Tengo muchos sentimientos encontrados. Temor y excitación, algo que no estoy segura de que fuera bueno en este momento.
Siento miedo porque sé que ella ha sido la única persona capaz de sacar aquel lado de mi, ese lado irracional del cual intenté huir durante mucho tiempo. No me importó una mierda aquella noche en la que la conocí pensar en que alguien podría reconocerme, en que estaba casada y en que mi familia era una de las más reconocidas.
No, no iba a alejarme de ella por eso. La deseaba, y necesita, por primera vez en mi vida, saber lo que se sentía estar en aquel mundo en donde nadie te juzgaba. Cuando ella me besó, sentí ese fuego en mi interior aumentando, las llamas me quemaban por dentro y hacían que me cuestione mi manera de vivir, ¿Porqué no sentía eso con el hombre del que supuestamente estaba enamorada?
Quitando el hecho de que omití mi
Miro al chico, que hasta ahora no ha dicho nada y le muestro lo que el otro acaba de ofrecerme, el exclusivo.—Supongo que este, suena bien.—¿Y de beber?—Cervezas, de seguro.—Bien. —miro al otro chico—. Por favor, también suma la cena y una docena de cervezas. ¿Hay heladeras en las cabañas?—Si, señorita. La cocina está completa, incluso se puede cocinar allí y afuera hay una parrilla.—Perfecto. Lo pagaré en efectivo.—Ya mismo le doy el total —el hombre comienza a sumar—. ¿Cuántos días?—¿Cuántos días pensabas quedarte tu?—Por ahora, unos 30 días—Por 30 días, incluyendo todo lo
Las horas pasaron, me entretuve leyendo un libro fantástico que compré hace años y nunca tuve la oportunidad de leer.Lo bueno es que en la cabaña hay un pequeño baño, no tiene ducha pero sirve. Supongo que eso es para cuando vas a la playa y no quieres caminar hacia la cabaña principal que por cierto, está a unos cuantos metros de aquí.Eso es bueno, tengo privacidad, y ellos también la tienen. Lo único que necesito es ducharme allí, pero luego es como si estuviera por mí cuenta.Siento que mis ojos pesan, el sueño acumulado por el viaje termina venciendo.Siento mi cuerpo frío, estoy en aquella habitación oscura, puedo reconocerla como la mía. Me siento vacía, me abrazo a mi misma mientras me acuesto de lado, las lágrimas no dejan de brotar por mi rostro
Octavia la mira con curiosidad, pudo notar desde que la vio por primera vez que esa mujer esconde algo. Su cabeza comienza a pensar en miles de posibilidades.—¿Tengo derecho a hacer una pregunta luego? —levanta una ceja y hace sonreír a la castaña—Depende. ¿Puedo evadirla si no quiero responderla? —Octavia se ríe cuando ella arruga la nariz.—Puedes. —la castaña levanta las cejas, esperando la respuesta anterior—. ¿Sabes porqué estamos aquí?—¿Tus amigos y tú? —Octavia asiente—Nosotros nos sentimos atrapados todo el tiempo, en la ciudad. Mi padre tiene una empresa, él me dio un empleo allí y soy buena en ello, pero no siento que sea lo mío. he convertido en directora del lugar, imagina
Un día caluroso en Hawaii, el grupo de amigos decidió ir a los puestos pequeños que había en una calle famosa de la ciudad, dónde vendían artesanías y había pequeños puestos de comida y bebidas refrescantes.Ésta vez fue Octavia quien se adelantó y pidió dos jeeps alquilados en el complejo para que pudieran ir más cómodos y en el caso de que compraran varias cosas poderlas transportarlas con facilidad.Pasó una semana desde aquella noche en la piscina, después de eso Charlotte se había prometido relajarse un poco más y luego pensar en regresar a casa y solucionar el asunto.—¿Te gustan las frutillas? —pregunta Octavia con una sonrisa mientras caminan por allí—Si, las he probado ¿Hay frutillas aquí?&mdas
La luna brillaba en todo su esplendor en aquella noche de verano, dándole a Camila una hermosa vista desde su baño mientras desanudaba la bata de seda. Las burbujas estaban esperándola en aquella enorme tina mientras que la música sonaba por los altavoces.Ella, con una sonrisa en el rostro se sumergió en el agua tibia mientras tarareaba las estrofas de su banda favorita.El día había sido agotador, según ella, el centro comercial y la visita obligada a la empresa de su padre la había estresado a niveles inesperados.Camila con solo veinticuatro años se había recibido de diseñadora de modas y recientemente obtuvo un título en Máster marketing de moda, tiene su propio penthouse enPuerto Madero donde almacena tres de sus cinco autos de lujo.Era asquerosamente rica.S
Sarah la tomó de la mano para entrar en el hotel. La música invadió sus oídos y comenzaron a bailar mientras saludaban a muchos de sus amigos, incluso Justin Luke, la gran estrella de fútbol, se acercó a Camila para darle un abrazo.—Tenemos que ir al VIP, es en el segundo piso —dice Justin tomándola de la mano.Esto no era extraño para nadie, cuando tienes dinero y vas a lugares como este puedes hacerte amiga hasta del hijo del presidente.Camila fue saludada y elogiada por todos los que se cruzaban en su camino. Ella subió las escaleras mientras recibía un trago de Denise.Su mirada se perdió en el pasillo de abajo, dónde había un hombre muy parecido a su novio, pero creyó que estaba alucinando, había demasiadas personas y era imposible que él estuviera aquí.&nb
Alejandro le ordenó a su mano derecha que arreglara el asunto con los paparazzi y con Maxwell, que debió comprarle un auto nuevo.—Estoy cansado de que Camila actúe así ¿Cuándo fue que permití que sucedieran este tipo de cosas?—Creo que le diste demasiadas libertades, Alejandro —contestó Damián, su gran amigo.—¿Qué crees que deba hacer?—Sabes muy bien que Camila siempre ha sido consentida y ha tenido todo lo que quiso, aunque jamás se había comportado de esta manera. Últimamente sale en todas las tapas de revistas, estando ebria, con muchos famosos con mala reputación y es absolutamente irresponsable con todo lo que se le encargue. A este paso las cosas terminarán muy mal.—Creí que hacía bien las cosas con ella &mdas
Pov Camila—¡No sé de que te reís, idiota!—gruño y le tiro la miga de tostada que hay sobre la isla de la cocina. Nicolás está tentado como si le hubiesen contado el mejor chiste de su vida.—Es que de verdad te imagino en el medio de un campo y no logro entender cómo es que vas a sobrevivir ahí.—No voy a sobrevivir una mierda. Vas a ir a buscarme, inútil.—Guarda, porque si me tratas mal te dejo entre las vacas —él sonríe—. ¿Estás segura de que él va a dejarte ahí?—Si, idiota. Dijo que no tenía otra opción, pero siempre hay otra opción.—Si es un asunto mediático, ¿No te conviene quedarte al menos por un tiempo?—No. Puedo