Vancouver, tres años después…Zoé y Elijah finalmente encontraron el hogar de sus sueños, un lugar donde sus hijos pueden crecer rodeados de amor y felicidad. La llegada de su nuevo hijo, al que han llamado Robert en honor al hombre que Zoé consideró su padre durante muchos años, ha colmado su vida de alegría. Sin rencores ni engaños del pasado, se sienten inmensamente felices.En este momento, se encuentran en el jardín de su mansión, disfrutando de una tarde soleada. Mientras observan las postales de Lucas y su novia Sarah, quienes están viviendo sus últimos años con plena felicidad en Londres, llenos de armonía y aventura, Zoé sonríe y dice, mirando las postales:—Mira cómo se ven felices. Me alegra tanto que estén disfrutando de su tiempo juntos.—Sí, al fin mi padre ha encontrado su propio camino. Es hermoso ver cómo crece y explora el mundo con Sarah.—Y pensar que todo esto comenzó con un sueño helado y confuso. Ahora tenemos a Robert y una familia unida.—Así es. Cada día es u
—Por tu culpa, mamá, acepté este matrimonio por conveniencia con un hombre, que puede ser mi padre—advierte Zoé con rabia.—Yo no te puse una pistola en la cabeza, para que cederías, Zoé.—Eres una descarada, mamá.—Respétame.—El respeto te lo perdí hace mucho tiempo, cuando orillaste a mi padre a perderlo todo.—¿Me culpas de sus miserias?—Eres cruel y muy ambiciosa. Lo único que hiciste fue arruinarnos, hasta que perdiéramos todo lo que con tanto esfuerzo mi padre construyó por años, también por tu culpa el pobre murió, no soportó el verte con tu amante.—¡Es suficiente, Zoé!—Ahora me vas a oír, tengo tanto dolor acumulado. Sino lo suelto voy a explotar.—Baja la voz.—Ya no me importa nada.—¿Acaso no eres feliz con Lucas?—Lucas también es una víctima tuya, vives gastando su fortuna.—No te victimices que no te queda, mira como vives eres la esposa de un magnate. Siempre quise lo mejor para ti, malagradecida.—No me hagas reír, bien que me vendiste.—Hija, vives como una reina,
Tiempo después…Al llegar su padre con su esposa, Linda los observa enojada desde la ventana de su cuarto, imprimiendo su descontento mentalmente:«Odio a esa miserable, ramera. Juro por Dios, que no descansaré hasta alejarla de mi padre»Llega su amiga Nina e ingresa inesperadamente en su habitación:—¿Qué haces viendo por la ventana? —se arrima.—Mírala, Nina, como se pavonea la estúpida de mi madrastra.—No hagas coraje, a mí me cae muy bien, Zoé, es bien simpática.—Traidora.—Ya amiga, mejor hablemos de nuestra graduación. Liam, de seguro irá con la idiota de Sofía.—Sofía no es competencia para mí, y Liam prontamente será mi novio.—Esa chica es muy pesada.—Liam me mira con deseo, amiga, sé que le gusto.—Eres de armas tomar, Linda.—Solo le hago honor a mi nombre.—Ja, ja, ja, presumida.Al entrar a la casa, el matrimonio se topa con Linda y su amiga, su padre y Zoé las saludan inmediatamente:—Es bueno verte, Nina.—Gracias, Zoé, tan linda como siempre—asienta Nina con admirac
Zoé comienza de repente a sentirse mal, y de inmediato le llega la sospecha de un posible embarazo, corre y mira el calendario para revisar su ciclo menstrual y se percata de un ligero retraso. Sin avisar sale velozmente de la casa, toma su auto para dirigirse a la farmacia por una prueba.Minutos más tarde retorna a la mansión con la prueba en mano, aprovecha la ausencia de todos, para realizar el test con tranquilidad. Inmediatamente llama a su mejor amiga Emily, quien también es su confidente y es la única que la comprende.—Amiga, ven a la mansión. Te necesito urgentemente.—¿Qué pasó, Zoé?—Ven rápido, aquí te cuento—responde con decepción.En su habitación, la madre de Zoé comienza a maquinar como sacarle más dinero a Lucas, debido a que Zoé le sugirió que limitara sus tarjetas. Se encuentra en la compañía de su empleada de confianza, quien la sigue a todas partes:—Ada, estoy acabada. Tanto que luché por mantener mi posición y mi abolengo. Todo se vino abajo por culpa del imbéci
