Cuando les di la noticia de que me iría un tiempo a Nueva York, sus caras palidecieron. Adriana se soltó a llorar al igual que mi madre, ellas son muy sentimentales y por todo lloran.
—Hijo, si ya la decisión está tomada no nos queda más que apoyarte y desearte lo mejor. —Gracias papá —lo abrazo y camino en dirección a mi madre—, mamá no llores, podrás ir a visitarme las veces que quieras y yo vendré también, recuerda que no puedo dejarle la responsabilidad de la clínica a Vanessa en su estado. Solo serán unos meses, lo necesito. —Lo sé mi bebé, es solo que te amo tanto que no quiero que te vayas de mi lado. No me gusta tener a mis hijos lejos de mí, pero entiendo que tienen que luchar por sus sueños y si necesitas estar un tiempo alejado lo entiendo. Prométeme que te vas a cuidar y me vas a llamar. —Lo prometo, te amo madre. —Y yo a ti mi cielo. Cuando vuelvas espero que lo hagas con una bella chica, quiero nietos, aunque Vanessa ya te ganó la partida quiero verlos a todos con una hermosa familia y realizados. Además, eres demasiado guapo, cariño—acaricia mi mejilla mientras sonríe y le sonrío de vuelta—, mientras más madurito… más impresionante y tentador te pones mi amor, eres un gran impacto para la vista. Tan solo mira qué culito más lindo tienes. Mi papá y hermanas se mueren de la risa con las ocurrencias de mi mamá. —Mamá, por favor, ya para con eso. —Hijo, no entiendo porqué te empeñas en estar solo. —Yo no lo hago mamá, el corazón lo hace, sabes que ahí él es quien manda y decide. —Lo sé mi cielo, solo pido una buena chica para ti. —En algún lugar del mundo estará, no la busco, pero prometo que cuando llegue no la dejaré escapar. Dejé un beso en la frente de mi madre y me despedí de mis hermanas, mi vuelo sale mañana a primera hora y quiero ir a mi departamento a descansar, sé que me espera un día pesado en Nueva York, buscar departamento no es tan fácil, amueblarlo mucho menos. Por el auto no me preocupo, Carl me está ayudando con eso. Cuando iba a subir a mi auto para irme, Laura me detuvo. —Hermano, quisiera pedirte un favor. —Pensé que me iría y no te atreverías a hablar conmigo. ¿Qué ocurre? Sé que no estás bien. —Yo… —Laura confía en mí, sino me temo que no podré ayudarte. —Me estoy muriendo por dentro—dice. Al verla llorar intuyo que es por su novio. —Dime que no es por el idiota de Matt. —Se va a casar con Olivia, él mismo me lo dijo. —¿Con la prima de tu mejor amiga?—asiente—. ¡Lo voy a matar!—exclamo molesto. —Solo quiero irme Edward, no cometas una locura y mucho menos te metas en problemas, por favor—me abraza—, quiero pedirte que me ayudes a conseguir un departamento en alquiler en Nueva York, no quiero estar aquí más tiempo. Solo será hasta que Matt se case y se vaya a vivir a Canadá con su mujer. —Te conseguiré el departamento lo más rápido que pueda, aunque sabes perfectamente que puedes quedarte conmigo—tomé su rostro en mis manos y miré su rostro abatido—. Quédate tranquila y deja de llorar por ese imbécil. —Quiero estar sola Edward, reencontrarme conmigo misma en el punto exacto donde me perdí. Que sea cerca de tu departamento, tampoco creas que te librarás de mí tan fácilmente. Asiente, le doy un beso en la mejilla y nos abrazamos para despedirnos, subo en mi auto. Manejo en dirección a la casa de Matt, antes de irme le daré una lección y le haré saber que con mi hermana no se juega. Estaciono como puedo cuando lo veo acompañar a su mujercita a su auto. Espero que la chica se vaya y me acerco a paso rápido hacia él. Al verme intenta correr el muy cobarde, pero soy más rápido y lo tomo del cuello de la camisa. —Creíste que harías sufrir a mi hermana y esto se quedaría así, ah, imbécil—digo furioso. —Edward no… —No qué, pedazo de idiota. ¿Acaso vas a atreverte a decirme que no es lo que parece? No aguanto más porque la furia crece en mi interior solo de saber que mi hermana sufre por este pedazo