-¿Por qué la pantera nos sigue? - Preguntó Megan después de diez minutos de caminata entre las mansiones del lugar.Todos los lobos se detenían y se inclinaban ante mí. Yo me di por vencida al tratar de decirles que no era necesario que lo hicieran todos los días, así que ahora solo saludaba con la mano muy a la Lady Di.-Ni idea. Toma mi nueva filosofía: ¿La mierda rara te sigue? Nada de eso importa. Lo importante es el tamaño del pastel que comeremos en cuanto regresemos a investigar la cocina.Ella arqueó una ceja.-¿Qué no era "Las propinas son igual de grandes que la sonrisa y el vistazo a tu escote que le das a los ancianos"?-¿Por qué crees que dije "nueva" filosofía?- Dije rodando los ojos. - Tú solo deja de preguntar los "por qués" y vive el momento.-¿Hakuna matata? - Preguntó Duncan divertido.-Sin preocuparse es como hay que vivir. - Dije uniendo mis manos al estilo oriental para una reverencia. - Senseis Timón y Pumba.A nuestra espalda, el enorme gato resopló.-No es un
-No creí que fueras a utilizar mi regalo tan pronto. - Dijo Duncan cuando me vió en el pasillo.Megs arqueó una ceja y luego regresó a su habitación de invitados.Yo saqué de mi bolsillo mi móvil recién recuperado y le envié un mensaje."Jeremiah dice que no pelearé y que todo esto solo es la cortina para que pueda matar a algunos lobos y a la loba que se supone es la protagonista de esta tontería".Duncan alzó las cejas al leer el mensaje y luego ambos vimos a Megan salir de la habitación cargando su propia ballesta.-¿Qué? No creo que sea una mala idea llevarlas con nosotros. - Dijo ella encogiéndose de hombros.Yo le sonreí.-Muéstrale el mensaje mientras bajamos. - Dije a Duncan y luego nos dirigimos a las escaleras.No creía que matar a algunos lobos molestos fuera algo de conocimiento común, así que prefería que esto quedara entre nosotros.Los osos se encontraban merodeando por el vestíbulo pero al vernos hicieron ruidos extraños.-No puedo hacerles en este momento delicias horn
Le arrojé mi arma sin tiros a la loba, quizá por instinto o quizá porque en las películas Jackie Chan no retrocede.No lo sé realmente, estaba yo en modo automático.La flecha (o la cosa que se le ponga a la ballesta) se le había clavado en el hombro y eso la había hecho enojar mucho. No sabía si era bueno haberle dado o malo, pero la multitud se había vuelto loca y me seguían aclamando.¿Cuando además le lancé mi ballesta? Público de pie.-¡Stella! - Gritó sobre la multitud Megan y yo giré la cabeza para ver volar hacia mí su ballesta.Ella junto a Duncan observaban con expresiones de pánico la arena. No tenía tiempo para preocuparme por ellos, debía de sobrevivir a la loca.Un tiro bastante largo. Pasé por un lado a la loba que se estaba arrancando mi flecha de su piel para atrapar la ballesta de mi amiga. Tuve solo unos segundos para atraparla y girar antes de que la loba se arrojara hacia mí.Yo volví a repetir la cosa de disparar sin siquiera apuntar y la loba se quitó del camino.
