Nadezhda tuvo que separarse de Vladimir en el momento en que vió la luz del sol del otro día asomarse por el horizonte, tomó su cuerpo inerte y lo colocó en un lugar ocultó, para que nadie lo viera y puedan recogerlo los agentes rusos, después de que ella hubiera dado parte, sabía que Bastián ordenaría recoger el cuerpo de Vladimir y llevarlo a una fosa común, en tiempos de guerra un agente enemigo era considerado basura y sería tratado de esa manera si ella no ocultaba muy bien su cuerpo.
No paró de llorar, pero le daban rabia sus sentimientos, esó demostraba que era humana y que sentía lo que no debía sentir, volvió al alojamiento y sé acomodó en un rincón, sus lágrimas no paraban de salir, era lo más duro que le había sucedido, ahora entendía claramente el decálogo de los espías, "no debía enamorarse de Vladimir", el dolor de perderlo era indescriptible, sabía que tenía que dar parte al cuartel general, pero era tan difícil escribir esa nota.
Se quedó agazapada en un rincón, hasta que escuchó tocar a la puerta, caminó hasta ella, se limpió los ojos y arreglo su cabello.
-¿Quién? -pregunto torpemente.
- Da zdravstvuyet Tsar'. (1)
-Ustnyy - respondió Nadezhda, abriendo la puerta.
Entró su comandante vestido de traje.
-¡Esperamos su informe, agente! - exclamó ni bien entró con las manos en la espalda - nunca llegó.
-Disculpe señor es qué estuve...-bajo la cabeza, estaba nerviosa, no sabía que inventar o como manejar esa situación,vtebua la mente en blanco.
-¿Qué pasó con Vladimir? - preguntó rápidamente.
-Lo mataron anoche, señor - comentó intentando mantener la compostura - no pude hacer nada, nos descubrieron, me ayudó a escapar pero él... - bajó la cabeza y movió negando intentando todavía mantener la compostura para no mostrar sus verdaderos sentimientos - ...no lo logro.
-¿¡Y no lo informaste, hasta ahora!? - gritó con el ceño fruncido.
-Lo iba hacer mañana por la mañana.
-Agente, usted está aquí para hacer un trabajo y cualquier cosa que suceda debe ser informado al cuartel general, inmediatamente... Son espías y a eso se dedican, deben informar todo lo que suceda, el agente murió, pues usted nos informa lo sucedido ni bien tenga oportunidad...
-...Lo sé, señor - respondió avergonzada consigo misma.
-¿Dónde está el cuerpo del agente?
-En las afueras de la ciudad, le dibujaré un mapa, lo oculté para que nadie más que nosotros pueda encontrarlo.
-Muy bien, pero debe apresurarse, los Alemanes y Austriacos ya deben haber mandado a recoger el cuerpo para botarlo en una fosa común.
Nadezhda se acercó al pequeño escritorio y dibujó un mapa rápidamente con la dirección correcta donde ella había dejado el cuerpo de Vladimir.
-¿Recuperarán su cuerpo? - preguntó intentando no sonar suplicante.
-Sí, debe ser repatriado y como estamos en tiempos de guerra las autoridades Austriacas no permitirán sacar el cuerpo si lo descubren.
-Disculpe, señor, debería haber hablado ni bien llegué de la misión -Nadezhda bajó la cabeza y tragó sus lágrimas para no demostrar debilidad en frente a su superior.
-Ahora mismo mandaré gente a buscar el cuerpo, espero que todavía este ahí - exclamó doblando el papel que le había entregado.
-Sí, señor.
-Las órdenes cambiaron, agente, usted sabe que deberá volver a Moscú...
-...¡No volveré a Moscú...!- respondió rotunda.
-¡Tiene que volver agente!, está sola, no podrá manejar todo el trabajo que se les ordenó realizar...
-...Lo haré, señor, debo hacerlo, debo cumplir con todo lo que me mandaron a hacer.
-¿Por qué quiere quedarse sola?
-Porque le debo una promesa a Vladimir y pienso cumplirla.
-¡Ah ya entiendo! - exclamó analítico y un poco burlón - ¿Cuál es la segunda ley de un espía, agente?
-No implicar sentimientos en nuestro trabajo, Señor.- lo sabía, lo sabía tan bien, pero no podía dejar a un lado sus sentimientos, eran más fuertes que la razón.
-La venganza, la ira y la frustración son sentimientos, agente, usted sabe que pueden arruinar completamente la misión, nosotros no estamos hechos para sentir, estamos hechos para actuar.
-Lo sé, señor pero Bastián Scheider es un pez grande, es nuestro objetivo, siempre lo fue, tiene información para nuestros soldados en el campo de batalla, no es por venganza - exclamó intentando negar lo inminente.
