Mientras el beso duraba, Bastián bajó sus manos para subir el vestido de Nadezhda pero ella lo empujó con torpeza, haciendo que se aleje de ella.
-¿Está loco? - chillo con el ceño fruncido.
-¿Dime que no lo deseas tanto como yo? - preguntó arrogante.
-¡No sea tan engreído! - respondió desafiante mientras levantaba su bolso, se arregló el cabello lo mejor que pudo mientras seguía mirando a Bastián que no entendía que estaba pasando- hasta luego, capitán Scheider, gracias por su colaboración - exclamó ignorándolo y empezó a caminar con rapidez, estaba asustada y fuera de su centro, el corazón le latía muy rápido.
Bastián no fue tras ella y eso era lo que ella deseaba, en esos momentos estaba muy nerviosa como para seguir lidiando con el arrogante capitán.
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Entró al cuarto se recostó en la puerta intentando volver a su centro, todavía respiraba con dificultad, tenía mezcla de sentimientos, por un lado estaba feliz, su plan estaba yendo m
Nadezhda volvió a acomodarse en la silla y preguntó arrogante.-Y podría preguntar, capitán ¿Qué hará con mi dirección?-Yo sabré que hacer con ella... - respondió cerrando el cuaderno.-¿Me mandará a matar, acaso? - preguntó con sarcasmo.-¿Piensas que lo haré ? - respondió alzando una ceja.-No sé - respondió poniéndose de pie seductora -¿Me podría contar su plan? ¿Por favor?-Tendrás que esperar - respondió sonriente - sabré que hacer con ella en el momento que lo desee, usaré la información cuando yo quiera...-...Hay Capitán, esos jueguitos no me resultan divertidos - exclamó un poco nerviosa, ese juego en que el capitán la estaba metiendo la estaban poniendo nerviosa y un poco asustada.-Pero a mí sí -
Al día siguiente Nadezhda se arrepintió de no haber sido más rápida al jalar el gatillo, ¡debía haberlo matado!Estaba dividida, por un lado sentía odio por Bastian, lo veía y recordaba el disparo que mató a Vladimir y la frialdad con la que había actuado y por otro, no comprendía que le sucedía, perdía el piso cuando veía esos grandes ojos celestes que la atraían a su cuerpo para besarla con fuerza y con pasión, eso estremecía su cuerpo de una manera inexplicable.Movió la cabeza para salir de ese letargo, preparó un recado para sus superiores, pidió un encuentro para comunicarles lo poco que había podido averiguar la noche anterior, después se cambió de ropa, salió de su alojamiento, se dirigió a dejar el recado con un contacto y siguió camino a un parque donde se sentó en una banca con un libro, mientras esperaba que alguien llegará se puso a leer.- ¡Salve al Zar! - alguien se acercó, se acomodó en el asiento de atrás unos minutos después.
Nadezhda necesitaba dar parte a su buró antes de trasladarse con Bastián, tuvo que mandar un recado con uno de sus contactos y ni bien su superior se enteró fue a verla.-¡¿Estás loca?!- chillo ni bien entró al pequeño cuarto.-No, señor, será más fácil que consiga información si estoy de infiltrada en su casa.-Estás en manos de un alemán que mató a varios de nuestros mejores agentes.- Lo sé, señor...pero antes que me mate lo mataré yo.-¿Lo hará? - preguntó alzando una ceja podía notar la duda en su semblante y en su tono de voz.-Sí, ¿Por qué lo duda? - preguntó con tranquilidad.-Es una de mis mejores agentes pero lo dudo porque está inmiscuyendo sus sentimientos en todo esto ¿Cree que no me di cuenta?-¡Lo matar&eacut
Esos días Nadezhda tenía mezcla de sentimientos, por un lado, prefería que Bastián sea asesinado en batalla y así no ser ella quien lo mate pero por otro estaba desesperada por escuchar noticias de él.Un contacto llegó a su puerta, Nadezhda había interceptado unas cartas que le habían mandado a Bastián y tenía nueva información para el buró. Las había abierto quemando los sellos de resina, revisó el contenido, copió la información y volvió a sellar las cartas de la misma manera.-Hay que entregarlas al buró - ordenó entregando las copias al contacto.-Está bien, las entregaré.-¿Qué noticias hay del campo? - preguntó intentando demostrar indiferencia.-Los nuestros están ganando, gracias a tu información, ahora sí quieres preguntar del alemán... él está bien.-No pregunté por él...- respondió rápidamente.-Sí, seguro - exclamó burlón.-Entrega esas cartas...- exclamó fastidiada.-Adiós.El contacto salió de la casa,
