Disculpen el olvido mis amores, estaba mudandome así que por eso me desaparecí unos días, donde vivía ya no podía escribir y dejar que todo fluyera, fue frustrante, pero me alegra decirles que ya regresé
39 Santa Mi hija y el alfa pasaron a mi sala mientras cerraba la puerta con temor, quería con todas mis fuerzas que Adara no fuera la loba de la profecía, pero sabía en lo más profundo de mi corazón que eso no era posible que se me cumpliera. —Todavía falta alguien —les dije mientras llegaba hasta donde estaban ellos. —¿Quién falta? —pregunta mi hija hundiendo el ceño. —Tu otro compañero, hija —le dije lo más calmada que pude estar con esta situación. —Yo… —miró al suelo avergonzada por ese hecho. Si tan solo ella se hubiera dejado marcar por otro lobo, tal vez esto no estaría pasando y la vida de mi hija fuera más sencilla, como una omega normal. «No es una omega normal, es nuestra Luna y reina» me refuta mi loba Hellig. La diosa juega con nosotros, a veces no sé si es una deidad o un demonio que juega con sus propios hijos. «Pero, quería que ella estuviera bien, con una vida más normal» le repliqué y mejor corté la conexión con ella. Hellig nunca estuvo contenta con las dec
40 MasonSanta me miró con confianza al hablar, no mentía o al menos creía que todo lo que decía era cierto.—Lo sabemos y es por eso que nosotros no podemos decir nada, fuimos simples omegas al llegar aquí y no quise poner en peligro la vida de Gerónimo —contesta ella muy segura—. Él estaba empeñado en huir fuera de la montaña y tal vez refugiarnos entre los humanos, pero lo mataron cuando lo intentó.Las palabras de Santa estaban llenas de amargura y dolor, aun a pesar de los años que ya habían pasado.—Mamá… —Adara se veía confundida.—Sí, hija lo sé. No queríamos decirte, pero tú no eres una loba común —dijo Santa tomando sus propias manos encima de la mesa— tu crecimiento no fue como el de otros lobos, y allí tu padre y yo nos dimos cuenta que eras la de la profecía. Había que alejarte de los vampiros a como dé lugar.La sangre de los lobos para los vampiros era un elixir que no pueden controlar, si l que dice Santa es cierto, la sangre de Adara es más que un elixir para los chup
41 AdaraMi madre dice que soy una Knigth y una loba especial, aún no puedo creer eso.«Es verdad, debes creerle a tu madre» me dijo mi loba muy segura.«Nunca me dijiste nada sobre eso» le reclamé.«Quería que estuvieras segura» me respondió Aroa.«¿Estoy segura ahora?» le pregunté enojada por los secretos.«Debemos confiar en nuestros compañeros, juntos somos irrompibles» me explica.—Adara, vamos —me dijo Alaric— debemos preparar tu viaje, aquí ya no estas segura.Alaric se veía consternado por toda la información en tan poco tiempo.—En tu manada ha habido ataques, allí tampoco es seguro llevarla —replica Mason.No quería más peleas entre ellos, me hería profundamente verlos de esa manera.—Quiero ir a Garra Plateada —respondí yo está vez.No entendía porque Mason se ponía de esta manera.Mi madre había quedado relegada al olvido mientras nosotros discutíamos.—Mason, para ya —pide Alaric suspirando.—Ya no quiero más peleas, pensé que lo habías aceptado. Que me habías aceptado, a
42 Alaric.Queríamos postre y ese postre nos veía con mirada inocente que me ponía la polla más dura.Saber que mi cachorro crecía en su vientre me hacía cosas inexplicables en el cuerpo, ni siquiera hizo falta anudarla para que quedara embarazada. Había escuchado de que podía suceder, es normal que un beta o alfa puedan embarazar hasta a una humana sin necesidad de anudarla, pero que el embarazo de Adara fuera diferente, que estuviera hecho para ambos, me daba mucha tranquilidad.Nuestra rivalidad debería terminar aquí.Solo quería llevar a Adara a nuestra habitación y sentirla.«¡No!» Lainus se enojó y gritó en mi mente dejándome sordo.«¿Por qué no?» me sentía contrariado e irritado por su comportamiento.«Debes velar primero por su salud, bruto» me reclama mi lobo.Enlacé a Mason y se lo comenté, me dijo que su lobo pensaba lo mismo así que desistí de comerme a mi pequeña loba, cuando el doctor dijera que estaba perfectamente bien ella y nuestro bebé podríamos…Mi lobo gruñó enoja
