En la mañana le llegó al alojamiento una carta de Ulreich en la que estaba el pasé para que pueda entrar al batallón y observar la presentación. Nadezhda tenía un plan trazado y lo cumpliría a cabalidad hasta llegar y eliminar a su objetivo.
Después de vestirse se preparó para salir pero escucho tocar a la puerta
-¿Quién? - preguntó acercándose a ella con recelo.
-¡Salve al Zar! - escuchó la voz en ruso de su superior.
-¡Salve! -abrió la puerta, su superior entero rápidamente al pequeño cuarto -¿Señor?
-Agente, me llegó las noticias que está tras Bastián.
-Señor, estoy haciendo lo que ustedes me mandaron, Bastian Scheider es nuestro objetivo, siempre lo fue - explicó intentando demostrar indiferencia en frente de su superior.
-¡Está metiendo sus sentimientos, agente y usted sabe bastante bien que no está permitido! - exclamó con molestia - Se está dejando llevar por ellos, su misión será un fracaso si sigue dejandose llevar con esos sentimientos.
-Lo sé, señor, pero permítame hacerlo, prometo cumplir la misión que nos ordenaron... conseguiré la información del frente enemigo y después de conseguir todo lo que necesitamos de ese capitán, lo asesinaré; sí sé da cuenta todos ganamos, Señor - explicó con una sonrisa maliciosa en su rostro.
-Agente, tenga cuidado, sabe bastante bien que sí algo falla, usted también estará en la mira y no solo del enemigo - advirtió alzando una ceja - nosotros la dejaremos sola y será presa fácil.
-Lo sé, muy bien, señor.
-Está muy bien entrenada, sabe en lo que se está metiendo, no necesito explicárselo, agente, sabe muy bien los pros y los contras de esta situación.
-Siempre lo supe, señor, sé en el peligro en el que me estoy metiendo.
-Esto es morir o matar no hay otra opción, usted conoce nuestro decálogo muy bien, sabemos que es la mejor en su trabajo pero los sentimientos nublan los sentidos, no vaya a quedar en problemas mayores...y no solo con los enemigos...
-...Lo sé...
-... Alejé sus sentimientos de odió y de venganza de esta misión - insistió terminante - suelen ser muy traicioneros, estamos preparados para actuar con frialdad...
-...Mis sentimientos no intervendrán con mi desempeño, señor.
-Necesitamos a Scheider por la información que maneja, sus estrategias en el campo de batalla ayudarán a los nuestros en el campo de batalla, pero nada más, dejé de pensar en Vladimir, es solo un número de los millones de muertos que van con está guerra...y para nosotros como espías ya no significa nada, ustedes están preparados para estas situaciones, sabe bastante bien que son reemplazables, agente, si alguno cae vendrá otro a acabar con su trabajo y ustedes solo serán una estadística.
-...Lo sé, señor...
-Tiene un tiempo muy limitado para realizar está misión, después deberá volver a Moscú, hay rumores de una Revolución y necesitamos agentes cerca.
-¿Revolución? - preguntó confundida.
-Hay que proteger al Zar y no podremos hacer nada si estamos lejos de Rusia.
-Volveré lo más pronto posible a Rusia.
-No sabemos cuánto tiempo tendremos, tan solo tenemos rumores sobre una Revolución, pueden ser años o puede ser mañana, nuestras tropas están en lucha y nuestros agentes esparcidos por los países enemigos, ya sabe, tiene poco tiempo, apresúrese en conseguir esa información y asesiné a Scheider, cuando lo haya hecho, vuelva a Rusia.
-Sí, señor.
-No guarde ninguna información al cuartel general, es necesario que nos tenga informados, se lo repito porque usted se olvidó de dar parte de la muerte de su compañero.
-Sí, señor, cometí un error y no volverá a suceder.
-Eso espero - exclamó caminando a la puerta - ya está prevenida, agente, apresurese con su misión.- Después salió del cuarto sin decir más, al verse sola dió un largo suspiro para volver a su centro.
Caminó directo a la puerta y se dirigió al cuartel general rápidamente, su superior la había distraído más de la cuenta, al llegar entregó en la puerta el pasé que ulreich le había dado, después la llevaron a un asiento al lado de otras personas que miraban la presentación con mucho entusiasmo.