de m****a. Lo golpeo una y otra vez hasta quedar satisfecho. —Espero que no la busques, porque si me llego a enterar de que lo has hecho, no volverás a ver la luz de un nuevo día, ¿estamos? Responde como puede y satisfecho me marcho. Cuando llegué a mi departamento aún era temprano, tomé una larga ducha, busqué en el closet ropa de estar en casa, me vestí y caminé en dirección al bar. Me serví un vaso de whisky con hielo para bajar un poco la rabia que siento y, me senté en el sofá a contemplar la espectacular vista de Los Ángeles. Me quedé pensativo y al mismo tiempo preocupado por mi hermana, sé lo que duele que te rompan el corazón, los sueños, las ilusiones. La primera vez que me pasó fue cuando tenía dieciocho años, aún era un chiquillo que no sabía lo que quería lograr en la vida, en ese entonces era inmaduro e ingenuo. Me enamoré de Amanda por su belleza, por su exhuberante cuerpo y por su asombrosa inteligencia. Ella fue mi primera novia, estábamos muy bien luego de tres años de relación, pero nuestro amor fue puesto en pausa y aprueba cuando a su padre le salió una oportunidad de trabajo en México. Entonces Amanda no dudó en irse con su familia, la apoyé, respeté su decisión y le fui fiel como un imbécil. Aunque era consciente de los muchos kilómetros que nos separaban nunca dejé de escribirle, de llamarla, de hacerle llegar algún detalle. Hoy me río de mí mismo y de lo estúpido que fuí en aquel tiempo. Me arriesgué en ir a verla, viajé a México en su cumpleaños sin prestarle atención a las palabras de mis padres, quería sorprenderla, pero jamás llegué a imaginar que el sorprendido sería yo. Entonces la miré en brazos de otro hombre, era mayor que yo a simple vista y cuando se besaron con auténtica pasión al dentro de mi se rompió. Desde ese momento Amanda desapareció de mi vida, no existió para mí. ¿Me llamó? ¡Claro que lo hizo! Me dejaba mensajes de texto, notas de voz cada vez que no contestaba a sus llamadas, hasta que un día cuando ya estaba mejor y la había superado atendí su llamada. No la dejé hablar y fui al grano, ella entendió mis breves palabras a la perfección, me pidió perdón y no supe más de ella. Cinco años más tarde, conocí a Elena en un desfile de moda al que asistí para acompañar a mi hermana Laura. Elena era una rubia muy sensual, segura de sí misma y con unos labios rojos enloquecedores, ella supo cómo poner mi mundo de cabeza solo con pestañear, pero a mi madre que no se le escapa nada, me hizo saber inmediatamente que perdía mi tiempo con ella y así fue. Cuando tuvimos cinco años de noviazgo decidí que no quería esperar más para proponerle matrimonio, ya tenía treinta años y estaba en extremo enamorado de ella, quería que fuera mi esposa cuánto antes y formar pronto una numerosa familia. Me destrozó cuando me rechazó, dijo que no estaba preparada para semejante responsabilidad y no era precisamente lo que ella quería. Era una mujer que trabajaba con su cuerpo y ser modelo era su más grande sueño, su carrera estaba en la cúspide del cielo y no quería engordar, mucho menos perder su figura por un embarazo y un sin fin de peros para decirme que nunca me amó. Actualmente tengo treinta y cuatro años, no mantengo una relación amorosa con ninguna mujer porque en realidad no me interesan. Siempre es lo mismo, estoy aburrido de tener sexo y que luego sean felices con joyas, dinero o con una cartera de diseñador. Aún no llega esa mujer a mi vida que me saque los primeros suspiros sinceros, que no se sorprenda al verme, que no me coquetee, que se haga de rogar, que me rechace. Todas me lo ponen fácil y estoy harto de eso. Quiero vivir un amor puro y sincero, quiero algo para toda la vida y me frustra que aún no haya llegado a mi vida.Al llegar a mi destino Carl me recibió y me dió alojamiento en su departamento unos días, mientras encontraba un buen lugar para mí, compré un espectacular departamento