Aunque era de noche, había muchos visitantes alrededor. Algunos habían venido con un grupo de amigos, mientras que otros eran parejas jóvenes. Como el clima estaba un poco frío, todos tenían puestos ropa gruesa y se abrazaban.

Freya estaba bastante impactada por la bulliciosa escena que la rodeaba.

Durante sus años universitarios, ella también solía salir y divertirse así con sus amigas. Sin embargo, desde que comenzó a trabajar ya casi nunca lo hacía.

De hecho, ella era bastante joven y ahora estaba en su mejor edad. Sin embargo, estaba devastada por lo que le había sucedido en los últimos años.

Estar allí en ese momento la hizo sentir como si la hubieran llevado de vuelta a sus días de juventud.

Aquellos días del pasado los pasó de maravilla e impulsivamente. Además, el futuro estaba lleno de infinitas posibilidades.

Y así, había olvidado que Ryan estaba agarrando su mano.

“Agarra fuerte. Hay demasiada gente aquí. No te pierdas”. Ryan se dio la vuelta y le recordó.

“Está bien