Todos se preparan, para la visita de Elijah después de un año de ausencia, Zoé aún no le menciona de su embarazo a Lucas, su madre por su parte, se muerde la lengua para no relevar la verdad. La familia completa, se agrupa en la sala de la mansión a la espera del muchacho.Mientras tanto en la habitación principal:—No vas a bajar, amor—menciona Lucas.—Ya me alisto, cariño.—Estas pálida, Zoé—se preocupa.—No te preocupes, estoy en mis días—miente y oculta la verdad.—Te esperamos en la sala, ya mi hermana llegó—advierte Lucas, con una gran sonrisa y se une nuevamente a su familia.Al ver que Lucas sale de la recamara, se interna Grace y comenta:—Lucas no es tonto, se puede dar cuenta de la causa de tu malestar.—No comiences, mamá. Mejor ayúdame alistarme.—Tanto alboroto, por el cura.—Es su hijo, y es muy querido por todos.—Bueno.Zoé todavía se siente muy confundida, no se muestra feliz por la llegada de su bebé, de pronto expone:—Yo no quiero a este bebé, en mis planes no está
Preocupado por su padre y por todo lo que acontece en la familia. Elijah se acerca a Lucas para conversar, entra al despacho donde su padre enviaba algunos correos. Lucas lo mira con cariño y le dice:—Me alegra tanto tu visita.—A mí también me emociona mucho verte, papá. Sabes cuánto te quiero.—Mi hijo adorado.—Papá, quiero hacerte algunas preguntas y espero no las tomes a mal.—Dime hijo, de ti nada malo puede provenir, eres un santo.—Ja, ja, ja, tampoco exageres. Estoy para servir al prójimo, pero quiero preguntarte como hijo no como sacerdote ¿Por qué te casaste con una mujer tan joven? Y ojo no pretendo juzgarte.—Lo sé, hijo, te conozco muy bien. Ya te había advertido de que me casaría con una mujer más joven. Sencillamente, me enamoré de Zoé. Se parece mucho a tu madre. Y si te preocupa el patrimonio de la familia, está bien asegurado. Me casé bajo contrato con ella, tampoco soy tan descuidado, Elijah.—No me refería al dinero, papá, sino al amor, ¿ella corresponde a ese amo
Horas más tarde…Elijah había mediado con su hermana, al menos se sereno un poco y no hizo más berrinches:—Qué bueno que Linda, se calmó—menciona Elijah, después de salir de la habitación de su hermana, quien se había quedado profundamente dormida.—Sí, hijo.—Papá espera, no me lo tomes a mal, pero la madre de tu esposa, es muy grosera. Me desagrada su actitud, hasta me atrevería a decir, que rompe con la paz del hogar—expone Elijah.—Sé muy bien quien es Grace, tampoco soy tan tonto. Tengo que ver, lo de una casa para ella.—¿No tienen ni un centavo? —pregunta velozmente.—No, están en la ruina total, hijo.—Si quieres puedo hablar con ella, y hacer que recapacite en cuanto a su actitud—propone para mantener el equilibrio.—Grace no cambia ni con un hechizo, Elijah—asiente Lucas graciosamente.—¡Ay papá! ¿En dónde fuiste a parar?—Soy hombre, no me entenderás.—Te entiendo perfectamente, te enloqueciste por una jovencita—lo mira de reojos.—A veces pareces tú el padre y yo el hijo.
En la habitación, Lucas busca de quitar con ingenio su blanco vestido, Zoé se exaspera interiormente y lo esquiva con la excusa de su embarazo.—No me siento bien, Lucas.—Si es por tu embarazo, Alfred, me dijo que aún embarazada podemos tener intimidad—insinúa.—No estoy de ánimos me duele la cabeza.—Últimamente has estado muy distante—reprocha con sutileza.—¡Te parece poco estoy embarazada!—Lo dices con desagrado.—No digas tonterías, Lucas.—Vi que platicaba con Elijah—va directo al grano.—No me digas que me celarás de tu propio hijo, quien te recuerdo pronto será cura—señala con dureza.—Lo siento, querida.—Sabes que, en el fondo, Lucas, eres posesivo y arrogante. Me tienes aislada en estas cuatro paredes para que nadie me mire. Prácticamente me prohíbes ver la luz del sol sin tu consentimiento. Vivo encerrada en tu mundo, yo para el mundo no existo, solo soy la joven esposa de un magnate a la que no dejas hacer nada. Quiero trabajar y salir de esta mansión. Estoy harta —se de