en Upper East Side de Manhattan, es una buena zona y de noche tiene una vista preciosa.Contraté a una persona capacitada que se encargará de remodelar el departamento, los colores no me gustan y quiero que lo deje impecable. Amo el blanco en todas sus tonalidades y ver el departamento así me dejó satisfecho, la diseñadora me sugirió colocar unas fotos familiares y unas plantas para que le den vida al lugar, dijo que se sentía tétrico, sin vida e impersonal. No me importa lo que los demás piensen, a mi me gusta la pulcritud, la sencillez y el minimalismo, me encanta el espacio que tengo y lo amplio que se ve el departamento.Teniendo el departamento en orden, decidí que era el momento de ir a la clínica para conocer al personal de trabajo y empezar de una vez con mi labor. También le conseguí un departamento a mi herm
Al día siguiente tras hacer mis necesidades, ducharme y cepillar mis dientes supe que en la mañana no tendría trabajo, no tenía ni siquiera un paciente como para tomarlo de excusa e ir a la clínica cuánto antes para ver a Letty, tendré que contener mis repentinas ganas de ir a verla.Entonces tomé mi teléfono y escribí un mensaje para ella de buenos días. Solo pasaron dos minutos cuando un mensaje de ella llegó en respuesta al mío y eso solo hizo que pasara una mañana estupenda, riendo como un puberto en cada espacio del departamento.Hice desayuno y al terminar busqué el ordenador, lo encendí y entré al correo. Tenía muchísimos mensajes sin contestar, así que me puse manos a la obra, así transcurrió toda mi mañana.Al mediodía cociné mi almuerzo escuchando esa música instrumental titulada "Autumn Leaves de Yenne Lee". La buena música siempre me ha encantado, sobre todo cuando está tan cargada de sentimiento y verdad. Incluso cuando solo es melodía, es perfecta. Las letras serían so
Dos días habían pasado desde que Edward me dejó esa noche en casa. Debo admitir que todo lo que me dijo me volvió loca, me encantó escuchar de su boca tales palabras.Siento miedo, inseguridad, terror de que se dé cuenta o descubra lo que tanto escondo. Que se decepcione, se aleje de mí y me vea como la peor plaga que pueda existir, por eso hice lo posible por tratar de que se dé cuenta y rectifique su error.Aunque me entristece, veo que funcionó, me trata de usted, solo se dirige a mí para lo puntual y no ha vuelto a decir que me lleva a casa. Me siento triste y la culpa es mía, él trató de ser amable conmigo siendo un caballero de verdad y yo solo lo traté a las patadas, soy una estúpida.Ahora me encuentro buscando mi bolso para irme a casa, pasado mañana recojo mis cosas y me voy de ese infierno. Mi madre cada vez se pone más pesada, está loca porque me vaya y ya no quiero estar un día más ahí, mucho menos encontrarme con el degenerado.Observé a Edward salir de la clínica en cam
Tener una oportunidad con ella era toda la ventaja que necesitaba para conquistarla.Sonreía como un idiota tan solo de pensar en ella, pero me inquietaba algo y quería descubrirlo cuánto antes, sus ojos me gritan, me imploran ayuda y no sé por qué, pero siento que Letty está sufriendo. Algo dentro de mí me dice que no me aparte, que no la deje sola porque me necesita y con ese abrazo que me dió me lo hizo saber. No sé cuáles sean sus problemas, pero me está preocupando su salud, el semblante y la palidez que tiene no es normal, además es sumamente delgada y eso me inquieta, no sé si se está alimentando bien. Tomo mi teléfono y escribí un mensaje para ella de buenas noches con una sonrisa de idiota en mi rostro.Edward—9:15pm.Hay algo en ti que me resulta adictivo, ¿sabes qué es?Lo envío y espero unos minutos, como no me llega respuesta de ella supongo que ya se debió quedar dormida. Entonces coloco el teléfono en la mesa de noche, me acuesto y de pronto mi celular vibra y lo tomo