-Conozco a los agentes, señorita y usted quiere vengar a su compañero, Bastian Scheider es su objetivo por las razones equivocadas.
-Permítame usar a Bastián a nuestro favor, señor, le sacaré la información que necesitamos y después...
-¿Lo matará? - preguntó alzando una ceja.
-¡Sí, como debe ser! - respondió endureciendo sus palabras, estaba llena de rabia, odio y frustración, deseaba venganza y aunque se lo habían negado debía cumplirla, esas imágenes que no salían de su mente desde la noche anterior seguían pasando, él disparó a sangre fría se escuchaba en sus oídos, pasaban cada segundo por su mente y eso hacía que su odio crezca más en su interior.
-¿Agente, sabe que los sentimientos alteran nuestro trabajo?
-Lo sé, señor.
-Hablaré con el cuartel general para que le mandé un nuevo compañero para la misión, mientras tanto, usted solo haga el trabajo que se le encomendó, - ordenó terminante- ni menos, mi más y aléjese de ese capitán.
-...Pero señor...
-¡Es una orden, agente! Bastian Scheider es nuestro objetivo pero usted lo está queriendo usar como objeto de su venganza y eso no se lo vamos a permitir, ordenare a otro agente que se dedique de ese capitán.
Con esas palabras el superior de Nadezhda salió del cuarto.
Nadezhda enfureció, esa orden no evitaría que se acerque a Scheider, él tenía que pagar por la muerte de Vladimir y no obedecería las órdenes de ninguno de sus superiores, lo tenía en la mira y no iba a quitar el dedo del renglón tan fácilmente.
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Trazó un plan para poderse encontrar con Scheider, sabía que no era indiferente a sus encantos, se había encontrado con él, varias veces el día anterior y él había coqueteado con ella descaradamente.
Su plan era sencillo pero muy efectivo, explotaría sus atributos al máximo hasta tenerlo comiendo de su mano, después lo usaría como informante para pasar información a los ejércitos rusos y cuando ya no lo necesitará lo asesinaría como él lo hizo con Vladimir, ¡sin piedad!
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1."Que viva el Zar" en ruso usada como clave.2."Que viva" en ruso para responder a la clave.
Nadezhda intentó volver a su centro, no podía permitir que sus sentimientos jueguen en contra de su objetivo, tenía que ser fría y calculadora, calcular cada uno de sus movimientos lentamente y asegurar su meta... Bastián Scheider.Al día siguiente, ella había trazado un plan para acercarse a él, se encontró con uno de sus compañeros que estaba en la calle vendiendo periódicos.-Dame uno - exclamó tomando un periódico, mientras pagaba susurro - necesito que me ayudes con algo.-¿Dime con qué? - preguntó también entre susurros mientras guardaba el dinero que ella había pagado - Aquí tiene su cambio, señorita.-Gracias -Nadezhda tomó el dinero y volvió a susurrar -Necesito información de este Oficial - introdujo una foto en el periódico y se la devolvió - quiero ot
En la mañana le llegó al alojamiento una carta de Ulreich en la que estaba el pasé para que pueda entrar al batallón y observar la presentación. Nadezhda tenía un plan trazado y lo cumpliría a cabalidad hasta llegar y eliminar a su objetivo.Después de vestirse se preparó para salir pero escucho tocar a la puerta-¿Quién? - preguntó acercándose a ella con recelo.-¡Salve al Zar! - escuchó la voz en ruso de su superior.-¡Salve! -abrió la puerta, su superior entero rápidamente al pequeño cuarto -¿Señor?-Agente, me llegó las noticias que está tras Bastián.-Señor, estoy haciendo lo que ustedes me mandaron, Bastian Scheider es nuestro objetivo, siempre lo fue - explicó intentando demostrar indiferencia en frente de su superior.-¡Está
Al día siguiente Nadezhda partió a la casa de Sophia.Sophia estaba feliz con tenerla en su casa, la colocó en uno de los mejores cuartos con la mejor vista, al frente de un enorme jardín.Horas antes Nadezhda había mandado un recado a su superior para avisarle que estaba en casa de la novia de Scheider y que enviaría constantes recados con la información que pudiera recabar.Bastián iba todos los días pero miraba a Nadezhda con recelo y reserva, evitaba encontrarse solo con ella en una habitación por eso iba habitualmente con Ulreich.Los dos se metían en el despacho del padre de Sophia y hablaban de estrategias para la nueva batalla que tenían por delante y Nadezhda dejaba a Sophia entretenida con menesteres inventados y corría hasta el despacho para escuchar detrás de la puerta lo que hablaban los soldados, después esperaba que ellos salieran