43 AdaraMe sentía como en las nubes y cuando desperté, me levanté con una sola mano notando que solo uno de mis mates estaba conmigo, mi corazón se estrujó al no encontrar a Mason a mi lado, pensé que las cosas se habían solucionado con todo lo que mi madre nos contó, pero al parecer para él no es suficiente.Y eso me dolía demasiado.Quería que esto que le brindaba la Diosa fuera suficiente para él, pero creo que para él es más importante que sea solo suya a compartir este lazo.—¿En qué piensas? —pregunta Alaric con voz ronca por el sueño.Miré hacia abajo y allí estaba él con una sonrisa somnolienta, acarició mi mejilla y me incliné a su tacto sin poder ni querer evitarlo, nuestra conexión era vibrante por el vínculo que compartíamos.—Quiero conocer tu manada —le dije en vez de decirle lo de Mason.Me miró un momento antes de suspirar, sabía que no quería hablar ahora.—Podemos irnos cuando quieras —contesta tranquilo en vez de presionarme.Me gustaría estar marcada para que sint
44 AlaricPodía ver que Adara se sentía un poco incomoda con la conversación, por lo que decidí cortar por lo sano y llevármela.—Gracias por todas sus palabras, me llevaré a Adara a conocer a Garra plateada y la traeré de vuelta en un mes —les aseguré.—Gracias, Alfa —hicieron una pequeña reverencia mientras todos lo decían al unísono— confiaremos en usted.Llevé a Adara de vuelta al auto y carraspeé para que el chofer entendiera mi señal, en cuanto Adara estuvo dentro el hombre habló.—Luna, mis disculpas por hablar como lo hice. Tiene toda la razón, soy un idiota —se disculpa Mike, mi chófer.—Solo no vuelvas hacerlo y aceptaré tus disculpas, Mike —respondió con su nombre de pila junto con un sonrisa.El hombre se mostró sorprendido al igual que yo porque no sabíamos que Adara se supiera los nombres de mis hombres.Será una excelente Luna.—Nunca se me olvida un nombre y casi siempre estas cerca del Beta de Alaric —respondió Adara por la pregunta no formulada.Avanzamos sin más dem
45 MasonSentí un agudo dolor en el pecho que no pude explicar y me encorvé en mi escritorio tratando de apaciguarlo cuando entra Vlad a mí ahora nuevo despacho.—¿Qué te sucede? —pregunta un tanto distante, pero aun preocupado por mí.Desde el día en que traté mal a Adara no me habla como antes, así le dijera que ya solucionamos todo, sigue resentido.—Me duele el pecho —dije con voz ahogada.Siento que algo tira de mí y me hace jadear.—Eso no es normal —me mira extrañado— ¿Dónde está Adara? —pregunta viéndome un tanto ansioso.No entendí porque se ponía alerta.—La dejé dormida junto con Alaric —respondí aturdido por el dolor.—No, me han informado que Alaric se fue hace menos de veinte minutos —me señala en dirección a la frontera—Se fue, Adara y Alaric se fueron hace poco.—¿Qué? —pregunté levantándome de golpe, la silla cayendo en el proceso.—Sí… eso fue lo que me dijeron los guardias, también me dijeron que algo raro está pasando con los omegas —me informa— y por eso vine hast
46 Alaric Acabando de colgar la llamada con Mason, mi pequeña loba se acerca a mí cuando ya había entrado a la casa. —¿Vienes? —pregunta Adara sacándome de mis pensamientos. —Claro, pequeña —respondí volviendo a la tierra. —¿Quién llamo? —preguntó mirando al frente cuando la alcancé para entrar a casa. Quería parecer despreocupada, pero podía ver esa pequeña arruga en el medio de sus hermosas cejas. —Era Mason, sintió cuando te fuiste —contesté observando su reacción. Un surco de preocupación apareció en las esquinas de sus ojos. —¿Le dolió? —su labio inferior ya amenazaba con temblar, así que opté por mentir a medias. —No mucho, pero noté que tú no sentiste dolor —di mi observación. No quería que ella se sintiera demasiado mal, era capaz de regresar ahora mismo si notaba alguna molestia en su cuerpo por la partida de la manada. —Me sentí rara —admite despacio— creí que sería peor, tal vez la presencia de ustedes me ayuda a que no me duela. Analicé sus palabras cuidadosamen