Holis mis preciosos fanseses n.n/ los amo millones <3 espero les guste este cap porque lo hice con mucho cariño <3 gracias por leerme, son los mejores fanseses del mundo mundial.
-Lo que faltaba. ¿También los drogaron? - Preguntó el vampiro a Jeremiah.-No. - Dijo después de pensarlo. - Y realmente no sé por qué piensa que vienes por nuestra sangre. - Dijo y luego estrechó los ojos. - ¿Por qué m****a te conoce?-Larga historia. Podemos discutir los detalles cuando salgamos. - Dijo antes de transformar en garras sus manos como en una película de terror. - Joder, ¿Puedes callarla? Puede que para ese momento yo estuviera gritando. Un montón. Mi frágilmente estaba colapsando, demándenme. Eso no salía en las películas.El vampiro de manos mutantes cortó las cuerdas de manos y pies de Jeremiah y se alejó hacia la puerta. -Stella, por favor. Yo estoy aquí, no hay nada que temer. - Dijo haciendo el mismo truco de las garras.Yo chillé más histéricamente. -¡Dijiste que no eras vampiro!-Nos encontramos en los suburbios de una ciudad humana, no podemos salir con ella así. - Dijo el vampiro por encima de mis lamentos, chillidos y súplicas por no ser el plato principal
No podía creer lo que estaba pasando ahora mismo. Me encontraba en un cuarto de un extraño, en solo Dios sabía dónde, con un hombre al que había visto unas tres veces y ahora mismo le suplicaba que me tomara como si no hubiera un mañana.-Lo haré, compañera. - Gimió mientras me sacaba mi ropa interior. - Dulce Madre, eres aún más hermosa de lo que imaginaba. - Dijo cuando extendió mis muslos escandalosamente a los lados de mi cuerpo.Lo vi lamerse los labios y la temperatura del lugar aumentó a niveles desproporcionales. Él gruñó una maldición.-Tan lista para mí. - Dijo acariciando suavemente mis pliegues.Yo asentí una y otra vez con la cabeza bastante entusiasmada y él se rió un poco.-Espero que nuestros cachorros saquen tu belleza y tú sentido del humor. Ahora, quédate quieta. Quiero probar lo que es mío al menos una vez esta noche antes de que pierda el control.Yo volví a mover la cabeza afirmativamente.Acababa de descubrir que yo era una chica de pocas palabras durante la a
Abrí mis ojos y me encontré momentáneamente confundida.No por la habitación que no conocía ni el por qué no había luz en la habitación, sino porque unas manos deliciosamente firmes se encontraban masajeando mi estómago mientras alguien gruñía en mi oído.-Regresaste, compañera. - Dijo sin dejar de masajear.Yo parpadeé porque había algo que estaba untando en mi piel.Giré mi cabeza y lo vi con la mano en su poderosa herramienta. Luego vi mi estómago y al menos la mitad de la situación tenía sentido.-¿Esto es algún raro fetiche tuyo? - Pregunté mientras sus caricias comenzaban a ponerme la piel de gallina. -No lo sé, es la primera vez que lo hago. - Dijo entre gemidos. - A mi lobo le gusta especialmente que lleves nuestro aroma.-¿Y a tus bebés? - Dije divertida. - Dile a tu lobo que los bebés van dentro, no fuera.Él se encogió de hombros.Siguió con ese maravilloso ritmo lento hasta que le supliqué que me tomara nuevamente.Tenía muy poca experiencia con qué compararlo ya que solo
-¿Puedes alejar a tu personal de aquí? Interrumpen mi arte y no cantan mis canciones. - Dije distraídamente mientras sacaba una bandeja para mi último piso del pastel. Jeremiah había conseguido que el dueño del lugar nos prestara su cocina, pero durante la última hora habían estado llegando algunos chicos que miraban fijamente el horno. No importaba cuánto Jeremiah les gruñera, ellos no se iban, así que simplemente se resignó a ser mi ayudante y a sacar sus garras cuando su personal ponía un pie en la cocina. -Tu manada está molestando a mi pareja. - Dijo Jeremiah al chico vampiro que, ¡Sorpresa! no era un vampiro. Solo era una tierna y para nada peligrosa pantera negra. ¿Qué hacía yo con todo el conocimiento con el que me había bombardeado Jeremiah en la última hora? Nada. Como que dejé de prestar atención cuando comenzó a enumerar la lista de todas las manadas que habitaban en América. Batir siempre ha distraído mi mente, así que actualmente estaba felizmente ignorante de las tr
