediatamente que estaba jodido. Jugó esa sucia, pero astuta carta conmigo y yo caí rendido a sus pies.En el futuro, no la podré dejar salir de mi cama si se sigue sonrojandose de esa manera.—Está bien—suspiré resignado—, ¿vas a cocinar o cortar?—Yo cortaré los vegetales que necesites y tú cocinas, ¿qué te parece? —Muy bien. Estoy a sus órdenes señorita.No podía contener los impulsos que me llevaban hacia ella, hacerle daño no estaba en mis planes, pero quería volverla
El lunes llegó rápidamente y moría por verla, desde el jueves no la veo y solo hemos hablado por WhatsApp, no quiero que sienta que la ahogo, así que preferí darle su espacio y que estuviera tranquila.Pero ya no más, siento que me volveré loco si no la tengo cerca. Ahora solo me queda ir con toda mi artillería romántica y conquistarla, porque siento que ya no puedo estar por más tiempo lejos de ella.Decidido tomé mi teléfono y escribí un mensaje de buenos días para ella, así como he venido haciendo todos estos días. Supongo que debo tener cara de estúpido enamorado, pero no puedo ocultarla, así es como Letty me hace sentir.Edward—6:30am. Tú eres SUFICIENTE. Recuérdalo siempre. Buenos días hermosa. 🌷Me levanté de la cama emocionado; me moví con agilidad en el interior de la habitación y estuve listo lo más rápido que pude. Tenemos pacientes a las 11:00 am, y quiero invitar a Letty a desayunar antes de irnos al trabajo.Después de una hora me llegó un mensaje de ella. Letty—7:30
Fuimos a desayunar a una cafetería bastante concurrida, Petrie Court café ubicada en el Museo Metropolitano de Arte, jamás había venido aquí, creo que lo hubiera pensado dos veces antes de hacerlo. Este lugar desprende lujo y elegancia con su toque parisino, esas sillas thonet más la decoración le dan un toque minimalista, pero sofisticado. También tiene una vista al Central Park magnífica, los grandes ventanales son estupendos, llenan de mucha iluminación el lugar y el ambiente es acogedor. Esta cafetería es preciosa y me encantó que Edward me trajera aquí. Al tomar asiento enseguida nos trajeron la carta y Edward se encargó de pedir un desayuno delicioso para ambos. Simplemente lo dejé porque no me quería llevar una sorpresa con los precios y luego sentirme mal, este lugar se nota que debe ser costoso.—¿Qué te parece el lugar?—me preguntó.—Es precioso y esta mesa cerca de la ventana está perfecta. Gracias por traerme aquí.—De nada. Me encanta verte sonreír y creo que se convert
—¡Me encanta como quedaste!—exclamó y me reí. —Creo que exageras.—No, no lo hago. Ya verás.Entonces Brenda me tomó de la mano y me hizo caminar hasta quedar de pie frente al espejo. De verdad no lo podía creer. El vestido que Brenda me prestó me quedaba muy lindo, es azul cielo con estampado de diminutas flores de colores, ceñido al cuerpo, con mangas flutuantes y escote discreto, me llegaba por encima de las rodillas y podía estar cómoda con él. Preferí utilizar unas sandalias blancas con poco tacón para la ocasión, quería estar lo más cómoda posible.—¿Esa soy yo?Me observé tan diferente que mi cara era de asombro total. El maquillaje que Brenda me hizo quedó espectacular, el cabello suelto y en ondas me fascina. Nunca me había arreglado tanto, tan solo espero que a Edward también le guste como me veo.—Por supuesto que eres tú, estás hermosa. Mejor dicho, eres hermosa. —Sí, casi no me reconozco—dije a modo de broma para aligerar mis nervios.Me siento muy nerviosa porque esta