El primero en salir fue Bastián en un hermoso corcel negro, se veía imponente en ese corcel pura sangre, pero Nadezhda solo miraba al hombre que había asesinado a su compañero, para ella solo era "el enemigo" .
La presentación siguió ella seguia observando, unos minutos después se dio cuenta que estaba sentada a pocos lugares de la Novia de Bastián, la noto muy bien, era una muchacha rubia, muy elegante que no quitaba los ojos del jinete del corcel negro, Nadezhda decidió poner en práctica los primeros pasos de su plan, se levantó del lugar donde se encontraba y se hizo espacio para sentarse a su lado.
-Buenos días - saludó sonriendo amablemente.
-Buenos días - respondió ella con una sonrisa, parecía más joven de lo que creía.
-Está muy bonita la presentación...¿Verdad?
-Oh sí...
-¿Conoce a alguno de los soldados? - Nadezhda preguntó inocentemente.
-Sí -quito la mirada de Bastián y miro a Nadezhda- el capitán que está en el corcel negro, es mi novio.
-Oh, es muy buenmozo.
-Anoche estaba con Ulreich ¿Verdad?
-Sí, Ulreich es un buen amigo.
-Mi nombre es Sophia ¿y el de usted?
-Annika, mucho gusto - Nadezhda le dio la mano sonriendo.
-¿Es Austriaca?
-Sí ¿y usted?
-Soy de acá.
-Ah ¿Cuándo se casa con el Capitán?
-El parte muy pronto a batalla, cuando vuelva me casaré con él ya tenemos todo preparado para ese día - explicó con entusiasmo.
-Mil felicidades - respondió entusiasmada, pero en sus pensamientos se cruzaba "eso no pasará, querida"
Después de la presentación bajaron al campo para saludar a los soldados, al ver Bastian descender del corcel, Sophia corrió a abrazarlo.
-Estuviste muy bien... - Exclamó entusiasmada.
-Muchas gracias - respondió Bastián sin mucho entusiasmo.
-Ella es Annika... - Nadezhda se acercó sonriendo, Bastián le tomó la mano derecha y se la besó.
-Mucho gusto, señorita.
-Mucho gusto -lo mira coqueta, Bastián le devolvió la sonrisa pero se alejó torpemente de ella, era como sí la rechazará ni bien la veía cerca, ya lo había notado anteriormente pero se hacía cada vez más obvio.
-Buenos días, Annika.
-Buenos días, Ulreich - exclamó acercándose a él con coquetería, Nadezhda haría lo mismo que Bastián, ignorarlo y dedicar todo su tiempo a su compañero, veremos quién ganaba en este juego.
****
Unos días después Nadezhda empezó a relacionarse con Ulreich y con Sophia, salían todas las tardes para tomar el té, descubrió que ella era muy amigable, así se dió cuenta que Sophia necesitaba una amiga y lo usaría a su favor.-¿Dónde vives, Annika? - Preguntó tomando una galleta mientras Nadezhda tomaba un sorbo de té.
-En un alojamiento, Sophia...
-Pero... ¿No tienes casa? - preguntó sorprendida.
-Mis padres lo perdieron todo unos años antes de la guerra después fallecieron, terminé viviendo en un alojamiento de quinta - exclamó empezando a llorar para que la historia sea más creíble.
-...No llores - respondió intentando consolarla, estaba muy afectada al ver la tristeza en el rostro de su amiga.
-Gracias, ya estoy resignada - comentó mientras Sophia la abrazaba, Nadezhda miraba de reojo a Bastián, que miraba la escena sin darle mucha importancia.
-Mi casa es enorme - exclamo entusiasmada -¿Qué te parece si me haces compañía estos días?
-¿No crees que es precipitado? - preguntó Bastián frunciendo el ceño al entusiasmo de su novia.
-No, yo puedo invitar a quien sea, mis padres siempre están fuera de la ciudad, tú te irás dentro de unas semanas, necesito compañía, además Annika me inspira mucha confianza, necesita ayuda y yo se la daré.
