45 MasonSentí un agudo dolor en el pecho que no pude explicar y me encorvé en mi escritorio tratando de apaciguarlo cuando entra Vlad a mí ahora nuevo despacho.—¿Qué te sucede? —pregunta un tanto distante, pero aun preocupado por mí.Desde el día en que traté mal a Adara no me habla como antes, así le dijera que ya solucionamos todo, sigue resentido.—Me duele el pecho —dije con voz ahogada.Siento que algo tira de mí y me hace jadear.—Eso no es normal —me mira extrañado— ¿Dónde está Adara? —pregunta viéndome un tanto ansioso.No entendí porque se ponía alerta.—La dejé dormida junto con Alaric —respondí aturdido por el dolor.—No, me han informado que Alaric se fue hace menos de veinte minutos —me señala en dirección a la frontera—Se fue, Adara y Alaric se fueron hace poco.—¿Qué? —pregunté levantándome de golpe, la silla cayendo en el proceso.—Sí… eso fue lo que me dijeron los guardias, también me dijeron que algo raro está pasando con los omegas —me informa— y por eso vine hast
46 Alaric Acabando de colgar la llamada con Mason, mi pequeña loba se acerca a mí cuando ya había entrado a la casa. —¿Vienes? —pregunta Adara sacándome de mis pensamientos. —Claro, pequeña —respondí volviendo a la tierra. —¿Quién llamo? —preguntó mirando al frente cuando la alcancé para entrar a casa. Quería parecer despreocupada, pero podía ver esa pequeña arruga en el medio de sus hermosas cejas. —Era Mason, sintió cuando te fuiste —contesté observando su reacción. Un surco de preocupación apareció en las esquinas de sus ojos. —¿Le dolió? —su labio inferior ya amenazaba con temblar, así que opté por mentir a medias. —No mucho, pero noté que tú no sentiste dolor —di mi observación. No quería que ella se sintiera demasiado mal, era capaz de regresar ahora mismo si notaba alguna molestia en su cuerpo por la partida de la manada. —Me sentí rara —admite despacio— creí que sería peor, tal vez la presencia de ustedes me ayuda a que no me duela. Analicé sus palabras cuidadosamen
47 Ekaterina Tras milenios de años “viva” suelo aburrirme con una facilidad pasmosa. —No entiendo cómo son tan ineptos —refunfuñé como una cría. —Mandamos a unos de los mejores, pero Alaric Wolfhagen los superó en números —me comenta Tadeo. —Hiciste un buen trabajo en venir con vida e informarme, retírate —no quería verlo más y luego de mis palabras lo saqué con un movimiento de mi muñeca. Mis sirvientes estaban visiblemente temerosos cuando me bajé de mi trono y comencé a caminar de arriba abajo pensando en la manada de Garra plateada. Si el círculo se entera de lo que hago me buscarán hasta el fin de mis tiempos. Me estremecí solo de recordarlo. No puedo perder esto. ¡Todo esto es culpa de ese maldito duende! —Sabes bien que estamos en pendiendo de un hilo ¿no? —dijo Damon, sin temor a las represalias de la reina vampira. Tengo la fama de ser despiada, por algo maté a mi tío directo, Vlad Tepes para quedarme con todo. —Lo sé, si los rumores son ciertos debo acabar con esa
48 AdaraEl dolor en mi pecho era más agudo que el de mi mano sangrante, aun así, me refugié en el pecho de Alaric mientras me guiaba de vuelta a la habitación donde estaba durmiendo y en donde me arreglé.Me bañé y arreglé tan rápido para poder ver a Alaric que bajé corriendo las escaleras para darle una sorpresa, emocionada por ver a su hermana, es cuando escuché sin querer su conversación con Cleo, la mujer que creí que era amable conmigo.Ahora no sé qué pensar de la mujer loba que me mira sorprendida mientras dejamos atrás la oficina de Alaric.—Cleo Lupin es solo la mejor amiga de mi hermanita, Sienna —me comenta abriendo mi mano con cariño para revisar el daño que me hice y lo dejo.Me sentía nerviosa y furiosamente celosa de pensar en otra loba cerca de Alaric o Mason.Alaric comenzó a quitar los trozos grandes de cristales incrustados en mis manos, pero apenas sentía el dolor cuando la rabia de los celos quemaba en mi interior.—Ella… te importa —arrugué la nariz y moqu