Por alguna extraña razón no pude seguir durmiendo aunque quisiera, recibí mensajes de Brenda diciéndome que me esperaba pasado mañana en su departamento y sonreí, ella quiere remodelarlo para hacerlo más acojedor, dice que antes no se había animado, pero que siempre quiso hacerlo y ahora tenía un buen motivo. Lo que me decía me sacaba una inmensa sonrisa, cuando el reloj marcó las 8:00am, me levanté y caminé directo al baño, hice mis necesidades, cepillé mis dientes y me duché. Aproveché de lavar mi cabello para plancharlo, al terminar, me coloqué un vestido lila de tirantes delgados, con estampado de diminutas flores de colores que me llegaba hasta el inicio de mis rodillas, me puse mis converse blancas y busqué una chaqueta de jeans. Entonces a las 9:00am recibí un mensaje de Edward, diciéndome que le avisara cuando estuviera lista para venir por mí, le respondí enseguida con una enorme sonrisa y luego de hacerlo, mi madre tocó la puerta de mi habitación. Al abrir me sorprendí dem
No quería que Letty tuviera por más tiempo esa mirada triste, quería hacer algo por ella, que sonriera abiertamente y sin miedo. Ella observaba todo a su alrededor curiosa, pero podía sentir su incomodidad. Así que intenté restarle tensión al ambiente colocando música instrumental, saqué una silla para ella y la invité a sentarse, pero se rehusó. —¿Qué pasa?—pregunté confundido.—Quiero ayudarte. —Hoy eres mi preciosa invitada, toma asiento, por favor.Entonces ella puso sus ojitos de perrito abandonado y supe inmediatamente que estaba jodido. Jugó esa sucia, pero astuta carta conmigo y yo caí rendido a sus pies.En el futuro, no la podré dejar salir de mi cama si se sigue sonrojandose de esa manera.—Está bien—suspiré resignado—, ¿vas a cocinar o cortar?—Yo cortaré los vegetales que necesites y tú cocinas, ¿qué te parece? —Muy bien. Estoy a sus órdenes señorita.No podía contener los impulsos que me llevaban hacia ella, hacerle daño no estaba en mis planes, pero quería volverla
El lunes llegó rápidamente y moría por verla, desde el jueves no la veo y solo hemos hablado por WhatsApp, no quiero que sienta que la ahogo, así que preferí darle su espacio y que estuviera tranquila.Pero ya no más, siento que me volveré loco si no la tengo cerca. Ahora solo me queda ir con toda mi artillería romántica y conquistarla, porque siento que ya no puedo estar por más tiempo lejos de ella.Decidido tomé mi teléfono y escribí un mensaje de buenos días para ella, así como he venido haciendo todos estos días. Supongo que debo tener cara de estúpido enamorado, pero no puedo ocultarla, así es como Letty me hace sentir.Edward—6:30am. Tú eres SUFICIENTE. Recuérdalo siempre. Buenos días hermosa. 🌷Me levanté de la cama emocionado; me moví con agilidad en el interior de la habitación y estuve listo lo más rápido que pude. Tenemos pacientes a las 11:00 am, y quiero invitar a Letty a desayunar antes de irnos al trabajo.Después de una hora me llegó un mensaje de ella. Letty—7:30
Fuimos a desayunar a una cafetería bastante concurrida, Petrie Court café ubicada en el Museo Metropolitano de Arte, jamás había venido aquí, creo que lo hubiera pensado dos veces antes de hacerlo. Este lugar desprende lujo y elegancia con su toque parisino, esas sillas thonet más la decoración le dan un toque minimalista, pero sofisticado. También tiene una vista al Central Park magnífica, los grandes ventanales son estupendos, llenan de mucha iluminación el lugar y el ambiente es acogedor. Esta cafetería es preciosa y me encantó que Edward me trajera aquí. Al tomar asiento enseguida nos trajeron la carta y Edward se encargó de pedir un desayuno delicioso para ambos. Simplemente lo dejé porque no me quería llevar una sorpresa con los precios y luego sentirme mal, este lugar se nota que debe ser costoso.—¿Qué te parece el lugar?—me preguntó.—Es precioso y esta mesa cerca de la ventana está perfecta. Gracias por traerme aquí.—De nada. Me encanta verte sonreír y creo que se convert