Los gritos asustados de mis amigos y una fuerte sacudida me hicieron abrir los ojos. -¿Qué? - Pregunté levantando mi cabeza de un muy buen pecho que olía divino. -Tu amiga casi hace que nos salgamos de la carretera. - Dijo Jeremiah con voz tranquila. -¿Yo? ¡¿Yo?! ¡Hay jodidos coyotes siguiéndonos! - Gritó Megan. -Los coyotes no son tan grandes, Megs. - Dijo Duncan con tono agudo. - Joder, mujer. Creo que me quedaré calvo a este paso. Yo miré a Jeremiah. -¿Ellos son tus lobos? -Nuestros. - Dijo asintiendo. - Nos escoltan. Duncan giró su cabeza desde su asiento de copiloto y estrechó los ojos. -No sé por qué no me sorprende. Un tipo amigo del hombre de los osos solo podría ser igual de excéntrico. ¿Estás segura de que quieres seguir involucrándote con éste, Stella? Jeremiah gruñó y yo le di algunas palmaditas en el pecho mientras terminaba un enorme bostezo. -Como dije, larga historia. Si Megan nos lleva vivos a su casa podría darles un resumen. -Eres tan graciosa. - Dijo ell
Los seguimos dentro mientras Jeremiah daba instrucciones rápidas de vigilar el perímetro. -Danos un par de minutos, debemos hacer las maletas.- Dijo Megs subiendo a toda prisa las escaleras. -¿Qué? Duncan resopló. -Si tú crees que dejaremos a Stella que vaya sola a tu manada estás muy equivocado. Llamaré a nuestro jefe y le diré que estamos fumigando el restaurante; encontraremos a la abuela y hablaremos de los detalles después. Él también subió las escaleras. Jeremiah me miró y yo le sonreí dulcemente. -Te emparejaste con alguien que viene en paquete. Puedes jugar con la esposa de Duncan mientras voy por algunos suministros. - Dije corriendo hacia las escaleras también. -¿Y esa quién es? - Preguntó confundido, pero yo solo me reí sin mirar atrás. Mis amigos me acompañarían a todo esto y eso me hacía muy feliz. Y esta felicidad solo estaría completa cuando la abuela estuviera aquí. Mientras hacía una pequeña maleta pensé en mi abuela; estaba segura de que estaría bien, pero
Desperté a mis amigos para que bajaran del auto más dormidos que despiertos.-Whoa... linda casa la que tienes, chico lobo. - Dijo Duncan mirando la imponente mansión frente a nosotros.-Esa es la casa de nuestro cocinero. - Dijo Jeremiah divertido. - La Casa de la manada es por aqui.Jeremiah hizo un gesto para que lo siguieran y ellos se despertaron tan pronto como nuestras "escoltas" se transformaron en humanos frente a nuestros ojos para ayudar con el equipaje.-Les presentaré oficialmente a su Luna. - Dijo Jeremiah con orgullo mirándo de mí hacia los chicos.-Luna Stella. - DIjeron con profundas inclinaciones. - Es un honor y nuestro placer conocerla al fin.Si, yo podía acostumbrarme al respeto.Mis amigos y los lobos iban delante de nosotros mientras que Jeremiah y yo nos quedamos un poco rezagados. Disfrutaba enormemente y por alguna razón el calor de su mano sobre la mía.-¿No necesitan desnudarse para cambiar y que cuando se transformen no razguen sus ropas? - Pregunté en voz
-De verdad lo siento. - Dije ante la mirada acusadora de Megs.-¿Lo sientes? ¡¿Lo sientes?! ¡Solo dormí tres horas por el amor de Dios!-Pudiste haber esperado a que estuviéramos despiertos para, ya sabes, meterte en problemas, cariño. - Dijo Duncan estirándose.-Has estado lo suficiente conmigo como para saber que yo no me meto en problemas, los problemas se meten conmigo. - Dije con un suspiro cansado.Justo como decía Megs, habíamos dormido unas tres horas antes de que Jeremiah nos despertara para que pudiera presentarme a su manada y pudiéramos comer un poco.Y, en el enorme comedor comunitario del lugar, comenzaron a presentarse conmigo. No me molestaban todas las inclinaciones y alabanzas a mi belleza, pero las preguntas incómodas que vinieron después fueron difíciles de contestar.¿Cómo iba a saber que los lobos y lobas a nuestro paso me preguntarían sobre el Gran Evento para patear a la Zorra?Sus palabras, no las mías.De alguna forma se había esparcido el rumor de que la nue