Los días pasaron rápidamente no llegaban noticias del frente, Sophia estaba muy preocupada por Bastián, Nadezhda sabía que los alemanes estaban perdiendo esa batalla por la información que ella había interceptado, pero Bastián estaba bien, o era lo que le habían comentado.Una mañana, llegó una carta para Sophia mientras tomaban desayuno, ella la abrió con premura. Sonrió mientras leía, su cara se iluminó se notaba que era de su novio, el capitán Scheider, era muy obvia en sus gestos y facciones.-¡Bastián vuelve dentro de unos días! - exclamó con entusiasmo.-¿Acabó la batalla? - Preguntó Nadezhda intentando sonar interesada con la situación.-Harán cambio de guardia y el volverá - sonrió ilusionada, sabía que ni bien llegará Bastián, ellos se casarían -ya tengo todo listo para el matrimonio, ni bien llegue nos casaremos - comentó entusiasmada- ¿Quieres ver mi vestido de novia? - Preguntó ilusionada.-Por supuesto, querida, - respond
Bastián llegó, unos días después, del campo de batalla, lo primero que hizo es ir al cuartel general, ni bien lo vieron le dieron la noticia que su novia había sufrido un ataque fulminante de corazón y que estaba muerta.Al escuchar eso, su desesperación creció y no pudo seguir escuchando, se dirigió a la casa de Sophia, necesitaba saber qué había sucedido con ella.Se encontró con Nadezhda ni bien cruzó el umbral de la puerta de la mansión.-Buenos días -Nadezhda saludó cordialmente con cara de contrariada, estaba vestida de negro.-Buenos días, Annika ¿Mis suegros?-Están en el velorio ¿Te acompaño? - preguntó con suavidad.-Por favor...Nadezhda caminó delante de Bastián y lo dirigió afuera, donde se encontraban varias personas
Mientras el beso duraba, Bastián bajó sus manos para subir el vestido de Nadezhda pero ella lo empujó con torpeza, haciendo que se aleje de ella.-¿Está loco? - chillo con el ceño fruncido.-¿Dime que no lo deseas tanto como yo? - preguntó arrogante.-¡No sea tan engreído! - respondió desafiante mientras levantaba su bolso, se arregló el cabello lo mejor que pudo mientras seguía mirando a Bastián que no entendía que estaba pasando- hasta luego, capitán Scheider, gracias por su colaboración - exclamó ignorándolo y empezó a caminar con rapidez, estaba asustada y fuera de su centro, el corazón le latía muy rápido.Bastián no fue tras ella y eso era lo que ella deseaba, en esos momentos estaba muy nerviosa como para seguir lidiando con el arrogante capitán.****Entró al cuarto se recostó en la puerta intentando volver a su centro, todavía respiraba con dificultad, tenía mezcla de sentimientos, por un lado estaba feliz, su plan estaba yendo m
Nadezhda volvió a acomodarse en la silla y preguntó arrogante.-Y podría preguntar, capitán ¿Qué hará con mi dirección?-Yo sabré que hacer con ella... - respondió cerrando el cuaderno.-¿Me mandará a matar, acaso? - preguntó con sarcasmo.-¿Piensas que lo haré ? - respondió alzando una ceja.-No sé - respondió poniéndose de pie seductora -¿Me podría contar su plan? ¿Por favor?-Tendrás que esperar - respondió sonriente - sabré que hacer con ella en el momento que lo desee, usaré la información cuando yo quiera...-...Hay Capitán, esos jueguitos no me resultan divertidos - exclamó un poco nerviosa, ese juego en que el capitán la estaba metiendo la estaban poniendo nerviosa y un poco asustada.-Pero a mí sí -
Al día siguiente Nadezhda se arrepintió de no haber sido más rápida al jalar el gatillo, ¡debía haberlo matado!Estaba dividida, por un lado sentía odio por Bastian, lo veía y recordaba el disparo que mató a Vladimir y la frialdad con la que había actuado y por otro, no comprendía que le sucedía, perdía el piso cuando veía esos grandes ojos celestes que la atraían a su cuerpo para besarla con fuerza y con pasión, eso estremecía su cuerpo de una manera inexplicable.Movió la cabeza para salir de ese letargo, preparó un recado para sus superiores, pidió un encuentro para comunicarles lo poco que había podido averiguar la noche anterior, después se cambió de ropa, salió de su alojamiento, se dirigió a dejar el recado con un contacto y siguió camino a un parque donde se sentó en una banca con un libro, mientras esperaba que alguien llegará se puso a leer.- ¡Salve al Zar! - alguien se acercó, se acomodó en el asiento de atrás unos minutos después.