Nadezhda estaba asustada, su cuerpo se sentía frío como sí en esos momentos hubiera muerto, no podía entender lo que estaba escuchando de labios de Bastián, ¿Cómo sabía de ella? esto era tan surrealista que creía estar en una pesadilla.-¿Cómo sabes mi nombre? - preguntó intentando escucharse tranquila pero su corazón latía tan fuerte que se podía escapar de su pecho.Bastian dio un largo suspiro apretó su cuerpo más al de Nadezhda como para que ella no pudiera escapar.-Soy soldado pero también un espía alemán... - Empezó a sudar frío mientras lo escuchaba hablar pero no podía articular palabra alguna, mientras el prosiguió -...Hace un tiempo recibimos la información que el gobierno del Zar Nicolás II estaba mandando espías a Austria y a Alemania, los nombres de Vlad
-¡Hazlo! - ordenó Nadezhda y acercó su cuello al puñal, se podía notar como se iba enterrando en ella pero ella no quitaba su manera desafiante en la que veía a Bastián- Igual que tú, no tengo miedo a morir.-¡Joder! -Bastián apretaba sus dientes con fuerza, lanzó el puñal lejos y tomó de su cabello a Nadezhda, había furia en su mirada azulona, con la misma rabia atrajo su boca a la suya y la beso quitándole el aliento, como siempre. Después la soltó y comenzó a caminar por el cuarto, nervioso y furioso -Sí no pude matarte cuando me lo ordenaron ¿Cómo lo voy a hacer ahora? - preguntó con desesperación.-Muy bien - exclamó ella tomando su ropa -creo que es mejor que me vaya.-¿Irte? - preguntó frunciendo el ceño- ¿Dónde?-La idea era escapar esta noche después de terminar mi trabajo y volver a Rusia.-¡No te irás! - ordenó cerrando la puerta con fuerza.-¡No puedes ordenarme! ¡No soy de tu batallón! - Chilló - ¡Haré lo que me dé la gana!<
Después de esa noche loca, Nadezhda se dio cuenta que esa extraña relación que tenía con Bastian había pasado a ser muy real y eso la asustaba, las palabras de su decálogo rondaban insistentememte en su cabeza, sabía que esta locura era mala para ambos y no encontraba ninguna salida más que entregarse a ese sentimiento que cada vez que miraba a Bastián crecía.Al día siguiente, Bastián le dió a Nadezhda algo de información que sacó de su despacho.-Esta información es crucial para la batalla del ejército alemán, -aseguró - será nuestra llave para que tú buró esté tranquilo por un tiempo - explicó - así ganaremos tiempo, después veremos cómo encontrar otra salida - Nadezhda miró a Bastián asustada, estaba preocupada, era la primera vez en su vida que se sentía tan nerviosa al encontrarse con sus contactos, no sabía que decir, Bastián sonrió intentando consolarla, la atrajo a su cuerpo y la besó con dulzura - no te preocupes, esto saldrá bien, si sabemos jugar bien nuestra
Nadezhda quiso ver qué hacía en el escenario esa bailarina, así que después de arrancar el papel que había descubierto en su camerino, se dirigió por atrás hasta la sala donde había un escenario y sonaba música extraña y muy exótica, ahí vio a todos los oficiales alemanes sentados, viendo embobados como esa bailarina, casi sin ropa se movía contoneando sus caderas descaradamente, al ritmo de una música que ella no conocía.Observó a lo lejos a Bastián, mientras él tomaba un vaso de cerveza y sonreía divertido en compañía de Ulreirch y otros compañeros sin quitar mirada de la mujer, mientras fumaba un cigarro.Nadezhda tenía una extraña sensación, no sabía que sentía en esos momentos pero era parte de una molestia que nacía desde el fondo de su ser. Ese extra&nti