Cuando terminé de derramar mis entrañas, Megs ya tenía un pañuelo para mi. Al igual que yo, parecía un poco pálida. -¿Estás bien? - Pregunté con voz rasposa. -Con un poco de terapia, quizá. -Este sitio es salvaje. - Murmuró Duncan. - Incluso para mí y saben que amo las películas de acción. -No es común que tengamos una ejecución pública, Luna. - Dijo uno de los lobos que se habían posicionado a nuestro al rededor. - Nuestro Alfa y nosotros nos encargaremos de que no vuelva a ver algo parecido. Por favor, respire profundo, ¿Necesita que le traigamos cualquier cosa? En su condición es mejor que no se estrese. Yo parpadeé. -Eh... estoy bien. Gracias. Bueno, realmente creo que fue la falta de aire y el hecho de que no estoy acostumbrada a este tipo de escenas. No tenían que lucir tan serios al respecto todos a mi al rededor, eso me ponía un poco confusa. -Si, Luna. - Dijo inclinándose exageradamente. Raro. -Con ese problema de lado - Dijo Jeremiah atrayendo la atención de nuevo h
Después de seguir las instrucciones de Valentina, llegué al Salón de guerra. O, como ella lo llamó, el lugar en donde hacen cualquier tipo de reunión y que parecía más bien un salón de eventos.Era lindo, al menos desde afuera ya que parecía la fachada de un lujoso spa.Yo quería ir a uno de esos.Cuando empujé la enorme puerta, el salón quedó repentinamente en silencio mientras un montón de miradas se fijaban en mí.Yo saludé nerviosamente antes de que el enorme cuerpo de Jeremiah me tapara la vista. Alcé la mirada hasta su cara.-Stella, ¿Está todo bien? - Preguntó con preocupación tomándome de los hombros. - ¿Necesitas algo?-De hecho, si. - Dije sin dejarme caer en la trampa que era su enorme y distractor pero sensual cuerpo. - Valentina me dijo que ya habían terminado los interrogatorios.-Si, ahora sabemos en dónde está la guarida del resto de los cambiaformas que intentan entrar en nuestro territorio. - Dijo con dientes apretados antes de suavisar su expresión hacia mí. - ¿Quier
-Necesito a alguien que me ayude a cuidar a los cachorros de todas las valientes lobas que se han ofrecido como voluntarias - Dije y enseguida rodé los ojos ante el entusiasmo de los machos. No diría nada solo porque a pesar de que temían por sus parejas, ninguno había detenido a las lobas de hacer lo que quisieran y eso lo respetaba. - porque yo también me iré con Jeremiah a la misión y tengo entendido que es costumbre que me quede en la manada cuidando de los pequeños. Esta es una misión de suma importancia, por lo que no puedo dejarlo en manos incapaces. Jeremiah dejó de escribir y guardó el móvil en su bolsillo.-Ya la oyeron. Nuestra Luna irá con nosotros. ¿Se creen capaces de realizar esta importante misión? - Preguntó Jeremiah a las lo as estrechando sus ojos. Yo traté de imitarlo, cejas fruncidas y todo pero creo que más bien parecía un pato haciendo pucheros enojados.Las lobas asintieron con entusiasmo.No sabía por qué m****a estaban tan felices festejando, pero no me impo
-Compañera. - Susurró a mi oído Jeremiah tratando de hacer que me moviera.No lo haría. Yo era un charco de temblorosas partes.-Compañera. -Repitió divertido. - La delegación pantera llegará en algunos minutos. ¿No me acompañarás a derribar a nuestros enemigos?Abrí un ojo y refunfuñé antes de levantarme de la mesa. Tuvo que sostenerme porque mis piernas no funcionaban. Él tenía una sonrisa orgullosa en su cara.-Está bien. Iré por la caballería, ¿Dónde te veo?-En el sitio donde aparcaste, cariño. Te esperaremos, así que no dudes en tomarte todo el tiempo que necesites para prepararte. - Dijo poniendo tiernamente un me mechón suelto detrás de mi oreja.Ah, este hombre sabía qué decir en todo momento. Me gustaba, carajo.Al igual que le gustaba a la Stella traviesa. Si volvía a este salón, dudaba que pudiera volver a ver esta mesa igual.-Hay algo que quiero saber, ¿Por qué no me estás deteniendo de ir? - Pregunté con curiosidad después de ponerme mi ropa. - No me malinterpretes, me
-Repite eso. - Dijo Megan lentamente mientras trataba de salvar la vida a Duncan.El pobre se estaba ahogando con su propia saliva. O quizá se tragó un insecto debido a las ventanillas abiertas en el auto.Que un insecto entrara en su garganta justo cuando les anuncié la noticia era una coincidencia. -Estoy embarazada.Duncan volvió a intentar morir y yo solo rodé los ojos.-Mierda... ¿Cómo? - Preguntó Megan con incredulidad.-Me extraña que tenga que darte la clase de bebé 101, Megs. - Dije confundida. - Pero, ahora que lo pienso, no es como si le prestaras atención a nuestra profesora de biología de la secundaria. Muy bien, no venía preparada pero... ¡Auch! ¿Era eso necesario? - Pregunté tocando el punto de mi cabeza en donde recibí su palma.Jeremiah gruñó y casi nos saca de la carretera, lo que me hizo chillar más fuerte, gritar a Megs y tratar de morir por tercera vez en cinco minutos a Duncan. Pobre hombre, terminaría calvo... si es que podía volver a respirar.-Tranquilo, chi