- ¡Haz lo que tú quieras! - respondió molesto, les dió la espalda se puso hablar con Ulreich en voz baja, se notaba su molestia, no le había parecido nada bien la invitación que Sophia le hacía a Nadezhda.
-Te agradezco mucho tu amabilidad, Sophia, pero no debo aceptar, tu novio tiene razón es muy precipitado - respondió ella tomando su mano.
-No le hagas caso a Bastián, te vas a mi casa y no hay pero que valga. - Nadezhda sonrío triunfante al escuchar esas palabras - él no decidí en mis cosas.
-Muchas gracias Sophia, eres una persona muy amable.
-Mandaré mañana por la mañana a mis empleados para que recojan tus cosas de ese alojamiento y te instalaras en mi casa con todas las comodidades, de eso no te preocupes, me harás mucha compañía, Annika.
-Muchas gracias...- Exclamó mientras la abrazaba, estaba triunfante, todo su plan empezaba a salir tal y como lo había planeado.
"Soy la reina de este tablero de ajedrez y comenzaré a sacar a todos los peones hasta llegar al Rey y darle Jaque mate" miró a Bastián y sonrió con malicia, sabía que era cuestión de tiempo para que cumpla con lo planeado.
Al día siguiente Nadezhda partió a la casa de Sophia.Sophia estaba feliz con tenerla en su casa, la colocó en uno de los mejores cuartos con la mejor vista, al frente de un enorme jardín.Horas antes Nadezhda había mandado un recado a su superior para avisarle que estaba en casa de la novia de Scheider y que enviaría constantes recados con la información que pudiera recabar.Bastián iba todos los días pero miraba a Nadezhda con recelo y reserva, evitaba encontrarse solo con ella en una habitación por eso iba habitualmente con Ulreich.Los dos se metían en el despacho del padre de Sophia y hablaban de estrategias para la nueva batalla que tenían por delante y Nadezhda dejaba a Sophia entretenida con menesteres inventados y corría hasta el despacho para escuchar detrás de la puerta lo que hablaban los soldados, después esperaba que ellos salieran
Los días pasaron rápidamente no llegaban noticias del frente, Sophia estaba muy preocupada por Bastián, Nadezhda sabía que los alemanes estaban perdiendo esa batalla por la información que ella había interceptado, pero Bastián estaba bien, o era lo que le habían comentado.Una mañana, llegó una carta para Sophia mientras tomaban desayuno, ella la abrió con premura. Sonrió mientras leía, su cara se iluminó se notaba que era de su novio, el capitán Scheider, era muy obvia en sus gestos y facciones.-¡Bastián vuelve dentro de unos días! - exclamó con entusiasmo.-¿Acabó la batalla? - Preguntó Nadezhda intentando sonar interesada con la situación.-Harán cambio de guardia y el volverá - sonrió ilusionada, sabía que ni bien llegará Bastián, ellos se casarían -ya tengo todo listo para el matrimonio, ni bien llegue nos casaremos - comentó entusiasmada- ¿Quieres ver mi vestido de novia? - Preguntó ilusionada.-Por supuesto, querida, - respond
Bastián llegó, unos días después, del campo de batalla, lo primero que hizo es ir al cuartel general, ni bien lo vieron le dieron la noticia que su novia había sufrido un ataque fulminante de corazón y que estaba muerta.Al escuchar eso, su desesperación creció y no pudo seguir escuchando, se dirigió a la casa de Sophia, necesitaba saber qué había sucedido con ella.Se encontró con Nadezhda ni bien cruzó el umbral de la puerta de la mansión.-Buenos días -Nadezhda saludó cordialmente con cara de contrariada, estaba vestida de negro.-Buenos días, Annika ¿Mis suegros?-Están en el velorio ¿Te acompaño? - preguntó con suavidad.-Por favor...Nadezhda caminó delante de Bastián y lo dirigió afuera, donde se encontraban varias personas