49 Adara.Sentir sus labios y manos en mi piel se siente como miles de agujas diminutas recorrer allí donde me toca, se siente condenadamente bien.Luego de un momento se separa de mí sorprendido y mira mi estómago.—¿Qué sucede? —le pregunto en el justo momento que puedo sentir lo que lo paralizó.«Estoy feliz» un pensamiento llega a mi mente, pero sé que no es ni Aroa ni yo quien lo pensamos.Mi mano se mueve instintivamente a mi vientre aun plano y la conexión con mi bebé se hace instantánea.—¿Lo escuchaste? —me dice incrédulo— sé que tenemos un lazo con nuestro cachorro, pero no pensé que se manifestaría ahorita.—Yo tampoco —me rio de nerviosismo puro y solo puedo abrazar a Alaric— debemos contarle a Mason.Alaric saca su teléfono y con una sonrisa aun en su rostro marca el número de Mason, este responde después de tres timbres.—¿Ella está bien? —su pregunta sin saludo me aprieta el corazón de felicidad— ¡Alaric! —exclama perdiendo los nervios, pero Alaric solo puede sonreír co
50 AdaraRecién había despertado por las sutiles caricias de Alaric, su pregunta me hace abrir un ojo y mirarlo un tanto confundida, supongo que se debe a la saturación de cansancio postcoital.—¿Quieres cenar? —pregunta Alaric acariciando mi espalda con toques tan ligero como la pluma— o tal vez quieres que busqué la comida para nosotros y nos escondemos un rato más en la habitación.—Luego de mi castigo me consientes —hago un ligero puchero, porque ya me he acostumbrado a ellos haciendo lo que sea por tenerme cómoda.—Mi pequeña loba necesitaba sentir la fuerza de sus alfas. Eres mi compañera, Adara no dudes en pedirme lo que necesitas —me mira con seriedad y asiento rápidamente. Admito que me salí de control al escuchar a Alaric decirle esas cosas a Cleo.Una loba necesita sentir la fuerza que emana de su pareja, así es como somos. Eso nos da una sensación de seguridad que nos complace y nos hace someternos a nuestras parejas, una loba no puede estar con alguien mas débil que ella,
MasonDejar todo listo me llevó toda la noche, no quería viajar estando tan nuevo en mi cargo de alfa, pero mi compañera me necesitaba y algo tiene claro un alfa es que sin su Luna no funcia del todo bien.—Apenas amanece —dice mi madre saliendo de la biblioteca.Llevo una pequeña maleta en mis manos para unos días y luego poder volver, cada vez es más difícil mantenerme separado de mi compañera.—Voy a Garra plateada por un par de días, necesito que Adara me perdone —mis ojos brillan, pero respiro hondo para calmarme.—Lo hará, no está en nuestro ADN no perdonar a nuestros compañeros. Fuimos diseñados para encontrar el amor, nuestra otra mitad y por más despiadado y malo que sea lo perdonaremos siempre y almacenaremos en nuestros corazones la esperanza de que cambien —mi madre habla tan sabía que un escalofrío recorre mi cuerpo.—Tal parece que conoces a alguien con esa condiciones —la miré extrañado.—Hace muchos años conocí a una inocente loba que estaba enamorada de un despiadado
52 Mason Estoy pálido por pensar que dañé a una loba inocente, no me importa mucho si es no perteneciente a una manada, la vida de nuestros lobos es sagrada para nuestra Diosa y no agredimos a los nuestros a menos que sea algo de vida o muerte. A veces hay problemas con otras manadas, pero intentamos que la sangre nunca llegué al rio. —Necesito que prepares a tus médicos, voy con una loba herida en mi jeep —digo a la carrera en cuanto Alaric me responde. —¿Está viva? —su pregunta me hace tragar saliva de manera ruidosa. —Por la Diosa espero que sí, Al —dijo con los nervios de punta. —Cálmate, ya le envié un enlace mental a Jonás ve directo al hospital —me dijo tratando de mantener la calma. —Lo haré —y colgué mientras manejé como un loco. Supongo que Alaric le aviso a sus guardias que yo iba en camino porque ni siquiera me detuve cuando vi el enorme portón abierto, simplemente apreté el acelerador. Yo vine a ver a mi compañera y sentir a mi cachorro, todo se salió de control.