Mientras el beso duraba, Bastián bajó sus manos para subir el vestido de Nadezhda pero ella lo empujó con torpeza, haciendo que se aleje de ella.-¿Está loco? - chillo con el ceño fruncido.-¿Dime que no lo deseas tanto como yo? - preguntó arrogante.-¡No sea tan engreído! - respondió desafiante mientras levantaba su bolso, se arregló el cabello lo mejor que pudo mientras seguía mirando a Bastián que no entendía que estaba pasando- hasta luego, capitán Scheider, gracias por su colaboración - exclamó ignorándolo y empezó a caminar con rapidez, estaba asustada y fuera de su centro, el corazón le latía muy rápido.Bastián no fue tras ella y eso era lo que ella deseaba, en esos momentos estaba muy nerviosa como para seguir lidiando con el arrogante capitán.****Entró al cuarto se recostó en la puerta intentando volver a su centro, todavía respiraba con dificultad, tenía mezcla de sentimientos, por un lado estaba feliz, su plan estaba yendo m
Nadezhda volvió a acomodarse en la silla y preguntó arrogante.-Y podría preguntar, capitán ¿Qué hará con mi dirección?-Yo sabré que hacer con ella... - respondió cerrando el cuaderno.-¿Me mandará a matar, acaso? - preguntó con sarcasmo.-¿Piensas que lo haré ? - respondió alzando una ceja.-No sé - respondió poniéndose de pie seductora -¿Me podría contar su plan? ¿Por favor?-Tendrás que esperar - respondió sonriente - sabré que hacer con ella en el momento que lo desee, usaré la información cuando yo quiera...-...Hay Capitán, esos jueguitos no me resultan divertidos - exclamó un poco nerviosa, ese juego en que el capitán la estaba metiendo la estaban poniendo nerviosa y un poco asustada.-Pero a mí sí -
Al día siguiente Nadezhda se arrepintió de no haber sido más rápida al jalar el gatillo, ¡debía haberlo matado!Estaba dividida, por un lado sentía odio por Bastian, lo veía y recordaba el disparo que mató a Vladimir y la frialdad con la que había actuado y por otro, no comprendía que le sucedía, perdía el piso cuando veía esos grandes ojos celestes que la atraían a su cuerpo para besarla con fuerza y con pasión, eso estremecía su cuerpo de una manera inexplicable.Movió la cabeza para salir de ese letargo, preparó un recado para sus superiores, pidió un encuentro para comunicarles lo poco que había podido averiguar la noche anterior, después se cambió de ropa, salió de su alojamiento, se dirigió a dejar el recado con un contacto y siguió camino a un parque donde se sentó en una banca con un libro, mientras esperaba que alguien llegará se puso a leer.- ¡Salve al Zar! - alguien se acercó, se acomodó en el asiento de atrás unos minutos después.
Nadezhda necesitaba dar parte a su buró antes de trasladarse con Bastián, tuvo que mandar un recado con uno de sus contactos y ni bien su superior se enteró fue a verla.-¡¿Estás loca?!- chillo ni bien entró al pequeño cuarto.-No, señor, será más fácil que consiga información si estoy de infiltrada en su casa.-Estás en manos de un alemán que mató a varios de nuestros mejores agentes.- Lo sé, señor...pero antes que me mate lo mataré yo.-¿Lo hará? - preguntó alzando una ceja podía notar la duda en su semblante y en su tono de voz.-Sí, ¿Por qué lo duda? - preguntó con tranquilidad.-Es una de mis mejores agentes pero lo dudo porque está inmiscuyendo sus sentimientos en todo esto ¿Cree que no me di cuenta?-¡Lo matar&eacut
Esos días Nadezhda tenía mezcla de sentimientos, por un lado, prefería que Bastián sea asesinado en batalla y así no ser ella quien lo mate pero por otro estaba desesperada por escuchar noticias de él.Un contacto llegó a su puerta, Nadezhda había interceptado unas cartas que le habían mandado a Bastián y tenía nueva información para el buró. Las había abierto quemando los sellos de resina, revisó el contenido, copió la información y volvió a sellar las cartas de la misma manera.-Hay que entregarlas al buró - ordenó entregando las copias al contacto.-Está bien, las entregaré.-¿Qué noticias hay del campo? - preguntó intentando demostrar indiferencia.-Los nuestros están ganando, gracias a tu información, ahora sí quieres preguntar del alemán... él está bien.-No pregunté por él...- respondió rápidamente.-Sí, seguro - exclamó burlón.-Entrega esas cartas...- exclamó fastidiada.-Adiós.El contacto salió de la casa,